39 Versículo de la Biblia sobre Los extranjeros, creyentes deber
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Partiréis, pues, esta tierra entre vosotros por las tribus de Israel. Y será que echaréis sobre ella suertes por herencia para vosotros, y para los extranjeros que peregrinan entre vosotros, que entre vosotros han engendrado hijos; y los tendréis como naturales entre los hijos de Israel; echarán suertes con vosotros para heredarse entre las tribus de Israel. Y será que en la tribu en que peregrinare el extranjero, allí le daréis su heredad, dijo el Señor DIOS.
Guardaréis, pues, las palabras de este pacto, y las pondréis por obra, para que entendáis todo lo que hiciereis. Vosotros todos estáis hoy delante del SEÑOR vuestro Dios; vuestros príncipes de vuestras tribus, vuestros ancianos, y vuestros alcaldes, todos los varones de Israel, vuestros niños, vuestras mujeres, y tus extranjeros que habitan en medio de tu campamento, desde el que corta tu leña hasta el que saca tu agua;Leer más.
para que entres en el pacto del SEÑOR tu Dios, y en su juramento, que el SEÑOR tu Dios concierta hoy contigo; para confirmarte hoy por su pueblo, y que él te sea a ti por Dios, de la manera que él te ha dicho, y de la manera que él juró a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob. Y no con vosotros solos concierto yo este pacto y este juramento, sino con los que están aquí presentes hoy con nosotros delante del SEÑOR nuestro Dios, y con los que no están aquí hoy con nosotros.
Harás congregar el pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman al SEÑOR vuestro Dios, y guardan de cumplir todas las palabras de esta ley.
Y todo Israel, y sus ancianos, oficiales, y jueces, estaban a uno y otro lado junto al arca, delante de los sacerdotes levitas que llevan el arca del pacto del SEÑOR; así los extranjeros como los naturales, la mitad de ellos estaba hacia el monte de Gerizim, y la otra mitad hacia el monte de Ebal; de la manera que Moisés, siervo del SEÑOR, lo había mandado antes, para que bendijesen al pueblo de Israel. Después de esto, hizo leer todas las palabras de la ley; las bendiciones y las maldiciones, conforme a todo lo que está escrito en el libro de la ley. No hubo palabra alguna de todas las cosas que mandó Moisés, que Josué no hiciese leer delante de toda la congregación de Israel, mujeres y niños, y extranjeros que andaban entre ellos.
Porque el SEÑOR tendrá piedad de Jacob, y todavía escogerá a Israel; y les hará reposar en su tierra; y a ellos se unirán extranjeros, y se allegarán a la familia de Jacob.
No olvidéis la hospitalidad, porque por ésta algunos, habiendo hospedado ángeles, fueron guardados.
SEÑOR, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, muéstrate. Ensálzate, oh Juez de la tierra; da el pago a los soberbios. ¿Hasta cuándo los impíos, oh SEÑOR, hasta cuándo, se gozarán los impíos?Leer más.
¿Pronunciarán, hablarán cosas duras, y se vanagloriarán todos los que obran iniquidad? A tu pueblo, oh SEÑOR, quebrantan, y a tu heredad afligen. A la viuda y al extranjero matan, y a los huérfanos quitan la vida.
Y no angustiarás al extranjero; pues vosotros sabéis cómo se halla el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.
Cuando segareis la mies de vuestra tierra, no acabarás de segar el rincón de tu campo, ni espigarás tu tierra segada. Y no rebuscarás tu viña, ni recogerás los granos caídos de tu viña; para el pobre y para el extranjero los dejarás. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Y cuando segareis la mies de vuestra tierra, no acabarás de segar el rincón de tu campo, ni espigarás tu siega; para el pobre, y para el extranjero la dejarás. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Y cuando tu hermano empobreciere, y se acogiere a ti, tú lo recibirás; como peregrino y extranjero vivirá contigo. No tomarás usura de él, ni aumento; mas tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo. No le darás tu dinero a usura, ni tus víveres a ganancia.
Al cabo de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás por dentro de tus puertas. Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, y el huérfano, y la viuda, que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que el SEÑOR tu Dios te bendiga en toda obra de tus manos que hicieres.
Cuando segares tu mies en tu tierra, y olvidares alguna gavilla en el campo, no volverás a tomarla; del extranjero, o del huérfano, o de la viuda será; para que te bendiga el SEÑOR tu Dios en toda obra de tus manos. Cuando sacudieres tus olivas, no recorrerás las ramas tras ti; del extranjero, del huérfano, y de la viuda será. Cuando vendimiares tu viña, no rebuscarás tras ti; del extranjero, del huérfano, y de la viuda será.
Y guardaréis la fiesta de los ázimos, porque en aquel mismo día saqué vuestros ejércitos de la tierra de Egipto; por tanto guardaréis este día por vuestras edades por costumbre perpetua. En el mes primero, el día catorce del mes por la tarde, comeréis los panes sin levadura, hasta el veintiuno del mes por la tarde. Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas, porque cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural de la tierra, aquella alma será cortada de la congregación de Israel.
Y el SEÑOR dijo a Moisés y a Aarón: Esta será la ordenanza de la Pascua: Ningún extraño comerá de ella; mas todo siervo humano comprado por dinero, comerá de ella después que lo hubieres circuncidado. El extranjero y el asalariado no comerán de ella.Leer más.
En una casa se comerá, y no llevarás de aquella carne fuera de casa, ni quebraréis hueso en él. Toda la congregación de Israel la sacrificará. Mas si algún extranjero peregrinare contigo, y quisiere hacer la pascua al SEÑOR, séale circuncidado todo varón, y entonces se llegará a sacrificarla, y será como el natural de la tierra; pero ningún incircunciso comerá de ella. La misma ley será para el natural y para el extranjero que peregrinare entre vosotros.
Te acordarás del día del reposo, para santificarlo: Seis días obrarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día será sábado al SEÑOR tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas;Leer más.
porque en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay , y reposó en el séptimo día; por tanto el SEÑOR bendijo el día del sábado y lo santificó.
Seis días harás tus hechos, y al séptimo día reposarás, a fin que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero.
Y habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel, y diles: Cualquier varón de la Casa de Israel, o de los extranjeros en Israel, que ofreciere su ofrenda por todos sus votos, y por todas sus ofrendas voluntarias, que ofrecieren al SEÑOR en holocausto; de vuestra voluntad ofreceréis macho sin defecto de entre las vacas, de entre los corderos, o de entre las cabras.
Siete semanas te contarás; desde que comenzare la hoz en las mieses comenzarás a contar las siete semanas. Y harás la fiesta solemne de las semanas al SEÑOR tu Dios; de la abundancia voluntaria de tu mano será lo que dieres, según el SEÑOR tu Dios te hubiere bendecido. Y te alegrarás delante del SEÑOR tu Dios, tú, y tu hijo, y tu hija, y tu siervo, y tu sierva, y el levita que estuviere en tus puertas, y el extranjero, y el huérfano, y la viuda, que estuvieren en tu tierra, en el lugar que el SEÑOR tu Dios escogiere para hacer habitar en él su nombre.Leer más.
Y te acordarás que fuiste siervo en Egipto; por tanto, guardarás y cumplirás estos estatutos.
La fiesta solemne de los tabernáculos harás siete días, cuando hayas hecho la cosecha de tu era y de tu lagar. Y te alegrarás en tu fiesta solemne, tú, y tu hijo, y tu hija, y tu siervo, y tu sierva, y el levita, y el extranjero, y el huérfano, y la viuda, que están en tus poblaciones. Siete días celebrarás fiesta solemne al SEÑOR tu Dios en el lugar que el SEÑOR escogiere; porque te habrá bendecido el SEÑOR tu Dios en todos tus frutos, y en toda obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre.
Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que peregrinare entre vosotros; y ámalo como a ti mismo; porque peregrinos fuisteis en la tierra de Egipto. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis vosotros en tierra de Egipto.
Un mismo derecho tendréis; como el extranjero, así será el natural; porque yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Y entonces mandé a vuestros jueces, diciendo: Oíd entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre el hombre y su hermano, y el que le es extranjero. No tengáis respeto de personas en el juicio; así al pequeño como al grande oiréis; no tendréis temor de ninguno, porque el juicio es de Dios; y la causa que os fuere difícil, la traeréis a mí, y yo la oiré.
No torcerás el derecho del extranjero ni del huérfano; ni tomarás por prenda la ropa de la viuda;
Maldito el que torciere el derecho del extranjero, del huérfano, y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén.
A los menesterosos era padre; y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia.
No abominarás al idumeo, que tu hermano es; no abominarás al egipcio, que extranjero fuiste en su tierra. Los hijos que nacieren de ellos, a la tercera generación entrarán en la congregación del SEÑOR.
Les dirás también: Cualquier varón de la Casa de Israel, o de los extranjeros que peregrinan entre vosotros, que ofreciere holocausto o sacrificio, y no lo trajere a la puerta del tabernáculo del testimonio, para hacerlo al SEÑOR, el tal varón también será cortado de su pueblo. Y cualquier varón de la Casa de Israel, o de los extranjeros que peregrinan entre ellos, que comiere alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la persona que comiere sangre, y la cortaré de entre su pueblo.Leer más.
Porque el alma (o la vida ) de la carne en la sangre está; y yo os la he dado para expiar vuestras personas (almas ) sobre el altar; por lo cual la misma sangre expiará la persona. Por tanto, he dicho a los hijos de Israel: Ninguna persona de vosotros comerá sangre, ni el extranjero que peregrina entre vosotros comerá sangre. Y cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que peregrinan entre ellos, que cogiere caza de animal o de ave que sea de comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra. Porque el alma de toda carne, su vida, está en su sangre; por tanto he dicho a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque el alma (o la vida ) de toda carne es su sangre; cualquiera que la comiere será cortado. Y cualquiera persona que comiere cosa mortecina o despedazada por fiera , así de los naturales como de los extranjeros, lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y será inmundo hasta la tarde; y se limpiará. Y si no los lavare, ni lavare su carne, llevará su iniquidad.
Guardad, pues, vosotros mis estatutos y mis derechos, y no hagáis ninguna de todas estas abominaciones; ni el natural ni el extranjero que peregrina entre vosotros.
Dirás asimismo a los hijos de Israel: Cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que peregrinan en Israel, que diere de su simiente a Moloc, de seguro morirá; el pueblo de la tierra lo apedreará con piedras.
Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Cualquier varón que dijere mal a su Dios, llevará su iniquidad. Y el que pronunciare el Nombre del SEÑOR, morirá; toda la congregación lo apedreará; así el extranjero como el natural, si pronunciare el Nombre, que muera.
Y si morare con vosotros algún extranjero, e hiciere la pascua al SEÑOR, conforme a la ordenanza de la pascua y conforme a sus leyes, así la hará; una misma ordenanza tendréis, así el extranjero como el natural de la tierra.
Y cuando habitare con vosotros extranjero, o cualquiera que estuviere entre vosotros por vuestras edades, si hiciere ofrenda encendida de olor grato al SEÑOR, como vosotros hiciereis, así hará él. Un mismo estatuto tendréis, vosotros de la congregación y el extranjero que mora con vosotros; estatuto que será perpetuo por vuestras edades; como vosotros, así será el extranjero delante del SEÑOR. Una misma ley y un mismo derecho tendréis, vosotros y el extranjero que mora con vosotros.
Habla a los hijos de Israel, diciendo: Señalaos las ciudades de refugio, de las cuales yo os hablé por Moisés; para que se acoja allí el homicida que matare a alguno por yerro y no a sabiendas; que os sean por acogimiento del vengador de la sangre del muerto .
Porque cualquier hombre de la Casa de Israel, y de los extranjeros que moran en Israel, que se hubiere apartado de andar en pos de mí, y hubiere puesto sus ídolos en su corazón, y establecido delante de su rostro el tropezadero de su maldad, y viniere al profeta para preguntarle por mí, yo, el SEÑOR, le responderé por mí mismo ; y pondré mi rostro contra aquel varón, y le pondré por señal y por refranes, y yo lo cortaré de entre mi pueblo; y sabréis que yo soy el SEÑOR.
Y al extranjero no engañarás, ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.
Y cuando el extranjero morare contigo en vuestra tierra, no le oprimiréis.
No hagas violencia al jornalero pobre y menesteroso, así de tus hermanos como de tus extranjeros que están en tu tierra en tus ciudades. En su día le darás su jornal, y el sol no se pondrá sobre él; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti al SEÑOR, y sea en ti pecado.