15 Versículo de la Biblia sobre Matando a discípulos
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Cuando {el Cordero} abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido muertos a causa de la palabra de Dios y del testimonio que habían mantenido;
Y todos los que {lo} escuchaban estaban asombrados y decían: ¿No es éste el que en Jerusalén destruía a los que invocaban este nombre, y {el que} había venido aquí con este propósito: para llevarlos atados ante los principales sacerdotes?
``Y cuando se derramaba la sangre de tu testigo Esteban, allí estaba también yo dando mi aprobación, y cuidando los mantos de los que lo estaban matando."
Y esto es precisamente lo que hice en Jerusalén; no sólo encerré en cárceles a muchos de los santos con la autoridad recibida de los principales sacerdotes, sino que también, cuando eran condenados a muerte, yo daba mi voto contra {ellos}.
Pero los labradores, tomando a los siervos, a uno lo golpearon, a otro lo mataron y a otro lo apedrearon.
Y envió a otro y a éste lo mataron; y {así con} otros muchos, golpeando a unos y matando a otros.
Y se les dio a cada uno una vestidura blanca; y se les dijo que descansaran un poco más de tiempo, hasta que se completara también {el número} {de} sus consiervos y {de} sus hermanos que habrían de ser muertos como ellos lo habían sido.
pues ellos derramaron sangre de santos y profetas y tú les has dado a beber sangre; lo merecen.
Y al instante el rey envió a un verdugo y {le} ordenó que trajera la cabeza de Juan. Y él fue y lo decapitó en la cárcel,
Entonces Herodes dijo: A Juan yo lo hice decapitar; ¿quién es, entonces, éste de quien oigo tales cosas? Y procuraba verle.
Y echándolo fuera de la ciudad, comenzaron a apedrearle; y los testigos pusieron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo. Y mientras apedreaban a Esteban, él invocaba {al Señor} y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y cayendo de rodillas, clamó en alta voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Habiendo dicho esto, durmió.
Y perseguí este Camino hasta la muerte, encadenando y echando en cárceles tanto a hombres como a mujeres,
Esto dijo, dando a entender la clase de muerte con que {Pedro} glorificaría a Dios. Y habiendo dicho esto, le dijo*: Sígueme.