12 Versículo de la Biblia sobre Paralíticos
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Y entró otra vez en Capernaum después de algunos días, y se oyó que estaba en casa. Y luego se juntaron a él muchos, que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la Palabra. Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era traído por cuatro.Leer más.
Y como no podían llegar a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. Y viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Y estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensando en sus corazones, decían : ¿Por qué habla éste blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? Y conociendo luego Jesús en su Espíritu que pensaban esto dentro de sí, les dijo: ¿Por qué pensáis estas cosas en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, y toma tu lecho y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar los pecados, (dice al paralítico): A ti te digo: Levántate, y toma tu lecho, y vete a tu casa. Entonces él se levantó luego, y tomando su lecho, se salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca tal hemos visto.
Y viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
Y he aquí unos hombres, que traían sobre un lecho un hombre que estaba paralítico; y buscaban por dónde meterle, y ponerle delante de él.
Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era traído por cuatro.
¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, y toma tu lecho y anda?
El temor a los hombres es peligroso; mas el que confía en el SEÑOR será levantado.
Y he aquí le trajeron un paralítico, echado en una cama; y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Confía, hijo; tus pecados te son perdonados.
Y corría su fama por toda Siria; y le traían todos los que tenían mal; los tomados de diversas enfermedades y tormentos, y los endemoniados, y lunáticos, y paralíticos, y los sanaba.
Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, (dice al paralítico): A ti digo, levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.
Y halló allí a uno que se llamaba Eneas, que hacía ocho años que estaba en cama, pues era paralítico.
Porque muchos espíritus inmundos, salían de los que los tenían, dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados;
y diciendo: Señor, mi criado yace en casa paralítico, gravemente atormentado.