8 Versículo de la Biblia sobre Pidiendo dinero
Versículos Más Relevantes
Al que te pida, da{le;} y al que desee pedirte prestado no le vuelvas la espalda.
{Jesús} se sentó frente al {arca del} tesoro, y observaba cómo la multitud echaba dinero en el {arca del} tesoro; y muchos ricos echaban grandes cantidades. Y llegó una viuda pobre y echó dos pequeñas monedas de cobre, o sea, un cuadrante. Y llamando a sus discípulos, les dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos los contribuyentes al tesoro;Leer más.
porque todos ellos echaron de lo que les sobra, pero ella, de su pobreza echó todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir.
No niegues el bien a quien se le debe, cuando esté en tu mano el hacer{lo.} No digas a tu prójimo: Ve y vuelve, y mañana te {lo} daré, cuando lo tienes contigo.
Ahora bien, en cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también como instruí a las iglesias de Galacia. Que el primer {día} de la semana, cada uno de vosotros aparte {y} guarde según haya prosperado, para que cuando yo vaya no se recojan entonces ofrendas. Y cuando yo llegue, enviaré con cartas a quienes vosotros hayáis designado, para que lleven vuestra contribución a Jerusalén.Leer más.
Y si es conveniente que yo también vaya, irán conmigo.
Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir de ellos la misma {cantidad.} Antes bien, amad a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad no esperando nada a cambio, y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque El es bondadoso para con los ingratos y perversos. Sed misericordiosos, así como vuestro Padre es misericordioso.
Levantando {Jesús} la vista, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el {arca del} tesoro. Y vio también a una viuda pobre que echaba allí dos pequeñas monedas de cobre; y dijo: En verdad os digo, que esta viuda {tan} pobre echó más que todos {ellos;}Leer más.
porque todos ellos echaron en la ofrenda de lo que les sobraba, pero ella, de su pobreza, echó todo lo que tenía para vivir.
El impío pide prestado y no paga, mas el justo es compasivo y da.
El rico domina a los pobres, y el deudor es esclavo del acreedor.