16 Versículo de la Biblia sobre Problemas, causas de

Entonces dijo Jacob a Simeón y a Leví: Me habéis turbado con hacerme abominable a los moradores de esta tierra, el cananeo y el ferezeo; y teniendo yo pocos hombres, se juntarán contra mí, y me herirán, y seré destruido yo y mi casa.

Y en el segundo año del reinado de Nabucodonosor, soñó Nabucodonosor sueños, y su espíritu se quebrantó, y su sueño huyó de él.

Entonces la mujer vino a Saúl, y viéndole en gran manera turbado, le dijo: He aquí que tu criada ha escuchado tu voz, y he puesto mi alma en mi mano, y he oído las palabras que tú me has dicho.

y dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado? Túrbete el SEÑOR en este día. Y todos los israelitas los apedrearon, y los quemaron a fuego, después de apedrearlos con piedras;

Y el Espíritu del SEÑOR se apartó de Saúl, y le atormentaba el espíritu malo de parte del SEÑOR. Y los criados de Saúl le dijeron: He aquí ahora, que el espíritu malo de parte de Dios te atormenta.

Mas el pueblo de la tierra debilitaba las manos del pueblo de Judá, y los perturbaban de edificar.

Mas ahora que a ti te ha venido, te es molesto; y cuando ha llegado hasta ti, te turbas.

porque tú , SEÑOR, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fui conturbado.

Envió sobre ellos el furor de su saña; ira, enojo, angustia, y ángeles malos.

Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza; como carga pesada se han agravado sobre mí. Se pudrieron y se corrompieron mis llagas, a causa de mi locura. Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, ando enlutado todo el día.

El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias.

Y se turbó Zacarías viéndolo, y cayó temor sobre él.

Mas ella, cuando le vio, se turbó de sus palabras, y pensaba qué salutación fuese ésta.

Mas cuando oyereis de guerras y de rumores de guerras no os turbéis, porque conviene hacerse así ; mas aún no será el fin.

Porque aun cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestra carne; antes, en todo fuimos atribulados; de fuera, cuestiones; de dentro, temores.

y a vosotros, que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús del cielo con los angeles de su potencia,