6 Versículo de la Biblia sobre Proyección astral
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Y extendió {algo} semejante a una mano y me tomó por un mechón de mi cabello; y el Espíritu me alzó entre la tierra y el cielo y me llevó a Jerusalén en visiones de Dios, a la entrada de la puerta que mira al norte del {atrio} interior, allí donde {estaba} la morada del ídolo de los celos que provoca los celos.
Al salir ellos del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y no lo vio más el eunuco, que continuó su camino gozoso.
Entonces ellos querían recibir a Jesús en la barca, pero la barca llegó enseguida a la tierra adonde iban.
Ustedes saben que cuando eran paganos, de una manera u otra eran arrastrados hacia los ídolos mudos. Por tanto, les hago saber que nadie hablando por el Espíritu de Dios, dice: ``Jesús es anatema (maldito);" y nadie puede decir: ``Jesús es el Señor," excepto por el Espíritu Santo. Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.
El gloriarse es necesario, aunque no es provechoso. Pasaré entonces a las visiones y revelaciones del Señor. Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (no sé si en el cuerpo, no sé si fuera del cuerpo, Dios lo sabe) el tal fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco a tal hombre (si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe)Leer más.
que fue arrebatado al paraíso, y escuchó palabras inefables que al hombre no se le permite expresar. De tal {hombre sí} me gloriaré; pero en cuanto a mí mismo, no me gloriaré sino en {mis} debilidades. Porque si quisiera gloriarme, no sería insensato, pues diría la verdad. Pero me abstengo {de hacerlo} para que nadie piense de mí más de lo que ve {en} mí, u oye de mí.
Después de esto miré, y vi una puerta abierta en el cielo. Y la primera voz que yo había oído, como {sonido} de trompeta que hablaba conmigo, decía: ``Sube acá y te mostraré las cosas que deben suceder después de éstas." Al instante estaba yo en el Espíritu, y vi un trono colocado en el cielo, y a Uno sentado en el trono. El que estaba sentado {era} de aspecto semejante a una piedra de jaspe y sardio, y alrededor del trono {había} un arco iris, de aspecto semejante a la esmeralda.