40 Versículo de la Biblia sobre terminar

Ahora, pues, llevad también a cabo el hecho, para que como estuvisteis prestos a querer, así también lo estéis en cumplir conforme a lo que tenéis.

diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.

He peleado la buena batalla, he acabado mi carrera, he guardado la fe.

Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y cuenta el costo, para ver si tiene lo que necesita para acabarla?

estando confiado de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.

Mas tenga la paciencia su obra perfecta, para que seáis perfectos y cabales, y que nada os falte.

Mejor es el fin del asunto que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu.

Y será que cuando acabares de leer este libro, le atarás una piedra, y lo echarás en medio del Éufrates;

No sea que después que haya echado el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a burlarse de él,

Así pues, Salomón edificó la casa, y la terminó.

Y cuando Jesús tomó el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.

Y fueron acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos.

Y acabó Dios en el séptimo día su obra que había hecho, y reposó en el séptimo día de toda su obra que había hecho.

Porque Él consumará la obra, y la acortará en justicia, porque obra abreviada hará el Señor sobre la tierra.

Pero nosotros que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que Él dijo: Por tanto juré en mi ira: No entrarán en mi reposo; aunque sus obras fueron acabadas desde el principio del mundo.

Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.

Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.

Oh enemigo, acabados son para siempre los asolamientos, y las ciudades que derribaste; su memoria pereció con ellas.

Y cuando Moisés acabó de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta concluirse,

¡Ay de ti, el que saqueas, y nunca fuiste saqueado; el que haces deslealtad, bien que nadie contra ti la hizo! Cuando acabares de saquear, serás tú saqueado; y cuando acabares de hacer deslealtad, se hará contra ti.

Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo mi vida preciosa para mí mismo; con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.

Y sucederá que antes de que ellos clamen, responderé yo; y mientras aún estén hablando, yo habré oído.

Las manos de Zorobabel echarán el fundamento a esta casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que Jehová de los ejércitos me envió a vosotros.

Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, para que la Escritura se cumpliese, dijo: Tengo sed.

prosigo al blanco, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Y cuando os persiguieren en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo: No acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, sin que haya venido el Hijo del Hombre.

¿Tan necios sois, habiendo comenzado en el Espíritu, ahora os perfeccionáis por la carne?

Porque en él la justicia de Dios es revelada de fe en fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

Y he aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que vayas, y te volveré a esta tierra; porque no te dejaré hasta tanto que haya hecho lo que te he dicho.

Dijo más David a Salomón su hijo: Esfuérzate y sé valiente, y ponlo por obra; no temas ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; Él no te dejará, ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová.

Y aconteció que cuando Jesús hubo acabado todas estas palabras, dijo a sus discípulos:

Y aconteció que acabando Jesús estas parábolas, se fue de allí.

Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios.

Y aconteció, que cuando Moisés hubo acabado de levantar el tabernáculo, y de ungirlo y santificarlo, con todos sus vasos; y asimismo ungido y santificado el altar, con todos sus vasos;

Y acabada que fue toda la obra que hizo Salomón para la casa de Jehová, metió Salomón en ella las cosas que David su padre había dedicado; y puso la plata, y el oro, y todos los utensilios en los tesoros de la casa de Dios.

Prepara tus labores fuera, y disponlas en tu campo; y después edificarás tu casa.

Y cuando los mil años fueren cumplidos, Satanás será suelto de su prisión,

Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová,

Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para acabar la prevaricación, y concluir el pecado, y expiar la iniquidad; y para traer la justicia eterna, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.