Porque ciertamente vuestra sangre que es vuestra alma, yo la demandaré; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré el alma del hombre.

De manera que, cada uno de nosotros dará a Dios razón de sí.

Mas yo os digo, que toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio;

Y no se exijía cuentas a los varones en cuyas manos el dinero era entregado, para que ellos lo diesen a los que hacían la obra; porque ellos lo hacían fielmente.

y que no se les cuente el dinero cuyo manejo se les confiare, porque ellos proceden con fidelidad.

pensando dentro de sí, que aun de los muertos es Dios poderoso para levantar, por lo cual también le volvió a recibir por figura.

Y le llamó, y le dijo: ¿Qué es esto que oigo de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás más ser mayordomo.

Yo le contaría el número de mis pasos, y como príncipe me llegaría a él.

No porque busque dádivas; mas busco fruto que abunde en vuestra cuenta.

Y después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos, e hizo cuentas con ellos.

Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.

Por lo cual, el Reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que quiso hacer cuentas con sus siervos.

Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, es siervo de pecado.

porque es necesario que todos nosotros comparezcamos delante del tribunal del Cristo, para que cada uno reciba según lo que hubiere hecho por medio del cuerpo, bueno o malo.

Y llamando a cada uno de los deudores de su señor, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi señor?

Y si quedare poco tiempo hasta el año del jubileo, entonces contará con él, y devolverá su rescate conforme a sus años.

Teniendo por mayores riquezas el vituperio del Cristo que los tesoros de los Egipcios, porque miraba a la remuneración.

Firme es tu trono desde entonces; tú eres eternalmente.

Entonces Rubén les respondió, diciendo: ¿No os hablé yo y dije: No pequéis contra el joven; y no escuchasteis? He aquí también su sangre es requerida.

Se requiere sin embargo en los dispensadores, que cada uno sea hallado fiel.

sino también por nosotros, a quienes será así contado, esto es, a los que creen en el que levantó de los muertos a Jesús, el Señor nuestro,

Porque ¿cuál de vosotros, queriendo edificar una torre, no cuenta primero sentado los gastos, para ver si tiene lo que necesita para acabarla?

Y dijo también a sus discípulos: Había un hombre rico, el cual tenía un mayordomo, y éste fue acusado delante de él como disipador de sus bienes.

Evitando que nadie nos vitupere en esta abundancia que ministramos;

Considera atentamente el rostro de tus ovejas; pon tu corazón al ganado;

Porque hasta la ley, el pecado estaba en el mundo; mas el pecado no era imputado, no habiendo ley.

Tu corazón imaginará el espanto, y dirá : ¿Qué es del escriba? ¿Qué es del pesador del tributo ? ¿Qué es del que pone en lista las casas más insignes?

(Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos estimados como ovejas de matadero.)

Por la fe entendemos haber sido compuestos los siglos por la palabra de Dios, siendo hecho lo que se ve, de lo que no se veía.