9 Versículo de la Biblia sobre los afroamericanos

Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

Morena soy, oh hijas de Jerusalén, pero codiciable; como las cabañas de Cedar, como las cortinas de Salomón.

Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él.

Entonces dijo a Abram: Ten por cierto que tu simiente será peregrina en tierra no suya, y servirá a los de allí y será afligida por cuatrocientos años. Mas también a la nación a quien servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con grande riqueza.

Asimismo el que robare una persona, y la vendiere, o se hallare en sus manos, morirá.

¿Podrá el etíope mudar su piel, o el leopardo sus manchas? Entonces también vosotros podéis hacer bien, estando habituados a hacer mal.

No os fijéis en que soy morena, porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí, me hicieron guarda de las viñas, y mi viña, que era mía, no guardé.

Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía ciertos profetas y maestros; Bernabé, y Simón el que se llamaba Niger, y Lucio cireneo, y Manahén, que había sido criado con Herodes el tetrarca, y Saulo.

Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados.