'Óyeme' en la Biblia
No, señor mío, óyeme: te doy la heredad, y te doy también la cueva que está en ella; delante de los hijos de mi pueblo te la doy; sepulta tu muerta.
Señor mío, óyeme: una tierra que vale cuatrocientos siclos de plata, ¿qué es eso entre tú y yo? Sepulta, pues, a tu difunta.
Escucha, Job, y óyeme; calla, y yo hablaré.
Y si no, óyeme tú a mí; calla, y te enseñaré sabiduría.
Mira, óyeme, SEÑOR Dios mío: Alumbra mis ojos, para que no duerma en muerte;
Sálvame de la boca del león, Y óyeme librándome de los cuernos de los unicornios.
Para que se libren tus amados, salva con tu diestra, y óyeme.
Pero yo enderezaba mi oración a ti, oh SEÑOR, al tiempo de la buena voluntad. Oh Dios, por la multitud de tu misericordia, por la verdad de tu salud, óyeme.
Oyeme, SEÑOR, porque apacible es tu misericordia; mírame conforme a la multitud de tus miseraciones.
Y no escondas tu rostro de tu siervo; porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme.
Inclina, oh SEÑOR, tu oído, y óyeme; porque estoy pobre y menesteroso.
Oyeme, Jacob, y tú, Israel, llamado mío: Yo mismo, yo el primero, también yo el postrero.
``Préstame atención, pueblo Mío, Y óyeme, nación Mía. Porque de Mí saldrá una ley, Y estableceré Mi justicia para luz de los pueblos.