'Del' en la Biblia
- 1.Gé 1:2-Gé 20:18
- 2.Gé 21:12-Gé 45:16
- 3.Gé 45:21-Éx 11:10
- 4.Éx 12:2-Éx 26:13
- 5.Éx 26:17-Éx 34:20
- 6.Éx 34:22-Éx 40:35
- 7.Éx 40:36-Levítico 8:26
- 8.Levítico 8:27-Levítico 19:13
- 9.Levítico 19:14-Números 3:50
- 10.Números 3:51-Números 11:5
- 11.Números 11:10-Números 21:16
- 12.Números 21:18-Números 35:12
- 13.Números 35:14-Deuteronomio 10:8
- 14.Deuteronomio 10:11-Deuteronomio 28:26
- 15.Deuteronomio 28:45-Josué 6:19
- 16.Josué 6:20-Josué 22:3
- 17.Josué 22:4-Jueces 11:29
- 18.Jueces 11:31-1 Samuel 5:9
- 19.1 Samuel 5:10-1 Samuel 18:27
- 20.1 Samuel 19:9-2 Samuel 10:10
- 21.2 Samuel 10:16-2 Samuel 23:30
- 22.2 Samuel 23:35-1 Reyes 8:22
- 23.1 Reyes 8:29-1 Reyes 17:16
- 24.1 Reyes 17:22-2 Reyes 7:9
- 25.2 Reyes 7:11-2 Reyes 18:36
- 26.2 Reyes 19:1-1 Crónicas 9:18
- 27.1 Crónicas 9:19-1 Crónicas 27:5
- 28.1 Crónicas 27:7-2 Crónicas 9:13
- 29.2 Crónicas 9:16-2 Crónicas 24:21
- 30.2 Crónicas 24:23-2 Crónicas 34:30
- 31.2 Crónicas 34:31-Esdras 10:9
- 32.Esdras 10:16-Ester 2:14
- 33.Ester 2:15-Job 6:10
- 34.Job 6:13-Salmos 8:8
- 35.Salmos 9:12-Salmos 48:2
- 36.Salmos 48:8-Salmos 105:19
- 37.Salmos 105:40-Proverbios 4:27
- 38.Proverbios 5:10-Proverbios 18:9
- 39.Proverbios 18:10-Eclesiastés 2:16
- 40.Eclesiastés 2:17-Isaías 2:19
- 41.Isaías 2:21-Isaías 26:18
- 42.Isaías 26:19-Isaías 49:15
- 43.Isaías 50:10-Jeremías 5:10
- 44.Jeremías 5:18-Jeremías 22:9
- 45.Jeremías 22:13-Jeremías 34:3
- 46.Jeremías 34:4-Jeremías 49:14
- 47.Jeremías 49:16-Ezequiel 8:1
- 48.Ezequiel 8:3-Ezequiel 26:15
- 49.Ezequiel 26:16-Ezequiel 41:11
- 50.Ezequiel 41:12-Daniel 1:2
- 51.Daniel 1:3-Daniel 7:27
- 52.Daniel 8:1-Joel 2:20
- 53.Joel 2:22-Habacuc 2:9
- 54.Habacuc 2:11-Zacarías 10:11
- 55.Zacarías 11:3-Mateo 13:41
- 56.Mateo 13:49-Marcos 1:10
- 57.Marcos 1:14-Lucas 2:37
- 58.Lucas 2:39-Lucas 22:21
- 59.Lucas 22:22-Juan 13:31
- 60.Juan 14:24-Hechos 11:16
- 61.Hechos 11:20-Romanos 7:24
- 62.Romanos 7:25-1 Corintios 15:49
- 63.1 Corintios 15:56-Efesios 4:16
- 64.Efesios 4:22-1 Timoteo 6:3
- 65.1 Timoteo 6:20-Santiago 5:7
- 66.Santiago 5:8-Apocalipsis 10:4
- 67.Apocalipsis 10:7-Apocalipsis 22:19
Voz de aullido de pastores se oyó, porque su magnificencia es asolada; estruendo de bramidos de cachorros de leones, porque la soberbia del Jordán es destruida.
Y apacentaré, pues, las ovejas de la matanza, es a saber, a los pobres del rebaño. Porque yo me tomé dos cayados; al uno puse por nombre Suavidad, y al otro Ligaduras; y apacenté las ovejas.
Y fue deshecho en ese día, y así conocieron los pobres del rebaño que miran a mí, que era palabra del SEÑOR.
Y me dijo el SEÑOR: Echalo al tesorero, hermoso precio con que me han apreciado. Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché en la Casa del SEÑOR al tesorero.
¡Ay del pastor inútil, que abandona el ganado! Espada sobre su brazo, y sobre su ojo derecho; del todo se secará su brazo, y enteramente será su ojo derecho oscurecido.
Carga de la palabra del SEÑOR sobre Israel. Dijo el SEÑOR, el que extiende los cielos, y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él.
Y guardará el SEÑOR las tiendas de Judá como en el principio, porque la gloria de la Casa de David y del morador de Jerusalén no hará que Judá se engrandecerá.
En aquel día el SEÑOR defenderá al morador de Jerusalén; y el que entre ellos fuere flaco, en aquel tiempo será como David; y la Casa de David como Dios, como el ángel del SEÑOR delante de ellos.
Y será que cuando alguno más profetizare, le dirán su padre y su madre que lo engendraron: No vivirás, porque has hablado mentira en el nombre del SEÑOR; y su padre y su madre que lo engendraron, le traspasarán cuando profetizare.
Y dirá: No soy profeta; labrador soy de la tierra, porque esto aprendí del hombre desde mi juventud.
He aquí, el día del SEÑOR viene, y tus despojos serán repartidos en medio de ti.
Porque yo reuniré a todos los gentiles en batalla contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y las casas serán saqueadas, y las mujeres serán forzadas; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el remanente del pueblo no será talado de la ciudad.
Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el Monte de las Olivas, que está en frente de Jerusalén a la parte del oriente; y el Monte de las Olivas, se partirá por medio de sí hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un muy grande valle; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el mediodía.
Y huiréis al valle de los montes; porque el valle de los montes llegará hasta Azal; y huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías, rey de Judá; y vendrá el SEÑOR mi Dios, y todos sus santos con él.
Y será un día, el cual es conocido del SEÑOR, que ni será día ni noche; mas acontecerá que al tiempo de la tarde habrá luz.
Y toda la tierra se tornará como llanura desde Gabaa hasta Rimón al mediodía de Jerusalén; y ésta será enaltecida, y será habitada en su lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta primera, hasta la puerta de los rincones; y desde la torre de Hananeel hasta los lagares del rey.
Y acontecerá en aquel día que habrá en ellos gran quebrantamiento de parte del SEÑOR; porque trabará cada uno de la mano de su compañero, y levantará su mano contra la mano de su compañero.
Esta será la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todos los gentiles que no subieren a celebrar la Fiesta de los Tabernáculos.
En aquel tiempo estará grabado sobre las campanillas de los caballos: SANTIDAD AL SEÑOR; y las ollas en la casa del SEÑOR serán como los tazones delante del altar.
Y será toda olla en Jerusalén y en Judá Santidad al SEÑOR de los ejércitos; y todos los que sacrificaren, vendrán y tomarán de ellas, y cocerán en ellas; y no habrá más mercader en la Casa del SEÑOR de los ejércitos en aquel tiempo.
Carga de la palabra del SEÑOR contra Israel, por mano de Malaquías.
y a Esaú aborrecí, y torné sus montes en asolamiento, y su posesión para los dragones del desierto.
Que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y diréis: ¿En qué te hemos amancillado? En que decís: Morimos de hambre al servicio del SEÑOR.
Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Morimos de hambre al servicio del SEÑOR; y cuando hablan que su alimento es despreciable.
Porque los labios del sacerdote guardan la sabiduría, y de su boca buscarán la ley; porque ángel es del SEÑOR de los ejércitos.
Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
Prevaricó Judá, y en Israel y en Jerusalén ha sido cometida abominación; porque Judá ha profanado la santidad del SEÑOR amando, y casándose con hija de dios extraño.
Y esta otra vez haréis cubrir el altar del SEÑOR de lágrimas, de llanto, y de clamor; porque yo no miraré más al presente, para tomar ofrenda voluntaria de vuestra mano.
He aquí, yo envío mi Mensajero, el cual barrerá el camino delante de mí; y luego vendrá a su Templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros; y contra los que juran mentira, y los que detienen el salario del jornalero, de la viuda, y del huérfano, y los que hacen agravio al extranjero, no teniendo temor de mí, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
Habéis dicho: Por demás es servir a Dios; ¿y qué aprovecha que guardemos su ley, y que andemos tristes delante del SEÑOR de los ejércitos?
He aquí, yo os envío a Elías el profeta, antes que venga el día del SEÑOR, grande y terrible.
Y el nacimiento de Jesús, el Cristo, fue así: Que siendo María su madre desposada con José, antes que se juntara, se halló que había concebido del Espíritu Santo.
Y pensando él en esto, he aquí el ángel del Señor se le aparece en sueños, diciendo: José, hijo de David, no temas de recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
Y siendo despertado José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.
Y cuando nació Jesús en Belén de Judea en días del rey Herodes, he aquí unos sabios vinieron del oriente a Jerusalén,
Y convocados todos los príncipes de los sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.
Y partidos ellos, he aquí el ángel del Señor aparece en sueños a José, diciendo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te lo diga; porque ha de acontecer, que Herodes buscará al niño para matarlo.
Mas muerto Herodes, he aquí el ángel del Señor aparece en sueños a José en Egipto,
diciendo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel; que muertos están los que procuraban la muerte del niño.
Porque éste es aquel del cual fue dicho por el profeta Isaías, que dijo: Voz de uno que clama en el desierto; aparejad el camino del Señor, enderezad sus veredas.
Entonces salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán;
Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; mas el que viene tras de mí, más poderoso es que yo; los zapatos del cual yo no soy digno de llevar. El os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
Entonces el diablo le pasa a la Santa ciudad, y le pone sobre las almenas del Templo,
Otra vez le pasó el diablo a un monte muy alto, y le muestra todos los reinos del mundo, y su gloria,
La tierra de Zabulón, y la tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles;
Y rodeó Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el Evangelio del Reino, y sanando toda enfermedad y toda flaqueza en el pueblo.
Y le siguió gran multitud de Galilea y de Decápolis y de Jerusalén y de Judea y del otro lado del Jordán.
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
Oísteis que fue dicho a los antiguos: No cometerás homicidio; y cualquiera que cometiere homicidio, será culpado del juicio.
Mas yo os digo, que cualquiera que se enojare descontroladamente con su hermano, será culpado del juicio; y cualquiera que dijere a su hermano: Raca, será culpado del concejo; y cualquiera que dijere: Fatuo, será culpado del infierno.
deja allí tu presente delante del altar, y ve, vuelve primero en amistad con tu hermano, y entonces ven y ofrece tu presente.
ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el Reino, y la potencia, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo será luminoso;
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?
Y por el vestido ¿por qué os acongojáis? Aprended de los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan;
Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
¡Hipócrita! Echa primero la viga de tu ojo, y entonces mirarás en echar la mota del ojo de tu hermano.
Cuando descendió del monte, le seguían muchas personas.
Mas yo os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, e Isaac, y Jacob, en el Reino de los cielos;
mas los hijos del Reino serán echados en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Y viendo Jesús gran multitud alrededor de sí, mandó que se fueran al otro lado del lago.
Y Jesús le dijo: Las zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del hombre no tiene dónde recostar su cabeza.
Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa.
Y nadie echa remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque el tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura.
Y llegado Jesús a casa del principal, viendo los tañedores de flautas, y la multitud que hacía bullicio,
Y recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el Evangelio del Reino, y sanando toda enfermedad y todo flaqueza en el pueblo.
De cierto os digo, que el castigo será más tolerable a la tierra de los de Sodoma y de los de Gomorra en el día del juicio, que a aquella ciudad.
Mas cuando os persiguieren en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de andar todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del hombre.
Porque he venido para hacer disensión del hombre contra su padre, y de la hija contra su madre, y de la nuera contra su suegra.
Y los enemigos del hombre serán los de su casa.
E idos ellos, comenzó Jesús a decir de Juan a la multitud: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña que es meneada del viento?
Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Mas la sabiduría es aprobada por sus hijos.
Por tanto yo os digo, que a Tiro y a Sidón será más tolerable el castigo en el día del juicio, que a vosotras.
Por tanto yo os digo, que a la tierra de los de Sodoma será más tolerable el castigo en el día del juicio, que a ti.
En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, que hayas escondido esto de los sabios y de los entendidos, y lo hayas revelado a los niños.
Porque Señor aún del sábado, es el Hijo del hombre.
Porque, ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus alhajas, si primero no prendiere al hombre fuerte; y entonces saqueará su casa?
Y cualquiera que hablare contra el Hijo del hombre, le será perdonado; mas cualquiera que hablare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo, ni en el venidero.
Generación de víboras, ¿cómo podéis hablar bien, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
El hombre bueno del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo del mal tesoro saca malas cosas.
Mas yo os digo, que toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio;
Porque como estuvo Jonás en el vientre de la ballena tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.
La reina del austro se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y he aquí más que Salomón en este lugar.
Cuando el espíritu inmundo ha salido del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla.
Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y son peores las postrimerías del tal hombre que las primeras. Así también acontecerá a esta generación mala.
Y él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros es concedido saber los misterios del Reino de los cielos; mas a ellos no les es concedido.
Porque el corazón de este pueblo está engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y con sus ojos guiñan; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y del corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane.
Oíd, pues, vosotros la parábola del que siembra:
Oyendo cualquiera la Palabra del Reino, y no entendiéndola, viene el Malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón; éste es el que fue sembrado junto al camino.
Y acercándose los siervos del padre de familia, le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena simiente en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?
el cual a la verdad es la más pequeña de todas las simientes; mas cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.
Para que se cumpliera lo que fue dicho por el profeta, que dijo: Abriré en parábolas mi boca; Rebosaré cosas escondidas desde la fundación del mundo.
Entonces, despedida la multitud, Jesús se vino a casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Decláranos la parábola de la cizaña del campo.
Y respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena simiente es el Hijo del hombre;
y el campo es el mundo; y la buena simiente son los hijos del Reino, y la cizaña son los hijos del malo;
y el enemigo que la sembró, es el diablo; y la siega es el fin del siglo, y los segadores son los ángeles.
Enviará el Hijo del hombre a sus ángeles, y cogerán de su Reino todos los estorbos, y a los que hacen iniquidad,
Resutados de la Búsqueda continuados...
- 1.Gé 1:2-Gé 20:18
- 2.Gé 21:12-Gé 45:16
- 3.Gé 45:21-Éx 11:10
- 4.Éx 12:2-Éx 26:13
- 5.Éx 26:17-Éx 34:20
- 6.Éx 34:22-Éx 40:35
- 7.Éx 40:36-Levítico 8:26
- 8.Levítico 8:27-Levítico 19:13
- 9.Levítico 19:14-Números 3:50
- 10.Números 3:51-Números 11:5
- 11.Números 11:10-Números 21:16
- 12.Números 21:18-Números 35:12
- 13.Números 35:14-Deuteronomio 10:8
- 14.Deuteronomio 10:11-Deuteronomio 28:26
- 15.Deuteronomio 28:45-Josué 6:19
- 16.Josué 6:20-Josué 22:3
- 17.Josué 22:4-Jueces 11:29
- 18.Jueces 11:31-1 Samuel 5:9
- 19.1 Samuel 5:10-1 Samuel 18:27
- 20.1 Samuel 19:9-2 Samuel 10:10
- 21.2 Samuel 10:16-2 Samuel 23:30
- 22.2 Samuel 23:35-1 Reyes 8:22
- 23.1 Reyes 8:29-1 Reyes 17:16
- 24.1 Reyes 17:22-2 Reyes 7:9
- 25.2 Reyes 7:11-2 Reyes 18:36
- 26.2 Reyes 19:1-1 Crónicas 9:18
- 27.1 Crónicas 9:19-1 Crónicas 27:5
- 28.1 Crónicas 27:7-2 Crónicas 9:13
- 29.2 Crónicas 9:16-2 Crónicas 24:21
- 30.2 Crónicas 24:23-2 Crónicas 34:30
- 31.2 Crónicas 34:31-Esdras 10:9
- 32.Esdras 10:16-Ester 2:14
- 33.Ester 2:15-Job 6:10
- 34.Job 6:13-Salmos 8:8
- 35.Salmos 9:12-Salmos 48:2
- 36.Salmos 48:8-Salmos 105:19
- 37.Salmos 105:40-Proverbios 4:27
- 38.Proverbios 5:10-Proverbios 18:9
- 39.Proverbios 18:10-Eclesiastés 2:16
- 40.Eclesiastés 2:17-Isaías 2:19
- 41.Isaías 2:21-Isaías 26:18
- 42.Isaías 26:19-Isaías 49:15
- 43.Isaías 50:10-Jeremías 5:10
- 44.Jeremías 5:18-Jeremías 22:9
- 45.Jeremías 22:13-Jeremías 34:3
- 46.Jeremías 34:4-Jeremías 49:14
- 47.Jeremías 49:16-Ezequiel 8:1
- 48.Ezequiel 8:3-Ezequiel 26:15
- 49.Ezequiel 26:16-Ezequiel 41:11
- 50.Ezequiel 41:12-Daniel 1:2
- 51.Daniel 1:3-Daniel 7:27
- 52.Daniel 8:1-Joel 2:20
- 53.Joel 2:22-Habacuc 2:9
- 54.Habacuc 2:11-Zacarías 10:11
- 55.Zacarías 11:3-Mateo 13:41
- 56.Mateo 13:49-Marcos 1:10
- 57.Marcos 1:14-Lucas 2:37
- 58.Lucas 2:39-Lucas 22:21
- 59.Lucas 22:22-Juan 13:31
- 60.Juan 14:24-Hechos 11:16
- 61.Hechos 11:20-Romanos 7:24
- 62.Romanos 7:25-1 Corintios 15:49
- 63.1 Corintios 15:56-Efesios 4:16
- 64.Efesios 4:22-1 Timoteo 6:3
- 65.1 Timoteo 6:20-Santiago 5:7
- 66.Santiago 5:8-Apocalipsis 10:4
- 67.Apocalipsis 10:7-Apocalipsis 22:19
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
Artículos Relacionados
- Alimentación, Derechos
- Arpas.
- Comprensión
- Configurando el altar de bronce
- Conociendo a Dios, Efectos de
- Construir altares
- Corazón Humano
- Cristo, nombres para
- Cuernos
- De pie
- Del Norte
- Dios matando
- Dios, Derechos descripciones de
- Dios, a fin de
- Dios, gloria de
- Dios, vida y autosuficiente
- El Altar del Señor
- El Sol
- El acto de apertura
- El alcohol
- El evangelismo, la naturaleza de
- El hecho de que el día
- El vino
- Equipamiento, espiritual
- Falsa confianza
- Futuro
- Gloria, revelación de
- Gobernadores
- Herald
- Hornos
- Instrumentos musicales, tipos de
- La mano de Dios
- La participación, en Cristo
- La sabiduría, fuente de derechos
- La sabiduría, la naturaleza humana
- La santidad, como separados para Dios
- La teofanía
- La voz de Dios
- Los animales comen Gente
- Los bosques
- Los jefes
- Los muertos
- Los sacerdotes, en función de los tiempos de OT
- Los símbolos
- Mal, los creyentes' respuestas a
- Mal, orígenes de
- Manifestaciones divinas
- Mano de Dios
- Mar
- Mes
- Moisés, significado de
- Más allá de Jordania
- Oriente
- Oriente y Occidente
- Oro
- Palabra de Dios
- Puertas
- Puertas con nombre
- Quema sacrificios
- Sacrificio en el altar de bronce
- Santuario
- Señorío, divina y humana
- Siete días
- Tiendas
- Tipos de Cristo
- Trono
- West
- El cuerpo
- El fin de los tiempos
- El miedo a Dios
- El orgullo
- El padre
- El primer templo
- El sol
- Hacer ofrendas de cereal y libaciones
- La divulgación del Evangelio
- La expiación de los sacerdotes
- La muerte que provoca el pecado
- La nube de la gloria
- La ocultación de las cosas de Dios
- La sangre de Jesús
- La segunda venida
- La verdad de Dios
- Las aves
- Las medidas correctas
- Las señales de arrepentimiento
- Los necios
- Los objetos de bronce del tabernáculo
- Los objetos de oro del tabernáculo
- Los ríos
- Matar sacrificios
- Servir a reyes
- Tomar decisiones
- Ángel del Señor
- Ángeles haciendo el trabajo de Dios
- Últimas cosas