Entonces respondió su hermano y su madre: Espere la doncella con nosotros a lo menos diez días, y después irá.

Tu salud esperé, oh SEÑOR.

Oscurézcanse las estrellas de su alba; Espere la luz, y no venga, Ni vea los párpados de la mañana:

¿Cuál es mi fuerza, para que yo espere, y cuál es mi fin, para que yo resista?

He aquí, esperé vuestras palabras, escuché vuestros argumentos, mientras buscabais qué decir;

Y yo esperé, porque no hablaban, antes pararon, y no respondieron más.

Porque á ti, oh Jehová, esperé yo: Tú responderás, Jehová Dios mío.

Pacientemente esperé al SEÑOR, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado; y esperé quién se compadeciera de mí, y no lo hubo; y consoladores, y ninguno hallé.

Me anticipé al alba, y clamé; esperé en tu palabra.

Esperé yo al SEÑOR, esperó mi alma; a su palabra he esperado.

Espere Israel al SEÑOR; porque con el SEÑOR hay misericordia; y abundante redención cerca de él.

Bienaventurado el que espere y llegue a mil trescientos treinta y cinco días.