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Entonces los jóvenes de David se volvieron por su camino, y regresaron; y llegaron y le comunicaron todas estas palabras.
Pero sucedió que por la mañana, cuando se le pasó el vino a Nabal, su mujer le contó estas cosas, y su corazón se quedó {como} muerto dentro de él, y se puso {como} una piedra.
Conforme a todas estas palabras y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David.
``Yo también entregué a tu cuidado la casa de tu señor y las mujeres de tu señor, y te di la casa de Israel y de Judá; y si {eso hubiera sido} poco, te hubiera añadido muchas cosas como éstas.
Y {éste} le dijo: Hijo del rey, ¿por qué estás tan deprimido día tras día? ¿No me {lo} contarás? Y Amnón le dijo: Estoy enamorado de Tamar, hermana de mi hermano Absalón.
Entonces Jonadab le dijo: Acuéstate en tu cama, y finge que estás enfermo; y cuando tu padre venga a verte, dile: ``Te ruego que dejes que mi hermana Tamar venga y me dé {algún} alimento para comer, y que prepare la comida delante de mí para que yo {la} vea y la coma de su mano."
Cuando el rey David se enteró de todas estas cosas, se enojó mucho.
Y el rey dijo: ¿Está contigo la mano de Joab en todo esto? Y la mujer respondió y dijo: Vive tu alma, mi señor el rey, nadie {puede desviarse} ni a la derecha ni a la izquierda de todo lo que mi señor el rey ha hablado. En verdad fue tu siervo Joab quien me mandó, y fue él quien puso todas estas palabras en boca de tu sierva;
El SEÑOR ha hecho volver sobre ti toda la sangre derramada de la casa de Saúl, en cuyo lugar has reinado; el SEÑOR ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón. He aquí, estás {prendido} en tu propia maldad, porque eres hombre sanguinario.
Estas son las últimas palabras de David. Declara David, el hijo de Isaí, y declara el hombre que fue exaltado, el ungido del Dios de Jacob, el dulce salmista de Israel:
y dijo: Lejos esté de mí, oh SEÑOR, que yo haga esto. ¿{Beberé} la sangre de los hombres que fueron con {riesgo de} sus vidas? Por eso no quiso beberla. Estas cosas hicieron los tres valientes.
Estas {cosas} hizo Benaía, hijo de Joiada, y tuvo tanto renombre como los tres valientes.
Entonces David habló al SEÑOR, cuando vio al ángel que hería al pueblo, y dijo: He aquí, yo soy el que ha pecado, y yo soy el que ha hecho mal; pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Te ruego que tu mano caiga sobre mí y sobre la casa de mi padre.
{En cuanto a} esta casa que estás edificando, si tú andas en mis estatutos, cumples mis ordenanzas y guardas todos mis mandamientos andando en ellos, yo cumpliré mi palabra contigo, la cual hablé a David tu padre,
Todas estas {obras} eran de piedras valiosas, cortadas a la medida, cortadas con sierras por dentro y por fuera, desde el cimiento hasta la cornisa, y por fuera hasta el gran atrio.
Y que estas palabras mías, con las que he suplicado delante del SEÑOR, estén cerca del SEÑOR nuestro Dios día y noche, para que El haga justicia a su siervo y justicia a su pueblo Israel, según las necesidades de cada día,
Y dijo: ¿Qué son estas ciudades que me has dado, hermano mío? Por eso fueron llamadas tierra de Cabul hasta hoy.
Y sucedió que después de estas cosas, se enfermó el hijo de la mujer dueña de la casa; y su enfermedad fue tan grave que no quedó aliento en él.
Y sucedió que a la hora de ofrecerse el sacrificio de la {tarde}, el profeta Elías se acercó y dijo: Oh SEÑOR, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que se sepa hoy que tú eres Dios en Israel, que yo soy tu siervo y que he hecho todas estas cosas por palabra tuya.
Entonces Jezabel envió un mensajero a Elías, diciendo: Así me hagan los dioses y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu vida como la vida de uno de ellos.
Y sucedió que después de estas cosas, Nabot de Jezreel tenía una viña que {estaba} en Jezreel, junto al palacio de Acab, rey de Samaria.
Y sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos, puso cilicio sobre sus carnes y ayunó, se acostó con el cilicio y andaba abatido.
Y él les dijo: ¿Qué aspecto tenía el hombre que subió a vuestro encuentro y os habló estas palabras?
Entonces Elías tomó su manto, lo dobló y golpeó las aguas, y {éstas} se dividieron a uno y a otro lado, y los dos pasaron por tierra seca.
Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está el SEÑOR, el Dios de Elías? Y cuando él golpeó también las aguas, éstas se dividieron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo.
Y él salió al manantial de las aguas, echó sal en él, y dijo: Así dice el SEÑOR: ``He purificado estas aguas; de allí no saldrá más muerte ni esterilidad."
Luego entra y cierra la puerta detrás de ti y de tus hijos y echa {el aceite} en todas estas vasijas, poniendo aparte las que estén llenas.
Aconteció tal como el hombre de Dios había hablado al rey, cuando dijo: Mañana a estas horas a la puerta de Samaria serán {vendidas} dos medidas de cebada a un siclo y una medida de flor de harina a un siclo.
Entonces por segunda vez les escribió una carta, diciendo: Si estáis de mi parte y escucháis mi voz, tomad las cabezas de los hombres, de los hijos de vuestro señor, y venid a mí a Jezreel mañana a estas horas. Y los hijos del rey, setenta personas, {estaban} con los principales de la ciudad, {que} los criaban.
Y aunque estas naciones temían al SEÑOR, también servían a sus ídolos; {y} de la misma manera que hicieron sus padres, así hacen hasta hoy sus hijos y sus nietos.
Pero el Rabsaces les dijo: ¿Acaso me ha enviado mi señor para hablar estas palabras {sólo} a tu señor y a ti, y no a los hombres que están sentados en la muralla, {condenados} a comer sus propios excrementos y beber su propia orina con vosotros?
`` ¿Quiénes de entre todos los dioses de estas tierras han librado su tierra de mi mano, para que el SEÑOR libre a Jerusalén de mi mano?"
Y oró Ezequías delante del SEÑOR, y dijo: Oh SEÑOR, Dios de Israel, que estás {sobre} los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra. Tú hiciste los cielos y la tierra.
Por cuanto Manasés, rey de Judá, ha hecho estas abominaciones, habiendo hecho lo malo más que todo lo que hicieron los amorreos antes de él, haciendo pecar también a Judá con sus ídolos;
Al volverse Josías, vio los sepulcros que {estaban} allí en el monte, y envió a recoger los huesos de los sepulcros y {los} quemó sobre el altar, profanándolo, conforme a la palabra del SEÑOR que había proclamado el hombre de Dios que había anunciado estas cosas.
Entonces dijo: ¿Qué monumento es éste que veo? Y los hombres de la ciudad le dijeron: Es el sepulcro del hombre de Dios que vino de Judá y proclamó estas cosas que has hecho contra el altar de Betel.
Estas son sus genealogías: el primogénito de Ismael, Nebaiot, luego Cedar, Adbeel, Mibsam,
Y Reaía, hijo de Sobal, engendró a Jahat, y Jahat engendró a Ahumai y a Lahad. Estas {fueron} las familias de los zoratitas.
Bet-marcabot, Hazar-susim, Bet-birai y Saaraim. Estas {fueron} sus ciudades hasta el reinado de David.
y todas sus aldeas que {estaban} alrededor de las mismas ciudades hasta Baal. Estas {fueron} sus moradas, y tienen su genealogía.
Los hijos de Merari {fueron} Mahli y Musi. Y estas son las familias de los levitas conforme a sus {casas} paternas.
Y estas son sus moradas, conforme a sus campamentos dentro de sus territorios. A los hijos de Aarón, de las familias de los coatitas (pues a ellos les tocó la suerte {primero}),
Dieron por suerte de la tribu de los hijos de Judá, de la tribu de los hijos de Simeón y de la tribu de los hijos de Benjamín, estas ciudades que se mencionan por nombre.
y junto a los límites de los hijos de Manasés, Bet-seán con sus aldeas, Taanac con sus aldeas, Meguido con sus aldeas, Dor con sus aldeas. En éstas habitaron los hijos de José, hijo de Israel.
y dijo: Lejos esté de mí que haga tal cosa delante de mi Dios. ¿Beberé la sangre de estos hombres {que fueron} con riesgo de sus vidas? Porque con riesgo de sus vidas la trajeron. Por eso no quiso beberla. Estas cosas hicieron los tres valientes.
Estas {cosas} hizo Benaía, hijo de Joiada, y tuvo tanto renombre como los tres valientes.
Conforme a todas estas palabras y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David.
Oh SEÑOR, por amor a tu siervo y según tu corazón, tú has hecho esta gran cosa para manifestar todas estas grandezas.
que el rey David dedicó también al SEÑOR, junto con la plata y el oro que había tomado de todas estas naciones: de Edom, de Moab, de los hijos de Amón, de los filisteos y de Amalec.
Y David dijo a Dios: ¿No soy yo el que ordenó enumerar al pueblo? Ciertamente yo soy el que ha pecado y obrado muy perversamente, pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Oh SEÑOR, Dios mío, te ruego que tu mano sea contra mí y contra la casa de mi padre, pero no contra tu pueblo, para que no haya plaga entre ellos.
Y {estas fueron} las clases de los descendientes de Aarón. Los hijos de Aarón {fueron} Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar.
A estas clases de los porteros, a los hombres principales, {se les dieron} deberes, al igual que a sus parientes, para servir en la casa del SEÑOR.
Estas {fueron} las clases de los porteros de los hijos de Coré y de los hijos de Merari.
Sabiendo yo, Dios mío, que tú pruebas el corazón y te deleitas en la rectitud, yo he ofrecido voluntariamente todas estas {cosas} en la integridad de mi corazón; y ahora he visto con alegría a tu pueblo, que está aquí, hacer {sus} ofrendas a ti voluntariamente.
Dijo, pues, a Judá: Edifiquemos estas ciudades y cerquémos{las} de murallas con torres, puertas y barras. La tierra es aún nuestra, porque hemos buscado al SEÑOR nuestro Dios; le hemos buscado, y El nos ha dado tranquilidad por todas partes. Edificaron, pues, y prosperaron.
Y cuando Asa oyó estas palabras y la profecía del profeta Azarías, hijo de Oded, se animó y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que había conquistado en la región montañosa de Efraín. Entonces restauró el altar del SEÑOR que estaba delante del pórtico del SEÑOR.
`` ¿No sabéis lo que yo y mis padres hemos hecho a todos los pueblos de estas tierras? ¿Pudieron los dioses de las naciones de las tierras librar su tierra de mi mano?
Después de estas cosas, en el reinado de Artajerjes, rey de Persia, {subió} Esdras hijo de Seraías, hijo de Azarías, hijo de Hilcías,
Y acabadas estas cosas, se me acercaron los príncipes, diciendo: El pueblo de Israel, los sacerdotes y los levitas no se han separado de los pueblos de las tierras y sus abominaciones: de los cananeos, hititas, ferezeos, jebuseos, amonitas, moabitas, egipcios y amorreos;
Desde los días de nuestros padres hasta el día de hoy {hemos estado} bajo gran culpa, y a causa de nuestras iniquidades, nosotros, nuestros reyes {y} nuestros sacerdotes hemos sido entregados en mano de los reyes de estas tierras, a la espada, al cautiverio, al saqueo y a la vergüenza pública, como en este día.
que por medio de tus siervos los profetas ordenaste, diciendo: ``La tierra a la cual entráis para poseerla es una tierra inmunda con la inmundicia de los pueblos de estas tierras, con sus abominaciones que la han llenado de un extremo a otro, {y} con su impureza.
¿hemos de quebrantar de nuevo tus mandamientos emparentándo{nos} con los pueblos que cometen estas abominaciones? ¿No te enojarías con nosotros hasta destruir{nos}, sin que quedara remanente ni quien escapara?
Y cuando oí estas palabras, me senté y lloré, e hice duelo {algunos} días, y estuve ayunando y orando delante del Dios del cielo.
y el rey me dijo: ¿Por qué está triste tu rostro? Tú no estás enfermo; eso no es más que tristeza de corazón. Entonces tuve mucho temor,
Entonces me enojé en gran manera cuando oí su clamor y estas palabras.
Entonces le envié {un mensaje,} diciendo: No han sucedido esas cosas que tú dices, sino que las estás inventando en tu corazón.
Acuérdate, Dios mío, de Tobías y de Sanbalat conforme a estas obras suyas, también de la profetisa Noadías y de los demás profetas que estaban atemorizándome.
Sin embargo, tú los soportaste por muchos años, y los amonestaste con tu Espíritu por medio de tus profetas, pero no prestaron oído. Entonces los entregaste en mano de los pueblos de estas tierras.
Después de estas cosas, cuando el furor del rey Asuero se había aplacado, él se acordó de Vasti, de lo que ella había hecho y de lo que se había decretado contra ella.
El mandato de Ester estableció estas costumbres acerca de Purim, y esto fue escrito en el libro.
Mi alma se niega a tocar estas cosas; son para mí alimento repugnante.
¿Hasta cuándo hablarás estas cosas, y serán viento impetuoso las palabras de tu boca?
``Sin embargo, tienes escondidas estas cosas en tu corazón, yo sé que esto está dentro de ti:
He oído muchas cosas como éstas; consoladores gravosos sois todos vosotros.
Estas diez veces me habéis insultado, ¿no os da vergüenza perjudicarme?
Y sucedió que después que el SEÑOR habló estas palabras a Job, el SEÑOR dijo a Elifaz temanita: Se ha encendido mi ira contra ti y contra tus dos amigos, porque no habéis hablado de mí lo que es recto, como mi siervo Job.
{el que} su dinero no da a interés, ni acepta soborno contra el inocente. El que hace estas cosas permanecerá firme.
Para el director del coro; sobre ajelet-hasahar. Salmo de David.Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿{Por qué estás tan} lejos de mi salvación {y} de las palabras de mi clamor?
Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento.
Por eso, que todo santo ore a ti en el tiempo en que puedas ser hallado; ciertamente, en la inundación de muchas aguas, no llegarán {éstas} a él.
Me acuerdo de estas cosas y derramo mi alma dentro de mí; de cómo iba yo con la multitud {y} la guiaba hasta la casa de Dios, con voz de alegría y de acción de gracias, {con} la muchedumbre en fiesta.
Estas cosas has hecho, y yo he guardado silencio; pensaste que yo era tal como tú; {pero} te reprenderé, y delante de tus ojos expondré {tus delitos}.
Para el director del coro; {según la tonada} a los Lirios; Testimonio. Salmo de Asaf.Presta oído, oh Pastor de Israel; tú que guías a José como un rebaño; tú que estás sentado {más alto que} los querubines; ¡resplandece!
¿Quién es sabio? Que preste atención a estas cosas, y considere las bondades del SEÑOR.
Tú estás cerca, SEÑOR, y todos tus mandamientos son verdad.
Si subo a los cielos, he aquí, {allí} estás tú; si en el Seol preparo mi lecho, allí estás tú.
Hijo mío, no se aparten {estas cosas} de tus ojos, guarda la prudencia y la discreción,
que mi alma está todavía buscando mas no ha hallado: He hallado a un hombre entre mil, pero mujer entre todas éstas no he hallado.
Pues bien, he tomado todas estas cosas en mi corazón y declaro todo esto: que los justos y los sabios y sus hechos están en la mano de Dios. Los hombres no saben ni de amor ni de odio, aunque todo está delante de ellos.
Alégrate, joven, en tu mocedad, y tome placer tu corazón en los días de tu juventud. Sigue los impulsos de tu corazón y el gusto de tus ojos; mas debes saber que por todas estas cosas, Dios te traerá a juicio.
Cuando un hombre eche mano a su hermano en la casa de su padre, {diciendo:} Tú tienes manto, serás nuestro jefe, y estas ruinas {estarán} bajo tu mando,
Entonces serás humillada, desde el suelo hablarás, y desde el polvo {donde} estás postrada {saldrá} tu habla. Tu voz será también como la de un espíritu de la tierra, y desde el polvo susurrará tu habla.
Pero el Rabsaces dijo: ¿Acaso me ha enviado mi señor para hablar estas palabras {sólo} a tu señor y a ti, {y} no a los hombres que están sentados en la muralla, {condenados} a comer sus propios excrementos y a beber su propia orina con vosotros?
`` ¿Quiénes de entre todos los dioses de estas tierras han librado su tierra de mi mano, para que el SEÑOR libre a Jerusalén de mi mano?"
Oh SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel, que estás {sobre} los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra. Tú hiciste los cielos y la tierra.
Oh Señor, por estas cosas viven {los hombres}, y en todas ellas está la vida de mi espíritu. Restabléceme la salud y haz que viva.
Conduciré a los ciegos por un camino que no conocen, por sendas que no conocen los guiaré; cambiaré delante de ellos las tinieblas en luz y lo escabroso en llanura. Estas cosas haré, y no las dejaré {sin hacer}.
Recuerda estas cosas, Jacob, y {tú} Israel, porque mi siervo eres. Yo te he formado, siervo mío eres; Israel, no me olvidaré de ti.
Pero estas dos cosas vendrán de repente sobre ti en un mismo día: pérdida de hijos y viudez. Vendrán sobre ti en toda su plenitud a pesar de tus muchas hechicerías, a pesar del gran poder de tus encantamientos.
Estás fatigada por los muchos consejos; que se levanten ahora los que contemplan los cielos, los que profetizan por medio de las estrellas, los que pronostican cada luna nueva, y te salven de lo que vendrá sobre ti.
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