'Esté' en la Biblia
- 1.Gé 1:11-Éx 30:31
- 2.Éx 32:1-Deuteronomio 11:5
- 3.Deuteronomio 17:16-1 Samuel 9:17
- 4.1 Samuel 9:24-2 Reyes 8:5
- 5.2 Reyes 9:20-Ester 1:17
- 6.Ester 4:14-Jeremías 4:10
- 7.Jeremías 4:11-Ezequiel 12:27
- 8.Ezequiel 18:2-Mateo 24:13
- 9.Mateo 24:14-Lucas 22:59
- 10.Lucas 23:2-Juan 20:30
- 11.Juan 21:21-Romanos 11:25
- 12.Romanos 11:27-Apocalipsis 22:19
Porque si absolutamente callares en este tiempo, respiro y liberación tendrán los judíos de otra parte; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?
Entonces Ester dijo: El varón enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se turbó Amán delante del rey y de la reina.
Hubo un varón en tierra de Uz, llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios, y apartado del mal.
Aun estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y los criados, y los consumió; solamente escapé yo para traerte las nuevas.
Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y dieron sobre los camellos, y los tomaron, e hirieron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para traerte las nuevas.
Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito;
Y tres amigos de Job, Elifaz temanita, y Bildad suhita, y Zofar naamatita, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar; porque habían concertado de venir juntos a condolerse de él, y a consolarle.
¿No es éste tu temor, tu confianza, tu esperanza, y la integridad de tus caminos?
Si le arrancaren de su lugar, éste le negará entonces, diciendo: Nunca te vi.
Ciertamente éste será el gozo de su camino; y de la tierra de donde se traspusiere, retoñarán otros.
Y hablaré, y no le temeré; porque en este estado no estoy en mí.
Ciertamente tales son las moradas del impío, y éste es el lugar del que no conoció a Dios.
He aquí que su bien no está en manos de ellos; el consejo de los impíos lejos esté de mí.
Este morirá en la fortaleza de su hermosura, todo quieto y pacífico.
Y este otro morirá en amargura de ánimo, y no habiendo comido jamás con gusto.
Por tanto, varones de entendimiento, oídme: Lejos esté de Dios la impiedad, y del Omnipotente la iniquidad.
¿Quién es este Rey de gloria? El SEÑOR el fuerte y valiente, el SEÑOR el valiente en batalla.
¿Quién es este Rey de gloria? El SEÑOR de los ejércitos, él es el Rey de la gloria. (Selah.)
Una cosa he demandado al SEÑOR, ésta buscaré; que esté yo en la Casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR, y para inquirir en su templo.
Vau Este pobre llamó, y le oyó el SEÑOR, y lo libró de todas sus angustias.
Porque este Dios es Dios nuestro eternalmente y para siempre; El nos capitaneará hasta la muerte.
Este es su camino, su locura; y sus descendientes corren por el dicho de ellos. (Selah.)
Pasen de este mundo como el caracol que se deslíe; como el abortivo de mujer, no vean el sol.
¿Por qué saltasteis, oh montes altos? Este monte amó Dios para su asiento; ciertamente el SEÑOR habitará en él para siempre.
Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de antiguo, cuando redimiste la vara de tu heredad; este monte de Sion, donde has habitado.
Porque Dios es el juez; a éste abate, y a aquel ensalza.
Los metió después en los términos de su santidad, en este monte que ganó su mano derecha.
Yo me acordaré de Rahab y de Babilonia entre los que me conocen; he aquí Filistea, y Tiro, con Etiopía; éste nació allá.
Y de Sion se dirá: éste y aquel varón es nacido en ella; y el mismo Altísimo la fortificará.
El SEÑOR contará al inscribir a los pueblos: Este nació allí. (Selah.)
Al detractor de su prójimo a escondidas, a éste cortaré; al altivo de ojos, y de corazón vanidoso, a éste no puedo sufrir.
Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que asienten conmigo; el que anduviere en el camino de la perfección, éste me servirá.
salieron los montes, descendieron por los valles a este lugar que tú les fundaste.
Asimismo este gran mar y ancho de términos; allí hay peces sin número, animales pequeños y grandes.
Allí andan navíos; allí este leviatán que hiciste para que jugara en él.
Pon sobre él al impío; y Satanás esté a su diestra.
Este sea el pago de parte del SEÑOR de los que me calumnian, y de los que hablan mal contra mi alma.
Este es el día que hizo el SEÑOR, nos gozaremos y alegraremos en él.
GUIMEL Haz este bien a tu siervo que viva, y guarde tu palabra.
Este será mi reposo para siempre; aquí habitaré, porque la he deseado.
El que madruga al bien, hallará favor; mas al que busca el mal, éste le vendrá.
Y di mi corazón a inquirir y buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo (este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres, en que se ocupen).
Este también es un gran mal, que como vino, así haya de volver. ¿Y de qué le aprovechó trabajar al viento?
Aunque no haya visto el sol, ni conocido nada, más reposo tiene éste que aquel.
¿Quién como el sabio? ¿Y quién como el que sabe la interpretación de las cosas? La sabiduría de este hombre hará relucir su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará.
Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que todos tengan un mismo suceso, y también que el corazón de los hijos de los hombres esté lleno de mal, y de enloquecimiento en su corazón durante su vida; y después, a los muertos.
Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; para que tus obras sean agradables a Dios en este tiempo.
Goza de la vida con la esposa que amas, todos los días que has de vivir en este lago de vanidad, que te son dados; todos los días de tu vanidad debajo del sol; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo en que trabajas debajo del sol.
Su izquierda esté debajo de mi cabeza, y su derecha me abrace.
Su izquierda esté debajo de mi cabeza, y su derecha me abrace.
Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos. Si diera el hombre toda la hacienda de su casa por este amor, de cierto lo menospreciarán.
Entonces dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis.
Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos; para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda; ni se convierta, y haya para él sanidad.
Por cuanto desechó este pueblo las aguas de Siloé, que corren mansamente, y con Rezín y con el hijo de Remalías se regocijó,
Porque el SEÑOR me dijo de esta manera con mano fuerte, y me enseñó que no caminara por el camino de este pueblo, diciendo:
No llaméis, conjuración, a todas las cosas a que este pueblo llama conjuración; ni temáis su temor, ni le tengáis miedo.
El viejo y venerable de rostro es la cabeza; el profeta que enseña mentira, éste es cola.
Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores; y sus gobernados, perdidos.
Se han de inclinar hacia ti los que te vieren y te considerarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos.
Este es el consejo que está acordado sobre toda la tierra; y ésta es aquella mano extendida sobre todos los gentiles.
Y he aquí este carro de hombres viene, un par de caballeros. Después habló, y dijo: Cayó; cayó Babilonia; y todos los ídolos de sus dioses quebrantó en tierra.
Por tanto, el Señor DIOS de los ejércitos, llamó en este día a llanto y a endechas; a raparse el cabello y a vestir cilicio.
El SEÑOR de los ejércitos dice así: Ve, entra a este tesorero, a Sebna el mayordomo, y dile:
Mira, la tierra de los Caldeos. Este pueblo no era antes; Assur la fundó para los que habitaban en el desierto; levantaron sus fortalezas, edificaron sus palacios; él la convirtió en ruinas.
Y el SEÑOR de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos convite de engordados, convite de vinos purificados, de gruesos tuétanos, de purificados líquidos.
Y deshará en este monte la máscara de la cobertura con que están cubiertos todos los pueblos; y el velo que está extendido sobre todos los gentiles.
Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, a quien esperamos, y nos ha salvado. Este es el SEÑOR a quien esperamos, nos gozaremos y nos alegraremos en su salud.
Porque la mano del SEÑOR reposará en este monte; y Moab será trillado debajo de él, como es trillada la paja en el muladar.
En aquel día cantarán este cantar en tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos; salud puso Dios por muros y antemuro.
Por tanto, de esta manera pues, será purgada la iniquidad de Jacob; y éste será todo el fruto, la remoción de su pecado; cuando tornare todas las piedras del altar, como piedras de cal desmenuzadas, para que no se levanten los bosques, ni las imágenes del sol.
porque en lengua de tartamudos, y en lengua extraña hablará a este pueblo,
a los cuales él dijo: Este es el reposo; con la cual podrán dar reposo al cansado; y éste es el refrigerio, mas no quisieron oír.
Por tanto, varones burladores, que estáis enseñoreados sobre este pueblo, que está en Jerusalén, oíd la palabra del SEÑOR.
Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo me sacrifica, y con sus labios me honra, mas su corazón se alejó de mí; y su culto con que me honra fue enseñado por mandamiento de hombres;
por tanto, he aquí que yo volveré a hacer obra admirable entre este pueblo con un milagro espantoso; porque la sabiduría de sus sabios se perderá, y la prudencia de sus prudentes se desvanecerá.
Que este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley del SEÑOR;
Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; para que no echéis a la mano derecha, y para que no echéis a la mano izquierda.
éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de acogimiento; a éste se dará su pan, y sus aguas serán ciertas.
He aquí que confías en este bordón de caña frágil, en Egipto, sobre el cual si alguien se apoyare, entrarásele por la mano, y se la atravesará. Tal es Faraón rey de Egipto para con todos los que en él confían.
Y si me dijeres: En el SEÑOR nuestro Dios confiamos, ¿no es éste aquel cuyos altos y cuyos altares hizo quitar Ezequías, y dijo a Judá y a Jerusalén: Delante de este altar adoraréis?
Los cuales le dijeron: Ezequías dice así: Día de angustia, de reprensión y de blasfemia, es este día; porque los hijos han llegado hasta la rotura del agua, y no hay fuerza en la que da a luz.
Y esto te será por señal: Comerás este año lo que nace de suyo, y el año segundo también lo que nace de suyo; y el año tercero sembraréis, y segaréis, y plantaréis viñas, y comeréis su fruto.
El que vive, el que vive, éste te confesará, como yo hoy. El padre hará a los hijos notoria tu verdad.
Yo soy el SEÑOR. Este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.
Por tanto éste es pueblo saqueado y hollado; todos ellos han de ser enlazados en cavernas, y escondidos en cárceles. Serán puestos a despojo, y no habrá quien los libre; serán hollados, y no habrá quien diga: Restituid.
Este pueblo crié para mí; mis alabanzas contará.
Este dirá: Yo soy del SEÑOR; el otro se llamará del nombre de Jacob; el otro escribirá con su mano, al SEÑOR, otro se pondrá por sobrenombre, Israel.
El herrero tomará la tenaza, obrará en las ascuas, le dará forma con los martillos, y obrará en ello el brazo de su fortaleza; aunque esté hambriento, y le falten las fuerzas, no beberá agua, aunque se desmaye.
El carpintero tiende la regla, lo señala con almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el compás, lo hace a forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para que esté sentado en casa.
Ahora fueron creadas, no en días pasados, ni antes de este día las habías oído; para que no digas: He aquí que yo lo sabía.
Aun los hijos de tu orfandad dirán a tus oídos: Angosto es para mí este lugar; apártate por amor de mí, a otra parte para que yo more.
Venid, dicen, tomaré vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como éste, o mucho más excelente.
Y éste será mi Pacto con ellos, dijo el SEÑOR: el Espíritu mío que está sobre ti; y mis palabras, que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, y de la boca de tu simiente, y de la boca de la simiente de tu simiente, dijo el SEÑOR, desde ahora y para siempre.
¿Quién es éste que viene de Edom, de Bosra, con vestidos bermejos? ¿Este hermoso en su vestido, que marcha con la grandeza de su poder? Yo, el que hablo en justicia, grande para salvar.
El SEÑOR dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra, estrado de mis pies; ¿dónde quedará esta Casa que me habréis edificado, y dónde quedará este lugar de mi reposo?
Mira que te he puesto en este día sobre gentiles y sobre reinos, para arrancar y para destruir, y para echar a perder y para derribar, y para edificar y para plantar.
Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad fortalecida, y como columna de hierro, y como muro de bronce sobre toda la tierra, contra los reyes de Judá, contra sus príncipes, contra sus sacerdotes, y contra el pueblo de la tierra.
Yacemos en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre, porque pecamos contra el SEÑOR nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día; y no oímos la voz del SEÑOR nuestro Dios.
(Y dije: ¡Ay, ay, el SEÑOR Dios! Verdaderamente en gran manera has engañado a este pueblo y a Jerusalén, diciendo: Paz tendréis; pues que la espada ha venido hasta el alma.)
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