'Guerra' en la Biblia
Cada vez que la trompeta suena, {como que} dice: `` ¿Ea!", y desde lejos olfatea la batalla, las voces atronadoras de los capitanes y el grito de guerra.
Aunque se asiente campamento contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo en esto confío.
Quita de sobre mí tu plaga; de la guerra de tu mano soy consumido.
El ha rescatado en paz mi alma de la guerra contra mí; porque muchos fueron contra mí.
Ablandan más que manteca su boca, pero guerra hay en su corazón; enternecen sus palabras más que el aceite, mas ellas son espadas.
Al Músico principal: sobre Susan-Heduth: Michtam de David, para enseñar, cuando tuvo guerra contra Aram-Naharaim y contra Aram de Soba, y volvió Joab, é hirió de Edom en el valle de las Salina doce mil. OH Dios, tú nos has desechado, nos disipaste; Te has
Reprime la reunión de gentes armadas, La multitud de toros con los becerros de los pueblos, Hasta que todos se sometan con sus piezas de plata: Disipa los pueblos que se complacen en la guerra.
Allí quebró las saetas del arco; el escudo, y la espada, y la guerra. (Selah.)
Yo soy pacífico: Mas ellos, así que hablo, me hacen guerra.
Bendito sea el SEÑOR, mi roca, que enseña mis manos a la batalla, y mis dedos a la guerra.
Los pensamientos con el consejo se ordenan; y con sabios consejos se hace la guerra.
Porque con sabios consejos harás la guerra; y la salvación está en la multitud de consejeros.
tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra; ni la impiedad librará al que la posee.
Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes la gracia; sino que tiempo y ocasión acontece a todos.
Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien.
Todos ellos tienen espadas, diestros en la guerra; cada uno su espada sobre su muslo, por los temores de la noche.
Y juzgará entre los gentiles, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada gente contra gente, ni se ensayarán más para la guerra.
el valiente, y el hombre de guerra, el juez, y el profeta, el adivino, y el anciano;
Tus varones caerán a espada, y tu fuerza en la guerra.
Tú, llena de alborotos, ciudad turbulenta, ciudad alegre; tus muertos no son muertos a espada, ni muertos en guerra.
Digo, alegas tú, (empero palabras vanas) que tengo consejo y fortaleza para la guerra. Ahora bien, ¿en quién confías que te rebelas contra mí?
Mas oyendo decir de Tirhaca rey de Etiopía: He aquí que ha salido para hacerte guerra; al oírlo, envió mensajeros a Ezequías, diciendo:
Los buscarás, y no los hallarás, los que tienen contienda contigo, serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen guerra.
El SEÑOR saldrá como gigante, y como hombre de guerra despertará celo; gritará, consigna de batalla, y se esforzará sobre sus enemigos.
Por tanto, derramó sobre él el furor de su ira, y fortaleza de guerra; le puso fuego por todas partes, y se descuidó; y encendió en él, y no echó de ver.
¡Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las telas de mi corazón; mi corazón ruge dentro de mí; no callaré; porque voz de shofar has oído, oh alma mía, alarma de guerra.
Denunciad guerra contra ella; levantaos y subamos hacia el mediodía. ¡Ay de nosotros! Que va cayendo ya el día, que las sombras de la tarde se han extendido.
Arco y escudo arrebatarán; crueles son, que no tendrán misericordia; sonará la voz de ellos como el mar, y montarán a caballo como varones dispuestos para la guerra, contra ti, oh hija de Sion.
Por tanto, entrega sus hijos a hambre, y hazlos escurrir por manos de espada; y queden sus mujeres sin hijos, y viudas; y sus maridos sean puestos a muerte, y sus jóvenes heridos a espada en la guerra.
Pregunta ahora por nosotros al SEÑOR; porque Nabucodonosor rey de Babilonia hace guerra contra nosotros. Por ventura el SEÑOR hará con nosotros según todas sus maravillas, y aquel se irá de sobre nosotros.
Así dijo el SEÑOR Dios de Israel: He aquí yo vuelvo atrás las armas de guerra que están en vuestras manos, y con que vosotros peleáis con el rey de Babilonia; y los caldeos que os tienen cercados fuera de la muralla, yo los juntaré en medio de esta ciudad.
Los profetas que fueron antes de mí y antes de ti en tiempos pasados, profetizaron sobre muchas tierras y grandes reinos, de guerra, y de aflicción, y de pestilencia.
Y dijeron los príncipes al rey: Muera ahora este hombre; porque de esta manera hace desmayar las manos de los varones de guerra que han quedado en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no busca la paz de este pueblo, sino el mal.
Y fue que viéndolos Sedequías, rey de Judá, y todos los hombres de guerra, huyeron, y salieron de noche de la ciudad por el camino de la huerta del rey, por la puerta entre los dos muros; y salió el rey por el camino del desierto.
Y Johanán, hijo de Carea, y todos los príncipes de la gente de guerra que estaban en el campo, vinieron á Gedalías en Mizpa,
Ismael mató también a todos los judíos que estaban con él, {es decir,} con Gedalías, en Mizpa, y a los hombres de guerra caldeos que se encontraban allí.
Y oyó Johanán hijo de Carea, y todos los príncipes de la gente de guerra que estaban con él, todo el mal que había hecho Ismael, hijo de Nethanías.
Y aconteció que como todo el pueblo que estaba con Ismael vió á Johanán hijo de Carea, y á todos los príncipes de la gente de guerra que estaban con él, se alegraron.
Y Johanán, hijo de Carea, y todos los príncipes de los ejércitos que con él estaban, tomaron a todo el resto del pueblo que habían tornado de Ismael, hijo de Netanías, de Mizpa, después que hirió a Gedalías, hijo de Ahicam; hombres de guerra, mujeres, niños, y los eunucos que Johanán había hecho tornar de Gabaón;
Y LLEGARONSE todos los oficiales de la gente de guerra, y Johanán hijo de Carea, y Jezanías hijo de Osaía, y todo el pueblo desde el menor hasta el mayor,
Y llamó á Johanán hijo de Carea, y á todos los oficiales de la gente de guerra que con él estaban, y á todo el pueblo desde el menor hasta el mayor;
y diciendo: No, antes nos entraremos en tierra de Egipto, en la cual no veremos guerra, ni oiremos sonido de shofar, ni tendremos hambre de pan, y allá moraremos:
No obedeció pues Johanán hijo de Carea, y todos los oficiales de la gente de guerra, y todo el pueblo, á la voz de Jehová para quedarse en tierra de Judá;
Antes tomó Johanán hijo de Carea, y todos los oficiales de la gente de guerra, á todo el resto de Judá, que de todas las gentes adonde habían sido echados habían vuelto para morar en tierra de Judá:
Aparejad escudo y pavés, y venid a la guerra.
¿Cómo diréis: Somos valientes, y robustos hombres para la guerra?
Por tanto, he aquí vienen días, dijo el SEÑOR, en que haré oír en Rabá de los hijos de Amón alarma de guerra; y será puesta en montón de asolamiento, y sus ciudades serán puestas a fuego, e Israel tomará por heredad a los que los tomaron a ellos, dijo el SEÑOR.
He oído un mensaje de parte del SEÑOR, y un mensajero es enviado entre las naciones, {diciendo:} Reuníos y venid contra él, y levantaos para la guerra.
Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos los hombres de guerra morirán en aquel día, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
Alzad grito de guerra contra ella en derredor. Se ha rendido, caen sus columnas, son derribadas sus murallas. Porque esta es la venganza del SEÑOR: tomad venganza de ella; como ella ha hecho, {así} haced con ella.
Estruendo de guerra en la tierra, y quebrantamiento grande.
Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos sus hombres de guerra serán talados en aquel día, dijo el SEÑOR.
Martillo me sois, oh armas de guerra; y por medio de ti quebrantaré gentiles, y por medio de ti desharé reinos;
y los vados fueron tomados, y los carrizos fueron quemados a fuego, y se asombraron los hombres de guerra.
Y fue entrada la ciudad, y todos los hombres de guerra huyeron, y se salieron de la ciudad de noche por el camino del postigo que está entre los dos muros, que estaban cerca del jardín del rey, y se fueron por el camino del desierto, estando aún los caldeos junto a la ciudad alrededor.
Y de la ciudad tomó un eunuco que era capitán sobre los hombres de guerra, y siete hombres de los continuos del rey, que se hallaron en la ciudad; y al principal escribano de la guerra, que ponía por lista el pueblo de la tierra para la guerra; y sesenta hombres del vulgo de la tierra, que se hallaron dentro de la ciudad.
``Ni con poderoso ejército ni con gran compañía lo ayudará Faraón en la guerra, cuando levanten terraplenes y construyan muros de asedio para cortar muchas vidas.
En su mano derecha vino el vaticinio: Jerusalén. ¡A colocar arietes, a llamar a la matanza, a alzar la voz en grito de guerra, a poner arietes contra las puertas, a levantar terraplenes, a edificar muro de asedio!
Persas y lidios, y africanos, fueron en tu ejército tus hombres de guerra; escudos y capacetes colgaron en ti; ellos te alabaron tu hermosura.
`Los de Bet-togarmá daban caballos y corceles de guerra y mulos por tus mercancías.
Tus riquezas, tus mercaderías, y tu negociación, tus remeros, y tus pilotos, los reparadores de tus hendiduras, los agentes de tus negocios, y todos tus hombres de guerra que hay en ti, con toda tu compañía que en medio de ti se halla, caerán en medio de los mares el día de tu caída.
Y no yacerán con los fuertes que cayeron de los incircuncisos, los cuales descendieron al Seol con sus armas de guerra, y pusieron sus espadas debajo de sus cabezas; mas sus iniquidades estarán sobre sus huesos, porque fueron terror de fuertes en la tierra de los vivientes.
Y os saciaréis sobre mi mesa, de caballos, y de carros fuertes, y de todos los hombres de guerra, dijo el Señor DIOS.
Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía,
Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, y no por sí: y el pueblo de un príncipe que ha de venir, destruirá á la ciudad y el santuario; con inundación será el fin de ella, y hasta el fin de la guerra será talada con asolamiento
Pero sus hijos se movilizarán y reunirán una multitud de grandes ejércitos, y uno de ellos seguirá avanzando e inundará y pasará adelante, para hacer guerra de nuevo hasta la {misma} fortaleza.
Y despertará sus fuerzas y su corazón contra el rey del mediodía con gran ejército; y el rey del mediodía se moverá a la guerra con grande y muy fuerte ejército; mas no prevalecerá, porque le harán traición.
En aquel día haré también un pacto por ellos con las bestias del campo, con las aves del cielo y con los reptiles de la tierra; quitaré de la tierra el arco, la espada y la guerra, y haré que ellos duerman seguros.
Como aspecto de caballos es su aspecto, y como corceles de guerra, así corren.
Como valientes correrán, como hombres de guerra subirán la muralla; y cada cual irá en sus caminos, y no torcerán sus sendas.
Pregonad esto entre los gentiles, proclamad guerra, despertad a los valientes, lléguense, vengan todos los hombres de guerra.
Encenderé, pues, fuego en la muralla de Rabá, y consumirá sus palacios en medio de gritos {de guerra} en el día de la batalla, en medio de una tempestad en el día de la tormenta;
Enviaré, pues, fuego sobre Moab, que consumirá los palacios de Queriot, y Moab morirá entre el tumulto, entre gritos {de guerra} y sonido de trompeta.
El que ayer era mi pueblo, se ha levantado como enemigo; tras las vestiduras quitasteis las capas atrevidamente a los que pasaban, como los que vuelven de la guerra.
Así dice el SEÑOR acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, {los cuales} cuando tienen {algo} que morder, proclaman: Paz. Pero contra aquel que no les pone nada en la boca, declaran guerra santa.
Y juzgará entre muchos pueblos, y corregirá fuertes naciones hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada gente contra gente, ni más se ensayarán para la guerra.
día de trompeta y grito de guerra contra las ciudades fortificadas y contra los torreones de las esquinas.
Y de Efraín talaré los carros, y los caballos de Jerusalén; y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a los gentiles; y su Señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra.
Contra los pastores se ha encendido mi enojo, y yo visitaré los machos cabríos; mas el SEÑOR de los ejércitos visitará su rebaño, la Casa de Judá, y los tornará como su caballo de honor en la guerra.
De él saldrá el ángulo, de él la estaca, de él el arco de guerra, de él también todo angustiador.
Esta será la plaga con que el SEÑOR herirá a todos los pueblos que han hecho guerra contra Jerusalén: se pudrirá su carne estando ellos aún de pie, y se pudrirán sus ojos en sus cuencas, y su lengua se pudrirá en su boca.
¿O cuál rey, teniendo que ir a hacer guerra contra otro rey, sentándose primero no consulta si puede salir al encuentro con diez mil al que viene contra él con veinte mil?
pero veo otra ley en los miembros de mi cuerpo que hace guerra contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mis miembros.
¿Quién jamás fue a la guerra a sus propias expensas? ¿Quién planta viña, y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño, y no se alimenta de la leche del rebaño?
apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada; siendo débiles, fueron hechos fuertes, se hicieron poderosos en la guerra, pusieron en fuga a ejércitos extranjeros.
Codiciáis y no tenéis, {por eso} cometéis homicidio. Sois envidiosos y no podéis obtener, {por eso} combatís y hacéis guerra. No tenéis, porque no pedís.
Y el parecer de las langostas era semejante a caballos aparejados para la guerra; y sobre sus cabezas tenían como coronas semejantes al oro; y sus caras eran como caras de hombres.
Y cuando ellos hubieren acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá, y los matará.
{Entonces} hubo guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles lucharon,
Entonces el dragón fue airado contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo.
Y le fue dado hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También le fue dada potencia sobre toda tribu y pueblo y lengua y gente.
Y vi el cielo abierto, y he aquí, un caballo blanco; el que lo montaba se llama Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y hace la guerra.
Y vi la bestia, y los reyes de la tierra y sus ejércitos, congregados para hacer guerra contra el que estaba sentado sobre el caballo, y contra su ejército.
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