'Judíos' en la Biblia
Y cuando fue de día, algunos de los judíos se juntaron, e hicieron voto bajo maldición, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubiesen dado muerte a Pablo.
Y él dijo: Los judíos han concertado rogarte que mañana lleves a Pablo ante el concilio, como que van a inquirir de él alguna cosa más cierta.
A este hombre, aprehendido por los judíos, y que iban ellos a matar, libré yo acudiendo con la tropa, habiendo entendido que era romano.
Y cuando me fue dicho de como los judíos asechaban a este hombre, al punto le he enviado a ti, mandando también a los acusadores que digan delante de ti lo que tienen contra él. Pásalo bien.
Pues hemos hallado que este hombre es pestilencial, y levantador de sediciones entre todos los judíos por todo el mundo, y cabecilla de la secta de los nazarenos.
Y asentían también los judíos, diciendo ser así estas cosas.
Y en esto, unos judíos de Asia me hallaron purificado en el templo no con multitud ni con alboroto;
Pero al cabo de dos años recibió Félix por sucesor a Porcio Festo; y queriendo Félix congraciarse con los judíos, dejó preso a Pablo.
Entonces el sumo sacerdote y los principales de los judíos se presentaron ante él contra Pablo; y le rogaron,
Y cuando éste llegó, le rodearon los judíos que habían venido de Jerusalén, presentando contra Pablo muchas y graves acusaciones, las cuales no podían probar;
alegando él en su defensa: Ni contra la ley de los judíos, ni contra el templo, ni contra César he pecado en nada.
Pero Festo, queriendo congraciarse con los judíos, respondió a Pablo, y dijo: ¿Quieres subir a Jerusalén, y allá ser juzgado de estas cosas delante de mí?
Y Pablo dijo: Ante el tribunal de César estoy, donde debo ser juzgado. A los judíos no les he hecho ningún agravio, como tú sabes muy bien.
acerca del cual, cuando estuve en Jerusalén, comparecieron ante mí los príncipes de los sacerdotes y los ancianos de los judíos, pidiendo juicio contra él.
Entonces Festo dijo: Rey Agripa, y todos los varones aquí presentes con nosotros; veis a este hombre, del cual toda la multitud de los judíos me ha demandado en Jerusalén y aquí, dando voces que no debe vivir más;
Me tengo por dichoso, oh rey Agripa, de que hoy haya de defenderme delante de ti acerca de todas las cosas de que soy acusado por los judíos.
Mayormente sabiendo que tú eres conocedor de todas las costumbres y cuestiones que hay entre los judíos; por lo cual te ruego que me oigas con paciencia.
Mi vida, pues, desde mi juventud, la cual desde el principio pasé en mi nación, en Jerusalén, la conocen todos los judíos;
promesa a la cual nuestras doce tribus, sirviendo constantemente de día y de noche, esperan han de llegar. Por esta esperanza, oh rey Agripa, soy acusado por los judíos.
Por causa de esto los judíos, prendiéndome en el templo, intentaron matarme.
Y aconteció que tres días después, Pablo convocó a los principales de los judíos; a los cuales, luego que estuvieron reunidos, les dijo: Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni contra las costumbres de nuestros padres, he sido entregado preso desde Jerusalén en manos de los romanos;
Pero oponiéndose los judíos, me vi obligado a apelar a César; no que tenga de qué acusar a mi nación.
Y habiendo dicho esto, los judíos salieron, teniendo gran discusión entre sí.
¿Qué, pues? ¿Somos mejores que ellos? En ninguna manera; porque ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.
¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No lo es también de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles.
a los cuales también ha llamado, aun a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?
Porque los judíos piden señal, y los griegos buscan sabiduría;
pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los griegos locura;
mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.
Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están bajo la ley, como bajo la ley, para ganar a los que están bajo la ley;
No seáis ofensa, ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios;
Porque por un solo Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, ya sean judíos o gentiles, ya sean siervos o libres; y todos hemos bebido de un mismo Espíritu.
De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno.
Y otros judíos también disimulaban con él; de tal manera que también Bernabé fue llevado con su simulación.
Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como los judíos, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?
Nosotros, somos judíos naturales, y no pecadores de los gentiles;
Porque vosotros, hermanos, habéis seguido el ejemplo de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea; pues vosotros también habéis padecido las mismas cosas de los de vuestra propia nación, como también ellos de los judíos;
Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, mas son sinagoga de Satanás.
He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y adoren delante de tus pies, y que reconozcan que yo te he amado.
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