'Las' en la Biblia

De las conspiraciones de los hombres tú los escondes en lo secreto de tu presencia; en un refugio los pondrás a cubierto de los enredos de las lenguas.

El junta las aguas del mar como un montón; pone en almacenes los abismos.

El SEÑOR hace nulo el consejo de las naciones; frustra los designios de los pueblos.

El, que modela el corazón de cada uno de ellos; El, que todas las obras de ellos entiende.

Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo libra el SEÑOR.

Las palabras de su boca son iniquidad y engaño; ha dejado de ser sabio {y} de hacer el bien.

Pon tu delicia en el SEÑOR, y El te dará las peticiones de tu corazón.

Sí, como una sombra anda el hombre; ciertamente en vano se afana; acumula {riquezas,} y no sabe quién las recogerá.

Muchas son, SEÑOR, Dios mío, las maravillas que tú has hecho, y {muchos} tus designios para con nosotros; nadie hay que se compare contigo; si {los} anunciara, y hablara de ellos, no podrían ser enumerados.

Para el director del coro. Masquil de los hijos de Coré.Como el ciervo anhela las corrientes de agua, así suspira por ti, oh Dios, el alma mía.

Dios mío, mi alma está en mí deprimida; por eso me acuerdo de ti desde la tierra del Jordán, y {desde} las cumbres del Hermón, desde el monte Mizar.

Tú con tu mano echaste fuera las naciones, y a ellos los plantaste. Afligiste a los pueblos, y a ellos los hiciste crecer.

Nos entregas como ovejas para ser devorados, y nos has esparcido entre las naciones.

Nos pones por proverbio entre las naciones, causa de risa entre los pueblos.

En vestido bordado será conducida al rey; las doncellas, sus compañeras que la siguen, serán llevadas a ti.

Haré que tu nombre sea recordado por todas las generaciones; por tanto, los pueblos te alabarán eternamente y para siempre.

Para el director del coro. {Salmo} de los hijos de Coré, compuesto para Alamot. Cántico.Dios es nuestro refugio y fortaleza, {nuestro} pronto auxilio en las tribulaciones.

{Hay} un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios, las moradas santas del Altísimo.

Bramaron las naciones, se tambalearon los reinos; dio El su voz, {y} la tierra se derritió.

Venid, contemplad las obras del SEÑOR, que ha hecho asolamientos en la tierra;

que hace cesar las guerras hasta los confines de la tierra; quiebra el arco, parte la lanza, {y} quema los carros en el fuego.

Estad quietos, y sabed que yo soy Dios; exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra.

Dios reina sobre las naciones; sentado está Dios en su santo trono.

Con el viento solano tú destrozas las naves de Tarsis.

Alégrese el monte Sion, regocíjense las hijas de Judá, a causa de tus juicios.

Su íntimo pensamiento es {que} sus casas serán eternas, {y} sus moradas por todas las generaciones; y a sus tierras han dado sus nombres.

Mas el hombre, en {su} vanagloria, no permanecerá; es como las bestias que perecen.

El hombre en {su} vanagloria, pero sin entendimiento, es como las bestias que perecen.

Escucha mi oración, oh Dios, presta oído a las palabras de mi boca.

Las palabras de su boca eran más blandas que la mantequilla, pero en su corazón {había} guerra; más suaves que el aceite eran sus palabras, sin embargo, eran espadas desnudas.

Te alabaré entre los pueblos, Señor; te cantaré alabanzas entre las naciones.

Oh Dios, rompe los dientes de su boca; quiebra las muelas de los leoncillos, SEÑOR.

Que se diluyan como las aguas que corren; {cuando} disparen sus saetas, que sean como si estuvieran sin punta.

Tú, SEÑOR, Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta para castigar a todas las naciones; no tengas piedad de ningún inicuo traidor. (Selah)

Mas tú, oh SEÑOR, te ríes de ellos; te burlas de todas las naciones.

{Por} el pecado de su boca {y} la palabra de sus labios, sean presos en su orgullo, y por las maldiciones y mentiras que profieren.

No confiéis en la opresión, ni en el robo pongáis vuestra esperanza; si las riquezas aumentan, no pongáis el corazón {en ellas}.

Cuando en mi lecho me acuerdo de ti, en ti medito durante las vigilias de la noche.

Pero los que buscan mi vida para destruirla, caerán a las profundidades de la tierra.

Serán entregados al poder de la espada; presa serán de las zorras.

Se aferran en propósitos malignos; hablan de tender trampas en secreto, {y} dicen: ¿Quién las verá?

Las iniquidades prevalecen contra mí; {mas} nuestras transgresiones tú las perdonas.

el que calma el rugido de los mares, el estruendo de las olas, y el tumulto de los pueblos.

Las praderas se visten de rebaños, y los valles se cubren de grano; dan voces de júbilo, sí, cantan.

Venid y ved las obras de Dios, admirable en {sus} hechos a favor de los hijos de los hombres.

El domina con su poder para siempre; sus ojos velan sobre las naciones; no se enaltezcan los rebeldes. (Selah)

para que sea conocido en la tierra tu camino, entre todas las naciones tu salvación.

Alégrense y canten con júbilo las naciones, porque tú juzgarás a los pueblos con equidad, y guiarás a las naciones en la tierra. (Selah)

Padre de los huérfanos y defensor de las viudas es Dios en su santa morada.

El Señor da la palabra; las {mujeres} que anuncian las {buenas} nuevas son gran multitud:

Dijo el Señor: De Basán {los} haré volver; {los} haré volver de las profundidades del mar;

Los cantores iban delante, los músicos detrás, en medio de las doncellas tocando panderos.

Bendecid a Dios en las congregaciones, al SEÑOR, {vosotros} del linaje de Israel.

Reprende las fieras de las cañas, la manada de toros con los becerros de los pueblos, pisoteando las piezas de plata; El ha dispersado a los pueblos que se deleitan en la guerra.

Para el director del coro; según Sosanim. {Salmo} de David.Sálvame, oh Dios, porque las aguas {me} han llegado hasta el alma.

Me he hundido en cieno profundo, y no hay donde hacer pie; he llegado a lo profundo de las aguas, y la corriente me anega.

Sácame del cieno y no dejes que me hunda; sea yo librado de los que me odian, y de lo profundo de las aguas.

No me cubra la corriente de las aguas, ni me trague el abismo, ni el pozo cierre sobre mí su boca.

Porque Dios salvará a Sion y edificará las ciudades de Judá, para que ellos moren allí y la posean.

No me rechaces en el tiempo de la vejez; no me desampares cuando me falten las fuerzas.

Y aun en la vejez y las canas, no me desampares, oh Dios, hasta que anuncie tu poder a {esta} generación, tu poderío a todos los que han de venir.

Tú que me has hecho ver muchas angustias y aflicciones, me volverás a dar vida, y me levantarás de nuevo de las profundidades de la tierra.

Que te teman mientras duren el sol y la luna, por todas las generaciones.

Los reyes de Tarsis y de las islas traigan presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrezcan tributo;

y póstrense ante él todos los reyes {de la tierra}; sírvanle todas las naciones.

Haya abundancia de grano en la tierra, en las cumbres de los montes; su fruto se mecerá como {los cedros del} Líbano; y los de la ciudad florezcan como la hierba de la tierra.

Sea su nombre para siempre; que su nombre se engrandezca mientras dure el sol, y sean benditos por él {los hombres}; llámenlo bienaventurado todas las naciones.

{Aquí} terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.

Por eso el pueblo de Dios vuelve a este lugar, y beben las aguas de la abundancia.

Masquil de Asaf.Oh Dios, ¿por qué {nos} has rechazado para siempre? ¿{Por qué} se enciende tu ira contra las ovejas de tu prado?

Dirige tus pasos hacia las ruinas eternas; todo lo que hay en el santuario lo ha dañado el enemigo.

Tú dividiste el mar con tu poder; quebraste las cabezas de los monstruos en las aguas.

Tú aplastaste las cabezas de Leviatán; lo diste por comida a los moradores del desierto.

Porque hay un cáliz en la mano del SEÑOR, y el vino fermenta, lleno de mixtura, y de éste El sirve; ciertamente lo sorberán hasta las heces {y} lo beberán todos los impíos de la tierra.

Allí quebró las saetas encendidas del arco, el escudo, la espada y las armas de guerra. (Selah)

Me acordaré de las obras del SEÑOR; ciertamente me acordaré de tus maravillas antiguas.

Las aguas te vieron, oh Dios, te vieron las aguas y temieron, los abismos también se estremecieron.

Derramaron aguas las nubes, tronaron los nubarrones, también tus saetas centellearon por doquier.

En el mar {estaba} tu camino, y tus sendas en las aguas inmensas, y no se conocieron tus huellas.

Masquil de Asaf.Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.

No {lo} ocultaremos a sus hijos, sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del SEÑOR, su poder y las maravillas que hizo.

para que ellos pusieran su confianza en Dios, y no se olvidaran de las obras de Dios, sino que guardaran sus mandamientos;

Los hijos de Efraín eran arqueros bien equipados, {pero} volvieron las espaldas el día de la batalla.

Dividió el mar y los hizo pasar, y contuvo las aguas como en un montón.

Partió las rocas en el desierto, y {les} dio agua tan abundante como las profundidades {del océano;}

Sin embargo, dio órdenes a las nubes arriba, y abrió las puertas de los cielos;

y {las} hizo caer en medio del campamento, alrededor de sus viviendas.

¿Cuántas veces se rebelaron contra El en el desierto, y le entristecieron en las soledades!

e hirió a todos los primogénitos en Egipto, las primicias de su virilidad en las tiendas de Cam.

Y expulsó a las naciones de delante de ellos; las repartió con medida por herencia, e hizo habitar en sus tiendas a las tribus de Israel.

Y edificó su santuario como las alturas, como la tierra que ha fundado para siempre.

Escogió también a David su siervo, lo tomó de entre los apriscos de las ovejas;

lo trajo de cuidar las ovejas con {sus} corderitos, para pastorear a Jacob, su pueblo, y a Israel, su heredad.

Salmo de Asaf.Oh Dios, las naciones han invadido tu heredad; han profanado tu santo templo; han dejado a Jerusalén en ruinas.

Han dado los cadáveres de tus siervos por comida a las aves del cielo, la carne de tus santos a las fieras de la tierra.

Derrama tu furor sobre las naciones que no te conocen, y sobre los reinos que no invocan tu nombre.

No recuerdes contra nosotros las iniquidades de {nuestros} antepasados; venga pronto a nuestro encuentro tu compasión, porque estamos muy abatidos.

¿Por qué han de decir las naciones: Dónde está su Dios? Sea notoria entre las naciones, a nuestra vista, la venganza por la sangre derramada de tus siervos.

Y nosotros, pueblo tuyo y ovejas de tu prado, te daremos gracias para siempre; a todas las generaciones hablaremos de tu alabanza.

Tú removiste una vid de Egipto; expulsaste las naciones y la plantaste.