'Oyó' en la Biblia
Mas Joacaz se entristeció delante del SEÑOR, y el SEÑOR lo oyó; porque miró la aflicción de Israel, pues el rey de Siria los afligía.
Y le oyó el rey de Asiria; y subió el rey de Asiria contra Damasco, y la tomó, y transportó los moradores a Cirene, y mató a Rezín.
Y cuando el rey Ezequías lo oyó, rasgó sus vestidos, y se cubrió de cilicio, y entró en la Casa del SEÑOR.
Y oyó decir de Tirhaca rey de Etiopía: He aquí ha salido para hacerte guerra. Entonces volvió él, y envió embajadores a Ezequías, diciendo:
En aquel tiempo Berodac-baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un regalo a Ezequías, porque oyó que Ezequías había estado enfermo.
Y Ezequías los oyó, y les mostró toda la casa de las cosas preciosas, plata, oro, y especiería, y el ungüento precioso; y la casa de sus armas, y todo lo que había en sus tesoros; ninguna cosa quedó que Ezequías no les mostrara, así en su casa como en todo su señorío.
Y cuando el rey oyó las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestidos.
Y oyendo los filisteos que David había sido ungido por rey sobre todo Israel, subieron todos los filisteos en busca de David. Y cuando David lo oyó, salió contra ellos.
Y cuando Tou, rey de Hamat, oyó que David había derrotado a todo el ejército de Hadad-ezer, rey de Soba,
Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, vino a Jerusalén a probar a Salomón con preguntas difíciles. Ella tenía un séquito muy grande, con camellos cargados de especias y gran cantidad de oro y piedras preciosas. Cuando vino a Salomón, habló con él de todo lo que tenía en su corazón.
Y cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, el cual estaba en Egipto, donde había huido a causa del rey Salomón, volvió de Egipto.
Y cuando oyó Asa las palabras y profecía de Obed, el profeta, fue confortado, y quitó las abominaciones de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de todas las ciudades que él había tomado en el monte de Efraín; y reparó el altar del SEÑOR que estaba delante del pórtico del SEÑOR.
Y sucedió que cuando Baasa {lo} oyó, dejó de fortificar Ramá, y abandonó su obra.
Y cuando Atalía oyó el estruendo del pueblo que corría, y de los que alababan al rey, vino al pueblo en la Casa del SEÑOR;
Muerto Joiada, vinieron los príncipes de Judá, y adoraron al rey; y el rey les oyó.
Y oyó el SEÑOR a Ezequías, y sanó al pueblo.
Entonces los sacerdotes levitas se levantaron y bendijeron al pueblo; y se oyó su voz, y su oración llegó hasta su santa morada, hasta los cielos.
Y cuando oró a él, fue oído; porque él oyó su oración, y le devolvió a Jerusalén, a su reino. Entonces conoció Manasés que el SEÑOR era Dios.
Y cuando el rey oyó las palabras de la ley, rasgó sus vestidos;
Y fue que cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se encolerizó y se enojó en gran manera, e hizo escarnio de los judíos.
En mi angustia llamé al SEÑOR, y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.
Clamaron, y no hubo quién se salvara; aun al SEÑOR, mas no los oyó.
Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre en espíritu, ni de él escondió su rostro; y cuando clamó a él, le oyó.
Bendito el SEÑOR, que oyó la voz de mis ruegos.
Dálet Busqué al SEÑOR, y él me oyó; y me libró de todos mis temores.
Vau Este pobre llamó, y le oyó el SEÑOR, y lo libró de todas sus angustias.
Pe Clamaron los justos, y el SEÑOR oyó, y los libró de todas sus angustias.
Pacientemente esperé al SEÑOR, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
Mas ciertamente me oyó Dios; atendió a la voz de mi oración.
Por tanto oyó el SEÑOR, y se enojó; se encendió el fuego contra Jacob, y el furor subió también contra Israel;
Lo oyó Dios, y se enojó, y en gran manera aborreció a Israel.
Mas mi pueblo no oyó mi voz, e Israel no me quiso a mí.
Oyó Sion, y se alegró; y las hijas de Judá se gozaron por tus juicios, oh SEÑOR.
Y sucedió que cuando oyó {esto} el rey Ezequías, rasgó sus vestidos, se cubrió de cilicio y entró en la casa del SEÑOR.
Quizá oirá el SEÑOR tu Dios las palabras de Rabsaces, al cual envió el rey de Asiria su señor a blasfemar al Dios vivo, y a reprender con las palabras, que oyó el SEÑOR tu Dios; alza pues, oración tú por el remanente que aún ha quedado.
Y {les} oyó decir acerca de Tirhaca, rey de Etiopía: Ha salido a pelear contra ti. Y cuando {lo} oyó, envió mensajeros a Ezequías, diciendo:
En aquel tiempo Merodac-baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un regalo a Ezequías porque oyó que había estado enfermo y se había recuperado.
¿Quién oyó cosa semejante? ¿Quién vió cosa tal? ¿Dará a luz la tierra en un día? ¿Nacerá toda una nación de una vez? ¿Que Sion estuvo de parto, y dará a luz juntamente sus hijos?
Desde Dan se oyó el bufido de sus caballos; del sonido de los relinchos de sus fuertes tembló toda la tierra; y vinieron y devoraron la tierra y su abundancia, ciudad y moradores de ella.
Por tanto, así dijo el SEÑOR: Preguntad ahora a los gentiles, quién oyó tal. Gran fealdad hizo la virgen de Israel.
Y Pasur sacerdote, hijo de Imer, que presidía por príncipe en la Casa del SEÑOR, oyó a Jeremías que profetizaba estas palabras.
Porque ¿quién estuvo en el secreto del SEÑOR, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y oyó?
y oyó sus palabras el rey Joacim, y todos sus valientes, y todos sus príncipes, y el rey procuró matarle; lo cual entendiendo Urías, tuvo temor, y huyó, y se metió en Egipto.
Y oyó Sefatías hijo de Matán, y Gedalías hijo de Pasur, y Jucal hijo de Selemías, y Pasur hijo de Malquías, las palabras que Jeremías hablaba a todo el pueblo, diciendo:
Ebed Melec el Etíope, eunuco del palacio del rey, oyó que habían echado a Jeremías en la cisterna. Estando el rey sentado a la Puerta de Benjamín,
Y oyó Johanán, hijo de Carea, y todos los príncipes de los ejércitos que estaban con él, todo el mal que hizo Ismael, hijo de Netanías.
Y aconteció que cuando todo el pueblo que estaba con Ismael oyó a Johanán, hijo de Carea, y a todos los príncipes de los ejércitos que venían con él, se alegraron.
Y no oyó Johanán, hijo de Carea, y todos los príncipes de los ejércitos, y todo el pueblo, a la voz del SEÑOR para quedarse en tierra de Judá;
Del estruendo de la caída de ellos la tierra tembló, y el grito de su voz se oyó en el mar Bermejo.
Oyó su fama el rey de Babilonia, y sus manos se descoyuntaron; angustia le tomó, dolor como de mujer de parto.
Del grito de la toma de Babilonia la tierra tembló, y el clamor se oyó entre los gentiles.
Y se oyó en ella voz de compañía en fiesta; y con los varones fueron traídos los sabeos del desierto para multiplicar los hombres; y pusieron manillas sobre sus manos, y coronas de gloria sobre sus cabezas.
El sonido del shofar oyó, y no se apercibió; su sangre será sobre él; mas el que se apercibiere, librará su alma.
Y dijo: Clamé de mi tribulación al SEÑOR, Y él me oyó; Del vientre del Seol clamé, Y mi voz oíste.
Y oyó Zorobabel hijo de Salatiel, y Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y todo el remanente del pueblo, la voz del SEÑOR su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como lo había enviado el SEÑOR Dios de ellos; y temió el pueblo delante del SEÑOR.
Voz de aullido de pastores se oyó, porque su magnificencia es asolada; estruendo de bramidos de cachorros de leones, porque la soberbia del Jordán es destruida.
Entonces los que temen al SEÑOR hablaron cada uno a su compañero; y el SEÑOR escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen al SEÑOR, y para los que piensan en su Nombre.
Cuando {lo} oyó el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él.
SE OYO UNA VOZ EN RAMA, LLANTO Y GRAN LAMENTACION; RAQUEL QUE LLORA A SUS HIJOS, Y QUE NO QUISO SER CONSOLADA PORQUE {ya} NO EXISTEN.
Pero cuando oyó que Arquelao reinaba sobre Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá; y advertido {por Dios} en sueños, partió para la región de Galilea;
Y he aquí, {se oyó} una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido.
Cuando El oyó que Juan había sido encarcelado, se retiró a Galilea;
En aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús,
Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en un barco a un lugar desierto, apartado; y cuando la multitud lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades.
Pero a medianoche se oyó un clamor: `` ¿Aquí está el novio! Salid a recibir{lo.}"
Y entró otra vez en Capernaum después de algunos días, y se oyó que estaba en casa.
cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su vestido.
Y tan pronto como Jesús oyó la palabra que fue dicha, dijo al príncipe de la sinagoga: No temas, cree solamente.
Y oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre era hecho notorio; y dijo: Juan el que bautizaba, ha resucitado de los muertos, y por tanto, virtudes obran en él.
Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, luego que oyó de él, vino y se echó a sus pies.
Y cuando oyó que era Jesús el Nazareno, comenzó a gritar y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
Cuando uno de los escribas se acercó, los oyó discutir, y reconociendo que les había contestado bien, le preguntó: ¿Cuál mandamiento es el más importante de todos?
Y aconteció, que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo,
Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; en la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó; y fue grande la ruina de aquella casa.
Y cuando oyó hablar de JESÚS, envió a él los ancianos de los judíos, rogándole que viniera y librara a su siervo.
Pero cuando Jesús {lo} oyó, le respondió: No temas; cree solamente, y ella será sanada.
Y oyó Herodes el tetrarca todas las cosas que hacía; y estaba en duda, porque decían algunos: Juan ha resucitado de los muertos;
Después que la voz se oyó, Jesús fue hallado solo. Ellos se {lo} callaron, y por aquellos días no contaron a nadie nada de lo que habían visto.
Cuando uno de los que estaban sentados con El {a la mesa} oyó esto, le dijo: ¡Bienaventurado todo el que coma pan en el reino de Dios!
Y su hijo mayor estaba en el campo; el cual cuando vino, y llegó cerca de casa, oyó la sinfonía y las danzas;
Cuando Jesús oyó {esto,} le dijo: Te falta todavía una cosa; vende todo lo que tienes y reparte entre los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sígueme.
el cual cuando oyó la multitud que pasaba, preguntó qué era aquello.
Cuando Pilato oyó {esto,} preguntó si el hombre era galileo.
Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio.
Este, cuando oyó que Jesús venía de Judea a Galilea, fue a él, y le rogaba que descendiera, y sanara a su hijo, porque se comenzaba a morir.
Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados de Dios. Así que, todo aquel que oyó del Padre, y aprendió, viene a mí.
Oyó Jesús que le habían echado fuera; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios?
Cuando Jesús {lo} oyó, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por medio de ella.
Cuando oyó pues que estaba enfermo, permaneció aún dos días en aquel lugar donde estaba.
Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a recibirle; mas María se estuvo en la casa.
Ella, cuando lo oyó, se levantó prestamente y vino a él.
Al día siguiente, cuando la gran multitud que había venido a la fiesta, oyó que Jesús venía a Jerusalén,
Por eso la multitud que estaba {allí} y {la} oyó, decía que había sido un trueno; otros decían: Un ángel le ha hablado.
Cuando Pilato oyó esta palabra, tuvo más miedo.
Entonces Pilato, cuando oyó estas palabras, sacó fuera a Jesús y se sentó en el tribunal, en un lugar llamado el Empedrado, y en hebreo Gabata.
Dijo entonces aquel discípulo, al cual amaba Jesús, a Pedro: El Señor es. Entonces Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa, porque estaba desnudo, y se echó al mar.
Y cuando Jacob oyó que había trigo en Egipto, envió a nuestros padres la primera vez.
Y acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees?
y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
Y oyó una voz: Levántate, Pedro, mata y come.