'Saber' en la Biblia
Y a los hijos de Aarón dieron las ciudades de Judá de acogimiento, es a saber, a Hebrón, a Libna con sus ejidos;
Es a saber: Naamán, Ahías, y Gera; éste los transportó, y engendró a Uza, y a Ahiud.
Y desde el tiempo que puse los jueces sobre mi pueblo Israel; mas humilllaré á todos tus enemigos. Hágote además saber que Jehová te ha de edificar casa.
Y LOS hijos de Israel según su número, á saber, príncipes de familias, tribunos, centuriones y oficiales de los que servían al rey en todos los negocios de las divisiones que entraban y salían cada mes en todos los meses del año, eran en cada división vei
A saber, tres mil talentos de oro, de oro de Ophir, y siete mil talentos de plata afinada para cubrir las paredes de las casas:
para que ofrecieran cada cosa en su día, conforme al mandamiento de Moisés, en los sábados, las nuevas lunas, y fiestas tres veces al año, a saber, en la fiesta de los panes sin levadura, en la fiesta de las semanas, y en la fiesta de los tabernáculos.
con mil doscientos carros, y con sesenta mil hombres de a caballo; mas el pueblo que venía con él de Egipto, no tenía número; a saber, de libios, suquienos, y etíopes.
Pero a causa de los embajadores de los príncipes de Babilonia, que enviaron a él para saber del prodigio que había acaecido en aquella tierra, Dios lo dejó, para probarle, para hacer conocer todo lo que estaba en su corazón.
Ahora porque de la sal del palacio estamos salados, no nos es justo ver el menosprecio del rey; por tanto hemos enviado para hacerlo saber al rey,
Hacemos saber al rey, que si esta ciudad fuere edificada, y los muros fundados, la parte más allá del río no será tuya.
Y también les preguntamos sus nombres para hacértelo saber, para escribirte los nombres de los varones que estaban por cabezas de ellos.
Y a vosotros os hacemos saber, que a todos los sacerdotes y levitas, cantores, porteros, netineos y ministros de la casa de este Dios, ninguno pueda imponerles tributo, o impuesto, o renta.
Los oficiales no sabían adónde yo había ido ni qué había hecho, ni tampoco se lo había hecho saber todavía a los judíos, ni a los sacerdotes, ni a los nobles, ni a los oficiales, ni a los demás que hacían la obra.
y que hicieran saber, y pasar pregón por todas sus ciudades y por Jerusalén, diciendo: Salid al monte, y traed ramos de oliva, ramos de pino, ramos de arrayán, ramos de palmas, y ramos de todo árbol espeso, para hacer cabañas como está escrito.
Y cada día Mardoqueo se paseaba delante del patio de la casa de las mujeres, por saber la paz de Ester, y qué se hacía de ella.
Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos del rey, que él había puesto al servicio de ella, y lo mandó a Mardoqueo, para saber qué era aquello, y por qué.
Una cosa resta es a saber que yo diga: Al perfecto y al impío él los consume.
Le diré a Dios: ``No me condenes, hazme saber por qué contiendes conmigo.
sobre saber tú que no soy impío, y que no hay quien de tu mano me libre?
Altos son como los cielos; ¿qué harás tú? Más profundos son que el Seol; ¿qué puedes tú saber?
¡Quién me diera el saber dónde hallar a Dios! Yo iría hasta su silla.
Traeré mi saber desde lejos, y atribuiré justicia a mi Hacedor.
Ahora ciñe como varón tus lomos; yo te preguntaré, y hazme saber tú.
¿Dónde estabas cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes entendimiento.
Oye ahora, y hablaré; te preguntaré, y tú me harás saber.
Me harás saber la senda de la vida; plenitud de alegrías hay con tu rostro; deleites en tu diestra para siempre.
Dálet Tus caminos, oh SEÑOR, me haces saber; tus sendas me enseñas.
Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar; te aconsejaré con mis ojos {puestos} en ti.
Hazme saber, SEÑOR, mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; sepa yo cuánto tengo de ser del mundo.
Pensaré pues para saber esto: Es á mis ojos duro trabajo,
Para contar nuestros días haznos saber así, y traeremos al corazón sabiduría.
Encargaste la justicia es a saber tus testimonios, y tu verdad.
Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado; hazme saber el camino por donde ande, porque a ti he alzado mi alma.
Oirá el sabio, y aumentará el saber; Y el entendido adquirirá consejo;
Volveos a mi reprensión; he aquí yo os derramaré mi espíritu, y os haré saber mis palabras.
Da al sabio, y será más sabio; enseña al justo, y aumentará su saber.
El sabio de corazón será llamado prudente; y la dulzura de labios aumenta el saber.
El corazón del sabio hace prudente su boca; y con sus labios aumenta el saber.
El hombre que se aparta del camino del saber reposará en la asamblea de los muertos.
Para que tu confianza sea en el SEÑOR, te las he hecho saber hoy a ti también.
para hacerte saber la certidumbre de las razones verdaderas, para que puedas responder razones de verdad a los que a ti enviaren?
Debes saber {que} así es la sabiduría para tu alma; Si {la} hallas, entonces habrá un futuro, Y tu esperanza no será cortada.
Porque, ¿quién sabe lo que es bueno para el hombre durante {su} vida, en los contados días de su vana vida? Los pasará como una sombra. Pues, ¿quién hará saber al hombre lo que sucederá después de él bajo el sol?
Yo he rodeado con mi corazón por saber, y examinar, e inquirir la sabiduría, y la razón; y por saber la maldad de la locura, y el desvarío del error;
El loco multiplica palabras, y dice: no sabe el hombre lo que será; ¿y quién le hará saber lo que después de él será?
Ni aun en tu pensamiento maldigas al rey, ni en los secretos de tu cámara maldigas al rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra.
Alégrate, joven, en tu mocedad, y tome placer tu corazón en los días de tu juventud. Sigue los impulsos de tu corazón y el gusto de tus ojos; mas debes saber que por todas estas cosas, Dios te traerá a juicio.
Hazme saber, o tú a quien ama mi alma, dónde apacientas, dónde sesteas tu rebaño al mediodía; pues, ¿por qué había yo de estar como vagueando tras los rebaños de tus compañeros?
Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, si hallareis a mi amado, que le hagáis saber cómo de amor estoy enferma.
El SEÑOR hará venir sobre ti, y sobre tu pueblo, y sobre la casa de tu padre, días cuales nunca vinieron desde el día que Efraín se apartó de Judá, es a saber, al rey de Asiria.
En aquel día raerá el Señor con navaja alquilada, con los que habitan del otro lado del río, es a saber, con el rey de Asiria, cabeza y pelos de los pies; y aun la barba también quitará.
he aquí, por tanto, que el Señor hace subir sobre ellos aguas de río, impetuosas y muchas, es a saber, al rey de Asiria con todo su poder: el cual subirá sobre todos sus ríos, y pasará sobre todas sus riberas;
¿Dónde están ahora aquellos tus prudentes? Que te digan ahora, o te hagan saber qué es lo que el SEÑOR de los ejércitos ha determinado sobre Egipto.
Porque el Señor me dijo así: Ve, pon centinela, que haga saber lo que viere.
Porque su Dios le enseña para saber juzgar, y le instruye,
Y el corazón de los tontos entenderá para saber, y la lengua de los tartamudos será desenvuelta para hablar claramente.
El Señor DIOS me dio lengua de sabios, para saber dar en su sazón palabra al cansado: despertará de mañana, de mañana despertará mi oído, para que oiga, como los sabios.
Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiera obrado justicia, y que no hubiera dejado el derecho de su Dios; me piden derechos de justicia, y quieren acercarse a Dios.
El que hace la tierra con su potencia, el que pone en orden el mundo con su saber, y extiende los cielos con su inteligencia;
Y el SEÑOR me lo hizo saber, y lo conocí; entonces me hiciste ver sus obras.
Oíd palabra del SEÑOR, oh gentiles, y hacedlo saber en las islas que están lejos, y decid: El que esparció a Israel lo juntará y lo guardará, como pastor a su ganado.
Descendió á la casa del rey, á la cámara del secretario, y he aquí que todos los príncipes estaban allí sentados, á saber: Elisama secretario, y Delaías hijo de Semeías, y Elnathán hijo de Achbor, y Gemarías hijo de Saphán, y Sedechîas hijo de Ananías, y
Y sucedió que cuando oyeron todas las palabras, se miraron unos a otros atemorizados, y dijeron a Baruc: Ciertamente haremos saber al rey todas estas palabras.
Y Jeremías dijo a Sedequías: Si te la hago saber, ¿no es cierto que me matarás? Y si te doy un consejo, no me escucharás.
Vinieron luego á Gedalías en Mizpa, es á saber, Ismael hijo de Nethanías, y Johanán y Jonathán hijos de Carea, y Seraías hijo de Tanhumeth, y los hijos de Ephi Netophatita, y Jezanías hijo de Maachâti, ellos y su hombres.
¿Por qué hicisteis errar vuestras almas? Porque vosotros me enviasteis al SEÑOR vuestro Dios, diciendo: Ora por nosotros al SEÑOR nuestro Dios; y conforme a todas las cosas que el SEÑOR nuestro Dios dijere, háznoslo saber así, y lo pondremos por obra.
Denunciad en Egipto, y haced saber en Migdol; haced saber también en Menfis y en Tafnes; decid: Está quieto, y aparéjate; porque espada ha de devorar tu comarca.
Denunciad en los gentiles, y haced saber; levantad también bandera; publicad, y no lo encubráis, decid: Tomada es Babilonia, Bel es confundido, deshecho es Merodac; confundidas son sus esculturas, quebrados son sus ídolos.
Hijo de hombre, haz saber a Jerusalén sus abominaciones,
¿Los juzgarás? ¿{Los} juzgarás, hijo de hombre? Hazles saber las abominaciones de sus padres,
Tú, hijo de hombre, ¿Vas a juzgar? ¿Vas a juzgar a la ciudad sanguinaria? Hazle saber todas sus abominaciones.
También me dijo el SEÑOR: Hijo de hombre, ¿juzgarás a Aholá y a Aholibá? Hazles saber, pues, sus abominaciones.
Y junto al término de Judá, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, será la suerte que apartaréis de veinticinco mil cañas de anchura, y de longitud como cualquiera de las otras partes es a saber, desde la parte del oriente hasta la parte del mar; y el Santuario estará en medio de ella.
Y del príncipe será lo que quedare de una parte y de la otra de la suerte santa, y de la posesión de la ciudad, es a saber, delante de las veinticinco mil cañas de la suerte santa hasta el término oriental, y al occidente delante de las veinticinco mil hasta el término occidental, delante de las partesdichas será del príncipe; y suerte santa será; y el Santuario de la Casa estará en medio de ella.
jóvenes en quienes no hubiera defecto alguno, de buen parecer, inteligentes en toda {rama del} saber, dotados de entendimiento y habilidad para discernir y que tuvieran la capacidad para servir en el palacio del rey; y {le mandó} que les enseñara la escritura y la lengua de los caldeos.
Y el rey les dijo: He soñado un sueño, y mi espíritu se ha quebrantado por saber el sueño.
Respondió Daniel ante el rey, y dijo: En cuanto al misterio que el rey quiere saber, no {hay} sabios, encantadores, magos {ni} adivinos que puedan declarar{lo} al rey.
Mas hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer al cabo de días. Tu sueño, y las visiones de tu cabeza sobre tu cama, es esto:
Tú, oh rey, en tu cama, te subieron tus pensamientos por saber lo que había de ser en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser.
Y a mí me ha sido revelado este misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en todos los vivientes, sino por aquellos que debían de hacer saber al rey la interpretación, y para que tú entendieses los pensamientos de tu corazón.
tal como viste que una piedra fue cortada del monte sin {ayuda de} manos y que desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha hecho saber al rey lo que sucederá en el futuro. Así, pues, el sueño es verdadero y la interpretación fiel.
Pero si no {lo hace,} has de saber, oh rey, que no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que has levantado.
Por lo cual yo di mandamiento para hacer venir delante de mí a todos los sabios de Babilonia, a fin de que me hiciesen saber la interpretación del sueño.
por cuanto fue hallado en él mayor espíritu, conocimiento, y entendimiento, declarando sueños, desatando preguntas, y soltando dudas, es a saber, en Daniel; al cual el rey puso por nombre Beltasar. Llámese, pues, ahora a Daniel, y él te mostrará la declaración.
Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que tan diferente era de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro, y sus uñas eran de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies;
Has de saber y entender {que} desde la salida de la orden para restaurar y reconstruir a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, {habrá} siete semanas y sesenta y dos semanas; volverá a ser edificada, con plaza y foso, pero en tiempos de angustia.
Y he venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque aún habrá visión para algunos días;
Efraín será una desolación en el día de la reprensión; en las tribus de Israel yo hago saber lo que es cierto.
Ellos han puesto reyes, pero no {escogidos} por mí; han nombrado príncipes, pero sin saber{lo} yo. Con su plata y su oro se han hecho ídolos, para su propia destrucción.
El atalaya de Efraín para con mi Dios es a saber el profeta, es lazo de cazador en todos sus caminos, odio en la Casa de su Dios.
Y dijeron cada uno a su compañero: Venid, y echemos suertes, para saber por quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás.
Y dije: Oíd ahora, príncipes de Jacob, y cabezas de la Casa de Israel: ¿No pertenecía a vosotros saber el derecho?
Y apacentaré, pues, las ovejas de la matanza, es a saber, a los pobres del rebaño. Porque yo me tomé dos cayados; al uno puse por nombre Suavidad, y al otro Ligaduras; y apacenté las ovejas.
y enviándolos a Belén, dijo: Andad allá, y preguntad con diligencia por el niño; y después que le hallaréis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.
Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis:
Y él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros es concedido saber los misterios del Reino de los cielos; mas a ellos no les es concedido.
Y él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno sino uno, es a saber, Dios; y si quieres entrar a la vida, guarda los mandamientos.
Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejasteis lo que es lo más grave de la ley, es á saber, el juicio y la misericordia y la fe: esto era menester hacer, y no dejar lo otro.
Y les dijo: A vosotros es dado saber el misterio del Reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas;
y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin saber él cómo.
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