'Su' en la Biblia

Y volvió Job a tomar su parábola, y dijo:

cuando hacía resplandecer su candela sobre mi cabeza, a la luz de la cual yo caminaba en la oscuridad;

Los príncipes detenían sus palabras; ponían la mano sobre su boca;

la voz de los principales se ocultaba, y su lengua se pegaba a su paladar;

Me esperaban como a la lluvia, y abrían su boca como a la lluvia tardía.

Que cogían malvas entre los arbustos, y raíces de enebro para su comida.

Y ahora yo soy su canción, y soy hecho a ellos refrán.

Me abominan, se alejan de mí, y aun de mi rostro no detuvieron su saliva.

Por cuanto El ha aflojado la cuerda de su arco y me ha afligido, se han quitado el freno delante de mí.

A la mano derecha se levantaron los jóvenes; empujaron mis pies, y pisaron sobre mí las sendas de su destrucción.

Sin embargo ¿no extiende la mano {el que está} en un montón de ruinas, cuando clama en su calamidad?

Si he impedido a los pobres {su} deseo, o he hecho desfallecer los ojos de la viuda,

Si su corazón no me ha expresado gratitud, Pues se ha calentado con el vellón de mis ovejas;

Porque el castigo de Dios es terror para mí, y ante su majestad nada puedo {hacer.}

que ni aun entregué al pecado mi paladar, pidiendo maldición para su alma;

cuando mis domésticos decían: ¡Quién nos diera de su carne! Nunca nos hartaríamos.

si comí su sustancia sin dinero, o afligí el alma de sus dueños;

Entonces Eliú hijo de Barachêl, Bucita, de la familia de Ram, se enojó con furor contra Job: enojóse con furor, por cuanto justificaba su vida más que á Dios.

Su ira se encendió también contra sus tres amigos porque no habían hallado respuesta, y sin embargo habían condenado a Job.

Pero viendo Eliú que no había respuesta en la boca de aquellos tres varones, su furor se encendió.

He aquí que Dios buscó achaques contra mí, y me tiene por su enemigo;

entonces revela al oído de los hombres, y les sella su instrucción;

para quitar al hombre de su propia obra, y cubrir al varón de la soberbia.

Así detendrá su alma de corrupción, y su vida de ser pasado a espada.

También sobre su cama es castigado con dolor fuerte en todos sus huesos,

que le hace que su vida aborrezca el pan, y su alma la comida suave.

Su carne desfallece sin verse, y sus huesos, que antes no se veían, aparecen.

Su alma se acercará al sepulcro, y su vida a los enterradores.

Si tuviera cerca de él un mensajero, un intérprete, uno entre mil que mostrare al hombre su rectitud;

y que tenga piedad de él, y diga: ``Líbralo de descender a la fosa, he hallado {su} rescate";

se enternecerá su carne más que de niño, y volverá a los días de su juventud.

Orará a Dios, y le amará, y verá su faz con gritos de alegría; y él dará al hombre el pago de su justicia.

Dios rescatará su alma, que no pase a la huesa, y su vida se verá en luz.

para apartar su alma de la huesa, e iluminarlo con la luz de los vivientes.

Porque dijo: De nada servirá al hombre el conformar su voluntad con Dios.

Porque él pagará al hombre según su obra, y él le hará hallar conforme a su camino.

¿Quién le dio autoridad sobre la tierra? ¿Y quién ha puesto {a su cargo} el mundo entero?

Si él pusiera sobre el hombre su corazón, y recogiere así su espíritu y su aliento,

El quebrantará a los fuertes sin pesquisa, y hará estar a otros en su lugar.

Cuando está quieto, ¿quién puede condenar{le?;} y cuando esconde su rostro, ¿quién puede contemplarle?; esto es, tanto nación como hombre,

¿Por ventura acabará por ti su obra, que no quieras tú, o quieras, o yo? Di lo que sabes.

Porque a su pecado añadió rebelión; bate las manos entre nosotros, y contra Dios multiplica sus palabras.

Y procediendo Eliú en su razonamiento, dijo:

Mas ahora, porque no visitó en su ira, ni se conoce con rigor,

por eso Job abrió su boca vanamente, y multiplica palabras sin conocimiento.

No dará vida al impío, antes a los humildes dará su derecho.

entonces les muestra su obra y sus transgresiones, porque ellos se han engrandecido.

Fallecerá el alma de ellos en su juventud, y su vida entre los prostitutos del culto pagano.

Al pobre librará de su pobreza, y en la aflicción despertará su oído.

Por lo cual teme que en su ira no te quite con golpe, El cual no puedas apartar de ti con gran rescate.

No anheles la noche, en la cual él corta los pueblos de su lugar.

He aquí que Dios es excelso con su potencia; ¿qué enseñador semejante a él?

¿Quién le ha prescrito su camino? ¿Y quién le dirá: Iniquidad has hecho?

Acuérdate de engrandecer su obra, la cual contemplan los hombres.

Porque él detiene las goteras de las aguas, cuando la lluvia se derrama de su vapor;

¿Si entenderá también los extendimientos de las nubes, y los bramidos de su tienda?

He aquí que sobre él extiende su luz, y cubrió las raíces del mar.

Tocante á ella anunciará el trueno, su compañero, Que hay acumulación de ira sobre el que se eleva.

A esto también se espanta mi corazón, y salta de su lugar.

Oíd atentamente su voz terrible, y la palabra que sale de su boca.

Debajo de todos los cielos lo enderezará, y su luz se extenderá hasta los fines de la tierra.

Tras de él bramará el sonido, tronará su valiente voz, y aunque sea oída su voz, no los detiene.

Tronará Dios maravillosamente con su voz; él hace grandes cosas, y nosotros no lo entendemos.

Porque a la nieve dice: Sé en la tierra; lluvia tras lluvia, y lluvia tras lluvia en su fortaleza.

Sella la mano a todo hombre; para que todos los hombres conozcan su obra.

La bestia se entrará en su escondrijo, y habitará en sus moradas.

Además de esto con la claridad fatiga las nubes, y las esparce con su luz.

aquélla gira y da vueltas por su sabia dirección, para hacer todo lo que El le ordena sobre la faz de toda la tierra.

Unas veces por azote, otras por causa de su tierra, otras por misericordia las hará aparecer.

¿Supiste tú por ventura, cuando Dios las ponía en concierto, y hacía levantar la luz de su nube?

¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular,

¿O {quién} encerró con puertas el mar, cuando, irrumpiendo, se salió de {su} seno;

cuando puse yo nubes por vestidura suya, y por su faja oscuridad?

¿Has mandado tú a la mañana en tus días? ¿Has mostrado al alba su lugar,

¿Dónde está el camino a la morada de la luz? Y la oscuridad, ¿dónde está su lugar,

¿Si la tomarás tú en sus términos, y si entendieras las sendas de su casa?

¿Sacarás tú a su tiempo los signos de los cielos, o guiarás el Arcturo con sus hijos?

¿Supiste tú las ordenanzas de los cielos? ¿Dispondrás tú de su potestad en la tierra?

¿Quién preparó al cuervo su alimento, cuando sus polluelos claman a Dios, y andan errantes sin comida?

¿Contaste tú los meses de su preñez, y sabes el tiempo cuando han de parir?

Rebusca los montes para su pasto, y anda buscando todo lo que está verde.

¿Atarás tú al unicornio con su coyunda para el surco? ¿Labrará los valles en pos de ti?

¿Por ventura confiarás tú en él, por ser grande su fortaleza, y le fiarás tu labor?

Se endurece para con sus hijos, como si no fueran suyos, no temiendo que su trabajo haya sido en vano;

porque Dios le ha hecho olvidar la sabiduría, y no le ha dado su porción de inteligencia.

A su tiempo se levanta en alto, y se burla del caballo y del que se monta en él.

¿Diste tú al caballo la fortaleza? ¿Vestiste tú su cerviz de relincho?

¿Por ventura le harás tú saltar como a alguna langosta? El resoplido de su nariz es formidable;

escarba la tierra, se alegra en su fuerza, sale al encuentro de las armas;

¿Por ventura enaltece el águila por tu mandamiento, y pone en alto su nido?

Mira a todo soberbio, y próstralo, y quebranta a los impíos en su asiento.

He aquí ahora que su fuerza está en sus lomos, y su fortaleza en el ombligo de su vientre.

Su cola mueve como un cedro, y los nervios de sus genitales son entretejidos.

El es el comienzo de los caminos de Dios; el que lo hizo, acercará a él su espada.

Los árboles sombríos lo cubren con su sombra; los sauces del arroyo lo cercan.

He aquí que él tomará el río sin inmutarse; y se confía que el Jordán pasará por su boca.

Su hacedor lo tomará por sus ojos en tropezaderos, y horadará su nariz.

¿Sacarás tú al leviatán con el anzuelo, o con la cuerda que le echares en su lengua?

¿Pondrás tú garfio en sus narices, y horadarás con espinas su quijada?

¿Cortarás tú con cuchillo su cuero, o con asta de pescadores su cabeza?