'Tú' en la Biblia
- 1.Gé 3:12-Gé 27:39
- 2.Gé 27:40-Éx 3:18
- 3.Éx 4:4-Éx 29:12
- 4.Éx 29:26-Números 11:21
- 5.Números 13:2-Deuteronomio 7:6
- 6.Deuteronomio 7:9-Deuteronomio 16:2
- 7.Deuteronomio 16:3-Deuteronomio 26:19
- 8.Deuteronomio 27:2-Josué 8:18
- 9.Josué 9:9-1 Samuel 15:21
- 10.1 Samuel 15:28-2 Samuel 7:12
- 11.2 Samuel 7:16-2 Samuel 24:13
- 12.2 Samuel 24:16-1 Reyes 17:24
- 13.1 Reyes 18:7-2 Reyes 19:27
- 14.2 Reyes 19:28-2 Crónicas 20:9
- 15.2 Crónicas 20:11-Job 11:19
- 16.Job 13:20-Salmos 10:15
- 17.Salmos 10:17-Salmos 38:3
- 18.Salmos 38:15-Salmos 65:6
- 19.Salmos 65:8-Salmos 83:15
- 20.Salmos 83:16-Salmos 106:47
- 21.Salmos 108:4-Salmos 119:169
- 22.Salmos 119:170-Proverbios 6:2
- 23.Proverbios 6:3-Cantares 8:13
- 24.Isaías 1:22-Isaías 47:6
- 25.Isaías 47:7-Jeremías 3:3
- 26.Jeremías 3:4-Jeremías 45:5
- 27.Jeremías 46:12-Ezequiel 16:55
- 28.Ezequiel 16:56-Ezequiel 38:7
- 29.Ezequiel 38:9-Miqueas 4:8
- 30.Miqueas 4:9-Mateo 20:21
- 31.Mateo 21:5-Lucas 11:36
- 32.Lucas 12:58-Juan 17:14
- 33.Juan 17:17-1 Corintios 14:16
- 34.1 Corintios 14:17-Apocalipsis 18:10
mira {cómo} nos pagan, viniendo a echarnos de tu posesión, la que nos diste en heredad.
y dijo: Prestad atención, todo Judá, habitantes de Jerusalén y {tú,} rey Josafat: así os dice el SEÑOR: ``No temáis, ni os acobardéis delante de esta gran multitud, porque la batalla no es vuestra, sino de Dios.
Y le llegó una carta del profeta Elías, que decía: Así dice el SEÑOR, Dios de tu padre David: ``Por cuanto no has andado en los caminos de Josafat tu padre, ni en los caminos de Asa, rey de Judá,
sino que has andado en el camino de los reyes de Israel, y has hecho que Judá y los habitantes de Israel se hayan prostituido como se prostituyó la casa de Acab, y también has matado a tus hermanos, tu propia familia, que eran mejores que tú,
he aquí, el SEÑOR herirá con gran azote a tu pueblo, a tus hijos, a tus mujeres y a todas tus posesiones;
y tú sufrirás una grave enfermedad, una enfermedad de los intestinos, hasta que día tras día se te salgan a causa de la enfermedad."
Pero si tú vas, haz{lo,} esfuérzate para la batalla; {sin embargo} Dios te derribará delante del enemigo, porque Dios tiene poder para ayudar y para derribar.
Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Amasías, y le envió un profeta que le dijo: ¿Por qué has buscado a los dioses de {otro} pueblo, que no han podido librar a su propio pueblo de tu mano?
Y Joás, rey de Israel, envió {mensaje} a Amasías, rey de Judá, diciendo: El cardo que estaba en el Líbano, envió a decir al cedro que estaba en el Líbano, diciendo: ``Da tu hija por mujer a mi hijo." Pero pasó una fiera que estaba en el Líbano, y pisoteó el cardo.
Tú dijiste: ``He aquí, he derrotado a Edom"; y tu corazón se ha envanecido para gloriarte. Quédate ahora en tu casa; ¿por qué quieres provocar el mal, de modo que caigas tú y Judá contigo?
porque se enterneció tu corazón y te humillaste delante de Dios cuando oíste sus palabras contra este lugar y contra sus habitantes, y te humillaste delante de mí, y rasgaste tus vestidos y lloraste delante de mí, ciertamente te he oído --declara el SEÑOR.
`He aquí, te reuniré con tus padres y serás recogido en tu sepultura en paz, y tus ojos no verán todo el mal que yo voy a traer sobre este lugar y sobre sus habitantes.'" Y llevaron la respuesta al rey.
Pero él le envió mensajeros, diciendo: ¿Qué tenemos que ver el uno con el otro, oh rey de Judá? No {vengo} hoy contra ti, sino contra la casa con la que estoy en guerra, y Dios me ha ordenado que me apresure. Por tu propio bien, deja de {oponerte a} Dios, que está conmigo, para que El no te destruya.
Por cuanto eres enviado por el rey y sus siete consejeros para investigar acerca de Judá y de Jerusalén conforme a la ley de tu Dios que está en tu mano,
También los utensilios que te son entregados para el servicio de la casa de tu Dios, entrégalos todos delante del Dios de Jerusalén.
Y lo demás que se necesite para la casa de tu Dios, para lo cual tengas ocasión de proveer, provéelo del tesoro real.
Y tú, Esdras, conforme a la sabiduría de tu Dios que posees, nombra magistrados y jueces para juzgar a todo el pueblo que {está en la provincia} más allá del río, a todos los que conocen las leyes de tu Dios; y a cualquiera que {las} ignore, {le} enseñarás.
Y todo aquel que no cumpla la ley de tu Dios y la ley del rey, que la justicia se le aplique severamente, sea para muerte o destierro o confiscación de bienes o encarcelamiento.
Y después de todo lo que nos ha sobrevenido a causa de nuestras malas obras y nuestra gran culpa, puesto que tú, nuestro Dios, {nos} has pagado menos de {lo que} nuestras iniquidades {merecen,} y nos has dado un {remanente} que ha escapado como éste,
Oh SEÑOR, Dios de Israel, tú eres justo, porque hemos quedado un {remanente} que ha escapado, como {en} este día; he aquí, estamos delante de ti en nuestra culpa, porque nadie puede estar delante de ti a causa de esto.
Levántate, porque {este} asunto es tu responsabilidad, pero estaremos contigo; anímate y haz{lo}.
que estén atentos tus oídos y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que yo hago ahora delante de ti día y noche por los hijos de Israel tus siervos, confesando los pecados que los hijos de Israel hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado.
Hemos procedido perversamente contra ti y no hemos guardado los mandamientos, ni los estatutos, ni las ordenanzas que mandaste a tu siervo Moisés.
Acuérdate ahora de la palabra que ordenaste a tu siervo Moisés, diciendo: {``Si} sois infieles, yo os dispersaré entre los pueblos;
Y ellos son tus siervos y tu pueblo, los que tú redimiste con tu gran poder y con tu mano poderosa.
Te ruego, oh Señor, que tu oído esté atento ahora a la oración de tu siervo y a la oración de tus siervos que se deleitan en reverenciar tu nombre; haz prosperar hoy a tu siervo, y concédele favor delante de este hombre. Era yo entonces copero del rey.
y el rey me dijo: ¿Por qué está triste tu rostro? Tú no estás enfermo; eso no es más que tristeza de corazón. Entonces tuve mucho temor,
y respondí al rey: Si le place al rey, y si tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, para que yo la reedifique.
Entonces el rey me dijo, estando la reina sentada junto a él: ¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás? Y le agradó al rey enviarme, y yo le di un plazo fijo.
En ella estaba escrito: Se ha oído entre las naciones, y Gasmu dice, que tú y los judíos estáis tramando rebelaros; por eso reedificas la muralla. Y según estos informes tú vas a ser su rey.
Entonces le envié {un mensaje,} diciendo: No han sucedido esas cosas que tú dices, sino que las estás inventando en tu corazón.
Entonces los levitas, Jesúa, Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías {y} Petaías, dijeron: Levantaos, bendecid al SEÑOR vuestro Dios por siempre y para siempre. Sea bendito tu glorioso nombre y exaltado sobre toda bendición y alabanza.
Sólo tú eres el SEÑOR. Tú hiciste los cielos, los cielos de los cielos con todo su ejército, la tierra y todo lo que en ella hay, los mares y todo lo que en ellos hay. Tú das vida a todos ellos y el ejército de los cielos se postra ante ti.
Tú eres el SEÑOR Dios que escogiste a Abram, lo sacaste de Ur de los Caldeos y le diste por nombre Abraham.
Hallaste fiel su corazón delante de ti, e hiciste con él un pacto para dar{le} la tierra del cananeo, del hitita, del amorreo, del ferezeo, del jebuseo y del gergeseo, para darla a su descendencia. Y has cumplido tu palabra, porque eres justo.
Tú viste la aflicción de nuestros padres en Egipto, y escuchaste su clamor junto al mar Rojo.
Les hiciste conocer tu santo día de reposo, y les prescribiste mandamientos, estatutos y la ley por medio de tu siervo Moisés.
Les proveíste pan del cielo para su hambre, les sacaste agua de la peña para su sed, y les dijiste que entraran a poseer la tierra que tú habías jurado darles.
Rehusaron escuchar, y no se acordaron de las maravillas que hiciste entre ellos; endurecieron su cerviz y eligieron un jefe para volver a su esclavitud en Egipto. Pero tú eres un Dios de perdón, clemente y compasivo, lento para la ira y abundante en misericordia, y no los abandonaste.
Ni siquiera cuando se hicieron un becerro de metal fundido y dijeron: ``Este es tu Dios que te sacó de Egipto", y cometieron grandes blasfemias,
tú, en tu gran compasión, no los abandonaste en el desierto; la columna de nube no los dejó de día, para guiarlos en el camino, ni la columna de fuego de noche, para alumbrarles el camino por donde debían andar.
Y diste tu buen Espíritu para instruirles, no retiraste tu maná de su boca, y les diste agua para su sed.
Y entraron los hijos y poseyeron la tierra. Y tú sometiste delante de ellos a los habitantes de la tierra, a los cananeos, y los entregaste en su mano, con sus reyes y los pueblos de la tierra, para hacer con ellos como quisieran.
Y capturaron ciudades fortificadas y una tierra fértil. Tomaron posesión de casas llenas de toda cosa buena, cisternas excavadas, viñas y olivares, y árboles frutales en abundancia. Y comieron, se saciaron, engordaron y se deleitaron en tu gran bondad.
Pero fueron desobedientes y se rebelaron contra ti, echaron tu ley a sus espaldas, mataron a tus profetas que los amonestaban para que se volvieran a ti, y cometieron grandes blasfemias.
Entonces los entregaste en mano de sus enemigos, que los oprimieron, pero en el tiempo de su angustia clamaron a ti, y tú escuchaste desde el cielo, y conforme a tu gran compasión les diste libertadores que los libraron de mano de sus opresores.
Pero cuando tenían descanso, volvían a hacer lo malo delante de ti; por eso tú los abandonabas en mano de sus enemigos para que los dominaran; y cuando clamaban de nuevo a ti, tú oías desde el cielo y muchas veces los rescataste conforme a tu compasión.
Los amonestaste para que volvieran a tu ley, pero ellos obraron con soberbia y no escucharon tus mandamientos, sino que pecaron contra tus ordenanzas, las cuales si el hombre las cumple, por ellas vivirá. Y dieron la espalda en rebeldía, endurecieron su cerviz y no escucharon.
Sin embargo, tú los soportaste por muchos años, y los amonestaste con tu Espíritu por medio de tus profetas, pero no prestaron oído. Entonces los entregaste en mano de los pueblos de estas tierras.
Pero en tu gran compasión no los exterminaste ni los abandonaste, porque tú eres un Dios clemente y compasivo.
Ahora pues, Dios nuestro, Dios grande, poderoso y temible, que guardas el pacto y la misericordia, no parezca insignificante ante ti toda la aflicción que nos ha sobrevenido, a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros sacerdotes, a nuestros profetas, a nuestros padres y a todo tu pueblo, desde los días de los reyes de Asiria hasta el día de hoy.
Mas tú eres justo en todo lo que ha venido sobre nosotros, porque tú has obrado fielmente, pero nosotros perversamente.
Nuestros reyes, nuestros jefes, nuestros sacerdotes y nuestros padres no han observado tu ley ni han hecho caso a tus mandamientos ni a tus amonestaciones con que los amonestabas.
Pero ellos en su propio reino, con los muchos bienes que tú les diste, con la espaciosa y rica tierra que pusiste delante de ellos, no te sirvieron ni se convirtieron de sus malas obras.
Y su abundante fruto es para los reyes que tú pusiste sobre nosotros a causa de nuestros pecados, los cuales dominan nuestros cuerpos y nuestros ganados como les place, y en gran angustia estamos.
Y ordené a los levitas que se purificaran y que vinieran a guardar las puertas para santificar el día de reposo. {Por} esto también acuérdate de mí, Dios mío, y ten piedad de mí conforme a la grandeza de tu misericordia.
Y Amán dijo al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y diseminado entre los pueblos en todas las provincias de tu reino; sus leyes son diferentes de {las} de todos {los demás} pueblos, y no guardan las leyes del rey, así que no conviene al rey dejarlos {vivos}.
Entonces Mardoqueo {les} dijo que respondieran a Ester: No pienses que {estando} en el palacio del rey {sólo} tú escaparás entre todos los judíos.
Porque si permaneces callada en este tiempo, alivio y liberación vendrán de otro lugar para los judíos, pero tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para una ocasión como ésta tú habrás llegado a ser reina?
Y el rey le dijo: ¿Qué te {preocupa,} reina Ester? ¿Y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará.
Y mientras bebían el vino en el banquete, el rey dijo a Ester: ¿Cuál es tu petición?, pues te será concedida. ¿Y cuál es tu deseo? Aun hasta la mitad del reino, se te dará.
También el segundo día, mientras bebían vino en el banquete, el rey dijo a Ester: ¿Cuál es tu petición, reina Ester? Te será concedida. ¿Cuál es tu deseo? Hasta la mitad del reino se te dará.
Y el rey dijo a la reina Ester: En la fortaleza de Susa los judíos han matado y exterminado a quinientos hombres y a los diez hijos de Amán. ¡Qué habrán hecho en las demás provincias del rey! ¿Cuál es tu petición {ahora?} Pues te será concedida. ¿Qué más quieres? También {te} será hecho.
¿No has hecho tú una valla alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene, por todos lados? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus posesiones han aumentado en la tierra.
Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, {verás} si no te maldice en tu {misma} cara.
Entonces el SEÑOR dijo a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu poder; pero no extiendas tu mano sobre él. Y Satanás salió de la presencia del SEÑOR.
Y el SEÑOR dijo a Satanás: ¿Te has fijado en mi siervo Job? Porque no hay otro como él sobre la tierra, hombre intachable, recto, temeroso de Dios y apartado del mal. Y él todavía conserva su integridad, aunque tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa.
Sin embargo, extiende ahora tu mano y toca su hueso y su carne, {verás} si no te maldice en tu {misma} cara.
Y el SEÑOR dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; pero guarda su vida.
Entonces su mujer le dijo: ¿Aún conservas tu integridad? Maldice a Dios y muérete.
He aquí, tú has exhortado a muchos, y las manos débiles has fortalecido.
¿No es tu temor {a Dios} tu confianza, y la integridad de tus caminos tu esperanza?
Pues con las piedras del campo harás tu alianza, y las fieras del campo estarán en paz contigo.
Y sabrás que tu tienda está segura, porque visitarás tu morada y no temerás pérdida alguna.
También sabrás que tu descendencia será numerosa, y tus vástagos como la hierba de la tierra.
He aquí, esto lo hemos examinado, {y} así es; óyelo, y conóce{lo} para tu bien.
entonces tú me asustas con sueños y me aterrorizas con visiones;
¿Nunca apartarás de mí tu mirada, ni me dejarás solo hasta que trague mi saliva?
¿He pecado? ¿Qué te he hecho a ti, oh guardián de los hombres? ¿Por qué has hecho de mí tu blanco, de modo que soy una carga para mí mismo?
Entonces, ¿por qué no perdonas mi transgresión y quitas mi iniquidad? Porque ahora dormiré en el polvo; y tú me buscarás, pero ya no existiré.
¿Hasta cuándo hablarás estas cosas, y serán viento impetuoso las palabras de tu boca?
Si tú buscaras a Dios e imploraras la misericordia del Todopoderoso,
si fueras puro y recto, ciertamente El se despertaría ahora en tu favor y restauraría tu justa condición.
Aunque tu principio haya sido insignificante, con todo, tu final aumentará sobremanera.
Aún ha de llenar de risa tu boca, y tus labios de gritos de júbilo.
temeroso estoy de todos mis dolores, sé que tú no me absolverás.
`` ¿Acaso tienes tú ojos de carne, o ves como el hombre ve?
``Según tu conocimiento ciertamente no soy culpable; sin embargo no hay salvación de tu mano.
``Vida y misericordia me has concedido, y tu cuidado ha guardado mi espíritu.
``Sin embargo, tienes escondidas estas cosas en tu corazón, yo sé que esto está dentro de ti:
``Si {mi cabeza} se levantara, como león me cazarías, y mostrarías tu poder contra mí.
y te declarara los secretos de la sabiduría!; porque la verdadera sabiduría tiene dos lados. Sabrías entonces que Dios olvida parte de tu iniquidad.
¿Descubrirás tú las profundidades de Dios? ¿Descubrirás los límites del Todopoderoso?
Altos son como los cielos; ¿qué harás tú? Más profundos son que el Seol; ¿qué puedes tú saber?
Si diriges bien tu corazón y extiendes a El tu mano,
si en tu mano hay iniquidad {y} la alejas {de ti} y no permites que la maldad more en tus tiendas,
entonces, ciertamente levantarás tu rostro sin mancha, estarás firme y no temerás.
Porque olvidarás {tu} aflicción, como aguas que han pasado {la} recordarás.
Tu vida será más radiante que el mediodía, {y hasta} la oscuridad será como la mañana.
Descansarás y nadie {te} atemorizará, y muchos procurarán tu favor.
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- 12.2 Samuel 24:16-1 Reyes 17:24
- 13.1 Reyes 18:7-2 Reyes 19:27
- 14.2 Reyes 19:28-2 Crónicas 20:9
- 15.2 Crónicas 20:11-Job 11:19
- 16.Job 13:20-Salmos 10:15
- 17.Salmos 10:17-Salmos 38:3
- 18.Salmos 38:15-Salmos 65:6
- 19.Salmos 65:8-Salmos 83:15
- 20.Salmos 83:16-Salmos 106:47
- 21.Salmos 108:4-Salmos 119:169
- 22.Salmos 119:170-Proverbios 6:2
- 23.Proverbios 6:3-Cantares 8:13
- 24.Isaías 1:22-Isaías 47:6
- 25.Isaías 47:7-Jeremías 3:3
- 26.Jeremías 3:4-Jeremías 45:5
- 27.Jeremías 46:12-Ezequiel 16:55
- 28.Ezequiel 16:56-Ezequiel 38:7
- 29.Ezequiel 38:9-Miqueas 4:8
- 30.Miqueas 4:9-Mateo 20:21
- 31.Mateo 21:5-Lucas 11:36
- 32.Lucas 12:58-Juan 17:14
- 33.Juan 17:17-1 Corintios 14:16
- 34.1 Corintios 14:17-Apocalipsis 18:10