'Vuestro' en la Biblia
Por lo cual os ruego que reafirméis {vuestro} amor hacia él.
Ahora bien, en igual reciprocidad (os hablo como a niños) vosotros también abrid de par en par {vuestro corazón.}
Aceptadnos {en vuestro corazón;} a nadie hemos ofendido, a nadie hemos corrompido, de nadie hemos tomado ventaja.
y no sólo con su llegada, sino también con el consuelo con que él fue consolado en vosotros, haciéndonos saber vuestro gran afecto, vuestro llanto y vuestro celo por mí; de manera que me regocijé aún más.
No digo {esto} como un mandamiento, sino para probar, por la solicitud de otros, también la sinceridad de vuestro amor.
Por tanto, mostradles abiertamente ante las iglesias la prueba de vuestro amor, y de nuestra razón para jactarnos respecto a vosotros.
pues conozco vuestra {buena} disposición, de la que me glorío por vosotros ante los macedonios, {es decir,} que Acaya ha estado preparada desde el año pasado; y vuestro celo ha estimulado a la mayoría {de ellos.}
mientras que también ellos, mediante la oración a vuestro favor, demuestran su anhelo por vosotros debido a la sobreabundante gracia de Dios en vosotros.
He aquí, esta es la tercera vez que estoy preparado para ir a vosotros, y no os seré una carga, pues no busco lo que es vuestro, sino a vosotros; porque los hijos no tienen la responsabilidad de atesorar para {sus} padres, sino los padres para {sus} hijos.
¿Dónde está, pues, aquel sentido de bendición que tuvisteis? Pues testigo soy en favor vuestro de que de ser posible, os hubierais sacado los ojos y me los hubierais dado.
¿Me he vuelto, por tanto, vuestro enemigo al deciros la verdad?
Hermanos, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.
Por esta razón también yo, habiendo oído de la fe en el Señor Jesús que {hay} entre vosotros, y {de} vuestro amor por todos los santos,
{Mi oración es que} los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
AIRAOS, PERO NO PEQUEIS; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
hablando entre vosotros con salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y alabando con vuestro corazón al Señor;
Siervos, obedeced a vuestros amos en la tierra, con temor y temblor, con la sinceridad de vuestro corazón, como a Cristo;
Y esto pido en oración: que vuestro amor abunde aún más y más en conocimiento verdadero y {en} todo discernimiento,
Y convencido de esto, sé que permaneceré y continuaré con todos vosotros para vuestro progreso y gozo en la fe,
Y también vosotros, {os ruego,} regocijaos de la misma manera, y compartid vuestro gozo conmigo.
Pues a nadie {más} tengo del mismo sentir mío {y} que esté sinceramente interesado en vuestro bienestar.
Pero creí necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano, colaborador y compañero de milicia, quien también es vuestro mensajero y servidor para mis necesidades;
porque estuvo al borde de la muerte por la obra de Cristo, arriesgando su vida para completar lo que faltaba en vuestro servicio hacia mí.
Me alegré grandemente en el Señor de que ya al fin habéis reavivado vuestro cuidado para conmigo; en verdad, {antes} os preocupabais, pero os faltaba la oportunidad.
La gracia del Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu.
el cual también nos informó acerca de vuestro amor en el Espíritu.
de la cual fui hecho ministro conforme a la administración de Dios que me fue dada para beneficio vuestro, a fin de llevar a cabo {la predicación de} la palabra de Dios,
Por tanto, que nadie se constituya en vuestro juez con respecto a comida o bebida, o en cuanto a día de fiesta, o luna nueva, o día de reposo;
Nadie os defraude de vuestro premio deleitándose en la humillación de sí mismo y en la adoración de los ángeles, basándose en las {visiones} que ha visto, hinchado sin causa por su mente carnal,
Por tanto, considerad los miembros de vuestro cuerpo terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría.
Epafras, que es uno de vosotros, siervo de Jesucristo, os envía saludos, siempre esforzándose intensamente a favor vuestro en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completamente seguros en toda la voluntad de Dios.
teniendo presente sin cesar delante de nuestro Dios y Padre vuestra obra de fe, vuestro trabajo de amor y la firmeza de vuestra esperanza en nuestro Señor Jesucristo;
Pero nosotros, hermanos, separados de vosotros por breve tiempo, en persona pero no en espíritu, estábamos muy ansiosos, con profundo deseo de ver vuestro rostro.
según oramos intensamente de noche y de día que podamos ver vuestro rostro y que completemos lo que falta a vuestra fe?
Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Con este fin también nosotros oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os considere dignos de vuestro llamamiento y cumpla todo deseo de bondad y la obra de fe, con poder,
que no seáis sacudidos fácilmente en vuestro modo de pensar, ni os alarméis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como {si fuera} de nosotros, en el sentido de que el día del Señor ha llegado.
Considerad, pues, a aquel que soportó tal hostilidad de los pecadores contra sí mismo, para que no os canséis ni os desaniméis en vuestro corazón.
{Sea vuestro} carácter sin avaricia, contentos con lo que tenéis, porque El mismo ha dicho: NUNCA TE DEJARE NI TE DESAMPARARE,
Pero si tenéis celos amargos y ambición personal en vuestro corazón, no seáis arrogantes y {así} mintáis contra la verdad.
Afligíos, lamentad y llorad; que vuestra risa se torne en llanto y vuestro gozo en tristeza.
Vuestro oro y vuestra plata se han oxidado, su herrumbre será un testigo contra vosotros y consumirá vuestra carne como fuego. Es en los últimos días que habéis acumulado tesoros.
Y sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni con ningún otro juramento; antes bien, sea vuestro sí, sí, y vuestro no, no, para que no caigáis bajo juicio.
Por tanto, ceñid vuestro entendimiento para la acción; sed sobrios {en espíritu}, poned vuestra esperanza completamente en la gracia que se os traerá en la revelación de Jesucristo.
Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos,
Sobre todo, sed fervientes en vuestro amor los unos por los otros, pues el amor cubre multitud de pecados.
Asimismo, {vosotros} los más jóvenes, estad sujetos a los mayores; y todos, revestíos de humildad en vuestro trato mutuo, porque DIOS RESISTE A LOS SOBERBIOS, PERO DA GRACIA A LOS HUMILDES.
Sed {de espíritu} sobrio, estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda {al acecho} como león rugiente, buscando a quien devorar.
Así que, hermanos, sed tanto más diligentes para hacer firme vuestro llamado y elección {de parte de Dios;} porque mientras hagáis estas cosas nunca tropezaréis;
Amados, esta es ya la segunda carta que os escribo, en las cuales, como recordatorio, despierto en vosotros vuestro sincero entendimiento,
Aunque tengo muchas cosas que escribiros, no quiero {hacerlo} con papel y tinta, sino que espero ir a vosotros y hablar cara a cara, para que vuestro gozo sea completo.
Yo, Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la perseverancia en Jesús, me encontraba en la isla llamada Patmos, a causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús.