1 Entonces respondió Job, y dijo: 2 Aun hoy mi queja es rebelión; su mano es pesada no obstante mi gemido. 3 ¿Quién me diera saber dónde encontrarle, para poder llegar hasta su trono! 4 Expondría ante El {mi} causa, llenaría mi boca de argumentos. 5 Aprendería yo las palabras {que} El me respondiera, y entendería lo que me dijera. 6 ¿Contendería El conmigo con la grandeza de {su} poder? No, ciertamente me prestaría atención. 7 Allí el justo razonaría con El, y yo sería librado para siempre de mi Juez.
8 He aquí, me adelanto, y El no está {allí,} retrocedo, pero no le puedo percibir; 9 cuando se manifiesta a la izquierda, no {le} distingo, se vuelve a la derecha, y no le veo. 10 Pero El sabe el camino que tomo; {cuando} me haya probado, saldré como el oro. 11 Mi pie ha seguido firme en su senda, su camino he guardado y no me he desviado. 12 Del mandamiento de sus labios no me he apartado, he atesorado las palabras de su boca más que mi comida.
13 Pero El es único, ¿y quién le hará cambiar? {Lo que} desea su alma, eso hace. 14 Porque El hace lo que está determinado para mí, y muchos {decretos} como éstos hay con El. 15 Por tanto, me espantaría ante su presencia; {cuando lo} pienso, siento terror de El. 16 {Es} Dios {el que} ha hecho desmayar mi corazón, y el Todopoderoso {el que} me ha perturbado; 17 pero no me hacen callar las tinieblas, ni la densa oscuridad {que} me cubre.

Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso