1 Mejor es un bocado seco y con él tranquilidad, Que una casa llena de banquetes con discordia.
2 El siervo prudente prevalecerá sobre el hijo sin honra, Y con los hermanos participará de la herencia.
4 El malhechor escucha a los labios perversos; El mentiroso presta atención a la lengua detractora.
5 El que se burla del pobre afrenta a su Hacedor; El que se regocija de la desgracia no quedará sin castigo.
7 No convienen al necio las palabras elocuentes, Mucho menos al príncipe los labios mentirosos.
8 Talismán (Piedra de favor) es el soborno a los ojos de su dueño; Dondequiera que se vuelva, prospera.
9 El que cubre una falta busca afecto, Pero el que repite el asunto separa a los mejores amigos.
14 El comienzo del pleito es {como} el soltar de las aguas; Deja, pues, la riña antes de que empiece.
15 El que justifica al impío, y el que condena al justo, Ambos son igualmente abominación al SEÑOR.
16 ¿De qué sirve el precio en la mano del necio para comprar sabiduría Cuando no tiene entendimiento?
21 El que engendra un necio, para su tristeza {lo engendra,} Y el padre del necio no tiene alegría.
24 En presencia del que tiene entendimiento está la sabiduría, Pero los ojos del necio están en los extremos de la tierra.
27 El que retiene sus palabras tiene conocimiento, Y el de espíritu sereno es hombre entendido.