1 El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.
2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios; en Él confiaré.
3 Él te librará del lazo del cazador; de la peste destructora. 4 Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad. 5 No tendrás temor de espanto nocturno, ni de saeta que vuele de día; 6 ni de pestilencia que ande en oscuridad, ni de mortandad que en medio del día destruya. 7 Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará. 8 Ciertamente con tus ojos mirarás, y verás la recompensa de los impíos.
9 Porque has puesto a Jehová, que es mi refugio, al Altísimo por tu habitación, 10 no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. 11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos; 12 en las manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. 13 Sobre el león y la serpiente pisarás; hollarás al cachorro del león y al dragón.
14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; lo pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. 15 Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré, y le glorificaré. 16 Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación.

Reina Valera Gómez (© 2010)