Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad,

Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la {vida} que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús.

Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne.

pues todos sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús.

Ahora bien, las obras de la carne son evidentes, las cuales son: inmoralidad, impureza, sensualidad,

Para libertad fue que Cristo nos hizo libres; por tanto, permaneced firmes, y no os sometáis otra vez al yugo de esclavitud.

¿Habéis padecido tantas cosas en vano? ¡Si es que en realidad fue en vano!

Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo {la} ley,

No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará.

Hermanos, aun si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.

Me maravillo de que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por la gracia de Cristo, para {seguir} un evangelio diferente;

Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros (porque escrito está: MALDITO TODO EL QUE CUELGA DE UN MADERO),

Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; sólo que no {uséis} la libertad como pretexto para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.

Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos.

Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara {otro} evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema.

Pero ni aun Tito, que estaba conmigo, fue obligado a circuncidarse, aunque era griego.

Llevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.

sin embargo, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de {la} ley, sino mediante la fe en Cristo Jesús, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús, para que seamos justificados por la fe en Cristo, y no por las obras de {la} ley; puesto que por las obras de {la} ley nadie será justificado.

Porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo, de Cristo os habéis revestido.

a quien {sea} la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Y porque sois hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones, clamando: ¡Abba! ¡Padre!

¿Oh, gálatas insensatos! ¿Quién os ha fascinado a vosotros, ante cuyos ojos Jesucristo fue presentado públicamente {como} crucificado?

Vosotros corríais bien, ¿quién os impidió obedecer a la verdad?

Pero cuando Pedro vino a Antioquía, me opuse a él cara a cara, porque era de condenar.

Así que entonces, hagamos bien a todos según tengamos oportunidad, y especialmente a los de la familia de la fe.

Pero jamás acontezca que yo me gloríe, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo.

Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión significan nada, sino la fe que obra por amor.

Esta persuasión no {vino} de aquel que os llama.

que {en realidad} no es otro {evangelio,} sólo que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.

Porque todos los que son de las obras de {la} ley están bajo maldición, pues escrito está: MALDITO TODO EL QUE NO PERMANECE EN TODAS LAS COSAS ESCRITAS EN EL LIBRO DE LA LEY, PARA HACERLAS.

Ahora bien, las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia. No dice: y a las descendencias, como {refiriéndose} a muchas, sino {más bien} a una: y a tu descendencia, es decir, Cristo.

De manera que la ley ha venido a ser nuestro ayo {para conducirnos} a Cristo, a fin de que seamos justificados por la fe.

Pues ni lo recibí de hombre, ni me fue enseñado, sino {que lo recibí} por medio de una revelación de Jesucristo.

Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.

Pues quiero que sepáis, hermanos, que el evangelio que fue anunciado por mí no es según el hombre.

Pablo, apóstol (no de parte de hombres ni mediante hombre {alguno,} sino por medio de Jesucristo y de Dios el Padre que le resucitó de entre los muertos),

Y antes de venir la fe, estábamos encerrados bajo la ley, confinados para la fe que había de ser revelada.

Porque ¿busco ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O me esfuerzo por agradar a los hombres? Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo.

y {cómo} yo aventajaba en el judaísmo a muchos de mis compatriotas contemporáneos, mostrando mucho más celo por las tradiciones de mis antepasados.

Por tanto, ya no eres siervo, sino hijo; y si hijo, también heredero por medio de Dios.

Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el {del} Espíritu {es} contra la carne, pues éstos se oponen el uno al otro, de manera que no podéis hacer lo que deseáis.

Porque toda la ley en una palabra se cumple en el {precepto:} AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.

Y si sois de Cristo, entonces sois descendencia de Abraham, herederos según la promesa.

Y al que se le enseña la palabra, que comparta toda cosa buena con el que le enseña.

Decidme, los que deseáis estar bajo {la} ley, ¿no oís a la ley?

Y {esto fue} por causa de los falsos hermanos introducidos secretamente, que se habían infiltrado para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús, a fin de someternos a esclavitud,

Un poco de levadura fermenta toda la masa.

Entonces, ¿para qué {fue dada} la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a la cual había sido hecha la promesa, {ley} que fue promulgada mediante ángeles por mano de un mediador.

Entonces, tres años después, subí a Jerusalén para conocer a Pedro, y estuve con él quince días.

que se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos de este presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,

Y que nadie es justificado ante Dios por {la} ley es evidente, porque EL JUSTO VIVIRA POR LA FE.

Pero yo, hermanos, si todavía predico la circuncisión, ¿por qué soy perseguido aún? En tal caso, el escándalo de la cruz ha sido abolido.

Así Abraham CREYO A DIOS Y LE FUE CONTADO COMO JUSTICIA.

revelar a su Hijo en mí para que yo le anunciara entre los gentiles, no consulté enseguida con carne y sangre,

De Cristo os habéis separado, vosotros que procuráis ser justificados por {la} ley; de la gracia habéis caído.

Yo tengo confianza respecto a vosotros en el Señor de que no optaréis por otro punto de vista; pero el que os perturba llevará su castigo, quienquiera que sea.

Pues los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

Y la Escritura, previendo que Dios justificaría a los gentiles por la fe, anunció de antemano las buenas nuevas a Abraham, {diciendo:} EN TI SERAN BENDITAS TODAS LAS NACIONES.

Digo, pues: Mientras el heredero es menor de edad, en nada es diferente del siervo, aunque sea el dueño de todo,

Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo,

ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui a Arabia, y regresé otra vez a Damasco.

Después fui a las regiones de Siria y Cilicia.

(En lo que os escribo, os aseguro delante de Dios que no miento.)

Pero {todavía} no era conocido en persona en las iglesias de Judea que eran en Cristo;

a los cuales ni por un momento cedimos, para no someternos, a fin de que la verdad del evangelio permanezca con vosotros.

sino que sólo oían {decir:} El que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en un tiempo quería destruir.

Y glorificaban a Dios por causa de mí.

Así que, los que son de fe son bendecidos con Abraham, el creyente.

Y de aquellos que tenían reputación de ser algo (lo que eran, nada me importa; Dios no hace acepción de personas), pues bien, los que tenían reputación, nada me enseñaron.

Observáis los días, los meses, las estaciones y los años.

Porque ni aun los mismos que son circuncidados guardan la ley, mas ellos desean haceros circuncidar para gloriarse en vuestra carne.

Los que desean agradar en la carne tratan de obligaros a que os circuncidéis, simplemente para no ser perseguidos a causa de la cruz de Cristo.

Pero si os mordéis y os devoráis unos a otros, tened cuidado, no sea que os consumáis unos a otros.

(porque aquel que obró eficazmente para con Pedro en {su} apostolado a los de la circuncisión, también obró eficazmente para conmigo {en mi apostolado} a los gentiles),

Sin embargo, la ley no es de fe; al contrario, EL QUE LAS HACE, VIVIRA POR ELLAS.

Temo por vosotros, que quizá en vano he trabajado por vosotros.

Sino al contrario, al ver que se me había encomendado el evangelio a los de la incircuncisión, así como Pedro {lo había sido} a los de la circuncisión

¿Ojalá que los que os perturban también se mutilaran!

pero sabéis que fue por causa de una enfermedad física que os anuncié el evangelio la primera vez;

Porque antes de venir algunos de parte de Jacobo, él comía con los gentiles, pero cuando vinieron, empezó a retraerse y apartarse, porque temía a los de la circuncisión.

Os ruego, hermanos, haceos como yo, pues yo también {me he hecho} como vosotros. Ningún agravio me habéis hecho;

Pero cuando vi que no andaban con rectitud en cuanto a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como los judíos, ¿por qué obligas a los gentiles a vivir como judíos?

Hermanos, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.

Ahora bien, un mediador no es de una {parte solamente,} ya que Dios es uno solo.

Porque si la herencia depende de la ley, ya no depende de una promesa; pero Dios se la concedió a Abraham por medio de una promesa.

Pues nosotros, por medio del Espíritu, esperamos por la fe la esperanza de justicia.

De aquí en adelante nadie me cause molestias, porque yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús.

Y el resto de los judíos se le unió en {su} hipocresía, {de tal manera} que aun Bernabé fue arrastrado por la hipocresía de ellos.

Subí por causa de una revelación y les presenté el evangelio que predico entre los gentiles, pero {lo hice} en privado a los que tenían {alta} reputación, para cerciorarme de que no corría ni había corrido en vano.

Pero el hijo de la sierva nació según la carne, y el hijo de la libre por medio de la promesa.

Porque si alguno se cree que es algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo.

y lo que para vosotros fue una prueba en mi condición física, que no despreciasteis ni rechazasteis, sino que me recibisteis como un ángel de Dios, como a Cristo Jesús {mismo}.

Pero que cada uno examine su propia obra, y entonces tendrá {motivo para} gloriarse solamente con respecto a sí mismo, y no con respecto a otro.

Pero ahora que ha venido la fe, ya no estamos bajo ayo,

¿Dónde está, pues, aquel sentido de bendición que tuvisteis? Pues testigo soy en favor vuestro de que de ser posible, os hubierais sacado los ojos y me los hubierais dado.

Pero si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros hemos sido hallados pecadores, ¿es Cristo, entonces, ministro de pecado? ¡De ningún modo!

Porque si yo reedifico lo que {en otro tiempo} destruí, yo mismo resulto transgresor.

Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a cumplir toda la ley.

Porque cada uno llevará su propia carga.

No nos hagamos vanagloriosos, provocándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.

Así también nosotros, mientras éramos niños, estábamos sujetos a servidumbre bajo las cosas elementales del mundo.

Ellos os tienen celo, no con buena intención, sino que quieren excluiros a fin de que mostréis celo por ellos.

Es bueno mostrar celo con buena intención siempre, y no sólo cuando yo estoy presente con vosotros.

Esto contiene una alegoría, pues estas {mujeres} son dos pactos; uno {procede} del monte Sinaí que engendra hijos para ser esclavos; éste es Agar.

quisiera estar presente con vosotros ahora y cambiar mi tono, pues perplejo estoy en cuanto a vosotros.

Ahora bien, Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, porque ella está en esclavitud con sus hijos.

Porque escrito está: REGOCIJATE, OH ESTERIL, LA QUE NO CONCIBES; PRORRUMPE Y CLAMA, TU QUE NO TIENES DOLORES DE PARTO, PORQUE MAS SON LOS HIJOS DE LA DESOLADA, QUE DE LA QUE TIENE MARIDO.

sino que está bajo guardianes y tutores hasta la edad señalada por el padre.

Pero así como entonces el que nació según la carne persiguió al que {nació} según el Espíritu, así también {sucede} ahora.

Pero, ¿qué dice la Escritura? ECHA FUERA A LA SIERVA Y A SU HIJO, PUES EL HIJO DE LA SIERVA NO SERA HEREDERO CON EL HIJO DE LA LIBRE.

Y vosotros, hermanos, como Isaac, sois hijos de la promesa.

Entonces, después de catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también a Tito.

y todos los hermanos que están conmigo: A las iglesias de Galacia:

Pero cuando Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien

Nosotros {somos} judíos de nacimiento y no pecadores de entre los gentiles;

No hago nula la gracia de Dios, porque si la justicia {viene} por medio de {la} ley, entonces Cristo murió en vano.

Pero la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa {que es} por la fe en Jesucristo fuera dada a todos los que creen.

y al reconocer la gracia que se me había dado, Jacobo, Pedro y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra de compañerismo, para que nosotros {fuéramos} a los gentiles y ellos a los de la circuncisión.

Hijos míos, por quienes de nuevo sufro dolores de parto hasta que Cristo sea formado en vosotros,

a fin de que redimiera a los que estaban bajo {la} ley, para que recibiéramos la adopción de hijos.

Hermanos, hablo en términos humanos: un pacto, aunque sea humano, una vez ratificado nadie lo invalida ni le añade condiciones.

Sólo {nos pidieron} que nos acordáramos de los pobres, lo mismo que yo estaba también deseoso de hacer.

a fin de que en Cristo Jesús la bendición de Abraham viniera a los gentiles, para que recibiéramos la promesa del Espíritu mediante la fe.

Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción, pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

Porque ni la circuncisión es nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación.

Y a los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia {sea} sobre ellos y sobre el Israel de Dios.

Pero en aquel tiempo, cuando no conocíais a Dios, erais siervos de aquellos que por naturaleza no son dioses.

Porque vosotros habéis oído acerca de mi antigua manera de vivir en el judaísmo, de cuán desmedidamente perseguía yo a la iglesia de Dios y trataba de destruirla,

Por consiguiente, sabed que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.

Pues mediante {la} ley yo morí a {la} ley, a fin de vivir para Dios.

Esto es lo único que quiero averiguar de vosotros: ¿recibisteis el Espíritu por las obras de {la} ley, o por el oír con fe?

idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, enojos, rivalidades, disensiones, sectarismos,

Pero ahora que conocéis a Dios, o más bien, que sois conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis otra vez a las cosas débiles, inútiles y elementales, a las cuales deseáis volver a estar esclavizados de nuevo?

Pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo, el hermano del Señor.

¿Me he vuelto, por tanto, vuestro enemigo al deciros la verdad?

Mirad, yo, Pablo, os digo que si os dejáis circuncidar, Cristo de nada os aprovechará.

envidias, borracheras, orgías y cosas semejantes, contra las cuales os advierto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Aquel, pues, que os suministra el Espíritu y hace milagros entre vosotros, ¿lo hace por las obras de {la} ley o por el oír con fe?

Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.

Lo que digo es esto: La ley, que vino cuatrocientos treinta años más tarde, no invalida un pacto ratificado anteriormente por Dios, como para anular la promesa.

Mirad con qué letras tan grandes os escribo de mi propia mano.

Pero la Jerusalén de arriba es libre; ésta es nuestra madre.

¿Tan insensatos sois? Habiendo comenzado por el Espíritu, ¿vais a terminar ahora por la carne?

mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley.

Como hemos dicho antes, también repito ahora: Si alguno os anuncia un evangelio contrario al que recibisteis, sea anatema.

¿Es entonces la ley contraria a las promesas de Dios? ¡De ningún modo! Porque si se hubiera dado una ley capaz de impartir vida, entonces la justicia ciertamente hubiera dependido de la ley.

Así que, hermanos, no somos hijos de la sierva, sino de la libre.

Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos, uno de la sierva y otro de la libre.