Most Popular Bible Verses in Gálatas

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8

¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si en verdad fue en vano.

17

Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, siendo griego, fue obligado a circuncidarse;

21

al cual sea gloria por siempre y siempre: Amén.

23

¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad, ante cuyos ojos Jesucristo fue ya descrito entre vosotros como crucificado?

30

No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban, y quieren pervertir el evangelio de Cristo.

31

Porque todos los que son de las obras de la ley están bajo maldición. Porque escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas.

36

Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio predicado por mí, no es según hombre;

38

Pero antes que viniese la fe, estábamos guardados bajo la ley, encerrados para aquella fe que había de ser revelada.

40

y que adelantaba en el judaísmo sobre muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres.

46

Decidme, los que queréis estar bajo la ley; ¿no habéis oído la ley?

47

y esto a pesar de falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraron secretamente para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para traernos a servidumbre;

50

Después, pasados tres años, subí a Jerusalén a ver a Pedro, y permanecí con él quince días,

53

Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? Entonces ha cesado la ofensa de la cruz.

55

revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles; no consulté en seguida con carne y sangre;

57

Yo confío de vosotros en el Señor, que no pensaréis ninguna otra cosa; mas el que os perturba, llevará el juicio, quienquiera que él sea.

61

Gracia sea a vosotros, y paz de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo,

62

ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco.

63

Después fui a las regiones de Siria y de Cilicia,

64

Y en esto que os escribo, he aquí delante de Dios que no miento.

65

y no era conocido de vista a las iglesias de Judea, que eran en Cristo;

66

a los cuales ni aun por un instante accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros.

67

solamente habían oído decir: Aquel que antes nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba.

70

Pero de aquellos que parecían ser algo (lo que hayan sido, no me importa: Dios no hace acepción de personas); a mí, pues, los que parecían ser algo nada me comunicaron.

72

Porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la ley, sino que quieren que vosotros seáis circuncidados, para gloriarse en vuestra carne.

73

Todos los que quieren agradar en la carne, éstos os constriñen a que os circuncidéis; solamente para no sufrir persecución por la cruz de Cristo.

74

Mas si os mordéis y devoráis los unos a los otros, mirad que no os consumáis los unos a los otros.

75

(Porque el que fue poderoso en Pedro para el apostolado de la circuncisión, fue poderoso también en mí para con los gentiles);

76

y la ley no es de fe, sino que dice: El hombre que las hiciere, vivirá en ellas.

78

Antes por el contrario; cuando vieron que el evangelio de la incircuncisión me había sido encomendado, como a Pedro el de la circuncisión

80

Vosotros sabéis que en flaqueza de la carne os prediqué el evangelio al principio,

81

Porque antes que viniesen unos de parte de Jacobo, él comía con los gentiles, mas cuando vinieron, se retraía y se apartaba, teniendo miedo de los que eran de la circuncisión.

82

Os ruego, hermanos, que seáis como yo; porque yo soy como vosotros: Ningún agravio me habéis hecho.

83

Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como los judíos, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?

84

Hermanos, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.

85

Ahora bien, un mediador no es de uno solo, pero Dios es uno.

86

Porque si la herencia fuese por la ley, ya no sería por la promesa: Mas Dios la dio a Abraham por la promesa.

89

Y otros judíos también disimulaban con él; de tal manera que también Bernabé fue llevado con su simulación.

90

Y subí por revelación, y les comuniqué el evangelio que predico entre los gentiles, pero en particular a los que tenían cierta reputación, para no correr, o haber corrido en vano.

91

Pero el de la sierva nació según la carne; mas el de la libre lo fue por la promesa.

93

y no desechasteis ni menospreciasteis mi prueba que estaba en mi carne, antes me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.

95

Mas venida la fe, ya no estamos bajo ayo,

96

¿Dónde está entonces vuestra bienaventuranza? Porque yo os doy testimonio de que si hubiese sido posible, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos.

97

Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? ¡En ninguna manera!

98

Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago.

99

Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncidare, que está obligado a guardar toda la ley.

101

No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.

103

Ellos tienen celo de vosotros, mas no para bien; antes, os quieren apartar para que vosotros tengáis celo por ellos.

104

Bueno es ser celoso en lo bueno siempre, y no solamente cuando estoy presente con vosotros.

105

Lo cual es una alegoría; porque éstos son los dos pactos; el uno del monte Sinaí, el cual engendra para servidumbre; el cual es Agar.

106

querría estar ahora presente con vosotros y mudar mi voz; porque estoy perplejo de vosotros.

107

Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, que corresponde a la que ahora es Jerusalén, y está en servidumbre con sus hijos.

108

Porque está escrito: Alégrate estéril, tú que no das a luz: Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto, porque más son los hijos de la dejada, que de la que tiene marido.

109

mas está bajo tutores y mayordomos hasta el tiempo señalado por el padre.

110

Pero como entonces el que nació según la carne, perseguía al que nació según el Espíritu; así también es ahora.

111

Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la sierva y a su hijo; porque el hijo de la sierva no será heredero con el hijo de la libre.

113

Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también conmigo a Tito.

114

y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia:

116

Nosotros, somos judíos naturales, y no pecadores de los gentiles;

119

y cuando Jacobo, Cefas, y Juan, que parecían ser columnas, percibieron la gracia que me fue dada, nos dieron a mí y a Bernabé las diestras de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.

122

Hermanos, hablo como hombre: Un pacto, aunque sea de hombre, si fuere confirmado, nadie lo anula, o le añade.

129

Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba;

131

Porque yo por la ley soy muerto a la ley, a fin de que viva para Dios.

134

Mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar?

137

He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo.

138

envidias, homicidios, borracheras, desenfrenos, y cosas semejantes a estas; de las cuales os denuncio, como también ya os denuncié, que los que hacen tales cosas, no heredarán el reino de Dios.

139

Aquél, pues, que os suministra el Espíritu, y hace milagros entre vosotros ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír de la fe?

141

Y esto digo: El pacto antes confirmado por Dios en Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no le anula, para invalidar la promesa.

146

Como antes hemos dicho, así ahora digo otra vez: Si alguno os predicare otro evangelio del que habéis recibido, sea anatema.

147

¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? ¡En ninguna manera! Porque si se hubiera dado una ley que pudiera vivificar, la justicia verdaderamente habría sido por la ley.

148

Así que, hermanos, no somos hijos de la sierva, sino de la libre.

149

Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la sierva, y otro de la libre.