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2

Bet: Hizo envejecer mi carne y mi piel; quebrantó mis huesos.

3

(Compuestas por el orden alfabético Hebreo) Alef: ¡Cómo está sentada sola la Ciudad antes populosa! La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda, la princesa de provincias es hecha tributaria.

4

Bet: Edificó contra mí, y me cercó de tósigo y de trabajo.

5

Guímel: Se fue Judá en cautiverio, a causa de la aflicción y de la grandeza de servidumbre. Ella mora entre los gentiles, y no halla descanso. Todos sus perseguidores la alcanzaron entre estrechuras.

6

He: Sus enemigos han sido hechos cabeza, sus aborrecedores fueron prosperados; porque el SEÑOR la afligió por la multitud de sus rebeliones; sus niños fueron en cautividad delante del enemigo.

7

Dálet: Las calzadas de Sion tienen luto, porque no hay quien venga a las solemnidades; todas sus puertas están asoladas, sus sacerdotes gimen, sus vírgenes afligidas, y ella tiene amargura.

8

Guímel: Cortó con la ira de su furor todo el cuerno de Israel; hizo volver atrás su diestra delante del enemigo; y se encendió en Jacob como llama de fuego que ha devorado alrededor.

9

He: Los que comían delicadamente, asolados fueron en las calles. Los que se criaron en carmesí, abrazaron los estiércoles.

10

Vau: Se fue de la hija de Sion toda su hermosura; sus príncipes fueron como ciervos que no hallan pasto, y anduvieron sin fortaleza delante del perseguidor.

11

Zain: Jerusalén, cuando cayó su pueblo en mano del enemigo y no hubo quien le ayudara, entonces se acordó de los días de su aflicción, y de sus rebeliones, y de todas sus cosas deseables que tuvo desde los tiempos antiguos; la miraron los enemigos, y escarnecieron de sus sábados.

12

Bet: Me asentó en oscuridades, como los muertos para siempre.

13

Chet: Pecado grave cometió Jerusalén; por lo cual ella ha sido removida; todos los que antes la honraban la han menospreciado, porque vieron su vergüenza; y ella también suspira, y es vuelta atrás.

14

Yod: Extendió su mano el enemigo a todas sus cosas preciosas; y ella vio a los gentiles entrar en su santuario, de los cuales mandaste que no entraran en tu congregación.

15

Caf: Todo su pueblo buscó su pan suspirando; dieron por la comida todas sus cosas preciosas, para entretener la vida. Mira, oh SEÑOR, y ve que soy tornada vil.

16

Tet: Sus inmundicias están en sus faldas; no se acordó de su postrimería; por tanto, ella ha descendido sorprendentemente, no tiene consolador. Mira, oh SEÑOR, mi aflicción, porque el enemigo se ha engrandecido.

17

Vau: Y se aumentó la iniquidad de la hija de mi pueblo más que el pecado de Sodoma, que fue trastornada en un momento, y no asentaron sobre ella compañías.

18

Lámed: ¿No os conmueve a cuantos pasáis por el camino? Mirad, y ved si hay dolor como mi dolor que me ha venido; porque el SEÑOR me ha angustiado en el día de la ira de su furor.

19

Nun: El yugo de mis rebeliones está ligado en su mano; entretejidas han subido sobre mi cerviz; ha hecho caer mis fuerzas; me ha entregado el Señor en manos de donde no podré levantarme.

20

Tau: Entre delante de ti toda su maldad, y haz con ellos como hiciste conmigo por todas mis rebeliones. Porque muchos son mis suspiros, y mi corazón está dolorido.

21

Tsade: El SEÑOR es justo; que yo contra su boca me rebelé. Oíd ahora, todos los pueblos, y ved mi dolor; mis vírgenes y mis jóvenes fueron en cautiverio.

22

Guímel: Me cercó de seto, y no saldré; agravó mis grillos.

23

Sámec: El Señor ha hollado todos mis fuertes en medio de mí; llamó contra mi compañía para quebrantar mis jóvenes, como lagar ha pisado el Señor a la Virgen hija de Judá.

24

Mem: Desde lo alto envió fuego en mis huesos, el cual se enseñoreó; extendió red a mis pies, me tornó atrás, me puso asolada, y que siempre tenga dolor.

25

Ayin: Por esta causa yo lloro; mis ojos, mis ojos fluyen aguas; porque se alejó de mí el consolador que dé reposo a mi alma. Mis hijos son destruidos, porque el enemigo prevaleció.

26

Pe: Sion extendió sus manos; no tiene consolador; el SEÑOR dio mandamiento contra Jacob, que sus enemigos lo cercaran; Jerusalén fue en abominación entre ellos.

27

Sin: Oyeron que gemía, y no hay consolador para mí. Todos mis enemigos han oído mi mal, se alegraron porque tú lo hiciste. Trajiste el día que señalaste, mas serán como yo.

29

Dálet: Entesó su arco como enemigo, afirmó su mano derecha como adversario, y mató toda cosa hermosa a la vista en la tienda de la hija de Sion; derramó como fuego su enojo.

30

Cof: Di voces a mis amadores, mas ellos me han engañado. Mis sacerdotes y mis ancianos en la ciudad perecieron buscando comida para sí con que entretener su vida.

31

Resh: Mira, oh SEÑOR, que estoy atribulada; mis entrañas rugen, mi corazón está trastornado en medio de mí; porque me rebelé desaforadamente; de fuera me desahijó la espada, de dentro aparece la muerte.

32

Chet: Oscura más que la negrura es la forma de ellos; no los conocen por las calles. Su piel está pegada a sus huesos, seco como un palo.

33

Guímel: Aun cuando clamé y di voces, cerró mi oración.

34

Al egipcio y al asirio dimos la mano, para saciarnos de pan.

35

He: Fue el Señor como enemigo; destruyó a Israel, destruyó todos sus palacios, disipó sus fortalezas, y multiplicó en la hija de Judá la tristeza y el luto.

36

Vau: Y traspasó como de huerto su tabernáculo, destruyó su congregación. El SEÑOR hizo olvidar en Sion solemnidades y sábados; y desechó en la ira de su furor rey y sacerdote.

37

Dálet: Torció mis caminos, y me despedazó; me tornó asolado.

38

Dálet: Oso que acecha fue para mí, como león en escondrijos.

39

Zain: Sus Nazareos fueron blancos más que la nieve, más resplandecientes que la leche; su compostura más encendida que las piedras preciosas cortadas del zafiro;

40

Dálet: Su arco entesó, y me puso como blanco a la saeta.

41

Zain: Desechó el Señor su altar, menospreció su Santuario, entregó en mano del enemigo los muros de sus palacios; dieron grito en la Casa del SEÑOR como en día de fiesta.

42

Alef: Yo soy un hombre que ve aflicción en la vara de su enojo.

43

Zain: Acuérdate de mi aflicción y de mi lloro, del ajenjo y de la hiel.

46

Yod: Se sentaron en tierra, callaron los ancianos de la hija de Sion; echaron polvo sobre sus cabezas, se ciñieron de cilicio; las hijas de Jerusalén bajaron sus cabezas a tierra.

47

Chet: El SEÑOR determinó destruir el muro de la hija de Sion; extendió el cordel, no retrajo su mano de destruir; se enlutó el antemuro y el muro; fueron destruidos juntamente.

48

Tet: Sus puertas fueron echadas por tierra, destruyó y quebrantó sus cerrojos; su rey y sus príncipes son llevados entre los gentiles; no hay ley; sus profetas tampoco hallaron visión del SEÑOR.

50

He: Hizo entrar en mis riñones las saetas de su aljaba.

53

Sámec: Todos los que pasaban por el camino, batieron las manos sobre ti. Silbaron, y movieron sus cabezas sobre la hija de Jerusalén, diciendo: ¿Es ésta la ciudad que decían de perfecta hermosura, el gozo de toda la tierra?

55

Lámed: Decían a sus madres: ¿Dónde está el trigo y el vino? Desfalleciendo como muertos en las calles de la ciudad, derramando sus almas en el regazo de sus madres.

57

Pe: Todos tus enemigos abrieron sobre ti su boca; y silbaron, y rechinaron los dientes; dijeron: Devoremos; cierto este es el día que esperábamos; lo hemos hallado, lo hemos visto.

58

Tet: Más dichosos fueron los muertos a espada que los muertos del hambre. Porque éstos murieron poco a poco por falta de los frutos de la tierra.

59

Cof: Levántate, da voces en la noche, en el principio de las velas; derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; alza tus manos a él por la vida de tus pequeñitos, que desfallecen de hambre en las entradas de todas las calles.

60

Caf: Mis ojos desfallecieron de lágrimas, rugieron mis entrañas, mi hígado se derramó por tierra por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo, desfalleciendo el niño y el que mamaba, en las plazas de la ciudad.

61

Zain: Lo tendrá aún en memoria mi alma, porque en mí está humillada.

62

Yod: Las manos de las mujeres piadosas cocieron a sus hijos; les fueron comida en el quebrantamiento de la hija de mi pueblo.

64

Mem: ¿Qué testigo te traeré, o a quién te haré semejante, oh hija de Jerusalén? ¿A quién te compararé para consolarte, oh Virgen hija de Sion? Porque grande es tu quebrantamiento como el mar; ¿quién te medicará?

65

Siervos se enseñorearon de nosotros; no hubo quien nos librara de su mano.

67

Alef: ¡Cómo oscureció el Señor en su furor a la hija de Sion! Derribó del cielo a la tierra la hermosura de Israel, y no se acordó del estrado de sus pies en el día de su ira.

68

Nun: Tus profetas te predicaron vanidad y locura; y no descubrieron tu iniquidad para estorbar tu cautiverio, sino que te predicaron vanas profecías y disgresiones.

69

Cof: Porque el Señor no desechará para siempre;

70

Caf: Cumplió el SEÑOR su enojo, derramó el ardor de su ira; y encendió fuego en Sion, que consumió sus fundamentos.

72

Con peligro de nuestras vidas traíamos nuestro pan delante de la espada del desierto.

73

Ayin: El SEÑOR hizo lo que determinó, cumplió su palabra que él había mandado desde tiempo antiguo; destruyó, y no perdonó; y alegró sobre ti al enemigo, y enalteció el cuerno de tus adversarios.

74

Violaron a las mujeres en Sion, a las vírgenes en las ciudades de Judá.

75

Resh: Mira, oh SEÑOR, y considera a quién has vendimiado así. ¿Han de comer las mujeres su fruto, los pequeñitos de sus crías? ¿Han de ser muertos en el Santuario del Señor el sacerdote y el profeta?

76

Alef: Me guió y me llevó en tinieblas, mas no en luz.

78

Alef: Ciertamente contra mí volvió y revolvió su mano todo el día.

79

Sin: Niños y viejos yacían por tierra en las calles; mis vírgenes y mis jóvenes cayeron a espada. Mataste en el día de tu furor; degollaste, no perdonaste.

80

Yod: Dará la mejilla al que le hiriere; se llenará de afrenta.

82

Lámed: Nunca los reyes de la tierra, ni todos los que habitan en el mundo, creyeron que el enemigo y el adversario entrara por las puertas de Jerusalén.

84

Bet: Destruyó el Señor, y no perdonó; destruyó en su furor todas las tiendas de Jacob; echó por tierra las fortalezas de la hija de Judá, contaminó el Reino y sus príncipes.

85

Mem: Por los pecados de sus profetas, por las iniquidades de sus sacerdotes, que derramaron en medio de ella la sangre de los justos.

86

Tau: Llamaste, como a día de solemnidad, mis temores de todas partes; ni hubo en el día del furor del SEÑOR quien escapara ni quedara vivo; los que crié y mantuve, mi enemigo los acabó.

87

Sin: Gózate y alégrate, hija de Edom, la que habitas en tierra de Uz, aun hasta ti pasará el cáliz; te embriagarás, y vomitarás.

88

Res: El resuello de nuestras narices, el ungido del SEÑOR, fue preso en sus hoyos, de quien habíamos dicho. A su sombra tendremos vida entre los gentiles.

89

Tsade: El corazón de ellos clamaba al Señor: Oh muro de la hija de Sion, echa lágrimas como un arroyo día y noche; no descanses, ni calle la niña de tu ojo.

90

Alef: ¡Cómo se ha oscurecido el oro! ¡Cómo el buen oro se ha demudado! Las piedras del Santuario están esparcidas por las encrucijadas de todas las calles.

92

Yod: Pondrá su boca en el polvo, si por ventura habrá esperanza.

95

Llevaron los jóvenes a moler, y los niños desfallecieron en la leña.

96

A los príncipes colgaron con su mano; no respetaron el rostro de los ancianos.

97

Tau: Cumplido es tu castigo por tu iniquidad, oh hija de Sion: nunca más te hará transportar. Visitará tu iniquidad, oh hija de Edom; descubrirá tus pecados.

98

Sámec: Les daban voces: Apartaos ¡Inmundicia!, Apartaos, apartaos, no toquéis: porque eran contaminados; y cuando fueron traspasados, dijeron entre los gentiles: Nunca más morarán aquí.

99

Dálet: La lengua del niño de pecho, de sed se pegó a su paladar; los cachorros pidieron pan, y no hubo quien lo partiere.

100

Ayin: Aun nos han desfallecido nuestros ojos tras nuestro vano socorro. En nuestra esperanza aguardamos gente que no puede salvar.

101

Acuérdate, oh SEÑOR, de lo que nos ha sucedido. Ve y mira nuestro oprobio.

102

Pe: La ira del SEÑOR los apartó, nunca más los mirará. No respetaron la faz de los sacerdotes, ni tuvieron compasión de los ancianos.

103

Guímel: Aun los dragones sacan la mama, dan de mamar a sus chiquitos. La hija de mi pueblo es cruel, como los avestruces en el desierto.

104

Bet: Los hijos de Sion, preciados y estimados más que el oro puro. ¡Cómo son tenidos por vasos de barro, obra de manos de alfarero!

105

Tsade: Cazaron nuestros pasos, que no anduviéramos por nuestras calles. Se acercó nuestro fin, se cumplieron nuestros días; porque nuestro fin vino.

106

Por el Monte de Sion que está asolado; zorras andan en él.

107

Porque repeliendo nos has desechado; te has airado contra nosotros en gran manera.

110

Por esto fue entristecido nuestro corazón, por esto se entenebrecieron nuestro ojos,

111

Cof: Ligeros fueron nuestros perseguidores más que las águilas del cielo; sobre los montes nos persiguieron, en el desierto nos pusieron emboscada.

112

Cayó la corona de nuestra cabeza. ¡Ay ahora de nosotros! Porque pecamos.

114

¿Por qué te olvidarás para siempre de nosotros, y nos dejarás por largos días?

115

Huérfanos somos sin padre; nuestras madres son como viudas.

116

Persecución padecemos sobre nuestra cerviz; nos cansamos, y no hay para nosotros reposo.

117

Nuestra agua bebemos por dinero; nuestra leña por precio compramos.

118

Bet: Amargamente llora en la noche, y sus lágrimas están en sus mejillas; no tiene quien la consuele de todos sus amadores; todos sus amigos le faltaron, se le volvieron enemigos.

119

Zain: Esto reduciré a mi corazón, por tanto esperaré.

123

Cof: Antes si afligiere, también se compadecerá según la multitud de sus misericordias.

124

Lámed: Para desmenuzar debajo de sus pies todos los encarcelados de la tierra,

125

Cof: Porque no aflige ni acongoja de su corazón a los hijos de los hombres.

126

Mem: ¿Por qué tiene dolor el hombre viviente, el hombre en su pecado?

127

Nun: Levantemos nuestros corazones con las manos a Dios en los cielos.

128

Lámed: Para hacer apartar el derecho del hombre ante la presencia del Altísimo,

129

Cof: Invoqué tu nombre, oh SEÑOR, desde la cárcel profunda.

130

Cof: Te acercaste el día que te invoqué; dijiste: No temas.

131

Lámed: Para trastornar al hombre en su causa, el Señor no lo sabe.

133

Sámec: Raedura y abominación nos tornaste en medio de los pueblos.

134

Ayin Mis ojos contristaron mi alma, por todas las hijas de mi ciudad.

135

Pe: Ríos de aguas echan mis ojos, por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo.

136

Resh: Abogaste, Señor, la causa de mi alma; redimiste mi vida.

137

Tsade: Mis enemigos me dieron caza como a ave, sin razón.

139

Ayin Mis ojos destilan, y no cesan, porque no hay alivio,

140

Sámec: Te cubriste de nube, para que no pasara la oración nuestra.

141

Pe: Todos nuestros enemigos abrieron sobre nosotros su boca.

142

Pe: Temor y lazo fue para nosotros, asolamiento y quebrantamiento.

143

Tsade: Ataron mi vida en mazmorra, pusieron piedra sobre mí.

144

Tau: Dales el pago, oh SEÑOR, según la obra de sus manos.

145

Sin: Los dichos de los que se levantaron contra mí, y su designio contra mí todo el día.

146

Cof: Oíste mi voz; no escondas tu oído a mi clamor, para mi respiro.

147

Tau: Persíguelos en tu furor, y quebrántalos de debajo de los cielos, oh SEÑOR.

148

Tsade Aguas de avenida vinieron sobre mi cabeza; yo dije: muerto soy.

150

Sin: Tú has oído la afrenta de ellos, oh SEÑOR, todas sus maquinaciones contra mí;

151

Sin: Su sentarse, y su levantarse mira; yo soy su canción.

152

Resh: Tú has visto toda su venganza; todos sus pensamientos contra mí.

154

Resh: Tú has visto, oh SEÑOR, mi sinrazón; pleitea mi causa.