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por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios;
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro racional culto.
Y ya sabemos que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan a bien, a los que conforme al Propósito son llamados (a ser santos).
Y no os conforméis a este siglo; mas trasformaos por la renovación de vuestra alma, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Porque la paga del pecado es muerte; mas la gracia de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, en que siendo aún pecadores, el Cristo murió por nosotros.
Por tanto, de la manera que el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y la muerte así pasó a todos los hombres en aquel en quien todos pecaron.
Justificados pues por la fe, tenemos paz para con Dios por el Señor nuestro, Jesús, el Cristo;
Así que ahora, ninguna condenación hay para los que están en el Ungido, Jesús, que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Porque no me avergüenzo del Evangelio del Cristo, porque es potencia de Dios para dar salud a todo aquel que cree; al judío primeramente y también al griego.
porque todo aquel que invocare el Nombre del Señor, será salvo.
Porque manifiesta es la ira de Dios del cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que detienen la verdad con injusticia;
Toda alma se someta a las potestades superiores; porque no hay potestad sino de Dios; y las que son, de Dios son ordenadas.
Luego la fe es por el oír; y el oído, por la palabra del Cristo.
Porque las cosas invisibles de él; su eterna potencia y divinidad, se ven entendidas por la creación del mundo, y por las cosas que son hechas, para que no haya excusa;
¿O no sabéis que todos los que somos bautizados en el Cristo Jesús, somos bautizados en su muerte?
¿Pues qué diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia crezca?
Mas vosotros no sois en la carne, sino en el Espíritu, por cuanto el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu del Cristo, el tal no es de él.
Porque a los que antes conoció, también les señaló desde antes el camino para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el Primogénito entre muchos hermanos;
Y asimismo también el Espíritu nos ayuda en nuestra flaqueza; porque orar como conviene, no lo sabemos; sino que el mismo Espíritu demanda por nosotros con gemidos indecibles.
Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.
¿Pues qué diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién será contra nosotros?
Porque somos sepultados juntamente con él a muerte por el bautismo; para que como el Cristo resucitó de los muertos a gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.
Porque tengo por cierto que lo que en este tiempo se padece, no es de comparar con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada.
Por lo cual Dios los entregó a afectos vergonzosos; pues aun sus mujeres mudaron el natural uso en el uso que es contra naturaleza;
de los cuales sois también vosotros, los llamados de Jesús, el Cristo;
Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra enseñanza fueron escritas; para que por el padecer con paciencia, y por la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.
Pero ahora, sin la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, testificada por la ley y por los profetas;
Porque el Cristo, cuando aún éramos flacos, a su tiempo murió por los impíos.
Digo pues por la gracia que me es dada, a todos los que están entre vosotros, que no sepan más de lo que conviene saber; mas que sepan con templanza, cada uno conforme a la medida de fe que Dios repartió.
de su Hijo, (el cual le nació de la simiente de David según la carne;
Porque el mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención que es en Jesús el Cristo;
Pablo, siervo de Jesús, el Cristo, llamado a ser apóstol, apartado para el Evangelio de Dios,
El amor sea sin fingimiento, aborreciendo lo malo, llegándoos a lo bueno;
¿Y piensas esto, oh hombre, que juzgas a los que hacen tales cosas, y haces las mismas , que tú escaparás del juicio de Dios?
(porque no siendo aún nacidos, ni habiendo hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección, no por las obras sino por el que llama, permaneciese),
Y no sólo esto , más aún nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;
¿Cómo, pues invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán a aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quién les predique?
rogando, si al fin tendré, por la voluntad de Dios, próspero viaje para ir a vosotros.
Porque en él la justicia de Dios se descubre de fe en fe. Como está escrito: Mas el justo vivirá por la fe.
Porque no habéis recibido el espíritu de servidumbre para estar (otra vez) en temor; mas habéis recibido el Espíritu de adopción (de hijos), por el cual clamamos, ¡Abba, Padre!
para ser juntamente consolado con vosotros por la común fe, vuestra y mía.
¿Quién nos apartará de la caridad del Cristo? ¿tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o cuchillo?
Porque testigo me es Dios, al cual sirvo en mi espíritu en el Evangelio de su Hijo, que sin cesar me acuerdo de vosotros siempre en mis oraciones,
Y os ruego, hermanos, que miréis por los que causan disensiones y escándalos fuera de la doctrina que vosotros habéis aprendido; y apartaos de ellos.
No debáis a nadie nada, sino amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, cumplió la ley.
¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios, e inescrutables sus caminos!
Y si la caída de ellos es la riqueza del mundo, y el menoscabo de ellos, la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más lo será la plenitud de ellos?
porque por las obras de la ley ninguna carne se justificará delante de él; porque por la ley es el conocimiento del pecado.
y la esperanza no será avergonzada; porque el amor de Dios está derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado.
porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias; antes se desvanecieron en sus fantasías, y el tonto corazón de ellos fue entenebrecido.
Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los otros gentiles.
Primeramente, doy gracias a mi Dios por Jesús, el Cristo, acerca de todos vosotros, de que vuestra fe es predicada en todo el mundo.
al cual Dios ha propuesto por aplacación mediante la fe en su sangre, para manifestación de su justicia, para la remisión de los pecados pasados;
Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.
Por lo cual también Dios los entregó a las concupiscencias de sus corazones para inmundicia, para que contaminasen sus cuerpos entre sí mismos ;
De manera que, teniendo diferentes dones según la gracia que nos es dada; si es profecía, conforme a la medida de la fe;
Y el Dios de esperanza os llena de todo gozo y paz creyendo; para que abundéis en esperanza por la virtud del Espíritu Santo.
Al enfermo en la fe sobrellevad, pero no hasta discernimientos dudosos.
porque lo que de Dios se conoce, a ellos es manifiesto; porque Dios se lo manifestó.
Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes acerca de vosotros mismos; que la ceguedad en parte aconteció en Israel, para que entre tanto entrase la plenitud de los gentiles;
Porque no hay diferencia de judío y de griego; porque el mismo es el Señor de todos, rico para con todos los que le invocan;
por cuanto la prudencia de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por aquel que nos amó.
Luego mucho más ahora, justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, sin embargo todos los miembros no tienen la misma operación;
Y si hijos, también herederos; ciertamente de Dios, y coherederos con el Cristo; si empero padecemos juntamente con él , para que juntamente con él seamos glorificados.
Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, cualquiera que juzgas; porque en lo mismo que juzgas al otro, te condenas a ti mismo; porque lo mismo haces, tú que juzgas a los otros .
convencidos que nuestro viejo hombre juntamente fue colgado en el madero con él, para que el cuerpo del pecado sea deshecho, a fin de que no sirvamos más al pecado.
¿O menosprecias las riquezas de su bondad, y paciencia, y longanimidad, ignorando que su bondad te guía al arrepentimiento?
Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó a Jesús el Cristo de los muertos, vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
No defendiéndoos a vosotros mismos, amados; antes dad lugar a la ira de Dios , porque escrito está: Mía es la venganza; yo pagaré, dice el Señor.
Porque ya sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido a sujeción del pecado.
Pero sabemos que todo lo que la ley dice, a los que están en la ley lo dice, para que toda boca se tape, y que todo el mundo se sujete a Dios;
¿Qué pues? ¿Somos mejores que ellos? En ninguna manera, porque ya hemos comprobado a judíos y a griegos, que todos están bajo pecado.
Mas ¿qué dice? Cercana está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe, la cual predicamos:
amando la caridad de la hermandad los unos con los otros; previniéndoos con honra los unos a los otros;
Porque la esperanza solícita de las criaturas espera la manifestación de los hijos de Dios.
la justicia, digo, de Dios por la fe de Jesús el Cristo, para todos y sobre todos los que creen en él. Porque no hay diferencia,
¿Quién es el que los condenará? El Ungido, Jesús, es el que murió; más aun, el que también resucitó, quien además está a la diestra de Dios, el que también demanda por nosotros.
Os encomiendo empero a Febe, nuestra hermana, la cual está en el servicio de la Iglesia que está en Cencrea;
Porque lo que era imposible a la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, y por el pecado, condenó al pecado en la carne;
El que aun a su propio Hijo no escatimó, antes lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
Porque los que son conforme a la carne, las cosas que son de la carne saben; mas los que conforme al Espíritu, las cosas que son del Espíritu.
Verdad digo en el Cristo, no miento, dándome testimonio mi conciencia en el Espíritu Santo,
Así que, concluimos que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
Así que, en cuanto a mí, presto estoy a anunciar el Evangelio también a los que estáis en Roma.
Porque con el corazón se cree para alcanzar justicia; mas con la boca se hace confesión para alcanzar salud.
el cual fue declarado Hijo de Dios con potencia, según el Espíritu de santificación, por la resurrección de los muertos), de Jesús, el Cristo, Señor nuestro,
el cual fue entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra justificación.
Mas tú ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos estaremos delante del tribunal del Cristo.
Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, ya reconciliados, seremos salvos por su vida.
Porque la prudencia de la carne es muerte; mas la prudencia del Espíritu, vida y paz;
¿Qué pues diremos? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque (tampoco) conocería la concupiscencia, si la ley no dijera: No codiciarás.
que el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo por el Espíritu Santo.
¿O no sabéis que a quien os presentáis a vosotros mismos como siervos para obedecerle, sois siervos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?
Para que el pecado no se enseñoree de vosotros; porque no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
los cuales mudaron la verdad de Dios en mentira, honrando y sirviendo a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
Y al que puede confirmaros según mi Evangelio y la predicación de Jesús, el Cristo, según la revelación del misterio encubierto desde tiempos eternos,
Porque la ley del Espíritu de vida en el Ungido, Jesús, me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Hermanos, ciertamente la voluntad de mi corazón y mi oración a Dios sobre Israel, es para salud.
Mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, la fe le es contada por justicia.
Digo pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy Israelita, de la simiente de Abraham, de la tribu de Benjamín.
porque si viviereis conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu mortificáis las obras del cuerpo, viviréis.
Y como a ellos no les pareció tener a Dios en cuenta, Dios los entregó a perverso entendimiento, para que hicieran lo que no conviene,
Y no sólo ellas, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos esperando la adopción, es a saber , la redención de nuestro cuerpo.
En ninguna manera; porque Dios es Verdadero y todo hombre es mentiroso, como está escrito: Para que seas justificado en tus dichos, y venzas cuando juzgares.
Porque de él, y por él, y en él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;
Así también vosotros, pensad que vosotros de cierto sois muertos al pecado; mas que vivís a Dios en el Cristo Jesús, Señor nuestro.
Así que, los que somos más firmes, debemos sobrellevar las flaquezas de los flacos, y no agradarnos a nosotros mismos.
¿O ignoráis, hermanos (hablo con los que saben la ley), que la ley solamente se enseñorea del hombre entre tanto que vive?
Porque ya sabemos que todas las criaturas gimen (a una), y (a una) están de parto hasta ahora.
Si se puede hacer, cuanto es posible en vosotros, tened paz con todos los hombres.
y así todo Israel fuese salvo; como está escrito: Vendrá de Sión el Libertador, que quitará de Jacob la impiedad;
así muchos somos un cuerpo en el Cristo, mas todos miembros los unos de los otros.
No pagando a nadie mal por mal; procurando lo bueno no sólo delante de Dios, mas aun delante de todos los hombres.
Así que, de la manera que por un delito vino la culpa a todos los hombres para condenación, así por una justicia vino la gracia a todos los hombres para justificación de vida.
También alguno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté asegurado en su alma.
Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora nos está más cerca nuestra salud que cuando creímos.
No seas vencido de lo malo; mas vence con el bien el mal.
Así que no es del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
Porque, si por un delito reinó la muerte por causa de uno solo , mucho más reinarán en vida por uno solo , Jesús, el Cristo, los que reciben la abundancia de gracia, y de dones y de la justicia.
Y yo sé que en mí (es a saber, en mi carne) no mora el bien, porque tengo el querer, mas efectuar el bien no lo alcanzo.
Porque no es judío el que lo es exteriormente; ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne,
Porque lo que cometo, no lo entiendo; y ni el (bien) que quiero, hago; antes lo que aborrezco, aquello hago.
Porque los gentiles que no tienen la ley, haciendo naturalmente lo que es de la ley, los tales, aunque no tengan la ley, ellos mismos se son ley,
Saludaos los unos a los otros con beso santo. Os saludan todas las Iglesias del Cristo.
Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;
Bendecid a los que os persiguen; bendecid y no maldigáis.
No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que lo obedezcáis en sus concupiscencias;
por el cual recibimos la gracia y el apostolado, para hacer que se obedezca a la fe entre todos los gentiles en su Nombre,
a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz tengáis de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesús, el Cristo.
cuyos son los padres, y de los cuales es el Cristo según la carne, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.
Diciéndose ser sabios, se hicieron fatuos,
Porque como por la desobediencia de un hombre muchos fueron hechos pecadores, así por la obediencia de uno, muchos serán hechos justos.
¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará del cuerpo de esta muerte?
Porque el fin de la ley es el Cristo, para dar justicia a todo aquel que cree.
mas vestíos del Señor Jesús, el Cristo; y no hagáis caso de la carne en sus deseos.
No que la Palabra de Dios haya faltado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas;
Así que tengo de qué gloriarme en el Ungido, Jesús, para con Dios.
Mas el que hace diferencia, si comiere, es condenado; porque no comió por fe; y todo lo que no sale de fe, es pecado.
La ley empero entró para que el delito creciese; mas cuando el pecado creció, sobrepujó la gracia;
Porque ¿qué dice la Escritura?: Y creyó Abraham a Dios, y le fue atribuido a justicia.
Porque si el desechamiento de ellos es la reconciliación del mundo, ¿qué será el recibimiento de ellos , sino vida de entre los muertos?
Así que, no juzguemos más los unos de los otros; antes bien juzgad de que no pongáis tropiezo o escándalo al hermano.
(que él había antes prometido por sus profetas en las santas Escrituras,)
Porque no por la ley fue dada la promesa a Abraham o a su simiente, que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe.
Mas el Dios de la paciencia y de la consolación os dé que entre vosotros seáis unánimes según el Ungido Jesús;
si en alguna manera provocase a celos a mi nación, e hiciese salvos a algunos de ellos.
Pero si la verdad de Dios creció para su gloria por mi mentira, ¿por qué aún así yo soy juzgado como pecador?
Pero si el Cristo está en vosotros, el cuerpo a la verdad es muerto a causa del pecado; mas el espíritu vive a causa de la justicia.
Y a los que les señaló desde antes el camino , a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificará.
Por tanto, sobrellevaos los unos a los otros, como también el Cristo nos sobrellevó, para gloria de Dios.
Porque el que es muerto, al pecado murió una vez; y el que vive, a Dios vive.
porque es ministro de Dios para tu bien. Mas si hicieres lo malo, teme; porque no sin causa trae el cuchillo; porque es ministro de Dios, vengador para castigo al que hace lo malo.
el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:
¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el Evangelio de la paz, de los que anuncian el Evangelio de lo que es bueno!
Porque: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; no codiciarás: y si hay algún otro mandamiento, en esta palabra se resume: Amaras a tu projimo como a ti mismo.
Mas por tu dureza, y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la manifestación del justo juicio de Dios;
compartiendo para las necesidades de los santos; siguiendo la hospitalidad.
Pero cierto estoy yo de vosotros, hermanos míos, que aun sin mi exhortación estáis llenos de caridad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podáis amonestaros los unos a los otros.
Así que, sigamos lo que hace a la paz, y a la edificación de los unos a los otros.
Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lechos y disoluciones, no en pendencias y envidia;
ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado por instrumentos de iniquidad; antes presentaos a Dios como resucitados de los muertos, y vuestros miembros a Dios, por instrumentos de justicia.
Porque las criaturas sujetas fueron a vanidad, no de su voluntad, sino por causa del que las sujetó,
Mas no como el delito, tal es el don; porque si por el delito de aquel uno murieron muchos, mucha más la gracia de Dios, y el don por la gracia de un hombre, Jesús el Cristo, abundó a muchos.
La caridad no hace mal al prójimo; así que la caridad es el cumplimento de la ley.
Gracias a Dios, que aunque fuisteis siervos del pecado, habéis obedecido de corazón a la forma de doctrina a la cual sois entregados;
Unánimes entre vosotros; no altivos, mas acomodándoos a los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.
¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que los justifica.
De manera que, cada uno de nosotros dará a Dios razón de sí.
en el cuidado no perezosos; ardientes en el Espíritu; sirviendo al Señor;
Y si morimos con el Cristo, creemos que también viviremos con él;
y del mismo modo también los machos, dejando el uso natural de las hembras, se encendieron en sus concupiscencias los unos con los otros, cometiendo cosas nefandas machos con machos, y recibiendo en sí mismos la recompensa que provino de su error.
Porque la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia;
Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda.
Y el Dios de paz quebrante presto a Satanás debajo de vuestros pies. La gracia del Señor nuestro Jesús, el Cristo, sea con vosotros.
Y si el primer fruto es santo, también lo será el todo, y si la raíz es santa, también lo serán las ramas.
¿Pues qué? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera.
Porque (a vosotros digo, gentiles). En cuanto a la verdad, yo soy apóstol de los gentiles, mi ministerio honro,
Como está escrito: Que por padre de muchos gentiles te he puesto delante de Dios, al cual creyó; el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como las que son.
por el cual también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes , y nos gloriamos en la esperanza de la gloria (de los hijos) de Dios.
Porque si fuimos plantados juntamente en él a la semejanza de su muerte, también lo seremos a la de su resurrección;
Porque todos los que sin ley pecaron, sin ley también perecerán; y todos los que en la ley pecaron, por la ley serán juzgados;
Y si por gracia, luego no por las obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por las obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.
¿Luego deshacemos la ley por la fe? En ninguna manera; antes establecemos la ley.
He aquí, tú te llamas por sobrenombre judío; y estás apoyado en la ley, y te glorías en Dios,
Así también vosotros, hermanos míos, sois muertos a la ley en el cuerpo del Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, para que fructifiquemos a Dios.
Digo pues: ¿Tropezaron luego de tal manera que cayesen del todo? En ninguna manera; mas por la caída de ellos vino la salud a los gentiles, para que por ellos fuesen provocados a celos.
Porque los tales no sirven al Señor nuestro Jesús, el Cristo, sino a sus vientres; y con suaves palabras y bendiciones engañan los corazones de los simples.
porque el pecado, habida ocasión, me engañó por el mandamiento, y por él me mató.
murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres,
Porque hasta la ley, el pecado estaba en el mundo; mas el pecado no era imputado, no habiendo ley.
Porque el que en esto sirve al Cristo, agrada a Dios, y es acepto a los hombres.
Porque no osaría hablar alguna cosa que el Cristo no haya hecho por mí, para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras,
no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.
Bien; por su incredulidad fueron quebradas, mas tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, antes teme.
Mas a los que son contenciosos, y que no obedecen a la verdad, antes obedecen a la injusticia: enojo e ira.
¿Es pues esta bienaventuranza solamente en la circuncisión o también en la incircuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia.
con potencia de milagros y prodigios, en virtud del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, he llenado todo del Evangelio del Cristo.
Así que, en cuanto al Evangelio, los tengo por enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección de Dios , son muy amados por causa de los padres.
Mas gloria y honra y paz a cualquiera que obra el bien, al judío primeramente y también al griego.
Tribulación y angustia será sobre toda persona humana que obra lo malo, el judío primeramente y también el griego.
Porque si tú eres cortado de la oliva que es silvestre por naturaleza, y contra natura fuiste injertado en la buena oliva, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su oliva?
¿Cómo pues le fue contada? ¿En la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la incircuncisión.
Os saludan Timoteo, mi coadjutor, y Lucio y Jasón y Sosípater, mis parientes.
Ni tampoco de la manera que por un pecado, así también el don; porque el juicio a la verdad vino de un pecado para condenación, mas la gracia vino de muchos delitos para justificación.
para que, de la manera que el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna por Jesús, el Cristo, Señor nuestro.
sepulcro abierto es su garganta; con sus lenguas tratan engañosamente; veneno de áspides está debajo de sus labios;
sino, como está escrito: A los que no fue anunciado de él, verán; y los que no oyeron, entenderán.
¿Qué fruto, pues, teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.
Mas ahora teniendo más lugar en estas regiones, y deseando ir a vosotros hace muchos años,
Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injertados; que poderoso es Dios para volverlos a injertar.
Como también en Oseas dice: Llamaré al que no era mi pueblo, pueblo mío; y a la no amada, amada.
cuando partiere para España, iré a vosotros; porque espero que pasando os veré, y que seré llevado de vosotros allá, si empero antes hubiere gozado de vosotros.
y la paciencia, experiencia; y la experiencia, esperanza;
Porque sabemos que el juicio de Dios es según la verdad contra los que hacen tales cosas.
Tú tienes fe; tenla contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo con lo que aprueba.
que sea padre de la circuncisión, no solamente a los que son de la circuncisión, sino también a los que siguen las pisadas de la fe que fue en nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.
y sabes su voluntad y apruebas lo mejor, instruido por la ley;
Os saluda Gayo, mi huésped, y de toda la Iglesia. Os saluda Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto.
No ha desechado Dios a su pueblo, al cual antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura? Cómo hablando con Dios contra Israel dice:
La gracia del Señor nuestro Jesús, el Cristo, sea con todos vosotros. Amén.
Así que, cuando hubiere concluido esto, y les hubiere consignado este fruto, pasaré a vosotros a España.
Porque como también vosotros en algún tiempo no creisteis a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia con ocasión de la incredulidad de ellos;
sus ojos sean obscurecidos para que no vean, y agóbiales siempre el espinazo.
Porque siendo antes siervos del pecado, ahora habéis sido hechos siervos de la justicia.
Tú pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? ¿Tú, que predicas que no se ha de hurtar, hurtas?
Porque los de Macedonia y Acaya tuvieron por bien hacer una colecta para los pobres de los santos que están en Jerusalén.
¿Tú, que dices que no se ha de adulterar, adulteras? ¿Tú, que abominas los ídolos, cometes sacrilegio?
No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias; mas malo es al hombre que come con escándalo.
enseñador de los que no saben, maestro de niños, que tienes la forma de la ciencia y de la verdad en la ley.
De manera que, si el incircunciso guardare las justicias de la ley, ¿no será tenido su prepucio por circuncisión?
Y lo que naturalmente es prepucio, pero guarda perfectamente la ley, te juzgará a ti, que con la letra y con la circuncisión eres rebelde a la ley.
Porque el Nombre de Dios es blasfemado por medio de vosotros entre los gentiles, como está escrito.
Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derruido; y yo he quedado solo, y procuran matarme.
o ministerio, en servir; o el que enseña, en doctrina;
Porque si los que son de la ley son los herederos, vana es la fe, y anulada es la promesa.
Y no se enflaqueció en la fe, ni consideró su cuerpo ya muerto (siendo ya de casi cien años) ni muerta la matriz de Sara;
y haciendo notorias las riquezas de su gloria para con los vasos de misericordia que él ha preparado para gloria?
(como está escrito: Les dio Dios espíritu de remordimiento, ojos con que no vean, y oídos con que no oigan,) hasta el día de hoy.
Que si Abraham fue justificado por la obras, tiene de qué gloriarse; mas no para con Dios.
Los cuales también llamó, (a nosotros), ¡y no sólo de los judíos, sino también de los gentiles!
Y David dice: Séales vuelta su mesa en trampa, y en red, y en tropezadero, y en paga;
Así que, viviendo el marido, se llamará adúltera si fuere de otro varón; mas si su marido muriere, es libre de la ley (del marido); de tal manera que no será adúltera si fuere de otro marido.
Porque un solo Dios es de todos , el cual justificará por la fe la circuncisión, y por la fe la incircuncisión.
Mas ¿qué le dice la respuesta de Dios? He dejado para mí siete mil varones, que no han doblado las rodillas delante de Baal.
¿O es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Cierto, también es Dios de los gentiles.
También Isaías clama tocante a Israel: Si fuere el número de los hijos de Israel como la arena del mar, tan solo el remanente será salvo;
plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido,
sino también por nosotros, a quienes será así contado, esto es, a los que creen en el que levantó de los muertos a Jesús, el Señor nuestro,
Porque les pareció bueno, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos servirles en los carnales.
Y el Dios de paz sea con todos vosotros. Amén.
Porque sé que cuando llegue a vosotros, llegaré en la plenitud de la bendición del Cristo.
Y como antes dijo Isaías: Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado simiente, como Sodoma habríamos venido a ser, y a Gomorra fuéramos semejantes.
ni por ser simiente de Abraham son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada simiente.
Quiere decir: No los que son hijos de la carne, son los hijos de Dios; sino los que son hijos de la promesa, éstos son contados en la generación.
Y será, que en el lugar donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío; allí serán llamados hijos del Dios viviente.
Mas digo: ¿No han oído? Cierto por toda la tierra ha salido la fama de ellos, y hasta los extremos de la redondez de la tierra las palabras de ellos.
Mas no todos obedecen al Evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?
consumación fenecida inunda justicia; porque palabra abreviada, hará el Señor sobre la tierra.
Porque la palabra de la promesa es ésta: Como en este tiempo vendré, y tendrá Sara un hijo.
al solo Dios sabio, sea gloria por Jesús, el Cristo, para siempre. Amén.
Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes, (y mis compañeros en la cautividad) los cuales son insignes entre los apóstoles; los cuales fueron antes de mí en el Ungido.
Porque deseo veros, para repartir con vosotros algún don espiritual, para confirmaros;
Pero, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la rebelión de Adán; el cual es figura del que había de venir.
¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar la ira y hacer notoria su potencia, soportó con mucha mansedumbre los vasos de ira, preparados para muerte;
atestados de toda iniquidad, de fornicación, de malicia, de avaricia, de maldad, llenos de envidia, de homicidios, de contiendas, de engaños, de malignidades,
Porque en esperanza somos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, no lo espera.
para que la justicia de la ley fuese cumplida en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, y justo, y bueno.
Porque no hay acepción de personas para con Dios.
con esperanza que también las mismas criaturas serán libradas de la servidumbre de corrupción en la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Porque alguno cree que se ha de comer de todas las cosas; otro enfermo, come legumbres.
Mas ahora, librados del pecado, y hechos siervos a Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin la vida eterna.
porque no los oidores de la ley son justos para con Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados.
Pero ahora somos libres de la ley de la muerte en la cual estábamos detenidos, para que sirvamos en novedad de Espíritu, y no en vejez de letra.
Por tanto, por la fe, para que sea por gracia; para que la promesa sea firme a toda simiente, no solamente al que es de la ley, sino también al que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros.
E Isaías osa decir: Fui hallado de los que no me buscaban; me manifesté a los que no preguntaban por mí.
el que exhorta, en exhortar; el que reparte, hágalo en simplicidad; el que preside, en solicitud; el que hace misericordia, en alegría.
Porque la mujer que es sujeta a marido, mientras el marido vive está obligada a la ley; mas muerto el marido, ella es libre de la ley del marido.
¿Dónde pues está la jactancia? Es echada fuera. ¿Por cuál ley? ¿De las obras? No; sino por la ley de la fe.
Mas digo: ¿No ha venido al conocimiento Israel? Primeramente Moisés dice: Yo os provocaré a celos con gente que no es mía; con gente ignorante os provocaré a ira.
Mas de la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer de lo alto al Cristo);
¿Pues qué diremos? Que los gentiles que no seguían justicia, han alcanzado la justicia, es decir, la justicia que es por la fe;
por la paciencia de Dios, manifestando su justicia en este tiempo, para que él solo sea el Justo y el que justifica al que es de la fe de Jesús el Cristo.
Y si algunas de las ramas fueron quebradas, y tú, siendo oliva silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la grosura de la oliva;
Y no sólo esto ; mas también Rebeca concibiendo de uno, de Isaac nuestro padre
Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia , no se han sujetado a la justicia de Dios.
Así que, el que se opone a la potestad, a la ordenación de Dios resiste; y los que resisten, ellos mismos ganan condenación para sí.
Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? O dirá el vaso de barro al que lo labró: ¿Por qué me has hecho tal?
Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en bien, para edificación.
Y no sólo esto, más aún nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesús el Cristo, por el cual ahora hemos recibido la reconciliación.
Porque Moisés describe la justicia que es por la ley: Que el hombre que hiciere estas cosas, vivirá por ellas.
que son israelitas, de los cuales es la adopción (como hijos), y la gloria, y los Pactos, y la data de la ley y el culto y las promesas;
La noche ha pasado, y ha llegado el día; echemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz,
Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que a mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios.
mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio juntamente sus conciencias, acusándose y también excusándose sus consejos unos con otros,
Porque deseara yo mismo ser apartado del Cristo por mis hermanos, los que son mis parientes según la carne;
Pagad a todos lo que debéis; al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que temor, temor; al que honra, honra.
Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.
Porque los magistrados no son para temor al que bien hace, sino al malo. ¿Quieres pues no temer la potestad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella;
que habiendo entendido la justicia de Dios, no entendieron que los que hacen tales cosas son dignos de muerte; no sólo los que las hacen, más aún los que consienten a los que las hacen.
tampoco dudó en la promesa de Dios con desconfianza; antes fue esforzado en fe, dando gloria a Dios,
Mas a Moisés dice: Tendré misericordia del que tendré misericordia, y me compadeceré del que me compadezca.
Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber: que haciendo esto, ascuas de fuego amontonas sobre su cabeza.
Por lo cual es necesario que le estéis sujetos, no solamente por el castigo, mas aun por la conciencia.
no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios;
Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.
¿Tú quién eres que juzgas al siervo ajeno? Por su señor está en pie, o cae; y si cae se afirmará; que poderoso es el Señor para afirmarle.
sino que es judío el que lo es en lo interior; y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no es por los hombres, sino por Dios.
así también éstos ahora no han creído, para que, por la misericordia para con vosotros, ellos también alcancen misericordia.
Que sea librado de los rebeldes que están en Judea, y que la ofrenda de mi servicio a los santos en Jerusalén sea acepta;
Porque el que es muerto, justificado es del pecado.
Digo, pues, que el Cristo Jesús fue Ministro de la Circuncisión, por la verdad de Dios para confirmar las promesas de los padres,
en el día que juzgará Dios lo encubierto de los hombres, conforme a mi Evangelio, por Jesús el Cristo.
Y recibió la circuncisión por señal, por sello de la justicia de la fe que tuvo en la incircuncisión, para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, para que también a ellos les sea contado por justicia;
A los que perseveraron en bien hacer, gloria y honra e incorrupción, a los que buscan la vida eterna.
El cual creyó para esperar contra esperanza, que sería hecho padre de muchos gentiles, conforme a lo que le había sido dicho: Así será tu simiente.
Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme a la caridad. No eches a perder con tu comida a aquel por el cual el Cristo murió.
Así que, los que son carnales no pueden agradar a Dios.
Por ser ministro de Jesús el Cristo a los gentiles, ministrando el Evangelio de Dios, para que la ofrenda de los gentiles sea agradable, santificada por el Espíritu Santo.
diciendo : Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos.
y trocaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, y de aves, y de animales de cuatro pies, y de serpientes.
Pero os ruego, hermanos, por el Señor nuestro Jesús, el Cristo, y por la caridad del Espíritu, que me ayudéis con oraciones por mí a Dios,
ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar de la caridad de Dios, que es en el Ungido, Jesús, Señor nuestro.
Porque yo les doy testimonio que tienen celo de Dios, mas no conforme a ciencia.
como está escrito: He aquí pongo en Sión piedra de tropiezo, y piedra de caída; y todo aquel que creyere en ella, no será avergonzado.
Porque por esto le pagáis también los tributos; porque son ministros de Dios que sirven a esto mismo.
Así también, aun en este tiempo ha quedado remanente por la elección graciosa de Dios .
Mas el que escudriña los corazones, sabe qué es el deseo del Espíritu, que conforme a Dios, demanda por los santos.
Entonces el pecado, cuando hubo ocasión, obró en mí por el mandamiento toda concupiscencia. Porque sin la ley el pecado estaba como adormecido.
Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: Que el mal me es propio.
pero que los gentiles glorifiquen a Dios por la misericordia; como está escrito: Por tanto yo te confesaré a ti entre los gentiles, y cantaré a tu Nombre.
Porque mientras éramos en la carne, los afectos de los pecados que eran por la ley, obraban en nuestros miembros fructificando a muerte.
En ninguna manera. Porque los que somos muertos al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que por amor a él nada hay inmundo; mas a aquel que piensa de alguna cosa ser inmunda, para él es inmunda.
Humana cosa digo, por la flaqueza de vuestra carne; que como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santidad, presentéis vuestros miembros para servir a la justicia.
Porque con el hombre interior, me deleito con la ley de Dios;
Me dirás pues: ¿Por qué, pues, se enoja? porque ¿quién resistirá a su voluntad?
e Israel que seguía la ley de justicia, no ha llegado a la ley de la justicia.
y libertados del pecado, sois hechos siervos de la justicia.
Que si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, o que vivamos, o que muramos, del Señor somos.
Ciertamente apenas muere alguno por un justo; porque por lo bueno puede ser que alguno osara morir.
Mira antes la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente en los que cayeron; mas la bondad (de Dios) en ti, si permanecieres en la bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.
para que concordes, a una voz glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesús, el Cristo.
(Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos estimados como ovejas de matadero.)
Porque ¿quién entendió el intento del Señor? ¿O quién fue su consejero?
Porque la ley obra ira; porque donde no hay ley, tampoco hay rebelión.
Mucho en todas maneras. Lo primero ciertamente, que la Palabra de Dios les ha sido confiada.
mas veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
El que come, no menosprecie al que no come; y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha levantado.
Y contra Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un pueblo rebelde y contradictor.
Porque la Escritura dice de Faraón: Que para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi potencia, y que mi Nombre sea anunciado por toda la tierra.
Porque Dios encerró a todos en incredulidad, para tener misericordia de todos.
seguros de que el Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñoreará más de él.
De manera que del que quiere tiene misericordia; y al que quiere, endurece.
que la recibáis en el Señor, como es digno a los santos, y la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.
Porque el Cristo no se agradó a sí mismo; antes bien , como está escrito: Los vituperios de los que te vituperan, cayeron sobre mí.
Así que, yo sin la ley vivía por algún tiempo; mas venido el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí;
Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda o sea enfermo.
¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, aquello no lo ha alcanzado, mas los electos lo han alcanzado; y los demás fueron cegados;
¿Luego lo que es bueno, a mí me es hecho muerte? No; sino el pecado, que para mostrarse pecado por lo bueno, me obró la muerte, haciéndose pecado sobremanera pecaminoso por el mandamiento.
Pues si lo que no vemos lo esperamos, por paciencia lo esperamos.
¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿La incredulidad de ellos habrá por esto hecho vana la verdad de Dios?
A griegos y a bárbaros, a sabios y a no sabios soy deudor.
todos se apartaron, a una fueron hechos inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno;
o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para volver a traer el Cristo de los muertos.)
¿Y por qué no decir (como somos infamados, y como algunos dicen que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes? La condenación de los cuales es justa.
Y de esta manera me prediqué este Evangelio, no donde antes el Cristo fuese nombrado, por no edificar sobre fundamento ajeno;
Porque vuestra obediencia es divulgada por todos los lugares; así que me gozo de vosotros; mas quiero que seáis sabios en cuanto al bien, y innocentes en cuanto al mal.
La gracia de Dios, por Jesús, el Cristo o el Ungido , Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, pero con la carne a la ley del pecado.
asimismo a la Iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, (que es) las primicias de Acaya en Cristo.
Y si nuestra iniquidad engrandece la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será por esto injusto Dios que da castigo? (hablo como hombre.)
Como también David dice ser bienaventurado el hombre al cual Dios atribuye justicia sin las obras,
El que hace caso del día, hágalo para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, come para el Señor, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios.
Porque no hago el bien que quiero; pero el mal que no quiero, éste hago.
¿O no tiene potestad el alfarero para hacer de la misma masa un vaso para honra, y otro para vergüenza?
Porque el Cristo para esto murió, y resucitó, (y volvió a vivir,) para enseñorearse así de los muertos como de los que viven.
Porque la circuncisión en verdad aprovecha, si guardares la ley; pero si eres rebelde a la ley, tu circuncisión es hecha prepucio.
Y otra vez, dice Isaías: Estará la raíz de Jessé, y el que se levantará a regir los gentiles; los gentiles esperarán la salvación en él.
¿Por qué? Porque la seguían no por fe, mas como por las obras (de la ley); por lo cual tropezaron en la piedra de tropiezo,
Así que no sea blasfemado vuestro bien;
Mas os he escrito, hermanos, en parte osadamente, como amonestándoos por la gracia que de Dios me es dada.
pero manifestado ahora, y por las Escrituras de los profetas, por el mandamiento del Dios eterno, declarado a todos los gentiles, para que oigan y obedezcan por la fe;
(que pusieron sus cuellos al degolladero por mi vida; a los cuales no doy gracias yo sólo, mas aun todas las Iglesias de los gentiles);
Saludad a Trifena y a Trifosa, las cuales trabajan en el Señor. Saludad a Pérsida amada, la cual ha trabajado mucho en el Señor.
para que con gozo llegue a vosotros por la voluntad de Dios, y que sea recreado juntamente con vosotros.
Saludad a Rufo, escogido en el Señor, y a su madre y mía.
Y otra vez dice: Alegraos, gentiles, con su pueblo.
Y otra vez: Alabad al Señor todos los gentiles, Y magnificadle, todos los pueblos.
Saludad a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su hermana, y a Olimpas, y a todos los santos que están con ellos.
Saludad a Herodión, mi pariente. Saludad a los que son (de la casa de) Narciso, los que son en el Señor.
Saludad a Apeles, aprobado en el Cristo. Saludad a los que son de Aristóbulo.
Saludad a Asíncrito, y a Flegonte, a Hermas, a Patrobas, a Mercurio, y a los Hermanos que están con ellos.