Masquil de David, cuando estaba en la cueva. Plegaria.Clamo al SEÑOR con mi voz; con mi voz suplico al SEÑOR.

Mira a la derecha, y ve, porque no hay quien me tome en cuenta; no hay refugio para mí; no hay quien cuide de mi alma.

Saca mi alma de la prisión, para que yo dé gracias a tu nombre; los justos me rodearán, porque tú me colmarás de bendiciones.

A ti he clamado, SEÑOR; dije: Tú eres mi refugio, mi porción en la tierra de los vivientes.

Cuando mi espíritu desmayaba dentro de mí, tú conociste mi senda. En la senda en que camino me han tendido una trampa.

Atiende a mi clamor, porque estoy muy abatido; líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.

Delante de El expongo mi queja; en su presencia manifiesto mi angustia.