Most Popular Bible Verses in Salmos
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NUN. Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.
«Al Músico principal: Salmo de David» Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
«El piadoso será prosperado, el impío perecerá» Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
Porque tú formaste mis riñones; me cubriste en el vientre de mi madre.
Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón.
«Salmo de David» Bendice, alma mía a Jehová; y bendiga todo mi ser su santo nombre.
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; enaltecido seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra.
«Al Músico principal; para los hijos de Coré: Salmo sobre Alamot» Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.
«Al Músico principal: Salmo de David» Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
«Salmo de David.» Jehová es mi pastor; nada me faltará.
La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.
«Al Músico principal: Salmo de David» Dijo el necio en su corazón: No hay Dios. Se corrompieron, hicieron obras abominables; no hay quien haga el bien.
«Salmo de David» Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
«Salmo de David» De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo y los que en él habitan.
He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.
«Salmo de David» Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; y renueva un espíritu recto dentro de mí.
En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.
Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo; Desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios.
Yo publicaré el decreto: Jehová me ha dicho: Mi Hijo eres tú; yo te engendré hoy.
Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, Roca mía, y Redentor mío.
Te alabaré, porque formidable y maravillosamente me formaste; maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien.
Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Me mostrarás la senda de la vida: Plenitud de gozo hay en tu presencia; delicias en tu diestra para siempre.
«Cántico gradual: para Salomón» Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guarda.
¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿O a dónde huiré de tu presencia?
BET. ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.
«Al Músico principal: Salmo de David, cuando después que entró a Betsabé, vino a él Natán el profeta» Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: Buen entendimiento tienen todos los que ponen por obra sus mandamientos: Su loor permanece para siempre.
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste:
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos:
«Al Músico principal, sobre Ajelet-sahar. Salmo de David» Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?
Las palabras de Jehová son palabras puras; como plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces.
«Al Músico principal: Masquil para los hijos de Coré» Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
Éste es el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en él.
Gustad, y ved que es bueno Jehová: Dichoso el hombre que en Él confía.
Me postraré hacia tu santo templo, y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu verdad; porque has magnificado tu palabra por sobre todo tu nombre.
«Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue» Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará siempre en mi boca.
«Salmo de David: Masquil» Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar: Sobre ti fijaré mis ojos.
LAMED. Para siempre, oh Jehová, está establecida tu palabra en el cielo.
antes en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.
«Cántico gradual: de David» ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!
Porque no dejarás mi alma en el infierno; ni permitirás que tu Santo vea corrupción.
Espera en Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera en Jehová.
Una cosa he demandado de Jehová, ésta buscaré: Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos;
No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento.
Echa sobre Jehová tu carga, y Él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo.
En ti, oh Jehová, he esperado; no sea yo avergonzado jamás.
MEM. ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
«Salmo de David, estando en el desierto de Judá» Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde agua no hay;
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.
La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo.
ALEF. Bienaventurados los perfectos de camino; los que andan en la ley de Jehová.
Jehová es mi Roca, mi castillo y mi Libertador; mi Dios, mi fortaleza, en Él confiaré; mi escudo, el cuerno de mi salvación, y mi alto refugio.
Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?
Porque Jehová conoce el camino de los justos; mas la senda de los malos perecerá.
«Al Músico principal: Salmo de David» Pacientemente esperé en Jehová, y Él se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salvará a los contritos de espíritu.
Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.
Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová; el pueblo a quien Él escogió como heredad para sí.
Porque sol y escudo es Jehová Dios: Gracia y gloria dará Jehová; no quitará el bien a los que en integridad andan.
«Al Músico principal: sobre Gitit: Salmo de Asaf» Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra: Aclamad con júbilo al Dios de Jacob.
Alabad a Jehová, porque Él es bueno; porque para siempre es su misericordia.
Venid, cantemos alegremente a Jehová: Aclamemos con júbilo a la Roca de nuestra salvación.
Todo lo que respira alabe a Jehová. Aleluya.
Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos.
¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan vanidad?
Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios.
Busqué a Jehová, y Él me oyó, y me libró de todos mis temores.
Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.
Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado.
A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra no seré conmovido.
Y será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.
Los que teméis a Jehová, alabadle; glorificadle, simiente toda de Jacob; y temedle, vosotros, simiente toda de Israel.
Destruirás a los que hablan mentira; al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová.
Con mi voz clamé a Jehová, y Él me respondió desde su monte santo. (Selah)
Ofreced sacrificios de justicia, y confiad en Jehová.
Cantad a Jehová, que habita en Sión; proclamad entre los pueblos sus obras.
Mis ojos están consumidos de sufrir; se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.
Jehová juzgará a los pueblos: Júzgame, oh Jehová, conforme a mi justicia y conforme a mi integridad.
Dice en su corazón: Dios ha olvidado, ha encubierto su rostro; nunca lo verá.
Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre, ni de él escondió su rostro; sino que cuando clamó a Él, le oyó.
Y yo por la multitud de tu misericordia entraré en tu casa; y adoraré hacia tu santo templo en tu temor.
Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano, no te olvides de los pobres.
Yo me acosté y dormí, y desperté; porque Jehová me sostuvo.
Apartaos de mí, todos los obradores de iniquidad; porque Jehová ha oído la voz de mi lloro.
Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.
Guíame, Jehová, en tu justicia a causa de mis enemigos; endereza delante de mí tu camino.
Jehová me pagó conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.
Termine ahora la maldad de los impíos, pero establece tú al justo; pues el Dios justo prueba la mente y el corazón.
Cuando demandó la sangre, se acordó de ellos; no se olvidó del clamor de los pobres.
Pon, oh Jehová, temor en ellos; conozcan las naciones que no son sino hombres. (Selah)
Tú lo has visto; porque tú miras la maldad y la vejación, para cobrar venganza con tu mano: En ti se refugia el pobre, tú eres el amparo del huérfano.
El deseo de los humildes oíste, oh Jehová: Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído;
Pero la salvación de los justos viene de Jehová; Él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.
Jehová es conocido por el juicio que hizo; en la obra de sus propias manos fue enlazado el malo. (Higaion. Selah)
Jehová es Rey eternamente y para siempre; de su tierra han perecido las naciones.
Jehová ha oído mi ruego; ha recibido Jehová mi oración.
Se hundieron las naciones en la fosa que hicieron; en la red que escondieron fue atrapado su pie.
Si no se convierte, Él afilará su espada: Ha tensado ya su arco, lo ha preparado.
Destrúyelos, oh Dios; caigan por sus propios consejos; por la multitud de sus transgresiones échalos fuera, porque se rebelaron contra ti.
Levántate, oh Jehová; no se fortalezca el hombre; sean juzgadas las gentes delante de ti.
Para juzgar al huérfano y al oprimido, a fin de que no vuelva más a hacer violencia el hombre de la tierra.
Los quebrantarás con vara de hierro; como vaso de alfarero los desmenuzarás.
Tú diste alegría a mi corazón, más que la de ellos en el tiempo que se multiplicó su grano y su mosto.
Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción; te he llamado, oh Jehová, cada día; he extendido a ti mis manos.
Porque yo he guardado los caminos de Jehová, y no me aparté impíamente de mi Dios.
Vendrán, y anunciarán su justicia a un pueblo que ha de nacer, le dirán que Él hizo esto.
Comerán los pobres, y serán saciados: Alabarán a Jehová los que le buscan: Vivirá vuestro corazón para siempre.
Asimismo ha preparado para él armas de muerte; ha labrado sus saetas para los que persiguen.
Ten misericordia de mí, oh Jehová; mira mi aflicción que padezco de los que me aborrecen, tú que me levantas de las puertas de la muerte;
No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.
Se acordó para siempre de su pacto; de la palabra que mandó para mil generaciones,
Pero alégrense todos los que en ti confían; para siempre den voces de júbilo, porque tú los defiendes: En ti se regocijen los que aman tu nombre.
Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría.
Porque en su boca no hay rectitud; sus entrañas son perversidad; sepulcro abierto es su garganta; con su lengua lisonjean.
Para que cuente yo todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sión, y me goce en tu salvación.
No temeré de diez millares de pueblos, que pusieren sitio contra mí.
Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras, en todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mía, a Jehová.
Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, y recto para con el hombre íntegro.
¿Por qué irrita el malo a Dios? En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás.
Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria.
Mi defensa está en Dios, que salva a los rectos de corazón.
Dios es el que juzga al justo; y Dios está airado todos los días contra el impío.
«Al Músico principal: sobre Neginot: Salmo de David» Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia; estando en angustia, tú me hiciste ensanchar; ten misericordia de mí, y oye mi oración.
¿Por qué estás lejos, oh Jehová, y te escondes en el tiempo de la tribulación?
Dios es el que me ciñe de poder, y hace perfecto mi camino;
De Jehová es la salvación: Sobre tu pueblo es tu bendición. (Selah)
Los insensatos no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que obran iniquidad.
Porque no para siempre será olvidado el pobre; ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente.
Levántate, oh Jehová; sálvame, oh Dios mío; porque tú heriste a todos mis enemigos en la quijada; los dientes de los malos quebrantaste.
«Salmo de David, cuando huía de adelante de Absalón su hijo» ¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos se levantan contra mí.
«Al Músico principal: sobre Seminit: Salmo de David» Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos; porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.
De ti será mi alabanza en la gran congregación; mis votos pagaré delante de los que le temen.
Jehová será refugio al oprimido, refugio en los tiempos de angustia.
Jehová prueba al justo; pero al malo y al que ama la violencia, su alma aborrece.
«Al Músico principal: Salmo de David» En Jehová he confiado; ¿Cómo decís a mi alma: Escapa al monte cual ave?
Sean avergonzados y muy aterrados todos mis enemigos; que se vuelvan y súbitamente sean avergonzados.
Temblad, y no pequéis: Meditad en vuestro corazón sobre vuestra cama, y callad. (Selah)
El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos.
Quiebra tú el brazo del impío y del maligno; persigue su maldad hasta que no halles ninguna.
Jehová está en su santo templo: El trono de Jehová está en el cielo: Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.
Pues por ti he desbaratado ejércitos; y por mi Dios he saltado sobre muros.
Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; lo rodearás de benevolencia como con un escudo.
Mas Jehová permanecerá para siempre; ha dispuesto su trono para juicio.
Porque ¿quién es Dios fuera de Jehová? ¿Y qué roca hay aparte de nuestro Dios?
Y tú salvarás al pueblo afligido, y humillarás los ojos altivos.
las aves de los cielos y los peces del mar; todo cuanto pasa por los senderos del mar.
Por la opresión de los pobres, por el gemido de los necesitados, ahora me levantaré, dice Jehová; los pondré a salvo del que contra ellos se engríe.
Sobre los malos lloverá lazos; fuego, azufre y terrible tempestad; ésta será la porción del cáliz de ellos.
«Sigaión de David, que cantó a Jehová sobre las palabras de Cus, hijo de Benjamín.» Jehová Dios mío, en ti he confiado: Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame;
Porque el malo se jacta del deseo de su corazón, y bendice al codicioso al cual aborrece Jehová.
Mas tú, oh Dios, los harás descender al pozo de la destrucción: Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días: Pero yo confiaré en ti.
Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; el malo no habitará junto a ti.
Muchos dicen de mi vida: No hay para él salvación en Dios. (Selah)
Mentira habla cada uno con su prójimo; Hablan con labios lisonjeros y con doblez de corazón.
Tú, Jehová, las guardarás; las preservarás de esta generación para siempre.
Reprendiste naciones, destruiste al malo, raíste el nombre de ellos eternamente y para siempre.
Oh enemigo, acabados son para siempre los asolamientos, y las ciudades que derribaste; su memoria pereció con ellas.
«Al Músico principal: en Neginot sobre Seminit: Salmo de David» Oh Jehová, no me reprendas en tu furor, ni me castigues con tu ira.
Porque en la muerte no hay memoria de ti; en el sepulcro, ¿quién te alabará?
Con arrogancia el malo persigue al pobre; sean atrapados en los artificios que han ideado.
Me diste asimismo el escudo de tu salvación, y tu diestra me sustentó, y tu benignidad me ha engrandecido.
quien hace mis pies como de ciervas, y me hace estar firme sobre mis alturas;
ovejas y bueyes, todo ello; y también las bestias del campo,
Su boca está llena de maldición, de engaño y de fraude; debajo de su lengua hay vejación y maldad.
Jehová destruirá todos los labios lisonjeros, y la lengua que habla soberbias;
He aquí, el impío ha gestado iniquidad; concibió maldad, y dio a luz engaño.
Y Él juzgará al mundo con justicia; y juzgará a los pueblos con rectitud.
Porque has sostenido mi juicio y mi causa; te sentaste en el trono juzgando con justicia.
Porque he aquí, los malos tensan el arco, preparan sus saetas sobre la cuerda, para asaetear en oculto a los rectos de corazón.
Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia? ¿Hasta cuándo amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? (Selah)
Sabed, pues, que Jehová hizo apartar al piadoso para sí; Jehová oirá cuando yo a Él clamare.
los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor sobre nosotros?
Asediando andan los malos, cuando son exaltados los más viles de los hijos de los hombres.
Pues me ceñiste de fuerza para la pelea; has sometido bajo mis pies a los que se levantaron contra mí.
Acecha en oculto, como el león desde su cueva; acecha para arrebatar al pobre; arrebata al pobre trayéndolo a su red.
Dice en su corazón: No seré movido: Nunca me alcanzará el infortunio.
Sus caminos son torcidos en todo tiempo; tus juicios los tiene muy lejos de su vista, y desprecia a todos sus enemigos.
Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los términos de la tierra; y adorarán delante de ti todas las familias de las naciones.
Alabaré a Jehová conforme a su justicia, y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo.
Se sienta al acecho en las aldeas; en los escondrijos mata al inocente; sus ojos están acechando al pobre.
Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí, y no eché de mí sus estatutos.
Fatigado estoy de mi gemir; toda la noche hago nadar mi cama con mis lágrimas, riego mi lecho con mi llanto.
Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque yo estoy debilitado; sáname, oh Jehová, porque mis huesos están conmovidos.
«Cántico gradual: de David» Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos.
Su maldad se volverá sobre su cabeza, y su agravio caerá sobre su propia coronilla.
Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; dadle gracias, bendecid su nombre.
si di mal pago al que estaba en paz conmigo (Hasta he libertado al que sin causa era mi enemigo),
Porque perros me han rodeado, me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies.
Mi embrión vieron tus ojos, siendo aún imperfecto; y en tu libro estaban escritos todos mis miembros, que fueron luego formados, cuando aún no existía ni uno de ellos.
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
«Al Músico principal: Salmo de David, siervo de Jehová, el cual dijo a Jehová las palabras de este cántico el día que le libró Jehová de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo:» Te amaré, oh Jehová, fortaleza mía.
Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
El principio de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.
Porque de Jehová es el reino; y Él señorea sobre las naciones.
Cantad a Jehová cántico nuevo; cantad a Jehová, toda la tierra.
Alabad a Jehová, porque Él es bueno; porque para siempre es su misericordia.
«Mictam de David» Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.
«Salmo de David» No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
Amo a Jehová, pues ha oído mi voz y mis súplicas.
Aun mi íntimo amigo, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, levantó contra mí su calcañar.
«Al Músico principal: sobre Gitit: Salmo de David» Oh Jehová, Señor nuestro, ¡cuán grande es tu nombre en toda la tierra, que has puesto tu gloria sobre los cielos!
Porque un momento durará su furor; mas en su voluntad está la vida: Por la noche durará el lloro, pero a la mañana vendrá la alegría.
Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre.
Y te rodeará congregación de pueblos; por amor a ellos vuelve a levantarte en alto.
no sea que desgarren mi alma cual león, despedazándola, sin que haya quien libre.
Jehová los ayudará, y los librará; los librará de los impíos, y los salvará, por cuanto en Él confiaron.
Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.
«Al Músico principal: sobre Sosanim-edut: Salmo de Asaf» Oh Pastor de Israel, escucha: Tú que pastoreas como a ovejas a José, que habitas entre querubines, resplandece.
Espera en Jehová, y haz el bien; y vivirás en la tierra, y en verdad serás alimentado.
persiga el enemigo mi alma, y alcáncela; y pise en tierra mi vida, y mi honra ponga en el polvo. (Selah)
El ángel de Jehová acampa en derredor de los que le temen, y los defiende.
Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y Él aprueba su camino.
¡Cuán numerosas son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios.
«Masquil de Asaf» Escucha, pueblo mío, mi ley; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.
Levántate, oh Jehová, en tu ira; levántate a causa de la furia de mis angustiadores, y despierta en favor mío el juicio que mandaste.
Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré, y le glorificaré.
El principio de tu palabra es verdad; y eterno es todo juicio de tu justicia.
Le has hecho un poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra.
Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la ira, y grande en misericordia.
Porque mil años delante de tus ojos, son como el día de ayer, que pasó, y como una de las vigilias de la noche.
Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas.
Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras.
Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él; y Él hará.
Y conozcan que tu nombre es JEHOVÁ; tú solo Altísimo sobre toda la tierra.
Él guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado.
Padre de huérfanos y defensor de viudas, es Dios en su santa morada:
Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos.
Los malos serán trasladados al infierno, y todas las naciones que se olvidan de Dios.
Repartieron entre sí mis vestiduras, y sobre mi ropa echaron suertes.
Alabad a Jehová, invocad su nombre. Dad a conocer sus obras entre los pueblos.
Mucha paz tienen los que aman tu ley; y no hay para ellos tropiezo.
Porque Él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz,
Alabad a Jehová, porque Él es bueno; porque para siempre es su misericordia.
«Al Músico principal: Cántico: Salmo» Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra:
Aderezas mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias;
Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de equidad es el cetro de tu reino.
De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra; enséñame tus estatutos.
¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?
«Salmo: Canción para el día del sábado» Bueno es alabar a Jehová, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo;
Desde la antigüedad tú fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos.
Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho.
No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria; por tu misericordia, por tu verdad.
Reconoced que Jehová es Dios: Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos. Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
E invócame en el día de la angustia: Te libraré, y tú me honrarás.
«Aleluya» Alabad a Dios en su santuario: Alabadle en el firmamento de su fortaleza.
«Salmo de David» Dad a Jehová, oh hijos de poderosos, dad a Jehová la gloria y la fortaleza.
¿A quién tengo yo en los cielos, sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, a causa de tus enemigos, para hacer cesar al enemigo y al vengativo.
«Oración de Moisés varón de Dios» Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación.
«Al Músico principal: sobre Neginot: Salmo: Cántico» Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros (Selah);
Hubiera yo desmayado, si no creyese que he de ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes.
Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué podrá hacer el justo?
Como el padre se compadece de sus hijos, se compadece Jehová de los que le temen.
Jehová reina, se vistió de magnificencia, se vistió Jehová, se ciñó de fortaleza; afirmó también el mundo, para que no sea movido.
Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo.
«Masquil de Etán ezraíta» Las misericordias de Jehová cantaré por siempre; con mi boca daré a conocer tu fidelidad a todas las generaciones.
Pídeme, y te daré por heredad las naciones, y por posesión tuya los confines de la tierra.
«Al Músico principal: De los hijos de Coré: Salmo» Pueblos todos, batid las manos; aclamad a Dios con voz de júbilo.
Guarda silencio ante Jehová, y espera en Él: No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por causa del hombre que hace maldades.
«Al Músico principal: A Jedutún: Salmo de David» En Dios solamente está acallada mi alma; de Él viene mi salvación.
Jehová, hasta los cielos es tu misericordia; tu fidelidad alcanza hasta las nubes.
«Salmo de Asaf» El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra desde el nacimiento del sol hasta donde se pone.
Muchas son las aflicciones del justo; pero de todas ellas lo librará Jehová.
«Para Salomón» Oh Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo del rey.
Sacrificio y ofrenda no te agradan; has abierto mis oídos; holocausto y expiación no has demandado.
Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; consolida mi corazón para que tema tu nombre.
Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con abundancia de paz.
Restaurará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Contra ti, contra ti sólo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos: Para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio.
Jehová afirmó en los cielos su trono; y su reino domina sobre todos.
Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en Él confían.
Aleluya. Alabad a Jehová, porque Él es bueno; porque para siempre es su misericordia.
«Canción: Salmo de David» Mi corazón está dispuesto, oh Dios; cantaré y entonaré salmos, todavía en mi gloria.
Pero yo he puesto a mi Rey sobre Sión, mi santo monte.
Los días de nuestra edad son setenta años; y en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo; porque es cortado presto, y volamos.
Clemente y misericordioso es Jehová, lento para la ira, y grande en misericordia.
Alma mía, espera solamente en Dios; porque en Él está mi esperanza.
«Al Músico principal: sobre Nehilot: Salmo de David» Escucha, oh Jehová, mis palabras; considera mi meditación.
«Cántico gradual» Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos.
Purifícame con hisopo, y seré limpio: Lávame, y seré más blanco que la nieve.
Dad a Jehová la gloria debida a su nombre: Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.
Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina.
En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará.
Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre.
En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque sólo tú, Jehová, me haces estar confiado.
Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré.
«Salmo de Asaf.» Ciertamente bueno es Dios a Israel, a los limpios de corazón.
En Dios está mi salvación y mi gloria; en Dios está la roca de mi fortaleza, y mi refugio.
He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo; y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
Afligido estoy en gran manera: vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.
Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, tomaste dones para los hombres, y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios.
Porque recta es la palabra de Jehová, y todas sus obras con verdad son hechas.
Mas yo soy gusano, y no hombre; oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.
Pero tú, oh Jehová, eres escudo alrededor de mí, mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos, y aun llorábamos, acordándonos de Sión.
«Al Músico principal: sobre No destruyas: Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva» Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé, hasta que pasen los quebrantos.
Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el precepto de Jehová, es puro, que alumbra los ojos.
«Al Músico principal: Salmo de David» Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová.
Bendice, alma mía, a Jehová. Jehová, Dios mío, mucho te has engrandecido; te has vestido de gloria y de magnificencia.
«Salmo de David» Bendito sea Jehová, mi Roca, que adiestra mis manos para la guerra, y mis dedos para la batalla.
En cuanto a Dios, perfecto es su camino: La palabra de Jehová es acrisolada: Es escudo a todos los que en Él esperan.
Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies;
Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido, que buscara a Dios.
Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan.
«Salmo de David» Te alabaré con todo mi corazón; delante de los dioses te cantaré salmos.
Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado. (Selah)
Mi fortaleza y mi canción es Jehová; y Él ha sido mi salvación.
Todos los que me ven, se burlan de mí; estiran los labios, menean la cabeza, diciendo:
Por toda la tierra salió su hilo, y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol.
Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.
«Al Músico principal: sobre Mahalat: Masquil de David» Dijo el necio en su corazón: No hay Dios. Se corrompieron e hicieron abominable maldad; no hay quien haga el bien.
Tú conoces mi sentarme y mi levantarme, desde lejos entiendes mis pensamientos.
Él cuenta el número de las estrellas; a todas ellas llama por sus nombres.
En ti confiarán los que conocen tu nombre; por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron.
Dios hace habitar en familia a los solitarios; Él saca a los aprisionados con grillos; mas los rebeldes habitan en tierra seca.
«Al Músico principal: sobre Mutlaben: Salmo de David» Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas.
Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, con acciones de gracias lo exaltaré.
Me pusieron además hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre.
Jehová cumplirá su propósito en mí. Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; no desampares la obra de tus manos.
«Al Músico principal: Salmo de David» ¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?
En el día que temo, yo en ti confío.
Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y Él fortalecerá vuestro corazón.
¡Qué preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!
Ten misericordia de mí, oh Jehová, que estoy en angustia; de pesar se han consumido mis ojos, mi alma, y mis entrañas.
El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado; y tu ley está en medio de mi corazón.
Servid a Jehová con temor, y alegraos con temblor.
Bendito sea el Señor; cada día nos colma de bendiciones el Dios de nuestra salvación. (Selah)
¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle por la ayuda de su presencia.
Jehová es mi fortaleza y mi escudo: En Él confió mi corazón, y fui ayudado; por lo que se gozó mi corazón, y con mi canción le alabaré.
Alaben su nombre con danza; canten a Él, con pandero y arpa.
«Salmo» Cantad a Jehová cántico nuevo; porque ha hecho maravillas; su diestra lo ha salvado, y su santo brazo.
El temor de Jehová, es limpio, que permanece para siempre; los juicios de Jehová son verdad, todos justos.
«Salmo de alabanza: de David» Te exaltaré, mi Dios, mi Rey; y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.
Éstos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.
Porque me consumió el celo de tu casa; y las afrentas de los que te injuriaban, han caído sobre mí.
«Al Músico principal: Salmo de David, siervo del Señor» La iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos.
Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos: Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad.
Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad permanece por todas las generaciones.
Bienaventurado el que tomare y estrellare tus niños contra las piedras.
El secreto de Jehová es para los que le temen; y a ellos hará conocer su pacto.
Envías tu Espíritu, son creados; y renuevas la faz de la tierra.
Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; lo pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades; ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
HE. Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin.
No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en secreto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra.
Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre: Exaltad al que cabalga sobre los cielos; Jehová es su nombre, y alegraos delante de Él.
«Al Músico principal: sobre Gitit: Salmo para los hijos de Coré» ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!
Esperad en Él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de Él vuestro corazón: Dios es nuestro refugio. (Selah)
Se levantan los reyes de la tierra, y los príncipes consultan unidos contra Jehová y contra su ungido, diciendo:
«Salmo de David» Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién residirá en tu santo monte?
Los que a Jehová amáis, aborreced el mal: Él guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra.
Vuélveme el gozo de tu salvación; y el espíritu libre me sustente.
Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré; y Él oirá mi voz.
«Canción: Salmo de los hijos de Coré» Grande es Jehová y digno de ser en gran manera alabado, en la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo.
Aclamad con júbilo a Jehová, toda la tierra; levantad la voz, regocijaos, y cantad salmos.
Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana presentaré mi oración delante de ti, y esperaré.
Temed a Jehová, vosotros sus santos; porque nada falta a los que le temen.
Al que solapadamente infama a su prójimo, yo le cortaré; no sufriré al de ojos altaneros, y de corazón vanidoso.
Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen.
Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Bueno es tu Espíritu; guíame a tierra de rectitud.
«Salmo de David» Oh Jehová, oye mi oración, escucha mis ruegos; respóndeme por tu verdad, por tu justicia.
Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre: Él nos guiará, aun hasta la muerte.
Porque contigo está el manantial de la vida: En tu luz veremos la luz.
Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos.
En cuanto a mí, yo en justicia veré tu rostro; quedaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.
En tu mano encomiendo mi espíritu: Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad.
Alabaré a Jehová en mi vida; cantaré salmos a mi Dios mientras viva.
«Salmo de Asaf» Dios está en la reunión de los dioses; en medio de los dioses juzga.
¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger.
Sale su espíritu, se vuelve a la tierra; en el mismo día perecen sus pensamientos.
Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad.
Mis huidas tú has contado; pon mis lágrimas en tu redoma: ¿No están ellas en tu libro?
«Al Músico principal: para Jedutún: Salmo de Asaf» Con mi voz clamé a Dios, a Dios clamé, y Él me escuchó.
«Al Músico principal: sobre Sosanim: para los hijos de Coré: Masquil: Canción de amores» Rebosa mi corazón palabra buena: Refiero yo al Rey mis obras: Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.
«Cántico gradual» Cuando Jehová hizo volver la cautividad de Sión, éramos como los que sueñan.
Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá.
Amad a Jehová todos vosotros sus santos: A los fieles guarda Jehová, y paga abundantemente al que obra con soberbia.
Alabad a Jehová, porque es bueno cantar salmos a nuestro Dios; porque suave y hermosa es la alabanza.
No dará tu pie al resbaladero; ni se dormirá el que te guarda.
Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis sus mandamientos, obedeciendo a la voz de su palabra.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle; Él es la salud de mi semblante, y mi Dios.
Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni a su simiente mendigando pan.
«Al Músico principal: sobre Sosanim: Salmo de David» Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma.
«Aleluya» Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; y su entendimiento es infinito.
No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación.
Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová.
«Al Músico principal: Salmo de David» En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás: Líbrame en tu justicia.
¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos.
«Oración de David» Oye, oh Jehová, justicia; está atento a mi clamor; escucha mi oración hecha de labios sin engaño.
Tú has dicho: Buscad mi rostro. Mi corazón dice de ti: Tu rostro buscaré, oh Jehová.
Has cambiado mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
Dios mío, clamo de día, y no me escuchas; y de noche, y no hay para mí sosiego.
Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la Roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
«Aleluya» Cantad a Jehová cántico nuevo; su alabanza sea en la congregación de los santos.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios; en Él confiaré.
8 Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, para meditar en tu palabra.
Defended al pobre y al huérfano; haced justicia al afligido y al menesteroso.
Jehová reina; regocíjese la tierra: Alégrense las muchas islas.
Porque Él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su pabellón; me pondrá en alto sobre una roca.
Bendito el que viene en el nombre de Jehová; desde la casa de Jehová os bendecimos.
Tu pueblo estará dispuesto en el día de tu poder, en la hermosura de la santidad: desde el seno de la aurora, tienes tú el rocío de tu juventud.
Por tanto, mi corazón se alegra, y se goza mi gloria; también mi carne reposará segura.
«Al Músico principal: Salmo para los hijos de Coré» Oíd esto, pueblos todos; escuchad, todos los habitantes del mundo:
«Cántico gradual» Los que confían en Jehová son como el monte de Sión que no se mueve; sino que permanece para siempre.
Jehová está de mi lado, no temeré; ¿qué me puede hacer el hombre?
mas yo en tu misericordia he confiado; se alegrará mi corazón en tu salvación.
Estoy derramado como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron: Mi corazón es como cera, derretido en medio de mis entrañas.
¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.
«Salmo cantado en la dedicación de la casa de David» Te glorificaré, oh Jehová; porque me has levantado, y no hiciste a mis enemigos alegrarse de mí.
«Al Músico principal: Salmo de David: Canción» Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos, y huyan de su presencia los que le aborrecen.
Se apartaron los impíos desde la matriz; se descarriaron desde el momento en que nacieron, hablando mentira.
Jehová, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, quedaría en pie?
Amaste la justicia y aborreciste la maldad; por tanto Dios, el Dios tuyo, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros.
Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados.
Mas la misericordia de Jehová desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos;
Y me sacó del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán.
Abriré mi boca en parábolas; hablaré cosas escondidas desde la antigüedad;
No pondré delante de mis ojos cosa inicua; aborrezco la obra de los que se desvían; no se acercarán a mí.
Mi andar y mi acostarme has rodeado, y todos mis caminos te son conocidos.
Díganlo los redimidos de Jehová, los que ha redimido del poder del enemigo,
«Salmo de Asaf» Oh Dios, vinieron los gentiles a tu heredad; el templo de tu santidad han contaminado; pusieron a Jerusalén en montones.
Claman los justos, y Jehová los oye, y los libra de todas sus angustias.
Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que la miel, y la que destila del panal.
Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado; hazme saber el camino por el que debo andar, porque a ti elevo mi alma.
Proclamad entre las naciones su gloria, en todos los pueblos sus maravillas.
Tú eres mi refugio; me guardarás de angustia: Con cánticos de liberación me rodearás. (Selah)
Por tanto Jehová me pagó conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos delante de sus ojos.
No las encubriremos a sus hijos, contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová, y su fortaleza, y las maravillas que hizo.
Justicia y juicio son el fundamento de tu trono: Misericordia y verdad van delante de tu rostro.
Nuestro socorro está en el nombre de Jehová, que hizo el cielo y la tierra.
Hice alianza con mi escogido; Juré a David mi siervo, diciendo:
Él estableció testimonio en Jacob, y puso ley en Israel; la cual mandó a nuestros padres que la enseñasen a sus hijos;
«Al Músico principal: Salmo para los hijos de Coré» Fuiste propicio a tu tierra, oh Jehová; volviste la cautividad de Jacob.
¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.
Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño.
el que hace a sus ángeles espíritus, sus ministros fuego flameante.
Alabadle con pandero y danza; alabadle con cuerdas y flauta.
Y entraré al altar de Dios, a Dios mi alegría, mi gozo; y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.
Porque yo reconozco mis rebeliones; y mi pecado está siempre delante de mí.
Porque Jehová toma contentamiento con su pueblo; hermoseará a los humildes con salvación.
ZAYIN. Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar.
Pero tú eres el que me sacó del vientre; Me hiciste estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.
Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos.
«Aleluya» Alabaré a Jehová con todo mi corazón en la compañía de los rectos y en la congregación.
«Al Músico principal; para los hijos de Coré: Masquil» Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado la obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos.
El que hace producir el pasto para las bestias, y la hierba para el servicio del hombre; para que saque el pan de la tierra.
Suba mi oración delante de ti como el incienso, y el levantar mis manos como la ofrenda de la tarde.
Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra; se postrarán delante de Él todos los que descienden al polvo, si bien ninguno puede conservar la vida de su propia alma.
Mas tú, Señor, eres Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad;
Porque has puesto a Jehová, que es mi refugio, al Altísimo por tu habitación,
El consejo de Jehová permanece para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.
Cantadle cántico nuevo; hacedlo bien tañendo con júbilo.
Porque los malignos serán talados, mas los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron.
«Al Músico principal: Salmo de David» Jehová te oiga en el día de la angustia; El nombre del Dios de Jacob te defienda.
Guárdame como a la niña de tu ojo, escóndeme bajo la sombra de tus alas,
Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado.
El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano.
El Señor daba palabra: Grande era el ejército de aquellos que la publicaban.
Enmudecí con silencio, me callé aun respecto de lo bueno; y se agravó mi dolor.
Venid, hijos, oídme; el temor de Jehová os enseñaré.
Justo es Jehová en todos sus caminos, y misericordioso en todas sus obras.
Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; en su palabra he esperado.
«Salmo de David» A ti clamaré, oh Jehová, Roca mía; no te desentiendas de mí; Para que no sea yo, dejándome tú, semejante a los que descienden a la fosa.
Grande es Jehová y digno de suprema alabanza; y su grandeza es inescrutable.
Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa, y digan siempre: Sea exaltado Jehová, que se complace en la prosperidad de su siervo.
El cielo, aun los cielos son de Jehová; mas ha dado la tierra a los hijos de los hombres.
GIMEL. Haz bien a tu siervo; para que viva y guarde tu palabra.
Aquel a cuyos ojos es menospreciado el vil; mas honra a los que temen a Jehová; el que aun jurando en daño suyo, no cambia;
Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán, me conducirán a tu monte santo, y a tus tabernáculos.
«Salmo de David» Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado; he confiado asimismo en Jehová, no vacilaré.
Escucharé lo que hable Jehová Dios; porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, para que no se vuelvan a la locura.
«Aleluya» Alabad al Señor; oh siervos de Jehová, alabad el nombre de Jehová.
Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste.
Y el vino que alegra el corazón del hombre, y el aceite que hace lucir el rostro, y el pan que sustenta el corazón del hombre.
Generación a generación celebrará tus obras, y anunciará tus proezas.
Hazme saber, Jehová, mi fin, y cuál sea la medida de mis días; sepa yo cuán frágil soy.
Porque Él conoce nuestra condición; se acuerda que somos polvo.
De día mandará Jehová su misericordia, y de noche su canción será conmigo, y mi oración al Dios de mi vida.
¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has mostrado para los que en ti confían, delante de los hijos de los hombres!
«Al Músico principal, a Jedutún: Salmo de David» Yo dije: Atenderé a mis caminos, para no pecar con mi lengua: Guardaré mi boca con freno, en tanto que el impío esté delante de mí.
Él hace habitar en familia a la estéril, y que se goce en ser madre de hijos. Aleluya.
«Al Músico principal: Masquil de David, cuando vino Doeg idumeo y dio cuenta a Saúl, diciéndole: David ha venido a casa de Ahimelec» ¿Por qué te glorías de maldad, oh poderoso? La misericordia de Dios es continua.
Bienaventurado aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en Jehová su Dios:
«Al Músico principal: sobre Neginot: Salmo de David» Oye, oh Dios, mi clamor; atiende mi oración.
Bendeciré a Jehová que me aconseja; aun en las noches me enseñan mis riñones.
Bienaventurado el hombre que tiene su fortaleza en ti; en cuyo corazón están tus caminos.
Jehová dará fortaleza a su pueblo: Jehová bendecirá a su pueblo con paz.
El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, le mostraré la salvación de Dios.
Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; mi bien a ti no aprovecha;
porque tú, Jehová, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fui conturbado.
Jehová reina, temblarán los pueblos: Él está sentado sobre los querubines, se conmoverá la tierra.
YOD. Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
Este pobre clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias.
Hija de Babilonia, serás destruida, bienaventurado el que te diere el pago de lo que tú nos hiciste.
No moriré, sino que viviré, y contaré las obras de JAH.
Oh Jehová, salva ahora, te ruego; oh Jehová, te ruego que hagas prosperar ahora.
Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes divagar de tus mandamientos.
Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria.
Enséñame, oh Jehová, tu camino, y guíame por senda de rectitud, a causa de mis enemigos.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?
Detén asimismo a tu siervo de pecados de soberbia; que no se enseñoreen de mí: Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran transgresión.
«Al Músico principal: Salmo de David» Se alegrará el rey en tu fortaleza, oh Jehová; y en tu salvación se gozará mucho.
Si subiere al cielo, allí estás tú; y si en el infierno hiciere mi lecho, he aquí allí tú estás.
Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.
Deja la ira, y depón el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo.
«Oración de David» Inclina, oh Jehová, tu oído, y óyeme; porque estoy afligido y menesteroso.
Encamíname en tu verdad, y enséñame; porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día.
Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera.
En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios: Él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de Él, a sus oídos.
Decid entre las naciones: Jehová reina, también afirmó el mundo, no será conmovido: Juzgará a los pueblos en justicia.
Todo lo que Jehová quiso, ha hecho, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.
Sobre ti fui echado desde la matriz; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
He aquí, el ojo de Jehová sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia;
No tendrás temor de espanto nocturno, ni de saeta que vuele de día;
PE. Maravillosos son tus testimonios; por tanto, los ha guardado mi alma.
Por ti he sido sustentado desde el vientre; de las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; de ti será siempre mi alabanza.
Tu reino es reino eterno, y tu señorío permanece por todas las generaciones.
Todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno.
Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte; andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro.
«Salmo de David» Disputa, oh Jehová, con los que contra mí contienden; pelea con los que combaten contra mí.
Con todo, yo siempre estuve contigo; Me tomaste de mi mano derecha.
¿Quién se levantará por mí contra los malignos? ¿Quién estará por mí contra los obradores de iniquidad?
He aquí diste a mis días término corto, y mi edad es como nada delante de ti: Ciertamente el hombre, aun en su mejor estado, es completa vanidad. (Selah)
Y en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en el Señor Jehová mi esperanza, para contar todas tus obras.
Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos.
«Cántico gradual: de David» Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron; ni anduve en grandezas, ni en cosas demasiado sublimes para mí.
Sacrifica a Dios alabanza, y paga tus votos al Altísimo.
Nuestra alma espera en Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es Él.
Alabad a Jehová con arpa, cantadle con salterio y decacordio.
quien su dinero no dio a usura, ni contra el inocente tomó cohecho. El que hace estas cosas, jamás será removido.
Entonces enseñaré a los prevaricadores tus caminos; y los pecadores se convertirán a ti.
Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová, no tendrán falta de ningún bien.
La tierra se estremeció y tembló; se conmovieron los cimientos de los montes, y se estremecieron, porque se indignó Él.
¡Oh que de Sión viniese la salvación de Israel! Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos de su pueblo, se gozará Jacob, y se alegrará Israel.
Desde la angustia invoqué a JAH; y JAH me respondió, poniéndome en lugar espacioso.
Sea la hermosura de Jehová nuestro Dios sobre nosotros; y confirma sobre nosotros la obra de nuestras manos, sí, la obra de nuestras manos confirma.
«Al Músico principal: sobre No destruyas: Salmo de Asaf: Cántico» Te damos gracias, oh Dios, gracias te damos; porque cercano está tu nombre: Tus maravillas declaramos.
«Al Músico principal: Salmo: Cántico de David» A ti es plácida la alabanza en Sión, oh Dios; y a ti se pagarán los votos.
Pues de aquí a poco no existirá el malo; y contemplarás sobre su lugar, y ya no estará.
Bienaventurado el hombre a quien Jehová no imputa iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño.
«Canción. Salmo para los hijos de Coré; al Músico principal; para cantar sobre Mahalat; Masquil de Hemán ezraíta» Oh Jehová, Dios de mi salvación, día y noche clamo delante de ti.
Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad; temed delante de Él, toda la tierra.
Cantad a Jehová, vosotros sus santos, y celebrad la memoria de su santidad.
Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan:
Porque Él habló, y fue hecho; Él mandó, y se estableció.
Mi corazón está firme, oh Dios, mi corazón está firme; cantaré y trovaré salmos.
Tú oyes la oración; a ti vendrá toda carne.
El impío toma prestado, y no paga; mas el justo tiene misericordia, y da.
Dios mío, mi alma está abatida dentro de mí; me acordaré por tanto de ti desde la tierra del Jordán, y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.
Alaben la misericordia de Jehová, y sus maravillas para con los hijos de los hombres.
«Al Músico principal: en Neginot: Masquil de David» Escucha, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica.
Mi socorro viene de Jehová, que hizo el cielo y la tierra.
Pero en ti hay perdón, para que seas temido.
Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare: Llévame a la peña más alta que yo.
En verdad que me he comportado y he acallado mi alma, como un niño destetado de su madre; como un niño destetado está mi alma.
Escondes tu rostro, se turban; les quitas el hálito, dejan de ser, y vuelven al polvo.
No toquéis, dijo, a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas.
Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma.
Jehová preside en el diluvio; Sí, se sienta Jehová como Rey para siempre.
Como es lanzado el humo, los lanzarás; como se derrite la cera delante del fuego, así perecerán los impíos delante de Dios.
Mas los justos se alegrarán: se gozarán delante de Dios, y saltarán de alegría.
Cuando yo decía: Mi pie resbala; tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.
Porque él librará al menesteroso que clamare, y al afligido que no tuviere quien le socorra.
Una vez habló Dios; dos veces he oído esto; que de Dios es el poder.
Y de ti, oh Señor, es la misericordia; porque tú pagas a cada uno conforme a su obra.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle; Él es la salud de mi semblante, y mi Dios.
El limpio de manos, y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a la vanidad, ni jurado con engaño.
El hombre, como la hierba son sus días, florece como la flor del campo;
Aunque yo anduviere en medio de la angustia, tú me vivificarás: Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y me salvará tu diestra.
Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.
Me rodearon los dolores de la muerte, y torrentes de hombres perversos me atemorizaron.
Bienaventurado el que tú escogieres, e hicieres acercarse a ti, para que habite en tus atrios. Seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo.
Pero Dios redimirá mi alma del poder de la sepultura, porque Él me recibirá. (Selah)
En verdad juró Jehová a David, no se retractará de ello: Del fruto de tus lomos pondré sobre tu trono.
Y no entres en juicio con tu siervo; porque no se justificará delante de ti ningún viviente.
Mi escondedero y mi escudo eres tú; en tu palabra he esperado.
«Masquil de Asaf» ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre? ¿Por qué humea tu furor contra las ovejas de tu prado?
Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu palabra.
Redención ha enviado a su pueblo; para siempre ha ordenado su pacto: Santo y temible es su nombre.
En tu mano están mis tiempos: Líbrame de la mano de mis enemigos, y de mis perseguidores.
Mas yo estoy como olivo verde en la casa de Dios: En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre.
Venid, oíd todos los que teméis a Dios, y contaré lo que Él ha hecho a mi alma.
Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no te los podremos contar; si yo anunciare y hablare de ellos, no pueden ser enumerados.
Hablará mi lengua tus palabras; porque todos tus mandamientos son justicia.
Grandes son las obras de Jehová; buscadas de todos los que se deleitan en ellas.
«Canción: Salmo de Asaf» Oh Dios no guardes silencio, no calles, oh Dios, ni te estés quieto.
Los reyes de Tarsis y de las islas traerán presentes; los reyes de Seba y de Sabá ofrecerán dones,
Alabadle con sonido de trompeta; alabadle con salterio y arpa.
Por tanto yo te confesaré entre las gentes, oh Jehová, y cantaré salmos a tu nombre.
Tu esposa será como parra que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos como plantas de olivos alrededor de tu mesa.
Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.
ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, ni dar a Dios su rescate
Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra es el monte de Sión, a los lados del norte, la ciudad del gran Rey.
Tu justicia es como los montes de Dios, tus juicios abismo grande: Oh Jehová, al hombre y al animal conservas.
Se escribirá esto para la generación venidera; y el pueblo que será creado, alabará a JAH.
Las alabanzas de Dios estén en sus gargantas, y la espada de dos filos en sus manos;
No olvidaré mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios.
«Salmo de David, para recordar» Jehová, no me reprendas en tu furor, ni me castigues en tu ira.
Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, sea alabado el nombre de Jehová.
Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres.
No alabarán los muertos a JAH, ni cuantos descienden al silencio;
Entonces hablaste en visión a tu santo, y dijiste: He puesto el socorro sobre uno que es poderoso; he enaltecido a un escogido de mi pueblo.
Atravesando el valle de lágrimas lo convierten en fuente, cuando la lluvia llena los estanques.
Bienaventurado el hombre que pone en Jehová su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían a la mentira.
«Oración del afligido, cuando está angustiado, y delante de Jehová derrama su lamento» Oh Jehová, escucha mi oración, y llegue a ti mi clamor.
Porque tú nos probaste, oh Dios: nos refinaste como se refina la plata.
Se secó como un tiesto mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar; y me has puesto en el polvo de la muerte.
Te has hermoseado más que los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; por tanto Dios te ha bendecido para siempre.
«Cántico gradual» Clamé a Jehová en mi angustia, y Él me respondió.
y deseará el Rey tu hermosura: Adórale, porque Él es tu Señor.
Ciertamente la ira del hombre te alabará; tú reprimirás el resto de las iras.
Serán plenamente saciados de la grosura de tu casa; y tú los abrevarás del torrente de tus delicias.
Júzgame, oh Dios, y aboga mi causa: Líbrame de nación impía, del hombre de engaño e iniquidad.
«Al Músico principal: sobre La paloma silenciosa en paraje muy distante. Mictam de David, cuando los filisteos le prendieron en Gat» Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre: Me oprime combatiéndome cada día.
Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; pero Jehová hizo los cielos.
Él ama justicia y juicio: De la misericordia de Jehová está llena la tierra.
Porque ni de oriente, ni de occidente, ni del sur viene el enaltecimiento.
Jehová hace nulo el consejo de las naciones, y frustra las maquinaciones de los pueblos.
Él adiestra mis manos para la batalla, y el arco de acero será quebrado por mis brazos.
Mas yo en ti confié, oh Jehová; yo dije: Tú eres mi Dios.
Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios. No ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres.
Mas yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio; afligí con ayuno mi alma, y mi oración se volvía en mi seno.
No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado en Jehová.
Y éste, como un novio que sale de su tálamo, se alegra cual gigante para correr el camino.
Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra; que quiebra el arco, corta la lanza, y quema los carros en el fuego.
Hay un río cuyas corrientes alegrarán la ciudad de Dios, el lugar santo de los tabernáculos del Altísimo.
Bienaventurado el hombre a quien tú, oh Jehová, corriges, y en tu ley lo instruyes;
Y cabalgó sobre un querubín, y voló: Voló sobre las alas del viento.
Estas cosas hiciste, y yo he callado; pensabas que de cierto sería yo como tú; pero yo te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos.
Alabadle, vosotros todos sus ángeles; alabadle, vosotros todos sus ejércitos.
Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, volverás a darme vida, y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.
VAV. Venga a mí tu misericordia, oh Jehová; tu salvación, conforme a tu palabra.
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.
Vendrá nuestro Dios, y no callará; fuego consumirá delante de Él, y en derredor suyo habrá tempestad grande.
Tu justicia es justicia eterna, y tu ley la verdad.
La voz de Jehová sobre las aguas; truena el Dios de gloria; Jehová sobre las muchas aguas.
Ésta es mi consuelo en mi aflicción; pues tu palabra me ha vivificado.
Ordena mis pasos con tu palabra; y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
Desde los cielos miró Jehová; vio a todos los hijos de los hombres:
Anhela mi alma, y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.
Tema a Jehová toda la tierra: Témanle todos los habitantes del mundo.
Dios terrible en la gran congregación de los santos, y formidable sobre todos cuantos están a su alrededor.
Mirra, áloe y casia exhalan todas tus vestiduras; desde palacios de marfil te han alegrado.
Porque Jehová el Altísimo es terrible; Rey grande sobre toda la tierra.
Que la mesa delante de ellos se convierta en lazo, y lo que era para su bien les sea tropiezo.
El que se cubre de luz como de vestidura, que extiende los cielos como una cortina;
Él manifiesta sus palabras a Jacob, sus estatutos y sus juicios a Israel.
Sálvame de la boca del león, porque tú me has escuchado de los cuernos de los unicornios.
Porque Él sacia al alma sedienta, y llena de bien al alma hambrienta.
Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos.
no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada.
«Al Músico principal: sobre No destruyas: Mictam de David, cuando envió Saúl, y guardaron la casa para matarlo» Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; ponme a salvo de los que contra mí se levantan.
Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, y es hermosa la heredad que me ha tocado.
En el día que clamé, me respondiste; me fortaleciste con fortaleza en mi alma.
Por esto orará a ti todo santo en el tiempo de poder hallarte: Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.
Alegraos en Jehová, y gozaos, justos; dad voces de júbilo todos vosotros los rectos de corazón.
Pero por causa de ti nos matan cada día; somos contados como ovejas para el matadero.
«A los hijos de Coré: Salmo: Canción» Su cimiento está en el monte santo.
Mira, óyeme, Jehová Dios mío; alumbra mis ojos, para que no duerma en muerte;
«Al Músico principal: Salmo de David» Líbrame, oh Jehová, del hombre malo; guárdame de hombres violentos;
Señor, abre mis labios; y publicará mi boca tu alabanza.
Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, oh Señor; y glorificarán tu nombre.
De mañana sácianos de tu misericordia; y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.
Avergüéncense todos los que sirven a las imágenes de talla, los que se glorían en los ídolos: Adórenle todos los dioses.
¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el bien?
Examíname, oh Jehová, y pruébame; purifica mi conciencia y mi corazón.
que hace justicia a los agraviados; que da pan a los hambrientos: Jehová liberta a los prisioneros;
Muchos dolores habrá para el impío; mas al que confía en Jehová, le rodeará misericordia.
«Al Músico principal; sobre Susan-edut: Mictam de David, para enseñar, cuando tuvo guerra contra Aram-naharaim y contra Aram de Soba, y volvió Joab, e hirió de Edom en el valle de la Sal a doce mil» Oh Dios, tú nos has desechado, nos disipaste; te has airado; ¡vuélvete a nosotros!
Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.
Bienaventurado el pueblo que tiene esto; bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová.
A Jehová cantaré en mi vida; a mi Dios cantaré salmos mientras viva.
Me acordaré de las obras de Jehová; sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas.
Así te bendeciré en mi vida; en tu nombre alzaré mis manos.
Vendrán príncipes de Egipto; Etiopía pronto extenderá sus manos a Dios.
Los que descienden al mar en navíos, y hacen negocio en las muchas aguas,
Espere Israel a Jehová; porque en Jehová hay misericordia, y abundante redención con Él.
Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; y olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;
Se complace Jehová en los que le temen, y en los que esperan en su misericordia.
En las tinieblas resplandece luz a los rectos: Él es clemente, misericordioso y justo.
Porque Jehová es Dios grande; y Rey grande sobre todos los dioses.
¿No volverás a darnos vida, para que tu pueblo se regocije en ti?
«Al Músico principal: sobre No destruyas: Mictam de David» Oh congregación, ¿pronunciáis en verdad justicia? ¿Juzgáis rectamente, hijos de los hombres?
En Jehová se gloriará mi alma; lo oirán los mansos, y se alegrarán.
Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino.
Inclina a mí tu oído, líbrame presto; sé tú mi Roca fuerte, mi fortaleza para salvarme.
Jehová es tu guardador: Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
Nube y oscuridad alrededor de Él: Justicia y juicio son el fundamento de su trono.
«Masquil de David: Oración que hizo cuando estaba en la cueva» Con mi voz clamé a Jehová, con mi voz supliqué misericordia a Jehová.
SIN. Príncipes me han perseguido sin causa; mas mi corazón está asombrado de tu palabra.
Por tanto no temeremos aunque la tierra sea removida; Aunque se traspasen los montes al corazón del mar;
He allí el grande y anchuroso mar; en él hay innumerables peces, animales pequeños y grandes.
Porque Jehová ama la rectitud, y no desampara a sus santos; para siempre serán guardados; mas la simiente de los impíos será cortada.
Espera en Jehová, y guarda su camino, y Él te exaltará para heredar la tierra: Cuando sean talados los pecadores, lo verás.
Porque ¿quién en los cielos se comparará a Jehová? ¿Quién será semejante a Jehová entre los hijos de los poderosos?
Oye, oh Jehová, mi voz cuando a ti clamo; y ten misericordia de mí, respóndeme.
Limpio te mostrarás para con el limpio, y severo serás para con el perverso.
«Salmo de David» Misericordia y juicio cantaré; a ti cantaré yo, oh Jehová.
y todos los reyes se postrarán delante de él; todas las naciones le servirán.
En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.
Tal conocimiento es muy maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender.
Más que los cabellos de mi cabeza son los sin causa que me aborrecen; Poderosos son los que quieren destruirme; Sin razón son mis enemigos; he tenido que pagar lo que no he robado.
COF. Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová, y guardaré tus estatutos.
No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.
Porque tú eres mi Roca y mi castillo; y por amor a tu nombre me guiarás, y me encaminarás.
Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza; seguridad mía desde mi juventud.
Jehová sostiene a todos los que caen, y levanta a todos los oprimidos.
Los que a Él miraron fueron alumbrados; y sus rostros no fueron avergonzados.
Oh Dios, me has enseñado desde mi juventud; y hasta ahora he manifestado tus maravillas.
«Salmo de David» Jehová, a ti clamo; apresúrate a mí; escucha mi voz, cuando a ti clamo.
Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí.
Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que narrar mis leyes, y que tomar mi pacto en tu boca?
el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila.
Hizo de las tinieblas su escondedero, su pabellón en derredor de sí; oscuridad de aguas, nubes de los cielos.
«Al Músico principal: en Neginot: Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra?» Oh Dios, sálvame por tu nombre, y con tu poder defiéndeme.
De tus mandamientos he adquirido inteligencia; por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.
Jehová guardará tu salida y tu entrada, desde ahora y para siempre.
En Dios alabaré su palabra: En Dios he confiado, no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
Los ojos de todos esperan en ti, y tú les das su comida a su tiempo.
Tú dividiste el mar con tu poder; quebrantaste cabezas de dragones en las aguas.
Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti.
Los carros de Dios son veinte mil, y más millares de ángeles. El Señor está entre ellos, como en el Sinaí, así en el santuario.
Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será confundido: Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
sino a los santos que están en la tierra, y a los íntegros, en quienes está toda mi complacencia.
Exaltad a Jehová nuestro Dios, y postraos al estrado de sus pies: Él es santo.
Tu siervo es además amonestado con ellos; en guardarlos hay grande galardón.
Mas Jehová me ha sido por refugio; y mi Dios es la Roca de mi confianza.
Jehová el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia.
Pero yo cantaré de tu poder, y alabaré de mañana tu misericordia: Porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia.
Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me aborrecía, porque me hubiera ocultado de él:
Nosotros nos alegraremos en tu salvación, y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios; conceda Jehová todas tus peticiones.
Las obras de sus manos son verdad y juicio; fieles son todos sus mandamientos;
¡Cuántas veces lo provocaron en el desierto, lo enojaron en la soledad!
Y aun hasta la vejez y las canas; oh Dios, no me desampares, hasta que muestre tu fortaleza a esta generación, y tu poder a todos los que han de venir.
Ellos perecerán, y tú permanecerás; y todos ellos como una vestidura se envejecerán; como una ropa de vestir los mudarás, y serán mudados:
Lleguemos ante su presencia con acción de gracias; aclamémosle con salmos.
Exaltad a Jehová nuestro Dios, y adorad en su santo monte; porque Jehová nuestro Dios es santo.
Sólo Él es mi Roca, y mi salvación; es mi refugio, no resbalaré mucho.
que establece sus aposentos entre las aguas; el que hace de las nubes su carruaje, el que anda sobre las alas del viento;
Como de meollo y de grosura será saciada mi alma; y con labios de júbilo te alabará mi boca,
Yo soy Jehová tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto: Abre bien tu boca, y la llenaré.
cuando me acuerdo de ti en mi lecho, y medito en ti en las vigilias de la noche.
Tú, oh Jehová, no retengas de mí tus misericordias; tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.
Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
Me sacarás de la red que han escondido para mí; porque tú eres mi fortaleza.
Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi Libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.
Acuérdate, oh Jehová, contra los hijos de Edom en el día de Jerusalén; los cuales decían: Arrasadla, arrasadla hasta los cimientos.
Tú machacaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos.
Y tronó en los cielos Jehová, y el Altísimo dio su voz; granizo y carbones encendidos.
Compañero soy yo de todos los que te temen y guardan tus mandamientos.
Aunque Jehová es excelso, atiende al humilde; mas al altivo mira de lejos.
Su nombre será para siempre, perpetuado será su nombre mientras dure el sol; y benditas serán en él todas las naciones; lo llamarán bienaventurado.
Me libraste de las contiendas del pueblo; me pusiste por cabeza de gentes; pueblo que yo no conocía, me servirá.
Visitas la tierra, y la riegas: En gran manera la enriqueces con el río de Dios, que está lleno de aguas; preparas el grano de ellos, cuando así la dispones.
Alabadle por sus proezas; alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza.
Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud.
Te levantarás y tendrás misericordia de Sión; porque es tiempo de tener misericordia de ella, pues el plazo ha llegado.
Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes;
Jehová conoce los pensamientos de los hombres, que son vanidad.
Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación.
«Al Músico principal: Salmo de David» Escucha, oh Dios, mi voz en mi oración; guarda mi vida del miedo del enemigo.
Esparció, dio a los pobres; su justicia permanece para siempre; su cuerno será ensalzado en gloria.
Hazme oír gozo y alegría; y se recrearán los huesos que has abatido.
Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia; y la verdad de Jehová es para siempre. ¡Aleluya!
He predicado justicia en grande congregación; he aquí no he refrenado mis labios, Jehová, tú lo sabes.
Conoce Jehová los días de los perfectos; y la heredad de ellos será para siempre.
Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia.
Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades.
Porque tus saetas cayeron sobre mí, y sobre mí ha descendido tu mano.
Creí; por tanto hablé, estando afligido en gran manera.
Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has puesto a prueba, y nada hallaste; me he propuesto que mi boca no ha de propasarse.
Porque tuve envidia de los insensatos, viendo la prosperidad de los impíos.
Me deleitaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras.
Sé tú mi roca de refugio, adonde recurra yo continuamente; has dado mandamiento para salvarme; porque tú eres mi Roca, y mi fortaleza.
Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría.
«Al Músico principal: Salmo de David, para conmemorar» Oh Dios, apresúrate a librarme; apresúrate, oh Dios, a socorrerme.
Aguzaron su lengua como la serpiente; veneno de áspid hay debajo de sus labios. (Selah)
Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; temible sobre todos los dioses.
Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, y dices: Convertíos, hijos de los hombres.
Oh Jehová, hiciste subir mi alma del sepulcro; me diste vida, para que no descendiese a la fosa.
¿Qué provecho hay en mi muerte, cuando yo descienda al sepulcro? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?
La boca del justo hablará sabiduría; y su lengua pronunciará juicio.
¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla.
Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar; y no sales con nuestros ejércitos.
Todos ellos esperan en ti, para que les des su comida a su tiempo.
Sumamente pura es tu palabra; y la ama tu siervo.
Los cielos celebrarán tus maravillas, oh Jehová; tu fidelidad también en la congregación de los santos.
Alabad a Jehová, desde la tierra, los dragones y todos los abismos;
He venido a ser extraño a mis hermanos, y extranjero a los hijos de mi madre.
Oye la voz de mis ruegos cuando a ti clamo, cuando alzo mis manos hacia tu santo templo.
Por tanto a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.
¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen, y me enardezco contra tus enemigos?
¿No tendrán conocimiento todos los obradores de iniquidad, que devoran a mi pueblo como si comiesen pan, y a Jehová no invocan?
Por amor de tu nombre, oh Jehová, perdonarás también mi pecado, que es grande.
Todos mis huesos dirán: Jehová, ¿quién como tú, que libras al afligido del más fuerte que él, y al pobre y menesteroso del que le despoja?
Más que todos mis enseñadores he entendido; porque tus testimonios son mi meditación.
Juntadme mis santos; los que hicieron conmigo pacto con sacrificio.
Bienaventurados los que habitan en tu casa; perpetuamente te alabarán. (Selah)
Los que están plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán.
Me conduciré con sabiduría en el camino de la perfección cuando vengas a mí. En integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa.
«Al Músico principal: sobre Neginot: Salmo de Asaf: Canción» Dios es conocido en Judá; en Israel es grande su nombre.
Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; cantará mi lengua tu justicia.
Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah)
Mas yo esperaré siempre, y aún te alabaré más y más.
Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas: Sólo tú eres Dios.
¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová! Muy profundos son tus pensamientos.
«Cántico gradual» Mirad, bendecid a Jehová, vosotros todos los siervos de Jehová, los que en la casa de Jehová estáis por las noches.
Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y su plenitud.
¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, con ansiedad en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?
Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, y que conforme a tu fidelidad me afligiste.
Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos.
Venid, y ved las obras de Dios, temible en sus hechos para con los hijos de los hombres.
«Cántico gradual: de David» A no haber estado Jehová por nosotros, diga ahora Israel;
Jehová enviará desde Sión la vara de tu poder: Domina en medio de tus enemigos.
Se levantaron testigos falsos; me demandaron lo que no sabía;
Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú estableciste la luna y el sol.
Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; pastoréalos y enaltécelos para siempre.
El Dios nuestro es el Dios de la salvación; y de Jehová el Señor es el librar de la muerte.
Mas los impíos perecerán, y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros serán consumidos; se disiparán como humo.
No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; porque no hay quien ayude.
Yo te he invocado, porque tú me oirás, oh Dios: Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.
Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón; y glorificaré tu nombre para siempre.
Sobre el león y la serpiente pisarás; hollarás al cachorro del león y al dragón.
Inclinó los cielos, y descendió; y densa oscuridad había debajo de sus pies.
no endurezcáis vuestro corazón como en Meriba, como el día de Masah en el desierto;
El hombre de bien tiene misericordia y presta; conduce sus asuntos con juicio.
Como rebaños serán puestos en la sepultura; la muerte se cebará en ellos; y los rectos señorearán sobre ellos por la mañana; y su buen parecer se consumirá en el sepulcro de su morada.
Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos, en tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío.
El que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su prójimo, ni admite reproche contra su prójimo
Los esconderás en el secreto de tu rostro de las arrogancias del hombre; los pondrás en un tabernáculo a cubierto de contención de lenguas.
Porque yo sé que Jehová es grande, y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses.
Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí: Porque yo fui con la multitud, fui con ellos a la casa de Dios, con voz de alegría y de alabanza, haciendo fiesta la multitud.
Entonces nuestra boca se llenó de risa, y nuestra lengua de alabanza; entonces decían entre las gentes: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.
Pero tú exaltarás mi cuerno como el del unicornio; seré ungido con aceite fresco.
Por tanto, estimo rectos todos tus preceptos acerca de todas las cosas, y aborrezco todo camino de mentira.
Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, que son eternas.
Hizo la luna para los tiempos; el sol conoce su ocaso.
Pero pronto se olvidaron de sus obras; no esperaron su consejo.
Mis amigos y mis compañeros se quitaron de delante de mi plaga; y mis cercanos se pusieron lejos.
Aborrecí a los que esperan en vanidades ilusorias; mas yo en Jehová he esperado.
Integridad y rectitud me guarden; porque en ti he esperado.
Te dé conforme al deseo de tu corazón, y cumpla todo tu consejo.
Me rodearon los dolores de la muerte, me encontraron las angustias del infierno; angustia y dolor había yo hallado.
Vuelve, oh alma mía, a tu reposo; porque Jehová te ha hecho bien.
No confiéis en la violencia, ni en la rapiña; no os envanezcáis; si se aumentaren las riquezas, no pongáis el corazón en ellas.
Muestra tus maravillosas misericordias, tú que con tu diestra salvas a los que en ti confían de los que se levantan contra ellos.
Porque Dios es el Rey de toda la tierra: Cantad con inteligencia.
Mas tú eres el mismo, y tus años no tendrán fin.
Humo subió de su nariz, y de su boca fuego consumidor; carbones fueron por Él encendidos.
Mencionaré a Rahab y a Babilonia entre los que me conocen. He aquí Filistea y Tiro, con Etiopía: Éste nació allá.
Pero Dios es mi Rey ya de antiguo; el que obra salvación en medio de la tierra.
Oye, pueblo mío, y hablaré: Escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy Dios, el Dios tuyo.
Tocad la trompeta en la nueva luna, en el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne.
Ensanchaste mis pasos debajo de mí, para que mis pies no resbalasen.
Clemente es Jehová y justo; sí, misericordioso es nuestro Dios.
He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es con los que sostienen mi vida.
Jehová guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda sustenta; y el camino de los impíos trastorna.
Tuyos los cielos, tuya también la tierra; el mundo y su plenitud, tú lo fundaste.
Cantad a Jehová con alabanza, cantad con arpa a nuestro Dios.
Porque tu misericordia es grande para conmigo; y has librado mi alma del más profundo infierno.
Cíñete tu espada sobre el muslo, oh valiente, con tu gloria y con tu majestad.
Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?
Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón: Aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado.
Ciertamente en tinieblas anda el hombre; ciertamente en vano se afana; acumula riqueza, y no sabe quién la recogerá.
Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses, ni hay obras que igualen tus obras.
El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche.
¿Qué hombre vivirá y no verá muerte? ¿Librarás su vida del poder del sepulcro? (Selah)
Proclamarán la memoria de tu gran bondad, y cantarán de tu justicia.