no por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia, nos salvó por el lavamiento de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo;

Porque la gracia de Dios que trae salvación, se manifestó a todos los hombres.

esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesús el Cristo.

Las ancianas, asimismo, se distingan en un porte santo; no calumniadoras, no dadas al mucho vino, maestras de honestidad;

Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieras lo que falta, y pusieras ancianos por las villas, así como yo te mandé;

para la esperanza de la vida eterna, la cual prometió el Dios, que no puede mentir, antes de los tiempos de los siglos,

retenedor de la doctrina conforme a la fiel palabra, para que también pueda exhortar con sana doctrina, y convencer a los que contradicen.

Pero cuando se manifestó la bondad del Salvador nuestro Dios, y su amor para con los hombres,

Que se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y limpiar para sí un pueblo propio, seguidor de buenas obras.

Amonéstales que se sujeten a los príncipes y potestades, que persuadan a los que tienen autoridad, que estén prontos a toda buena obra.

Porque también éramos nosotros locos en otro tiempo, rebeldes, errados, sirviendo a las concupiscencias y los deleites diversos, viviendo en malicia y en envidia, aborrecibles, aborreciéndonos los unos a los otros.

el que fuere irreprensible, marido de una mujer, que tenga hijos fieles que no pueden ser acusados de disolución, ni contumaces.

Pablo, siervo de Dios, y apóstol de Jesús el Cristo, según la fe de los escogidos de Dios, y el conocimiento de la verdad que es según la piedad,

Pero tú, habla lo que conviene a la sana doctrina:

Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo templada, justa, y píamente,

El hombre hereje, después de una y otra corrección, deséchalo;

que enseñen a las mujeres jóvenes a ser prudentes, a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos,

A los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras; enseñando lo que no conviene, por ganancia deshonesta.

Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como dispensador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no heridor, no codicioso de ganancias deshonestas;

el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesús el Cristo, nuestro Salvador,

Porque todas las cosas son limpias a los limpios; mas a los contaminados e infieles nada es limpio; antes su alma y conciencia son contaminadas.

Mas las cuestiones locas, y las genealogías, y contenciones, y debates acerca de la ley, evita; porque son sin provecho y vanas.

Profesan conocer a Dios; mas con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, y reprobados para toda buena obra.

Porque hay aún muchos contumaces, y habladores de vanidades, y engañadores (de las almas), mayormente los que son de la circuncisión,

mostrándote en todo por ejemplo de buenas obras; en doctrina haciendo ver integridad, seriedad, pureza,

estando cierto que el tal es trastornado, y peca, siendo condenado de su propio juicio.

a Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia, y paz del Dios Padre, y del Señor Jesús el Cristo, Salvador nuestro.

a que sean templadas, castas, que tengan buen cuidado de la casa, excelentes, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.

Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean templados;

palabra sana, e irreprensible; que el adversario se avergüence, no teniendo ningún mal que decir de vosotros.

Cuando enviare a ti a Artemas, o a Tíquico, procura venir a mí, a Nicópolis, porque allí he determinado invernar.

Y aprendan asimismo los nuestros a conducirse en buenas obras para los usos necesarios, para que no sean inútiles.

A Zenas doctor de la ley, y a Apolos, envía delante, procurando que nada les falte.

Exhorta a los siervos a que sean sujetos a sus señores, que agraden en todo, no respondones;

La palabra es fiel, y esto quiero que afirmes que los que creen a Dios procuren conducirse en buenas obras. Esto es lo bueno y útil a los hombres.

para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.

y la manifestó a su tiempo: Es su palabra por la predicación, que me es a mí encomendada por mandamiento de nuestro Salvador Dios;

Dijo uno de ellos, su propio profeta: Los cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, vientres perezosos.

Que los viejos sean templados, venerables, prudentes, sanos en la fe, en la caridad, en la tolerancia.

Que a nadie infamen, que no sean pendencieros, sino modestos, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.

sino hospedador, amador de los buenos, templado, justo, santo, continente;

Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe,

Esto habla y exhorta, y reprende con toda autoridad. Nadie te desprecie.

no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.

en nada defraudando, antes mostrando toda buena lealtad, para que adornen en todo la doctrina de nuestro Salvador Dios.

Todos los que están conmigo te saludan. Saluda a los que nos aman en la fe. La gracia sea con todos vosotros. Amén.