15 Versículo de la Biblia sobre aquellos que no han sido salvados
Versículos Más Relevantes
Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos.
Gruñimos como osos todos nosotros, y gemimos lastimeramente como palomas; esperamos juicio, y no lo hay; salvación, pero está lejos de nosotros.
Y Jefté les respondió: Yo tuve, y mi pueblo, una gran contienda con los hijos de Amón, y os llamé, y no me defendisteis de sus manos.
Viendo, pues, que no me defendíais, puse mi vida en la palma de mi mano, y pasé contra los hijos de Amón, y Jehová los entregó en mi mano. ¿Por qué, pues, habéis subido hoy contra mí para pelear conmigo?
Saliste al encuentro del que con alegría hacía justicia, de los que se acordaban de ti en tus caminos (he aquí, tú te enojaste cuando pecamos), en ellos hay perpetuidad, y seremos salvos.
Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es una mentira lo que tengo en mi mano derecha?
A otros salvó; a sí mismo no se puede salvar. Si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en Él.
De esta manera también los príncipes de los sacerdotes escarneciendo, decían unos a otros, con los escribas: A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar.
Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, ninguna carne sería salva; mas por causa de los elegidos que Él escogió, acortó aquellos días.
Y los de junto al camino, éstos son los que oyen; y luego viene el diablo y quita la palabra de su corazón, para que no crean y sean salvos.
Pablo dijo al centurión y a los soldados: Si éstos no permanecen en la nave, vosotros no podéis salvaros.
Porque para Dios somos de Cristo grata fragancia en los que son salvos, y en los que se pierden;
impidiéndonos hablar a los gentiles para que éstos sean salvos; colmando siempre la medida de sus pecados, pues vino sobre ellos la ira hasta el extremo.
y con todo engaño de iniquidad en los que perecen; por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.