79 Versículos de la Biblia sobre Comunicación
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Al Vencedor: Salmo de David. Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el extendimiento denuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra al otro día, y una noche a la otra noche declara sabiduría. No hay idioma ni lenguaje donde no es oída su voz.Leer más.
En toda la tierra salió su hilo, y al cabo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol.
Porque las cosas invisibles de él; su eterna potencia y divinidad, se ven entendidas por la creación del mundo, y por las cosas que son hechas, para que no haya excusa;
Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de particular interpretación; porque la profecía no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.
Tómate un rollo de libro, y escribe en él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá, y contra todos los gentiles, desde el día que comencé a hablarte, desde los días de Josías hasta hoy.
vino Palabra del SEÑOR a Ezequiel sacerdote, hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río de Quebar; y vino allí sobre él la mano del SEÑOR.
y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que el SEÑOR de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por mano de los profetas primeros; fue, por tanto , hecho gran castigo por el SEÑOR de los ejércitos.
Toda Escritura es inspirada divinamente y es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia,
A Dios nadie le vio jamás; el Unigénito hijo, que está en el seno del Padre, él nos lo declaró.
Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros tiempos nos ha hablado por el Hijo, al cual constituyó por heredero de todo, por el cual asimismo hizo los siglos; el cual siendo el resplandor de su gloria, y la misma imagen de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su potencia, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la majestad en las alturas,
Y aquella Palabra fue hecha carne, y habitó entre nosotros; (y vimos su gloria,) gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
El cual es la imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda criatura.
porque en él habita toda plenitud de la Divinidad corporalmente,
Oyendo pues ellos esto (redargüidos de la conciencia), se salían uno a uno, comenzando desde los más viejos (hasta los postreros), y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
Porque los gentiles que no tienen la ley, haciendo naturalmente lo que es de la ley, los tales, aunque no tengan la ley, ellos mismos se son ley, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio juntamente sus conciencias, acusándose y también excusándose sus consejos unos con otros,
el cual en las edades pasadas ha dejado a todos los gentiles andar en sus caminos; si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones.
y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habitasen sobre toda la faz de la tierra; determinando las sazones (las cuales limitó) y puestos los términos de la habitación de ellos; para que buscasen a Dios, si en alguna manera, palpando, le hallen; aunque cierto no está lejos de cada uno de nosotros:
Y vino el ángel del SEÑOR, y se sentó debajo del alcornoque que está en Ofra, el cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para hacerlo esconder de los madianitas. Y el ángel del SEÑOR se le apareció, y le dijo: el SEÑOR es contigo, varón esforzado y valiente.
A esta mujer apareció el ángel del SEÑOR, y le dijo: He aquí que tú eres estéril, y no has tenido hijos; mas concebirás y darás a luz un hijo.
Y yo dije: ¿Quiénes son éstos, señor mío? Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Yo te enseñaré quiénes son éstos.
Y pensando él en esto, he aquí el ángel del Señor se le aparece en sueños, diciendo: José, hijo de David, no temas de recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. Y se turbó Zacarías viéndolo, y cayó temor sobre él. Mas el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te engendrará un hijo, y llamarás su nombre Juan.
Y he aquí el ángel del Señor vino sobre ellos, y la claridad de Dios los cercó de resplandor; y tuvieron gran temor. Mas el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy evangelio de gran gozo, que será a todo el pueblo; que os es nacido hoy Salvador, que es Cristo, el Señor, en la ciudad de David.
Y el ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el mediodía, al camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto.
La revelación de Jesús, el Cristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que conviene que sean hechas presto; y envió, y las indicó por señales por su ángel a Juan su siervo,
Y se le apareció el SEÑOR a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quisieres que yo te dé.
En el primer año de Belsasar rey de Babilonia, vio Daniel un sueño y visiones de su cabeza en su cama; luego escribió el sueño, y anotó la suma de los negocios.
Y partidos ellos, he aquí el ángel del Señor aparece en sueños a José, diciendo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te lo diga; porque ha de acontecer, que Herodes buscará al niño para matarlo.
Visión de Isaías hijo de Amoz, la cual vio sobre Judá y Jerusalén, en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá.
Luego me levantó el Espíritu, y me volvió a llevar en visión del Espíritu de Dios a la tierra de los caldeos, a los cautivos. Y se fue de mí la visión que había visto. Y hablé a los cautivos todas las palabras del SEÑOR que él me había mostrado.
En el año tercero del reinado del rey Belsasar, me apareció una visión a mí, Daniel, después de aquella que me había aparecido antes.
Este vio en visión manifiestamente, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba a él, y le decía: Cornelio.
Y viendo el asna al ángel del SEÑOR, se echó debajo de Balaam; y Balaam se enojó, y azotó al asna con el palo. Entonces el SEÑOR abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has herido estas tres veces? Y Balaam respondió al asna: Porque te has burlado de mí. ¡Si tuviera espada en mi mano, ahora te mataría!Leer más.
Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has montado desde que tú me tienes hasta este día; ¿he acostumbrado a hacerlo así contigo? Y él respondió: No. Entonces el SEÑOR destapó los ojos a Balaam, y vio al ángel del SEÑOR que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y él se bajó y adoró inclinado sobre su rostro.
Le dice Jesús: YO SOY la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Varones Israelitas, oíd estas palabras: El Jesús Nazareno, varón aprobado de Dios entre vosotros en maravillas y prodigios y señales, que Dios hizo por él en medio de vosotros, como también vosotros sabéis;
Y se le apareció el Angel del SEÑOR en una llama de fuego en medio de un zarzal; y él miró, y vio que el zarzal ardía en fuego, y el zarzal no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora, y veré esta grande visión, por qué causa el zarzal no se quema. Y viendo el SEÑOR que iba a ver, lo llamó Dios de en medio del zarzal, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.Leer más.
Y dijo: No te llegues acá; quita tus zapatos de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es . Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.
Y cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía, y se ponía a la puerta del tabernáculo, y el SEÑOR hablaba con Moisés.
Y tras el terremoto un fuego; mas el SEÑOR no estaba en el fuego. Y tras el fuego una voz apacible y delicada. La cual cuando Elías la oyó, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso en pie a la puerta de la cueva. Y he aquí llegó una voz a él, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?
Porque yo no he hablado de mí mismo; mas el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
Jesús le dice: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto, ha visto (también) al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo; mas el Padre que permanece en mí, él hace las obras.
Ya no os diré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; mas os he dicho amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he hecho notorias.
porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.
Cuando estuvo solo, le preguntaron los que estaban cerca de él con los doce, sobre la parábola. Y les dijo: A vosotros es dado saber el misterio del Reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; para que viendo, vean y no perciben; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados.
Entonces, llegándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? Y él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros es concedido saber los misterios del Reino de los cielos; mas a ellos no es concedido. Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.Leer más.
Por eso les habló por parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no miraréis. Porque el corazón de este pueblo está engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y con sus ojos guiñan; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y del corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane.
Y sus discípulos le preguntaron, diciendo, qué era ésta parábola. Y él dijo: A vosotros es dado conocer los misterios del Reino de Dios; mas a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.
Todo lo que tiene el Padre, mío es; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, aquel os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho.
Pero cuando viniere el Consolador, el cual yo os enviaré del Padre, el Espíritu de Verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí.
Porque el mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones, el cual clama: Abba, Padre.
Y el que guarda sus mandamientos, está en él, y él en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.
y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y la remisión de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas.
Por tanto, id, y enseñad a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del siglo. Amén.
Y les dijo: Id por todo el mundo; y predicad el Evangelio a toda criatura.
mas recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, y en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra.
librándote de este pueblo y de los gentiles, a los cuales ahora te envío, para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, remisión de pecados y herencia entre los santificados. Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial:Leer más.
Antes anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepintimiento.
¿Cómo, pues invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán a aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quién les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el Evangelio de la paz, de los que anuncian el Evangelio de lo que es bueno!
Porque por vosotros ha sido divulgada la Palabra del Señor no sólo en Macedonia y en Acaya, mas aun en todo lugar vuestra fe, que es en Dios, se ha extendido; de tal manera que no tenemos necesidad de hablar nada.
Y altercaban los unos con los otros diciendo: Pan no tenemos. Y como Jesús lo entendió, les dice: ¿Qué altercáis, porque no tenéis pan? ¿No consideráis ni entendéis? ¿Aún tenéis ciego vuestro corazón? ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no os acordáis?Leer más.
Cuando partí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos alzasteis? Y ellos dijeron: Doce. Y cuando los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos alzasteis? Y ellos dijeron: Siete. Y les dijo: ¿Cómo aún no entendéis?
Entonces dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis. Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos; para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda; ni se convierta, y haya para él sanidad.
Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas?
Y dijo Jesús: Yo, para juicio he venido a este mundo; para que los que no ven, vean; y los que ven, sean cegados.
Esta parábola les dijo Jesús; mas ellos no entendieron qué era lo que les decía.
Entonces los discípulos mirábanse los unos a los otros, dudando de quién decía.
Jesús le dice: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto, ha visto (también) al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
Así que decían: ¿Qué es esto que dice: Un poquito? No entendemos lo que habla.
Teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la ceguedad de su corazón;
Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir. El, homicida ha sido desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira .
porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias; antes se desvanecieron en sus fantasías, y el tonto corazón de ellos fue entenebrecido. Diciéndose ser sabios, se hicieron fatuos, y trocaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, y de aves, y de animales de cuatro pies, y de serpientes.Leer más.
Por lo cual también Dios los entregó a las concupiscencias de sus corazones para inmundicia, para que contaminasen sus cuerpos entre sí mismos ; los cuales mudaron la verdad de Dios en mentira, honrando y sirviendo a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
Mirad, hermanos, que en ninguno de vosotros haya corazón malo de infidelidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada día entre tanto que se dice: Hoy, para que ninguno de vosotros se endurezca con engaño de pecado;
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la comunicación directa a través de los sueños
Génesis 31:24Y vino Dios a Labán, el arameo, en sueños aquella noche, y le dijo: Guárdate que no digas a Jacob bueno ni malo.
la comunicación en el matrimonio
Efesios 5:26para santificarla limpiándola en el lavamiento del agua por la palabra,
la revelación a través de la comunicación directa
Deuteronomio 18:18Profeta les despertaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.
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