66 Versículos de la Biblia sobre Corazón, Divino
Versículos Más Relevantes
El SEÑOR está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cantar.
Y te hará el SEÑOR tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien; porque el SEÑOR se convertirá para gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres;
Porque el SEÑOR toma contentamiento con su pueblo; hermoseará a los humildes con salud.
He aquí mi siervo, me reclinaré sobre él; escogido mío, en quien mi alma toma contentamiento; puse mi Espíritu sobre él, dará juicio a los gentiles.
Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy el SEÑOR, que hago misericordia, juicio, y justicia en la tierra, porque estas cosas quiero, dijo el SEÑOR.
y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y fue hecha una voz del cielo que decía: TU eres mi Hijo amado, en ti es mi placer.
¿Cómo tengo de dejarte, oh Efraín? ¿He de entregarte yo, Israel? ¿Cómo podré yo hacerte como Adma, ni ponerte como a Zeboim? Mi corazón se revuelve dentro de mí, se inflama toda mi compasión.
Y olió el SEÑOR olor de reposo; y dijo el SEÑOR en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su niñez; ni volveré más a herir toda cosa viva, como he hecho.
Y el respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de YO SOY delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.
Y pasando el SEÑOR por delante de él, proclamó: Yo soy el SEÑOR, YO SOY fuerte, misericordioso, y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guardo la misericordia en millares, que suelto la iniquidad, la rebelión, y el pecado, y que de ningún modo absolveré al malvado ; que visito la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
Pero él, misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruyó; y abundó su misericordia para apartar su ira, y no despertó toda su ira. Y se acordó que eran carne; soplo que va y no vuelve.
Misericordioso y clemente es el SEÑOR; lento para la ira, y grande en misericordia. No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo . No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades; ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.Leer más.
Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen.
El con todo , miraba cuando estaban en angustia, y oía su clamor; y se acordaba de su pacto con ellos, y se arrepentía conforme a la muchedumbre de sus misericordias.
Porque los montes se moverán, y los collados temblarán; mas no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz vacilará, dijo el SEÑOR, el que tiene misericordia de ti.
Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os calumnian y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; que hace que su sol salga sobre malos y buenos, y llueva sobre justos e injustos.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Mas a Moisés dice: Tendré misericordia del que tendré misericordia, y me compadeceré del que me compadezca.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesús, el Cristo, el Padre de misericordias, y el Dios de toda consolación,
He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y piadoso.
No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha codiciado el SEÑOR, y os ha escogido; porque vosotros erais los más pocos de todos los pueblos; sino porque el SEÑOR os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado el SEÑOR con mano fuerte, y os ha rescatado de casa de siervos, de la mano del Faraón, rey de Egipto.
Y le dijo el SEÑOR: Yo he oído tu oración y tu ruego, que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta Casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días.
así que ahora he elegido y santificado esta Casa, para que esté en ella mi Nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre.
El ensalzó el cuerno de su pueblo; alábenle todos sus misericordiosos, los hijos de Israel, el pueblo a él cercano. Alelu-JAH.
Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo cogerá los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente , las paridas.
El SEÑOR se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo : Con amor eterno te he amado; por tanto te soporté con misericordia.
Y me alegraré con ellos haciéndoles bien, y los plantaré en esta tierra con verdad, de todo mi corazón y de toda mi alma.
El consejo del SEÑOR permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.
Y yo me despertaré un sacerdote fiel, que haga conforme a mi corazón y a mi alma; y yo le edificaré casa firme, y él andará delante de mi Ungido todo los días.
Y estas cosas tienes guardadas en tu corazón; yo sé que esto está cerca de ti.
Porque el día de la venganza está en mi corazón; y el año de mis redimidos es venido.
No se apartará el furor del SEÑOR, hasta tanto que haya hecho, y hasta tanto que haya cumplido los pensamientos de su corazón; en lo postrero de los días lo entenderéis con entendimiento.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dijo el SEÑOR, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
No se volverá la ira del enojo del SEÑOR, hasta que haya hecho y cumplido los pensamientos de su corazón; en el fin de los días entenderéis esto.
Y quitado aquel, les levantó por rey a David, del que dio también testimonio, diciendo: He hallado a David, hijo de Jessé, varón conforme a mi corazón, el cual hará todo lo que yo quiero.
En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el Angel de su faz los salvó. Con su amor y con su clemencia los redimió, y los trajo a cuestas , y los levantó todos los días del siglo. Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su Espíritu Santo, por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos.
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención.
Estas cosas os he hablado, para que mi gozo permanece en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
En aquella misma hora Jesús se alegró en espíritu, y dijo: Te confieso, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, que escondiste estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños; así, Padre, porque así te agradó.
Mas ahora vengo a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.
Y viendo la multitud, tuvo misericordia de ella; porque estaba derramada y esparcida como ovejas que no tienen pastor.
Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo misericordia de ellos, y sanó a los que de ellos había enfermos.
Y Jesús llamando a sus discípulos, dijo: Tengo misericordia de la multitud, que ya hace tres días que perseveran conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, para que no desmayen en el camino.
Entonces Jesús, teniendo misericordia de ellos , les tocó los ojos, y luego sus ojos recibieron la vista; y le siguieron.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que son enviados a ti! ¡Cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus pollos debajo de las alas, y no quisiste!
Antes del día de la Fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que su hora había venido para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.
Entonces Jesús mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: ve, vende todo lo que tienes, y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu madero (si quieres ser perfecto).
Volviéndose Pedro, ve a aquel discípulo al cual amaba Jesús, que les seguía, el que también se había recostado a su pecho en la cena, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar?
Porque Dios me es testigo de cómo os quiero a todos vosotros en las entrañas de Jesús, el Cristo.
Y mirándolos alrededor con enojo, condoliéndose de la ceguedad de sus corazones, dice al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió; y su mano fue restituida sana como la otra.
Y estando en agonía, oraba más intensamente; y fue su sudor como gotas de sangre que caían hasta la tierra.
Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? Padre, sálvame de esta hora; mas por esto he venido en esta hora.
y revestíos del nuevo, el cual por el conocimiento es renovado conforme a la imagen del que lo creó;
Mas ahora tu reino no estará: El SEÑOR se ha buscado varón según su corazón, al cual el SEÑOR ha mandado que sea capitán sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que el SEÑOR te mandó.
Y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten de ciencia y de inteligencia.
Mas a vosotros los que oís, digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; Bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. Y al que te hiriere en la mejilla, dale también la otra; y al que te quitare la capa, ni aun el sayo le defiendas.Leer más.
Y a cualquiera que te pidiere, da; y al que tomare lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. Y como queréis que os hagan los hombres, así hacedles también vosotros. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué gracias tendréis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. Y si hiciereis bien a los que os hacen bien, ¿qué gracias tendréis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. Y si prestaréis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué gracias tendréis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto. Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno aun para con los ingratos y malos. Sed pues misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.
Porque a los que antes conoció, también les señaló desde antes el camino para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el Primogénito entre muchos hermanos;
Y como trajimos la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.
Por tanto nosotros todos, puestos los ojos como en un espejo en la gloria del Señor con cara descubierta, somos transformados de gloria en gloria en la misma semejanza, como por el Espíritu del Señor.
y vestir el nuevo hombre que es creado conforme a Dios en justicia y en santidad de la verdad.
Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no es manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que si él apareciere (en nosotros) , seremos semejantes a él, porque le veremos como él es.
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