37 Versículo de la Biblia sobre Criaturas cósmicas
Versículos Más Relevantes
Delante del trono {había} como un mar transparente semejante al cristal; y en medio del trono y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás. El primer ser viviente {era} semejante a un león; el segundo ser era semejante a un becerro; el tercer ser tenía el rostro como el de un hombre, y el cuarto ser {era} semejante a un águila volando. Los cuatro seres vivientes, cada uno de ellos con seis alas, estaban llenos de ojos alrededor y por dentro, y día y noche no cesaban de decir: ``SANTO, SANTO, SANTO, {es} EL SEÑOR DIOS, EL TODOPODEROSO, el que era, el que es y el que ha de venir."
Y cantaban un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie podía aprender el cántico, sino los 144,000 que habían sido rescatados (comprados) de la tierra.
Entonces uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro llenas del furor de Dios, quien vive por los siglos de los siglos.
Entonces los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron y adoraron a Dios, que {está} sentado en el trono, {y} decían: `` ¡Amén! ¡Aleluya!"
Cuando El le ordenó al hombre vestido de lino: ``Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines," él entró y se paró junto a una rueda. El querubín extendió su mano de entre los querubines hacia el fuego que {estaba} entre ellos, {lo} tomó y {lo} puso en las manos del que estaba vestido de lino, el cual {lo} tomó y salió. Debajo de sus alas los querubines parecían tener la forma de la mano de un hombre.Leer más.
Entonces miré, y vi cuatro ruedas junto a los querubines, cada rueda junto a cada querubín; el aspecto de las ruedas {era} como el brillo de una piedra de Tarsis. En cuanto a su apariencia, las cuatro tenían la misma semejanza, como si una rueda estuviera dentro de la {otra} rueda. Cuando andaban, se movían en las cuatro direcciones, sin volverse cuando andaban, sino que seguían la dirección en que ponían el rostro, sin volverse cuando andaban. Y todo su cuerpo, sus espaldas, sus manos, sus alas y las ruedas estaban llenos de ojos alrededor, las ruedas de los cuatro. A las ruedas se les llamó ``torbellino," y yo lo oí. Y cada uno de los querubines tenía cuatro caras. La primera cara {era} la cara de un querubín, la segunda, la cara de un hombre, la tercera, la cara de un león y la cuarta, la cara de un águila. Entonces los querubines se levantaron. Estos eran los seres vivientes que yo había visto en el río Quebar. Cuando los querubines andaban, las ruedas andaban a su lado; y cuando los querubines alzaban sus alas para elevarse del suelo, las ruedas no se apartaban de su lado. Cuando los querubines se detenían, {las ruedas} se detenían, y cuando se levantaban, {las ruedas} se levantaban con ellos, porque el espíritu de los seres vivientes {estaba} en ellas. Entonces la gloria del SEÑOR salió de sobre el umbral del templo y se puso sobre los querubines. Cuando los querubines alzaron sus alas y se elevaron del suelo ante mis ojos salieron con las ruedas a su lado, y se detuvieron a la entrada de la puerta oriental de la casa del SEÑOR. Y la gloria del Dios de Israel estaba por encima, sobre ellos. Estos eran los seres vivientes que yo había visto debajo del Dios de Israel junto al río Quebar; entonces supe que eran querubines. Cada uno tenía cuatro caras y cada uno cuatro alas, y {había} una semejanza de manos de hombre debajo de sus alas. En cuanto a la forma de sus caras, eran las mismas caras cuya apariencia yo había visto junto al río Quebar. Cada uno caminaba derecho hacia adelante.
Entonces los querubines se levantaron. Estos eran los seres vivientes que yo había visto en el río Quebar.
Estos eran los seres vivientes que yo había visto debajo del Dios de Israel junto al río Quebar; entonces supe que eran querubines.
"Habla y di: `Así dice el Señor DIOS: ``Yo estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, El gran monstruo que yace en medio de sus ríos, Que ha dicho: `Mío es el Nilo, Yo mismo me {lo} hice.'
``Hijo de hombre, eleva una elegía por Faraón, rey de Egipto, y dile: `Parecías un leoncillo de las naciones Pero eras como el monstruo de los mares; Prorrumpías en tus ríos, Enturbiabas las aguas con tus pies Y ensuciabas sus ríos.'"
y cuatro bestias enormes, diferentes unas de otras, subían del mar. "La primera {era} como un león y tenía alas de águila. Mientras yo miraba, sus alas le fueron arrancadas, fue levantada del suelo y puesta sobre dos pies, como un hombre, y le fue dado corazón de hombre. "Y otra segunda bestia, semejante a un oso, estaba levantada de un costado, y en su boca, entre sus dientes, {tenía} tres costillas. Y le dijeron así: `Levántate, y devora mucha carne.'Leer más.
"Después de esto seguí mirando, y otra más, semejante a un leopardo que tenía sobre su lomo cuatro alas de ave. La bestia tenía cuatro cabezas, y le fue dado dominio. "Después de esto, seguí mirando en las visiones nocturnas, y vi una cuarta bestia, terrible, espantosa y en gran manera fuerte. Tenía enormes dientes de hierro y devoraba, desmenuzaba y pisoteaba los restos con sus pies. Era diferente de todas las bestias que la antecedieron y tenía diez cuernos. "Mientras yo contemplaba los cuernos, vi que otro cuerno, uno pequeño, surgió entre ellos, y tres de los primeros cuernos fueron arrancados delante de él. Y este cuerno tenía ojos como los ojos de un hombre y una boca que hablaba con mucha arrogancia.
`Estas bestias enormes, que son cuatro, son cuatro reyes {que} se levantarán de la tierra.
``Entonces quise saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era diferente de todas las demás, {y} en gran manera terrible, con sus dientes de hierro y sus garras de bronce, {y que} devoraba, desmenuzaba y pisoteaba los restos con sus pies,
"El macho cabrío peludo {representa} al reino de Grecia, y el cuerno grande que {está} entre sus ojos es el primer rey.
``El carnero que viste, con los dos cuernos, {representa} a los reyes de Media y de Persia.
Entonces apareció otra señal en el cielo: Un gran dragón rojo que tenía siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas {había} siete diademas (coronas).
{Entonces} hubo guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles lucharon,
Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él.
El ángel prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años.
Cuando hayan terminado {de dar} su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, los vencerá y los matará.
El {dragón} se paró sobre la arena del mar. Y vi que subía del mar una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas. En sus cuernos {había} diez diademas (coronas), y en sus cabezas {había} nombres blasfemos. La bestia que vi era semejante a un leopardo, sus pies eran como los de un oso y su boca como la boca de un león. El dragón le dio su poder, su trono, y gran autoridad. {Vi} una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada. Y la tierra entera se maravilló y {seguía} tras la bestia.Leer más.
Adoraron al dragón, porque había dado autoridad a la bestia. Adoraron a la bestia, diciendo: `` ¿Quién es semejante a la bestia, y quién puede luchar contra ella?"
Vi otra bestia que subía de la tierra. Tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero y hablaba como un dragón. Ejerce toda la autoridad de la primera bestia en su presencia, y hace que la tierra y los que moran en ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra en presencia de los hombres.Leer más.
Además engaña a los que moran en la tierra a causa de las señales que se le concedió hacer en presencia de la bestia, diciendo a los moradores de la tierra que hagan una imagen de la bestia que tenía la herida de la espada y que ha vuelto a vivir. Se le concedió dar aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia también hablara y diera muerte a todos los que no adoran la imagen de la bestia. Y hace que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les dé una marca en la mano derecha o en la frente, para que nadie pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca, {la cual es} el nombre de la bestia o el número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, que calcule el número de la bestia, porque el número es el de un hombre, y su número es 666.
Vi otra bestia que subía de la tierra. Tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero y hablaba como un dragón.
Y el ángel me dijo: `` ¿Por qué te has asombrado? Yo te diré el misterio de la mujer y de la bestia que la lleva, la que tiene las siete cabezas y los diez cuernos.
"Y la bestia que era y ya no existe, es el octavo {rey,} y es {uno} de los siete y va a la destrucción (perdición).
Y la bestia fue apresada, junto con el falso profeta que hacía señales en su presencia, con las cuales engañaba a los que habían recibido la marca de la bestia y a los que adoraban su imagen. Los dos fueron arrojados vivos al lago de fuego que arde con azufre.
El primer {ángel} fue y derramó su copa en la tierra, y se produjo una llaga repugnante y maligna en los hombres que tenían la marca de la bestia y que adoraban su imagen.
También vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que se les concedió {autoridad para} juzgar. Y {vi} las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y de la palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca sobre su frente ni sobre su mano. Volvieron a la vida y reinaron con Cristo por mil años.
El quinto {ángel} derramó su copa sobre el trono de la bestia, y su reino se quedó en tinieblas; y {todos} se mordían la lengua de dolor.
Y vi {salir} de la boca del dragón, de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, a tres espíritus inmundos semejantes a ranas.
La bestia que viste, era y ya no existe, y está para subir del abismo e ir a la destrucción (perdición). Y los moradores de la tierra, cuyos nombres no se han escrito en el Libro de la Vida desde la fundación del mundo, se asombrarán al ver la bestia que era y ya no existe, pero {que} vendrá.
"Y los diez cuernos que viste y la bestia odiarán a la ramera y la dejarán desolada y desnuda, y comerán sus carnes y la quemarán con fuego.
Entonces me llevó en el Espíritu a un desierto. Vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata, llena de nombres blasfemos, y que tenía siete cabezas y diez cuernos.
Entonces vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos reunidos para hacer guerra contra Aquél que iba montado en el caballo blanco y contra Su ejército.
Y el diablo que los engañaba fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde también están la bestia y el falso profeta. Y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
Aquel día el SEÑOR castigará Con Su espada inflexible, grande y poderosa, A Leviatán (monstruo marino), serpiente huidiza, A Leviatán, serpiente tortuosa, Y matará al dragón que {vive} en el mar.
Despierta, despierta, vístete de poder, oh brazo del SEÑOR. Despierta como en los días de antaño, en las generaciones pasadas. ¿No eres Tú el que despedazó a Rahab (al monstruo marino), El que traspasó al dragón?
También en su centro {vi} figuras semejantes a cuatro seres vivientes. Y éste era su aspecto: tenían forma humana. Cada uno de ellos tenía cuatro caras, y cuatro alas. Sus piernas eran rectas, y la planta de sus pies era como la planta de la pezuña del ternero, y brillaban como bronce bruñido.Leer más.
Bajo sus alas, a sus cuatro lados, {tenían} manos humanas. Los cuatro tenían caras y alas. Sus alas se tocaban una a la otra y {sus caras} no se volvían cuando andaban. Cada uno iba de frente hacia adelante. La forma de sus caras {era como} la cara de un hombre; los cuatro tenían cara de león a la derecha y cara de toro a la izquierda; y los cuatro tenían cara de águila. {Así eran} sus caras. Sus alas se extendían por encima; con dos se tocaban entre sí y con dos cubrían su cuerpo. Cada uno iba de frente hacia adelante; adondequiera que iba el espíritu, iban ellos, sin volverse cuando andaban. En medio de los seres vivientes había algo que parecía carbones encendidos en llamas, eran como antorchas que se lanzaban de un lado a otro entre los seres vivientes. El fuego resplandecía, y del fuego salían rayos. Y los seres vivientes corrían de un lado a otro como el fulgor del relámpago.