44 Versículo de la Biblia sobre Curas
Versículos Más Relevantes
Cuán bienaventurado es el hombre a quien Dios reprende; No desprecies, pues, la disciplina del Todopoderoso (Shaddai). Porque El inflige dolor, pero da alivio; El hiere, pero Sus manos {también} sanan.
Bendice, alma mía, al SEÑOR, Y no olvides ninguno de Sus beneficios. El es el que perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus enfermedades; El que rescata de la fosa tu vida, El que te corona de bondad y compasión;Leer más.
El que colma de bienes tus años, {Para que} tu juventud se renueve como el águila.
~`Pero ciertamente Yo le traeré salud y sanidad; los sanaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad.
Jesús les respondió: ``Vayan y cuenten a Juan lo que oyen y ven: los CIEGOS RECIBEN LA VISTA y los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los POBRES SE LES ANUNCIA EL EVANGELIO (LAS BUENAS NUEVAS).
En esa misma hora curó a muchos de enfermedades, aflicciones y malos espíritus, y a muchos ciegos les dio la vista. Entonces El les respondió: ``Vayan y cuenten a Juan lo que han visto y oído: los CIEGOS RECIBEN LA VISTA, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos son resucitados {y a} los POBRES SE LES ANUNCIA EL EVANGELIO.
Entonces se abrirán los ojos de los ciegos, Y los oídos de los sordos se destaparán. El cojo entonces saltará como un ciervo, Y la lengua del mudo gritará de júbilo, Porque aguas brotarán en el desierto Y arroyos en el Arabá.
Entonces una mujer Cananea que había salido de aquella región, comenzó a gritar: ``Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada." Pero El no le contestó nada. Y acercándose Sus discípulos, Le rogaban: ``Atiéndela, pues viene gritando tras nosotros." Y Jesús respondió: ``No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel."Leer más.
Pero acercándose ella, se postró ante El, diciendo: `` ¡Señor, ayúdame!" Y El le dijo: ``No está bien tomar el pan de los hijos, y echár{selo} a los perrillos." Ella respondió: ``Sí, Señor; pero también los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos." Entonces Jesús le dijo: ``Oh mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas." Y su hija quedó sana desde aquel momento.
Llegaron al otro lado del mar, a la tierra de los Gadarenos. Cuando Jesús salió de la barca, enseguida se acercó a El, de entre los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, que tenía su morada entre los sepulcros; y nadie podía ya atarlo ni aun con cadenas;Leer más.
porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie era tan fuerte como para dominarlo. Siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y en los montes dando gritos e hiriéndose con piedras. Cuando vio a Jesús de lejos, corrió y se postró delante de El; y gritando a gran voz, dijo: `` ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te imploro por Dios que no me atormentes." Porque Jesús le decía: ``Sal del hombre, espíritu inmundo." `` ¿Cómo te llamas?" le preguntó Jesús. ``Me llamo Legión," respondió, ``porque somos muchos." Le rogaba entonces con insistencia que no los enviara fuera de la tierra. Había allí una gran manada de cerdos paciendo junto al monte. Y {los demonios} Le rogaron, diciendo: ``Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos." Jesús les dio permiso. Y saliendo los espíritus inmundos, entraron en los cerdos; y la manada, unos 2,000, se precipitó por un despeñadero al mar, y en el mar se ahogaron. Los que cuidaban los cerdos huyeron y lo contaron en la ciudad y por los campos. Y {la gente} vino a ver qué era lo que había sucedido. Vinieron a Jesús, y vieron al que había estado endemoniado, sentado, vestido y en su cabal juicio, el {mismo} que había tenido la legión; y tuvieron miedo. Los que lo habían visto les describieron cómo le había sucedido {esto} al endemoniado, y lo de los cerdos. Y comenzaron a rogar a Jesús que se fuera de su región. Al entrar El en la barca, el que había estado endemoniado Le rogaba que lo dejara ir con El. Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: ``Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho por ti, y {cómo} tuvo misericordia de ti." Y él se fue, y empezó a proclamar en Decápolis cuán grandes cosas Jesús había hecho por él; y todos se quedaban maravillados.
Entonces navegaron hacia la tierra de los Gadarenos que está al lado opuesto de Galilea. Cuando Jesús bajó a tierra, Le salió al encuentro un hombre de la ciudad poseído por demonios, y que por mucho tiempo no se había puesto ropa alguna, ni vivía en una casa sino en los sepulcros. Al ver a Jesús, gritó y cayó delante de El, y dijo en alta voz: `` ¿Qué tienes Tú que ver conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes."Leer más.
Porque El mandaba al espíritu inmundo que saliera del hombre, pues muchas veces se había apoderado de él, y estaba atado con cadenas y grillos y bajo guardia; {a pesar de todo} rompía las ataduras y era llevado por el demonio a los desiertos. Entonces Jesús le preguntó: `` ¿Cómo te llamas?" ``Legión," contestó; porque muchos demonios habían entrado en él. Y Le rogaban que no les ordenara irse al abismo. Había una manada de muchos cerdos paciendo allí en el monte; y {los demonios} Le rogaron que les permitiera entrar en los cerdos. Y El les dio permiso. Los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos, y la manada se precipitó por el despeñadero al lago y se ahogaron. Cuando los que los cuidaban vieron lo que había sucedido, huyeron y lo contaron en la ciudad y por los campos. Salió entonces {la gente} a ver qué había sucedido; y vinieron a Jesús, y encontraron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido y en su cabal juicio, y se llenaron de temor. Los que {lo} habían visto, les contaron cómo el que estaba endemoniado había sido sanado. Entonces toda la gente (la multitud) de la región alrededor de los Gadarenos Le pidió {a Jesús} que se alejara de ellos, porque estaban poseídos de un gran temor. Y El, entrando a una barca, regresó. Pero el hombre de quien habían salido los demonios Le rogaba que le permitiera estar con El; pero Jesús lo despidió, diciendo: ``Vuelve a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas Dios ha hecho por ti." Y él se fue, proclamando por toda la ciudad cuán grandes cosas Jesús había hecho por él.
Entonces trajeron a Jesús un endemoniado ciego y mudo, y lo sanó, de manera que el mudo hablaba y veía.
Jesús estaba echando fuera un demonio que era mudo, y cuando el demonio salió, el mudo habló; y las multitudes se maravillaron.
Volviendo Jesús a salir de la región de Tiro, pasó por Sidón y {llegó} al mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis. Y Le trajeron a uno que era sordo y tartamudo, y Le rogaron que pusiera la mano sobre él. Entonces Jesús, tomándolo aparte de la multitud, a solas, le metió los dedos en los oídos, y escupiendo, le tocó la lengua {con la saliva;}Leer más.
y levantando los ojos al cielo, suspiró profundamente y le dijo: `` ¡Effatá!" esto es, `` ¡Abrete!" Al instante se abrieron sus oídos, y desapareció el impedimento de su lengua, y hablaba con claridad. Jesús les ordenó que a nadie se lo dijeran; pero mientras más se lo ordenaba, tanto más ellos lo proclamaban. Y estaban asombrados en gran manera, y decían: ``Todo lo ha hecho bien; aun a los sordos hace oír y a los mudos hablar."
Y Le trajeron un paralítico echado en una camilla; y Jesús, viendo la fe de ellos, dijo al paralítico: ``Anímate, hijo, tus pecados te son perdonados." Y algunos de los escribas decían para sí: ``Este blasfema." Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: `` ¿Por qué piensan mal en sus corazones?Leer más.
"Porque, ¿qué es más fácil, decir: `Tus pecados te son perdonados,' o decir: `Levántate, y anda'? "Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados," entonces dijo al paralítico: ``Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa." Y levantándose, el paralítico se fue a su casa. Pero cuando las multitudes vieron {esto,} sintieron temor, y glorificaron a Dios, que había dado tal poder (autoridad) a los hombres.
Entonces vinieron y Le trajeron un paralítico llevado entre cuatro {hombres.} Como no pudieron acercarse a Jesús a causa de la multitud, levantaron el techo {encima} de donde El estaba; y cuando habían hecho una abertura, bajaron la camilla en que estaba acostado el paralítico. Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: ``Hijo, tus pecados te son perdonados."Leer más.
Pero estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensaban en sus corazones: `` ¿Por qué habla Este así? Está blasfemando; ¿quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?" Al instante Jesús, conociendo en Su espíritu que pensaban de esa manera dentro de sí mismos, les dijo: `` ¿Por qué piensan estas cosas en sus corazones? " ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: `Tus pecados te son perdonados,' o decir{le:} `Levántate, toma tu camilla y anda'? "Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados," dijo al paralítico: ``A ti te digo: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa." Y él se levantó, y tomando al instante la camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios, diciendo: ``Jamás hemos visto cosa semejante."
Y unos hombres trajeron en una camilla a un hombre que estaba paralítico; y trataban de meterlo y ponerlo delante de Jesús. No hallando cómo introducirlo debido a la multitud, subieron a la azotea y lo bajaron con la camilla a través del techo, poniéndolo en medio, delante de Jesús. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo: ``Hombre, tus pecados te son perdonados."Leer más.
Entonces los escribas y Fariseos comenzaron a razonar, diciendo: `` ¿Quién es Este que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?" Conociendo Jesús sus pensamientos, les respondió: `` ¿Por qué razonan en sus corazones? " ¿Qué es más fácil, decir: `Tus pecados te son perdonados,' o decir: `Levántate y anda'? "Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados," dijo al paralítico: ``A ti te digo: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa." Al instante se levantó delante de ellos, tomó {la camilla} en que había estado acostado, y se fue a su casa glorificando a Dios. El asombro se apoderó de todos y glorificaban a Dios; y se llenaron de temor, diciendo: ``Hoy hemos visto cosas extraordinarias."
Después de esto, se celebraba una fiesta de los Judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la {Puerta} de las Ovejas, un estanque que en Hebreo se llama Betesda que tiene cinco pórticos. En éstos estaba en el suelo una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos que esperaban el movimiento del agua;Leer más.
porque un ángel del Señor descendía de vez en cuando al estanque y agitaba el agua; y el primero que descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba curado de cualquier enfermedad que tuviera. Estaba allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado {allí} y supo que ya llevaba mucho tiempo {en aquella condición,} le dijo: `` ¿Quieres ser sano?" El enfermo Le respondió: ``Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua es agitada; y mientras yo llego, otro baja antes que yo." Jesús le dijo: ``Levántate, toma tu camilla y anda." Al instante el hombre quedó sano, y tomó su camilla y comenzó a andar. Pero aquel día era día de reposo. Por eso los Judíos decían al que había sido sanado: ``Es día de reposo, y no te es permitido cargar tu camilla." Pero él les respondió: ``El mismo que me sanó, me dijo: `Toma tu camilla y anda.' Le preguntaron: `` ¿Quién es el hombre que te dijo: `Toma {tu camilla} y anda'?" Pero el que había sido sanado no sabía quién era, porque Jesús, sin que se dieran cuenta, se había apartado de la multitud que estaba en {aquel} lugar. Después de esto Jesús lo halló en el templo y le dijo: ``Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te suceda algo peor."
Había una mujer que padecía de flujo de sangre por doce años. Había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía sin provecho alguno, sino que al contrario, había empeorado. Cuando ella oyó hablar de Jesús, se llegó {a El} por detrás entre la multitud y tocó Su manto.Leer más.
Porque decía: ``Si tan sólo toco Sus ropas, sanaré." Al instante la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba curada de su aflicción. Enseguida Jesús, dándose cuenta de que había salido poder de El, volviéndose entre la gente, dijo: `` ¿Quién ha tocado Mi ropa?" Y Sus discípulos Le dijeron: ``Ves que la multitud Te oprime, y preguntas: ` ¿Quién Me ha tocado?'" Pero El miraba a su alrededor para ver a la {mujer} que Lo había tocado. Entonces la mujer, temerosa y temblando, dándose cuenta de lo que le había sucedido, vino y se postró delante de El y Le dijo toda la verdad. ``Hija, tu fe te ha sanado," le dijo Jesús; ``vete en paz y queda sana de tu aflicción."
Llegaron a Betsaida, y trajeron a Jesús un ciego y Le rogaron que lo tocara. Tomando al ciego de la mano, lo sacó fuera de la aldea; y después de escupir en sus ojos y de poner las manos sobre él, le preguntó: `` ¿Ves algo?" Y levantando la vista, dijo: ``Veo a los hombres, pero {los} veo como árboles que caminan."Leer más.
Entonces Jesús puso otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y fue restaurado; y veía todo con claridad. Y lo envió a su casa diciendo: ``Ni aun en la aldea entres."
Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y Sus discípulos Le preguntaron: ``Rabí (Maestro), ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?" Jesús respondió: ``Ni éste pecó, ni sus padres; sino {que está ciego} para que las obras de Dios se manifiesten en él.Leer más.
"Nosotros debemos hacer las obras del que Me envió mientras es de día; la noche viene cuando nadie puede trabajar. "Mientras estoy en el mundo, Yo soy la Luz del mundo." Habiendo dicho esto, escupió en tierra, e hizo barro con la saliva y le untó el barro en los ojos al ciego, y le dijo: ``Ve {y} lávate en el estanque de Siloé" (que quiere decir Enviado). El ciego fue, pues, y se lavó y regresó viendo.
Y se acercó un leproso y se postró ante El, diciendo: ``Señor, si quieres, puedes limpiarme." Extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: ``Quiero; sé limpio." Y al instante quedó limpio de su lepra. Entonces Jesús le dijo: ``Mira, no se lo digas a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para {que les sirva de} testimonio a ellos."
Un leproso vino rogando a Jesús, y arrodillándose, Le dijo: ``Si quieres, puedes limpiarme." Movido a compasión, extendiendo Jesús la mano, lo tocó y le dijo: ``Quiero; sé limpio." Al instante la lepra lo dejó y quedó limpio.Leer más.
Entonces Jesús lo despidió enseguida amonestándole severamente: ``Mira," le dijo, ``no digas nada a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu limpieza lo que Moisés ordenó, para testimonio a ellos."
Estando Jesús en una de las ciudades, {había allí} un hombre lleno de lepra, y cuando vio a Jesús, cayó sobre su rostro y Le rogó: ``Señor, si quieres, puedes limpiarme." Extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: ``Quiero; sé limpio." Y al instante la lepra lo dejó. Y El le mandó que no se lo dijera a nadie. ``Pero anda," {le dijo,} ``muéstrate al sacerdote y da una ofrenda por tu purificación según lo ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio."
Aconteció que mientras Jesús iba camino a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea, y al entrar en cierta aldea, Le salieron al encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia, y gritaron: `` ¡Jesús, Maestro! ¡Ten misericordia de nosotros!"Leer más.
Cuando El los vio, les dijo: ``Vayan y muéstrense a los sacerdotes." Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios. Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios en alta voz. Cayó sobre su rostro a los pies de Jesús, y Le dio gracias; y éste era Samaritano. Jesús le preguntó: `` ¿No fueron diez los que quedaron limpios? Y los {otros} nueve, ¿dónde están? " ¿No hubo ninguno que regresara a dar gloria a Dios, excepto este extranjero?" Entonces le dijo: ``Levántate y vete; tu fe te ha sanado."
Estaba enfermo cierto {hombre llamado} Lázaro, de Betania, la aldea de María y de su hermana Marta. María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume y Le secó los pies con sus cabellos. Las hermanas entonces mandaron a decir a Jesús: ``Señor, el que Tú amas está enfermo."Leer más.
Cuando Jesús {lo} oyó, dijo: ``Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por medio de ella." Y Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando oyó, pues, que {Lázaro} estaba enfermo, entonces se quedó dos días {más} en el lugar donde estaba. Luego, después de esto, dijo a Sus discípulos: ``Vamos de nuevo a Judea." Los discípulos Le dijeron: ``Rabí (Maestro), hace poco que los Judíos Te querían apedrear, ¿y vas allá otra vez?" Jesús respondió: `` ¿No hay doce horas en el día? Si alguien anda de día no tropieza, porque ve la luz de este mundo. "Pero si alguien anda de noche, tropieza, porque la luz no está en él." Dijo esto, y después añadió: ``Nuestro amigo Lázaro se ha dormido; pero voy a despertarlo." Los discípulos entonces Le dijeron: ``Señor, si se ha dormido, se recuperará". Jesús había hablado de la muerte de Lázaro, pero ellos creyeron que hablaba literalmente del sueño. Entonces Jesús, por eso, les dijo claramente: ``Lázaro ha muerto; y por causa de ustedes me alegro de no haber estado allí, para que crean; pero vamos a {donde está} él." Tomás, llamado el Dídimo (el Gemelo), dijo entonces a {sus} condiscípulos: ``Vamos nosotros también para morir con El." Llegó, pues, Jesús y halló que ya hacía cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén, como a tres kilómetros; y muchos de los Judíos habían venido a {la casa de} Marta y María, para consolarlas por {la muerte de su} hermano. Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, Lo fue a recibir, pero María se quedó sentada en casa. Y Marta dijo a Jesús: ``Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. "Aun ahora, yo sé que todo lo que pidas a Dios, Dios Te lo concederá." ``Tu hermano resucitará," le dijo Jesús. Marta Le contestó: ``Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final." Jesús le contestó: ``Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en Mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?" Ella Le dijo: ``Sí, Señor; yo he creído que Tú eres el Cristo (el Mesías), el Hijo de Dios, {o sea,} el que viene al mundo." Habiendo dicho esto, Marta se fue y llamó a su hermana María, diciéndole en secreto: ``El Maestro está aquí, y te llama." Tan pronto como ella {lo} oyó, se levantó rápidamente y fue hacia El. Porque Jesús aún no había entrado en la aldea, sino que todavía estaba en el lugar donde Marta Lo había encontrado. Entonces los Judíos que estaban con ella en la casa consolándola, cuando vieron que María se levantó de prisa y salió, la siguieron, suponiendo que iba al sepulcro a llorar allí. Al llegar María adonde estaba Jesús, cuando Lo vio, se arrojó a Sus pies, diciendo: ``Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto." Y cuando Jesús la vio llorando, y a los Judíos que vinieron con ella llorando también, se conmovió profundamente en el espíritu, y se entristeció. `` ¿Dónde lo pusieron?" preguntó Jesús. ``Señor, ven y ve," Le dijeron. Jesús lloró. Por eso los Judíos decían: ``Miren, cómo lo amaba." Pero algunos de ellos dijeron: `` ¿No podía Este, que abrió los ojos del ciego, haber evitado también que {Lázaro} muriera?" Entonces Jesús, de nuevo profundamente conmovido, fue al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta sobre ella. ``Quiten la piedra," dijo Jesús. Marta, hermana del que había muerto, Le dijo: ``Señor, ya huele mal, porque hace cuatro días {que murió."} Jesús le dijo: `` ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios?" Entonces quitaron la piedra. Jesús alzó los ojos, y dijo: ``Padre, Te doy gracias porque Me has oído. "Yo sabía que siempre Me oyes; pero Lo dije por causa de la multitud que {Me} rodea, para que crean que Tú Me has enviado." Habiendo dicho esto, gritó con fuerte voz: `` ¡Lázaro, sal fuera!" Y el que había muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: ``Desátenlo, y déjenlo ir."
Mientras El estaba todavía hablando, vinieron {unos enviados} de {la casa del} oficial de la sinagoga, diciendo: ``Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas aún al Maestro?" Pero Jesús, oyendo lo que se hablaba, dijo al oficial de la sinagoga: ``No temas, cree solamente." Y no permitió que nadie fuera con El sino {sólo} Pedro, Jacobo (Santiago) y Juan, hermano de Jacobo.Leer más.
Fueron a la casa del oficial de la sinagoga, y Jesús vio el alboroto, y {a los que} lloraban y se lamentaban mucho. Cuando entró les dijo: `` ¿Por qué hacen alboroto y lloran? La niña no ha muerto, sino que está dormida." Y se burlaban de El. Pero echando fuera a todos, Jesús tomó consigo al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con El, y entró donde estaba la niña. Tomando a la niña por la mano, le dijo: ``Talita cum," que traducido significa: ``Niña, a ti te digo, ¡levántate!" Al instante la niña se levantó y {comenzó a} caminar, pues tenía doce años. Y al momento todos se quedaron completamente atónitos. Entonces les dio órdenes estrictas de que nadie se enterara de esto; y dijo que le dieran de comer a la niña.
Aconteció poco después que Jesús fue a una ciudad llamada Naín; y Sus discípulos iban con El acompañados por una gran multitud. Y cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, sacaban fuera a un muerto, hijo único de su madre, y ella era viuda; y un grupo numeroso de la ciudad estaba con ella. Al verla, el Señor tuvo compasión de ella, y le dijo: ``No llores."Leer más.
Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y Jesús dijo: ``Joven, a ti te digo: ¡Levántate!" El que había muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, diciendo: ``Un gran profeta ha surgido entre nosotros." También decían: ``Dios ha visitado a Su pueblo."
Por mano de los apóstoles se realizaban muchas señales (muchos milagros) y prodigios entre el pueblo; y acostumbraban a estar todos de común acuerdo en el pórtico de Salomón. Pero ninguno de los demás se atrevía a juntarse con ellos; sin embargo, el pueblo los tenía en gran estima. Y más y más creyentes en el Señor, multitud de hombres y de mujeres, se añadían constantemente {al número de ellos},Leer más.
a tal punto que aun sacaban a los enfermos a las calles y {los} tendían en lechos y camillas, para que al pasar Pedro, siquiera su sombra cayera sobre alguno de ellos. También la gente (la multitud) de las ciudades en los alrededores de Jerusalén acudía trayendo enfermos y atormentados por espíritus inmundos, y todos eran sanados.
{Cierto día} Pedro y Juan subían al templo a la hora novena (3 p.m.), la hora de la oración. Y {había} un hombre, cojo desde su nacimiento, al que llevaban y ponían diariamente a la puerta del templo llamada la Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban al templo. Este, viendo a Pedro y a Juan que iban a entrar al templo, les pedía limosna.Leer más.
Entonces Pedro, junto con Juan, fijando su vista en él, {le} dijo: `` ¡Míranos!" El los miró atentamente, esperando recibir algo de ellos. Pero Pedro le dijo: ``No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo el Nazareno, ¡anda!" Y tomándolo de la mano derecha, lo levantó; al instante sus pies y tobillos cobraron fuerza, y de un salto se puso en pie y andaba. Entró al templo con ellos caminando, saltando y alabando a Dios. Todo el pueblo lo vio andar y alabar a Dios, y reconocieron que era el mismo que se sentaba a la puerta del templo, la Hermosa, a {pedir} limosna, y se llenaron de asombro y admiración por lo que le había sucedido.
Dios hacía milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que incluso llevaban pañuelos o delantales de su cuerpo a los enfermos, y las enfermedades los dejaban y los malos espíritus se iban de ellos.
Porque él los extrañaba a todos, y estaba angustiado porque ustedes habían oído que se había enfermado. Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir. Pero Dios tuvo misericordia de él, y no sólo de él, sino también de mí, para que yo no tuviera tristeza sobre tristeza.
La oración de fe restaurará (sanará) al enfermo, y el Señor lo levantará. Si ha cometido pecados le serán perdonados. Por tanto, confiésense sus pecados unos a otros, y oren unos por otros para que sean sanados. La oración (súplica) eficaz del justo puede lograr mucho.
Pero Jesús dijo: ``No se lo impidan, porque no hay nadie que haga un milagro en Mi nombre, y que pueda enseguida hablar mal de Mí.
Pero Pedro le dijo: ``No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo el Nazareno, ¡anda!"
sepan todos ustedes, y todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien ustedes crucificaron {y} a quien Dios resucitó de entre los muertos, por El, este {hombre} se halla aquí sano delante de ustedes.
Pero El fue herido (traspasado) por nuestras transgresiones, Molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, {cayó} sobre El, Y por Sus heridas (llagas) hemos sido sanados.
Al oír Jesús {esto,} dijo: ``Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos. "Pero vayan, y aprendan lo que significa: `MISERICORDIA QUIERO Y NO SACRIFICIO'; porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores."
Al oír {esto,} Jesús les dijo: ``Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores."
Jesús les respondió: ``Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos.
porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido."