36 Versículo de la Biblia sobre Dios enviando profetas
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Así pues, no me enviasteis vosotros acá, sino Dios, que me ha puesto por padre del Faraón, y por señor a toda su casa, y por enseñoreador en toda la tierra de Egipto.
He visto, he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído el gemido de ellos, y he descendido para librarlos. Ahora pues, ven, te enviaré a Egipto.
Ven por tanto ahora, y te enviaré al Faraón, para que saques a mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto.
Y dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros; y si ellos me preguntan: ¿Cuál es su nombre? ¿Qué les responderé?
Y dijo más Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: El SEÑOR Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi Nombre para siempre, y este es mi memorial por todos los siglos.
Y respondió Dios a Moisés: YO SOY El que Soy. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY (YHWH ) me ha enviado a vosotros.
Y él dijo: ¡Ruego Señor! Envía por mano del que has de enviar.
Entonces Moisés se volvió al SEÑOR, y dijo: Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste?
Porque destruimos este lugar, por cuanto el clamor de ellos se ha engrandecido delante del SEÑOR; por tanto el SEÑOR nos ha enviado para destruirlo.
y a a los gobernadores, como de él enviados para venganza de los malhechores, y para loor de los que hacen bien.
Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo : Heme aquí, envíame a mí.
Y me dijo el SEÑOR: No digas, soy niño; porque a todo lo que te enviare irás tú, y dirás todo lo que te mandare.
Y aquel varón que estaba entre los arrayanes respondió, y dijo: Estos son los que el SEÑOR ha enviado para que anden la tierra.
Y envió el SEÑOR a Natán a David, el cual viniendo a él, le dijo: Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre.
que envió por mano de Natán profeta, y llamó su nombre Jedidías (amable al SEÑOR ), por el SEÑOR.
Allegaos a mí, oíd esto. Desde el principio no hablé en escondido; desde que la cosa se hizo, estuve allí; y ahora el SEÑOR Dios me envió, y su Espíritu.
Y mirándole el SEÑOR, le dijo: Ve con esta tu fortaleza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo ?
Mas sabed de cierto que, si me matareis, sangre inocente echaréis sobre vosotros, y sobre esta ciudad, y sobre sus moradores: porque en verdad el SEÑOR me envió a vosotros para que dijese todas estas palabras en vuestros oídos.
Y habló Jeremías a todos los príncipes y a todo el pueblo, diciendo: El SEÑOR me envió a que profetizase contra esta Casa y contra esta ciudad, todas las palabras que habéis oído.
Y me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a gentiles rebeldes que se rebelaron contra mí; ellos y sus padres se rebelaron contra mí, hasta este mismo día.
Porque he aquí yo alzo mi mano sobre ellos, y serán despojo a sus siervos, y sabréis que el SEÑOR de los ejércitos me envió.
Y el SEÑOR poseerá a Judá su heredad en la Tierra santa, y escogerá aún a Jerusalén.
Las manos de Zorobabel echarán el fundamento a esta Casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que el SEÑOR de los ejércitos me envió a vosotros.
Y los que están lejos vendrán y edificarán en el Templo del SEÑOR, y conoceréis que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado a vosotros. Y será esto, si oyereis obedientes la voz del SEÑOR vuestro Dios.
¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y él me daría más de doce legiones de ángeles?
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, aquel os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho.
Y miré; y he aquí en medio del trono y de los cuatro animales, y en medio de los ancianos, estaba un Cordero como muerto, que tenía siete cuernos, y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados en toda la tierra.
Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor Dios de los santos profetas ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que es necesario que sean hechas presto.
Y entonces enviará sus ángeles, y juntará sus escogidos de los cuatro vientos, desde el cabo de la tierra hasta el cabo del cielo.
Y respondiendo el ángel le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y soy enviado a hablarte, y a darte este evangelio.
Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado de Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.
Levántate, pues, y desciende, y no dudes de ir con ellos; porque yo los he enviado.
Y ellos, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia; y de allí navegaron a Chipre.