32 Versículos de la Biblia sobre El Número Doce
Versículos Más Relevantes
Y tenía un muro grande y alto, y tenía doce puertas; y a las puertas, doce ángeles, y nombres escritos en ellas, que son los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel.
Y el muro de la ciudad tenía doce fundamentos, y en ellos los nombres de los doce apóstoles del Cordero.
Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido.
Las dos columnas, un mar, y doce bueyes de bronce que estaban debajo de las bases, que había hecho el rey Salomón en la casa de Jehová: no se podía pesar el bronce de todos estos vasos.
Somos doce hermanos, hijos de nuestro padre; uno no parece, y el menor está hoy con nuestro padre en la tierra de Canaán.
Y tomarás flor de harina, y cocerás de ella doce tortas; cada torta será de dos décimas.
Y a los hijos de Merari, por sus linajes, de la tribu de Rubén, y de la tribu de Gad, y de la tribu de Zabulón, se dieron por suerte doce ciudades.
En el medio de la calle de ella, y de uno y de otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.
Las doce cucharas de oro llenas de incienso, de diez siclos cada cuchara, al siclo del santuario: todo el oro de las cucharas, ciento veinte siclos.
Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? Si alguien anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo.
También los hijos de los que habían sido llevados cautivos, y que habían venido de la cautividad, ofrecieron holocaustos al Dios de Israel, doce becerros por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos, doce machos cabríos por expiación; todo el holocausto a Jehová.
Tomad, pues, ahora doce hombres de las tribus de Israel, de cada tribu uno.
Al cabo de doce meses, paseando en el palacio del reino de Babilonia,
Y le dio el pacto de la circuncisión; y así Abraham engendró a Isaac y le circuncidó al octavo día; e Isaac a Jacob, y Jacob a los doce patriarcas.
Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel.
Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y le multiplicaré mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una nación grande.
Habla a los hijos de Israel, y toma de ellos una vara por cada casa de los padres, de todos los príncipes de ellos, doce varas conforme a las casas de sus padres; y escribirás el nombre de cada uno sobre su vara.
Ésta fue la dedicación del altar, el día que fue ungido, por los príncipes de Israel; doce platos de plata, doce jarros de plata, doce cucharas de oro.
Y aconteció, morando Israel en aquella tierra, que fue Rubén y durmió con Bilha la concubina de su padre; lo cual escuchó Israel. Ahora bien, los hijos de Israel fueron doce:
Y partieron de Mara y vinieron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí.
Y apareció en el cielo una gran señal; una mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
Entonces Ahitofel dijo a Absalón: Déjame escoger ahora doce mil hombres, y me levantaré, y seguiré a David esta noche;
para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis sobre tronos juzgando a las doce tribus de Israel.
Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmas; y acamparon allí junto a las aguas.
Y cuando tuvo doce años, subieron ellos a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta.
Y vació dos columnas de bronce, la altura de cada una era de dieciocho codos; y rodeaba a una y a otra columna un cordón de doce codos.
Y tenía Salomón doce gobernadores sobre todo Israel, los cuales mantenían al rey y a su casa. Cada uno de ellos le abastecía por un mes en el año.
Estaban también doce leones puestos allí sobre las seis gradas, de un lado y de otro; en ningún otro reino se había hecho trono semejante.
Y trabando Ahías de la capa nueva que tenía sobre sí, la rompió en doce pedazos,
Y tomando Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había venido palabra de Jehová, diciendo: Israel será tu nombre;
O ¿piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y Él me daría más de doce legiones de ángeles?
Y Jesús les dijo: De cierto os digo: En la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.