27 Versículo de la Biblia sobre el matrimonio controlado
Versículos Más Relevantes
No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni codiciarás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni ninguna cosa que sea de tu prójimo.
No tomará alguno la mujer de su padre, ni descubrirá el regazo de su padre.
No tomarás mujer juntamente con su hermana, para hacerla su rival, descubriendo su desnudez delante de ella en su vida.
Y el que tomare mujer y a la madre de ella, comete vileza; quemarán en fuego a él y a ellas, para que no haya vileza entre vosotros.
De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun (se nombra) entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre.
Y el que tomare la mujer de su hermano, es suciedad; la desnudez de su hermano descubrió; sin hijos serán.
Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano.
Esto es lo que ha mandado el SEÑOR acerca de las hijas de Zelofehad, diciendo: Cásense como a ellas lo deseen, pero en la familia de la tribu de su padre se casarán; para que la heredad de los hijos de Israel no sea traspasada de tribu en tribu; porque cada uno de los hijos de Israel se allegará a la heredad de la tribu de sus padres. Y cualquiera hija que poseyere heredad de las tribus de los hijos de Israel, con alguno de la familia de la tribu de su padre se casará, para que los hijos de Israel posean cada uno la heredad de sus padres.Leer más.
Para que no ande la heredad rodando de una tribu a otra; mas cada una de las tribus de los hijos de Israel se llegue a su heredad. Como el SEÑOR mandó a Moisés, así hicieron las hijas de Zelofehad. Y así Maala, y Tirsa, y Hogla, y Milca, y Noa, hijas de Zelofehad, se casaron con hijos de sus tíos. De la familia de los hijos de Manasés, hijo de José, fueron mujeres; y la heredad de ellas quedó en la tribu de la familia de su padre.
Y dijo: Por tanto, el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y serán dos en una carne.
Le dicen sus discípulos: Si así es el negocio del hombre con su mujer, no conviene casarse.
Mas a los que están juntos en matrimonio, denuncio, no yo, sino el Señor; Que la mujer no se aparte del marido;
Mujer ramera o infame no tomarán; ni tomarán mujer repudiada de su marido; porque el sacerdote es santo a su Dios.
Y tomará él mujer con su virginidad. Viuda, o repudiada, o infame, o ramera, éstas no tomará; mas tomará virgen de su pueblo por mujer.
Viuda, o repudiada, o infame, o ramera, éstas no tomará; mas tomará virgen de su pueblo por mujer.
Ni viuda, ni repudiada se tomarán por mujeres; sino que tomarán vírgenes del linaje de la Casa de Israel, o viuda que fuere viuda de sacerdote.
Mas yo os digo, que el que repudiare a su mujer, fuera de causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casare con la repudiada, comete adulterio.
Conviene, pues, que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, vigilante, templado, de afectos mundanos mortificados, hospedador, apto para enseñar;
el que fuere irreprensible, marido de una mujer, que tenga hijos fieles que no pueden ser acusados de disolución, ni contumaces.
Los diáconos sean maridos de una sola mujer, que gobiernen bien sus hijos y sus casas.
La viuda sea puesta en lista, no menor de sesenta años, la cual haya sido mujer de un varón.
La mujer casada está atada a la ley, mientras vive su marido; mas si su marido muriere, libre es; cásese con quien quisiere, con tal que sea en el Señor.
Porque la mujer que es sujeta a marido, mientras el marido vive está obligada a la ley; mas muerto el marido, ella es libre de la ley del marido.
Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer, saldrá él y su mujer con él.
Si su amo le hubiere dado mujer, y ella le hubiere dado a luz hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo.
Cuando tomare alguno mujer nueva, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a su mujer que tomó.
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