14 Versículos de la Biblia sobre El orden de la Creación

Versículos Más Relevantes

Job 26:7-10

Él extiende el norte sobre vacío, cuelga la tierra sobre nada. Ata las aguas en sus nubes, y las nubes no se rompen debajo de ellas. Él cubre la faz de su trono, y sobre él extiende su nube.Leer más.
Él cercó con término la superficie de las aguas, hasta el fin de la luz y las tinieblas.

Job 38:4-11

¿Dónde estabas cuando yo fundé la tierra? Házmelo saber, si tienes conocimiento. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular,Leer más.
cuando las estrellas del alba juntas alababan, y todos los hijos de Dios daban gritos de gozo? ¿Quién encerró con puertas el mar, cuando se derramaba como saliendo del vientre; cuando puse yo nubes por vestidura suya, y por su faja oscuridad; y establecí sobre él mi decreto, y le puse puertas y cerrojo, y dije: Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante, y aquí parará la soberbia de tus olas?

Salmos 104:5-9

Él fundó la tierra sobre sus cimientos; no será jamás removida. Con el abismo, como con vestido, la cubriste; sobre los montes estaban las aguas. A tu reprensión huyeron; al sonido de tu trueno se apresuraron;Leer más.
subieron los montes, descendieron los valles, al lugar que tú les fundaste. Les pusiste término, el cual no traspasarán; ni volverán a cubrir la tierra.

Salmos 104:14-27

El que hace producir el pasto para las bestias, y la hierba para el servicio del hombre; para que saque el pan de la tierra. Y el vino que alegra el corazón del hombre, y el aceite que hace lucir el rostro, y el pan que sustenta el corazón del hombre. Se llenan de savia los árboles de Jehová, los cedros del Líbano que Él plantó.Leer más.
Allí anidan las aves; en las hayas hace su casa la cigüeña. Los montes altos para las cabras monteses; las peñas, madrigueras para los conejos. Hizo la luna para los tiempos; el sol conoce su ocaso. Pones las tinieblas, y es la noche; en ella corretean todas las bestias de la selva. Los leoncillos rugen tras la presa, y buscan de Dios su comida. Sale el sol, se recogen, y se echan en sus cuevas. Sale el hombre a su labor, y a su labranza hasta la tarde. ¡Cuán numerosas son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios. He allí el grande y anchuroso mar; en él hay innumerables peces, animales pequeños y grandes. Allí andan navíos; allí este leviatán que hiciste para que jugase en él. Todos ellos esperan en ti, para que les des su comida a su tiempo.

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