61 Versículo de la Biblia sobre El pecado, y el carácter de Dios
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Limpio eres de ojos para no ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él.
Y esta es la Promesa que oímos de él, y os la anunciamos: Que Dios es luz, y en él no hay tinieblas.
Del Fuerte, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y ninguna iniquidad en él ; es justo y recto.
Entonces Josué dijo al pueblo: No podréis servir al SEÑOR, porque él es Dios santo, y Dios celoso; no sufrirá vuestras rebeliones y vuestros pecados.
Nube y oscuridad alrededor de él; justicia y juicio son el asiento de su trono.
Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo, Santo, el SEÑOR de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
Y puso con los impíos su sepultura, y su muerte con los ricos; aunque nunca hizo él maldad, ni hubo engaño en su boca.
Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
amaste la justicia, y aborreciste la maldad; por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros.
Porque tal Sumo Sacerdote nos convenía tener: Santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos. Que no tiene necesidad cada día, como los otros sacerdotes, de ofrecer sacrificios primero por sus pecados, y luego por los del pueblo, porque esto lo hizo UNA VEZ ofreciéndose a sí mismo.
Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él.
mas como aquel que os ha llamado es santo, semejantemente también sed vosotros santos en toda conversación; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
Porque yo soy el SEÑOR vuestro Dios, vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo; así que no ensuciéis vuestras almas con ningún reptil que anduviere arrastrándose sobre la tierra.
Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo el SEÑOR vuestro Dios.
Santificaos, pues, y sed santos, porque yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
Porque no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.
Y cualquiera que tiene esta esperanza en él, se purifica, como él también es limpio.
Porque mis ojos están puestos sobre todos sus caminos, los cuales no se me ocultaron, ni su maldad se esconde de la presencia de mis ojos.
Al Vencedor: de David: Salmo. SEÑOR, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido desde lejos mis pensamientos. Mi andar y mi reposo has ceñido, y todos mis caminos has aparejado.Leer más.
Pues aun no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh SEÑOR, tú la supiste toda.
Aunque te laves con salitre, y amontones jabón sobre ti, tu pecado está sellado delante de mí, dijo el Señor DIOS.
Y no dicen en su corazón que tengo en la memoria toda su maldad; ahora los rodearán sus obras; delante de mi presencia están.
Porque he sabido de vuestras muchas rebeliones, y de vuestros grandes pecados, que afligen al justo, y reciben cohecho, y a los pobres en la puerta hacen perder su causa.
Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes todas las cosas están desnudas y abiertas a sus ojos, de lo cual hablamos.
Y se arrepintió el SEÑOR de haber hecho hombre en la tierra, y le pesó en su corazón.
Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su Espíritu Santo, por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos.
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención.
El SEÑOR prueba al justo; pero al malo y al que ama la rapiña, su alma aborrece.
Porque abominación es al SEÑOR tu Dios cualquiera que hace esto, cualquiera que hace tuerto.
Y pasado el luto, envió David y la recogió a su casa; y fue ella su mujer, y le dio a luz un hijo. Mas esto que David había hecho, fue desagradable a los ojos del SEÑOR.
No estarán los locos que se gobiernan por afecto o consejo de la carne delante de tus ojos; aborreces a todos los que obran iniquidad.
Seis cosas aborrece el SEÑOR, y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal,Leer más.
el testigo falso que habla mentiras, y el que enciende rencillas entre los hermanos.
y ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni améis juramento falso; porque todas estas cosas son las que yo aborrezco, dijo el SEÑOR.
Y les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.
Porque manifiesta es la ira de Dios del cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que detienen la verdad con injusticia;
Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió el furor del SEÑOR contra su pueblo, y que no hubo remedio.
Mas ellos se rebelaron contra mí, y no quisieron escucharme; no echó de sí cada uno las abominaciones de sus ojos, ni dejaron los ídolos de Egipto; y dije que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en medio de la tierra de Egipto.
Así dijo el SEÑOR: Por tres pecados de Damasco, y por el cuarto, no la convertiré; porque trillaron a Galaad con trillos de hierro.
El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que al Hijo es incrédulo, no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.
Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que también es servidor de ídolos, tiene herencia en el Reino del Cristo, y de Dios. Nadie os engañe con palabras vanas; porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.
Mortificad, pues, vuestros miembros que están sobre la tierra: fornicación, inmundicia, deleite carnal , mala concupiscencia, y avaricia, la cual es servicio de ídolos; por estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de rebelión.
Y pasando el SEÑOR por delante de él, proclamó: Yo soy el SEÑOR, YO SOY fuerte, misericordioso, y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guardo la misericordia en millares, que suelto la iniquidad, la rebelión, y el pecado, y que de ningún modo absolveré al malvado ; que visito la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
y no quisieron oír, ni se acordaron de tus maravillas que habías hecho con ellos; antes endurecieron su cerviz, y en su rebelión pensaron poner caudillo para volverse a su servidumbre. Tú empero, eres Dios de perdones, clemente y piadoso, tardo para la ira, y de mucha misericordia, porque no los dejaste.
Pero él, misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruyó; y abundó su misericordia para apartar su ira, y no despertó toda su ira.
Misericordioso y clemente es el SEÑOR; lento para la ira, y grande en misericordia. No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo . No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades; ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.Leer más.
Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Como el padre tiene misericordia de los hijos, tiene misericordia el SEÑOR de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; se acuerda que somos polvo.
Chet : Es por las misericordias del SEÑOR que no somos consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Chet : Nuevas son cada mañana; grande es tu fe.
¿Qué Dios como tú, que perdonas la maldad, y que pasas por la rebelión con el remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque es amador de misericordia. El tornará, él tendrá misericordia de nosotros; él sujetará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.
Porque Dios encerró a todos en incredulidad, para tener misericordia de todos.
El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; pero es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento.
¿O menosprecias las riquezas de su bondad, y paciencia, y longanimidad, ignorando que su bondad te guía al arrepentimiento?
¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar la ira y hacer notoria su potencia, soportó con mucha mansedumbre los vasos de ira, preparados para muerte;
Pero por esto fui recibido a misericordia, para que el Cristo Jesús mostrase primero en mí, toda su clemencia, para ejemplo de los que habían de creer en él para vida eterna.
Palabra fiel y digna de ser recibida de todos: que el Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
Y he aquí le trajeron un paralítico, echado en una cama; y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Confía, hijo; tus pecados te son perdonados.
Y viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
el cual, viendo la fe de ellos, le dice: hombre, tus pecados te son perdonados. Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a pensar, diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?
Y le rogó uno de los fariseos, que comiese con él. Y entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. Y he aquí una mujer que había sido pecadora en la ciudad, cuando entendió que estaba a la mesa en casa de aquel fariseo, trajo un alabastro de ungüento, Y estando detrás a sus pies, comenzó llorando a regar con lágrimas sus pies, y los limpiaba con los cabellos de su cabeza; y besaba sus pies, y los ungía con el ungüento.Leer más.
Y como vio esto el fariseo que le había convidado, habló entre sí, diciendo: Este, si fuera profeta, conocería quién y cuál es la mujer que le toca, que es pecadora. Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él dice: Di, Maestro. Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con qué pagar, soltó la deuda a ambos. Di, pues, ¿cuál de éstos le amará más? Y respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel al cual soltó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado. Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, no diste agua para mis pies; y ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha limpiado con los cabellos de su cabeza. No me diste beso, y ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. No ungiste mi cabeza con óleo; y ésta ha ungido con ungüento mis pies. Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas al que se perdona poco, poco ama. Y a ella dijo: Los pecados te son perdonados. Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados? Y dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.
Y se llegaban a él todos los publicanos y pecadores a oírle. Y murmuraban los fariseos y los escribas, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. Y él les refirió esta parábola, diciendo:Leer más.
¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si perdiere una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va a la que se perdió, hasta que la halle? Y hallada, la pone sobre sus hombros gozoso; y viniendo a casa, junta a los amigos y a los vecinos, diciéndoles: Regocijad conmigo, porque he hallado mi oveja que se había perdido. Os digo, que así habrá más gozo en el cielo de un pecador que se enmienda, que de noventa y nueve justos, que no tienen necesidad de enmendarse. ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si perdiere una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta hallarla? Y cuando la hubiere hallado, junta las amigas y las vecinas, diciendo: Regocijad conmigo, porque he hallado la dracma que había perdido. Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se enmienda.
Y como vino a aquel lugar Jesús, mirando, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. Y viendo esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador.Leer más.
Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Y el Señor le dijo: Porque hoy ha sido hecha salud a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
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