30 Versículo de la Biblia sobre el árbol de Navidad
Versículos Más Relevantes
Lo adornan con plata y oro; con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva.
Porque las costumbres de los pueblos son vanidad; pues cortan el leño del bosque con el hacha, es obra de manos de artífice.
Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué se hará?
Daré en el desierto cedros, acacias, arrayanes, y olivos; pondré en la soledad cipreses, pinos y abetos juntamente;
Efraín dirá: ¿Qué más tendré ya con los ídolos? Yo lo oiré, y miraré; yo seré a él como el ciprés verde; de mí será hallado tu fruto.
La gloria del Líbano vendrá a ti, abetos, pinos y cedros juntamente, para decorar el lugar de mi santuario; y yo honraré el lugar de mis pies.
Erguidos están como palmera, pero no hablan; necesitan ser llevados porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque no pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder.
No te plantarás ningún árbol de Asera cerca del altar de Jehová tu Dios, que tú te habrás hecho.
En los lugares altos abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; tornaré el desierto en estanques de aguas, y en manantiales de aguas la tierra seca.
Los ladrillos cayeron, pero edificaremos de cantería; cortaron los sicómoros, pero en su lugar pondremos cedros.
La muerte y la vida están en poder de la lengua; y el que la ama comerá de sus frutos.
Y puso una imagen tallada de Asera que él había hecho, en la casa de la cual había Jehová dicho a David y a Salomón su hijo: Yo pondré mi nombre para siempre en esta casa, y en Jerusalén, a la cual escogí de todas las tribus de Israel:
Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.
Y he aquí había un varón llamado José, el cual era consejero y un varón bueno y justo
y lo puso en su sepulcro nuevo, que él había labrado en la roca; y rodó una gran piedra a la puerta del sepulcro, y se fue.
Y Juan mismo tenía su vestidura de pelo de camello, y un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre.
Y entrando en la casa, vieron al niño con María su madre, y postrándose lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra.
El primer día habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendréis una santa convocación: ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que aderecéis lo que cada cual hubiere de comer.
He aquí yo os envío como ovejas en medio de lobos; sed, pues, sabios como serpientes, y sencillos como palomas.
Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros.
Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a Aquél que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
A estos doce envió Jesús, y les mandó, diciendo: No vayáis por camino de los gentiles, y no entréis en ciudad de samaritanos,
Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre, mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.
Y los nombres de los doce apóstoles son estos: El primero, Simón, que es llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano,
Cualquiera, pues, que me confesare delante de los hombres, también yo le confesaré delante de mi Padre que está en el cielo.
El que recibe a un profeta en nombre de profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo en nombre de justo, recompensa de justo recibirá.
El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor.
¿No se venden dos pajarillos por un cuadrante? Y ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre.