11 Versículos de la Biblia sobre Falsas doctrinas, la actitud cristiana de

Y os ruego hermanos, que señaléis a aquellos que causan divisiones y escándalos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido; y que os apartéis de ellos. Porque los tales, no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres; y con palabras suaves y lisonjas engañan los corazones de los simples.

Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.

Y a otros salvad con temor, arrebatándolos del fuego; aborreciendo incluso la ropa que es contaminada por su carne.

y esto a pesar de falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraron secretamente para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para traernos a servidumbre; a los cuales ni aun por un instante accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros.

Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí en su cara, porque era de condenar.

para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error.

Si alguno enseña otra cosa, y no asiente a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y enloquece acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, maledicencias, malas sospechas, disputas perversas de hombres de mente corrompida, y privados de la verdad, que tienen la piedad por ganancia; apártate de los tales.

Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas y vanas discusiones, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia; la cual profesando algunos, han errado en cuanto a la fe. La gracia sea contigo. Amén. Epístola a Timoteo: Fue escrita de Laodicea, que es metrópoli de la Frigia Pacatiana.

Pero evita las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas.

retenedor de la palabra fiel como le ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana doctrina, y convencer a los que contradicen.

Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho.