14 Versículo de la Biblia sobre Fracciones, una décima
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``Así pues, todo el diezmo de la tierra, de la semilla de la tierra o del fruto del árbol, es del SEÑOR; es cosa consagrada al SEÑOR. ``Y si un hombre quiere redimir parte de su diezmo, le añadirá la quinta parte. ``Todo diezmo del ganado o del rebaño, {o sea,} de todo lo que pasa debajo del cayado, la décima {cabeza} será cosa consagrada al SEÑOR.
Y he aquí que yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, a cambio de su ministerio en el cual sirven, el ministerio de la tienda de reunión. Y los hijos de Israel no se acercarán más a la tienda de reunión, no sea que carguen con un pecado y mueran. Sólo los levitas servirán en el ministerio de la tienda de reunión, y ellos cargarán con la iniquidad del pueblo; será estatuto perpetuo por todas vuestras generaciones, y entre los hijos de Israel no tendrán heredad.Leer más.
Porque el diezmo de los hijos de Israel, el cual ofrecen como ofrenda al SEÑOR, yo lo he dado a los levitas por heredad; por tanto, he dicho en cuanto a ellos: ``Entre los hijos de Israel no tendrán heredad." Entonces el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: También hablarás a los levitas y les dirás: ``Cuando recibáis de los hijos de Israel los diezmos que de ellos os he dado por vuestra heredad, ofreceréis de ello una ofrenda al SEÑOR, el diezmo de los diezmos.
Y allí traeréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, la contribución de vuestra mano, vuestras ofrendas votivas, vuestras ofrendas voluntarias, y el primogénito de vuestras vacas y de vuestras ovejas. Allí también vosotros y vuestras familias comeréis en presencia del SEÑOR vuestro Dios, y os alegraréis en todas vuestras empresas en las cuales el SEÑOR vuestro Dios os ha bendecido. De ninguna manera haréis lo que hacemos aquí hoy, que cada cual {hace} lo que le parece bien a sus propios ojos;Leer más.
porque todavía no habéis llegado al lugar de reposo y a la heredad que el SEÑOR vuestro Dios os da. Cuando crucéis el Jordán y habitéis en la tierra que el SEÑOR vuestro Dios os da en heredad, y El os dé descanso de todos vuestros enemigos alrededor {de vosotros} para que habitéis seguros, entonces sucederá que al lugar que el SEÑOR vuestro Dios escoja para morada de su nombre, allí traeréis todo lo que yo os mando: vuestros holocaustos y vuestros sacrificios, vuestros diezmos y la ofrenda alzada de vuestra mano, y todo lo más selecto de vuestras ofrendas votivas que habéis prometido al SEÑOR.
Diezmarás fielmente todo el producto de tu sementera, lo que rinde tu campo cada año.
Y un sacerdote, hijo de Aarón, estará con los levitas cuando los levitas reciban los diezmos, y los levitas llevarán la décima parte de los diezmos a la casa de nuestro Dios, a las cámaras del almacén;
Entrad en Betel y pecad, multiplicad en Gilgal las transgresiones; traed vuestros sacrificios cada mañana, vuestros diezmos cada tres días.
¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me estáis robando. Pero decís: `` ¿En qué te hemos robado?" En los diezmos y en las ofrendas. Con maldición estáis malditos, porque vosotros, la nación entera, me estáis robando. Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto --dice el SEÑOR de los ejércitos-- si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde.
De vuestro grano y de vuestras viñas tomará el diezmo, para dar{lo} a sus oficiales y a sus siervos. Tomará también vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores jóvenes y vuestros asnos, y {los} usará para su servicio. De vuestros rebaños tomará el diezmo, y vosotros mismos vendréis a ser sus siervos.
y bendito sea el Dios Altísimo que entregó a tus enemigos en tu mano. Y le dio {Abram} el diezmo de todo.
Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, salió al encuentro de Abraham cuando {éste} regresaba de la matanza de los reyes, y lo bendijo. Abraham le entregó el diezmo de todos {los despojos, cuyo nombre} significa primeramente rey de justicia, y luego también rey de Salem, esto es, rey de paz, sin padre, sin madre, sin genealogía, no teniendo principio de días ni fin de vida, siendo hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote a perpetuidad.Leer más.
Considerad, pues, la grandeza de este {hombre} a quien Abraham, el patriarca, dio el diezmo de lo mejor del botín. Y en verdad los de los hijos de Leví que reciben el oficio de sacerdote, tienen mandamiento en la ley de recoger el diezmo del pueblo, es decir, de sus hermanos, aunque éstos son descendientes de Abraham. Pero aquel cuya genealogía no viene de ellos, recibió el diezmo de Abraham y bendijo al que tenía las promesas. Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor. Aquí, ciertamente hombres mortales reciben el diezmo, pero allí, {los recibe} uno de quien se da testimonio de que vive. Y, por decirlo así, por medio de Abraham aun Leví, que recibía diezmos, pagaba diezmos, porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro.
Y esta piedra que he puesto por señal será casa de Dios; y de todo lo que me des, te daré el diezmo.
Tan pronto como se divulgó la orden, los hijos de Israel proveyeron en abundancia las primicias de grano, mosto, aceite, miel y de todo producto del campo; y trajeron el diezmo de todo en abundancia. Y los hijos de Israel y de Judá que habitaban en las ciudades de Judá, también trajeron el diezmo de bueyes y ovejas y el diezmo de las cosas sagradas consagradas al SEÑOR su Dios, y {los} depositaron en montones.
También traeremos las primicias de nuestra harina y nuestras ofrendas del fruto de todo árbol, del mosto y del aceite para los sacerdotes a las cámaras de la casa de nuestro Dios, y el diezmo de nuestro suelo a los levitas, porque los levitas son los que reciben los diezmos en todas las ciudades donde trabajamos.
¿Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los {preceptos} de más peso de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad; y éstas son las cosas que debíais haber hecho, sin descuidar aquéllas.