13 Versículos de la Biblia sobre Impaciencia

Versículos Más Relevantes

Números 21:4

Y partieron del monte de Hor, camino del mar Bermejo, para rodear la tierra de Edom; y el alma del pueblo fue angustiada en el camino.

2 Samuel 14:29

Y mandó Absalón por Joab, para enviarlo al rey; mas no quiso venir a él; ni aunque envió por segunda vez, quiso él venir.

Génesis 19:4-9

Y antes que se acostaran, cercaron la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo; y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácanolos, para que los conozcamos. Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró las puertas tras sí,Leer más.
y dijo: Hermanos míos, os ruego que no hagáis mal. He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré afuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado. Y ellos respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino éste aquí para habitar como un extraño, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot, y se acercaron para romper las puertas.

Génesis 34:25-27

Y sucedió que al tercer día, cuando sentían ellos el mayor dolor, los dos hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, y vinieron contra la ciudad animosamente, y mataron a todo varón. Y a Hamor y a Siquem su hijo los mataron a filo de espada; y tomaron a Dina de casa de Siquem, y se fueron. Y los hijos de Jacob vinieron a los muertos y saquearon la ciudad; por cuanto habían amancillado a su hermana.

Números 20:10

Y juntaron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: Oíd ahora, rebeldes; ¿os hemos de hacer salir aguas de esta peña?

Números 20:10-12

Y juntaron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: Oíd ahora, rebeldes; ¿os hemos de hacer salir aguas de esta peña? Entonces alzó Moisés su mano, e hirió la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias. Y el SEÑOR dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme en ojos de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.

Éxodo 32:1

Mas viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se juntó entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, aquel varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.

Job 2:7-9

Y salió Satanás de delante del SEÑOR, e hirió a Job de una maligna sarna desde la planta de su pie hasta la coronilla de su cabeza. Y tomaba una teja para rascarse con ella, y estaba sentado en medio de ceniza. Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Blasfema a Dios, y muérete.

Génesis 25:29-34

Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo cansado, dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de eso bermejo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom. Y Jacob respondió: Véndeme hoy en este día tu primogenitura.Leer más.
Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? Y dijo Jacob: Júrame hoy en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura. Entonces Jacob dio a Esaú del pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó, y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.

Hechos 27:29-34

Y habiendo temor de dar en lugares escabrosos, echando cuatro anclas de la popa, deseaban que se hiciera de día. Entonces procurando los marineros huir de la nave, y echando el esquife al mar, aparentando como que querían largar las anclas de proa, Pablo dijo al centurión y a los soldados: Si éstos no se quedan en la nave, vosotros no podéis salvaros.Leer más.
Entonces los soldados cortaron los cabos del esquife, y lo dejaron caer. Cuando comenzó a ser de día, Pablo exhortaba a todos que comieran, diciendo: Este es el decimocuarto día que esperáis y permanecéis en ayunas, no comiendo nada. Por tanto, os ruego que comáis por vuestra salud; que ni aun un cabello de la cabeza de ninguno de vosotros perecerá.

Jonás 4:8-9

Y acaeció que saliendo el sol, preparó Dios un recio viento solano; y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y pedía su alma la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que mi vida. Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Hago bien en enojarme, hasta desear la muerte.

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