59 Versículo de la Biblia sobre La amabilidad
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No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia.
No permitirá que tu pie resbale; no se adormecerá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.
enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Y yo rogaré al Padre, y El os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre;
El SEÑOR está a mi favor; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre? El SEÑOR está por mí entre los que me ayudan; por tanto, miraré {triunfante} sobre los que me aborrecen.
Dichoso tú, Israel. ¿Quién como tú, pueblo salvado por el SEÑOR? El es escudo de tu ayuda, y espada de tu gloria. Tus enemigos simularán someterse ante ti, y tú hollarás sus lugares altos.
Pero si tú vas, haz{lo,} esfuérzate para la batalla; {sin embargo} Dios te derribará delante del enemigo, porque Dios tiene poder para ayudar y para derribar.
El SEÑOR es mi fuerza y mi escudo; en El confía mi corazón, y soy socorrido; por tanto, mi corazón se regocija, y le daré gracias con mi cántico.
He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es el que sostiene mi alma.
He aquí, el Señor DIOS me ayuda; ¿quién es el que me condena? He aquí, todos ellos como un vestido se gastarán, la polilla se los comerá.
Así que habiendo recibido ayuda de Dios, continúo hasta este día testificando tanto a pequeños como a grandes, no declarando más que lo que los profetas y Moisés dijeron que sucedería:
Si el SEÑOR no hubiera sido mi socorro, pronto habría habitado mi alma en el {lugar del} silencio.
Ahora pues, dame esta región montañosa de la cual el SEÑOR habló aquel día, porque tú oíste aquel día que allí {había} anaceos con grandes ciudades fortificadas; tal vez el SEÑOR esté conmigo y los expulsaré como el SEÑOR ha dicho.
No estés lejos de mí, porque la angustia está cerca, pues no hay quien ayude.
Por cuanto yo estoy afligido y necesitado, el Señor me tiene en cuenta. Tú eres mi socorro y mi libertador; Dios mío, no te tardes.
El SEÑOR guarda a los sencillos; estaba yo postrado y me salvó.
Vio que no había nadie, y se asombró de que no hubiera quien intercediera. Entonces su brazo le trajo salvación, y su justicia le sostuvo.
Miré, y no había quien ayudara, me asombré de que no hubiera quien apoyara; entonces me salvó mi brazo, y fue mi furor el que me sostuvo.
Y viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor.
de manera que decimos confiadamente: EL SEÑOR ES EL QUE ME AYUDA; NO TEMERE. ¿QUE PODRA HACERME EL HOMBRE?
Clamaron, mas no hubo quién {los} salvara; {aun} al SEÑOR {clamaron,} mas no les respondió.
He aquí, yo grito: `` ¿Violencia!", pero no obtengo respuesta; clamo pidiendo ayuda, pero no hay justicia.
porque fueron rebeldes a las palabras de Dios y despreciaron el consejo del Altísimo; humilló pues, sus corazones con trabajos, tropezaron y no hubo quien {los} socorriera. Entonces en su angustia clamaron al SEÑOR {y} El los salvó de sus aflicciones;
Tu destrucción {vendrá,} oh Israel, porque {estás} contra mí, contra tu ayuda.
Y sucedió que, como yo había clamado y ellos no habían querido escuchar, así ellos clamaron y yo no quise escuchar --dice el SEÑOR de los ejércitos--
``Me invocaréis, y vendréis a rogarme, y yo os escucharé.
Pero Naamán se enojó, y se iba diciendo: He aquí, yo pensé: ``Seguramente él vendrá a mí, y se detendrá e invocará el nombre del SEÑOR su Dios, moverá su mano sobre la parte {enferma} y curará la lepra." ¿No son el Abaná y el Farfar, ríos de Damasco, mejor que todas las aguas de Israel? ¿No pudiera yo lavarme en ellos y ser limpio? Y dio la vuelta, y se fue enfurecido.
En el año treinta y nueve de su reinado, Asa se enfermó de los pies. Su enfermedad era grave, pero aun en su enfermedad no buscó al SEÑOR, sino a los médicos.
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que El os exalte a su debido tiempo, echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros.
Dijo David: ¿Hay todavía alguno que haya quedado de la casa de Saúl, para que yo le muestre bondad por amor a Jonatán?
¿Cuál de estos tres piensas tú que demostró ser prójimo del que cayó en {manos de} los salteadores? Y él dijo: El que tuvo misericordia de él. Y Jesús le dijo: Ve y haz tú lo mismo.
Llevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
¿De qué sirve, hermanos míos, si alguno dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo? Si un hermano o una hermana no tienen ropa y carecen del sustento diario, y uno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais lo necesario para {su} cuerpo, ¿de qué sirve?Leer más.
Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta.
y acercándose, le vendó sus heridas, derramando aceite y vino sobre {ellas;} y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y lo cuidó.
Y se levantaron los hombres que habían sido designados por nombre y tomaron a los cautivos, y del botín vistieron a todos los desnudos y les dieron vestidos y sandalias; les dieron de comer y de beber y los ungieron, y condujeron en asnos a todos los débiles y los llevaron a Jericó, ciudad de las palmeras, junto a sus hermanos; entonces volvieron a Samaria.
Ojos era yo para el ciego, y pies para el cojo. Padre era para los necesitados, y examinaba la causa que no conocía.
Todos los que habían creído estaban juntos y tenían todas las cosas en común; vendían todas sus propiedades y sus bienes y los compartían con todos, según la necesidad de cada uno.
No había, pues, ningún necesitado entre ellos, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían, traían el precio de lo vendido, y lo depositaban a los pies de los apóstoles, y se distribuía a cada uno según su necesidad.
Samuel siendo niño, ministraba delante del SEÑOR, usando un efod de lino.
pero David iba y venía de donde estaba Saúl a Belén para apacentar el rebaño de su padre.
Y dijo al muchacho: Corre, busca ahora las saetas que voy a tirar. Y mientras el muchacho corría, tiró una saeta más allá de él.
Y habían salido los arameos en bandas y habían tomado cautiva a una muchacha muy joven de la tierra de Israel, y ella estaba al servicio de la mujer de Naamán. Y ella dijo a su señora: ¡Ah, si mi señor estuviera con el profeta que está en Samaria! El entonces lo curaría de su lepra.
Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero ¿qué es esto para tantos?
Y el SEÑOR Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea.
El que halla esposa halla algo bueno y alcanza el favor del SEÑOR.
{Y} vosotros, maridos, igualmente, convivid de manera comprensiva {con vuestras mujeres,} como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor como a coheredera de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas.
que la recibáis en el Señor de una manera digna de los santos, y que la ayudéis en cualquier asunto en que ella necesite de vosotros, porque ella también ha ayudado a muchos y {aun} a mí mismo.
Pero la mujer había tomado a los dos hombres y los había escondido, y dijo: Sí, los hombres vinieron a mí, pero yo no sabía de dónde eran.
El se levantó y fue a Sarepta. Cuando llegó a la entrada de la ciudad, he aquí, allí estaba una viuda recogiendo leña, y la llamó y {le} dijo: Te ruego que me consigas un poco de agua en un vaso para que yo beba. Cuando ella iba a conseguir{la,} la llamó y {le} dijo: Te ruego que me traigas {también} un bocado de pan en tu mano.
Permaneced entonces en esa casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa.
Os exhorto, hermanos ({ya} conocéis a {los de} la casa de Estéfanas, que fueron los primeros convertidos de Acaya, y que se han dedicado al servicio de los santos), que también vosotros estéis en sujeción a los que son como ellos, y a todo el que ayuda en la obra y trabaja.
cooperando también vosotros con nosotros con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don que nos ha sido impartido por medio de {las oraciones de} muchos.
En verdad, fiel compañero, también te ruego que ayudes a estas {mujeres} que han compartido mis luchas en {la causa} del evangelio, junto con Clemente y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.
Entonces el Rey dirá a los de su derecha: ``Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. ``Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí."
Y la ciudad será dedicada al anatema, ella y todo lo que hay en ella pertenece al SEÑOR; sólo Rahab la ramera y todos los que están en su casa vivirán, porque ella escondió a los mensajeros que enviamos.
Porque así dice el SEÑOR, Dios de Israel: ``No se acabará la harina en la tinaja ni se agotará el aceite en la vasija, hasta el día en que el SEÑOR mande lluvia sobre la faz de la tierra."
Tópicos sobre La amabilidad
la amabilidad
Santiago 4:4¿{Oh almas} adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad hacia Dios? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.