27 Versículos de la Biblia sobre La conducta del hombre hacia Dios
Versículos Más Relevantes
Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón calló.
Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma;
Dios terrible en la gran congregación de los santos, y formidable sobre todos cuantos están a su alrededor.
Venid, cantemos alegremente a Jehová: Aclamemos con júbilo a la Roca de nuestra salvación. Lleguemos ante su presencia con acción de gracias; aclamémosle con salmos.
Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo.
«Cántico gradual» Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos.
No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú en la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.
Donde los sueños son en multitud, también lo son las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios.
Y cuando ores, no uses vanas repeticiones, como hacen los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a Aquél que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
Y él respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio, dijo: Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy.
Y por esto yo procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres.
Por tanto, os ruego hermanos por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro servicio racional.
y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es; para que ninguna carne se jacte en su presencia.
Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
Por tanto, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos; antes bien hemos renunciado a lo oculto y deshonesto, no andando con astucia, ni usando la palabra de Dios con engaño, sino que por la manifestación de la verdad, nos recomendamos a la conciencia de todo hombre delante de Dios.
Así que, amados, teniendo tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
Porque la gracia de Dios que trae salvación se ha manifestado a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a las concupiscencias mundanas, vivamos en este presente mundo, sobria, justa y piadosamente. Aguardando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,
Por tanto, dejando los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, y de la fe en Dios,
¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el lugar santísimo por la sangre de Jesús, por el camino nuevo y vivo que Él nos consagró a través del velo, esto es, por su carne; y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,Leer más.
acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
Por otra parte, tuvimos a los padres de nuestra carne que nos disciplinaban, y los reverenciábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gracia, por la cual sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;
Porque éste es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.
¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán, y adorarán delante de ti, porque tus juicios se han manifestado.