14 Versículo de la Biblia sobre La corrección de un hermano
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El hombre hereje, después de una y otra corrección, deséchalo;
Mas ahora os he escrito, que no os envolváis, es a saber , que si alguno llamándose hermano fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón, con el tal ni aun comáis.
porque es ministro de Dios para tu bien. Mas si hicieres lo malo, teme; porque no sin causa trae el cuchillo; porque es ministro de Dios, vengador para castigo al que hace lo malo.
de los cuales fueron Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás, para que aprendan a no blasfemar.
Y os ruego, hermanos, que miréis por los que causan disensiones y escándalos fuera de la doctrina que vosotros habéis aprendido; y apartaos de ellos.
el tal sea entregado a Satanás para muerte de la carne, para que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.
Por tanto, si tu hermano pecare contra ti, ve, y redargúyele entre ti y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo uno o dos, para que en boca de dos o de tres testigos conste toda palabra. Y si no oyere a ellos, dilo a la Iglesia; y si no oyere a la Iglesia, tenle por un mundano y un publicano.
El hombre hereje, después de una y otra corrección, deséchalo; estando cierto que el tal es trastornado, y peca, siendo condenado de su propio juicio.
Hermanos, si alguno fuere tomado en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restaurad al tal con el espíritu de mansedumbre; considerándote a ti mismo, para que tú no seas también tentado.
Y no lo tengáis como a enemigo, sino amonestadle como a hermano.
A los que pecaren, repréndelos delante de todos, para que los otros también tengan temor.
Toda Escritura es inspirada divinamente y es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, perfectamente equipado para toda buena obra.
Por tanto mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la Iglesia de Dios, la cual ganó por su sangre.
Por esto, hermanos míos amados, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;