Cuán bienaventurado es el hombre a quien Dios reprende; No desprecies, pues, la disciplina del Todopoderoso (Shaddai).
Bienaventurado el hombre a quien reprendes, SEÑOR, Y lo instruyes en Tu ley;
Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR Ni aborrezcas Su reprensión,
{El hombre} es castigado también con dolor en su lecho, Y con queja continua en sus huesos,
Porque el SEÑOR ama a quien reprende, Como un padre al hijo en quien se deleita.
El SEÑOR me ha reprendido severamente, Pero no me ha entregado a la muerte.
Yo sé, SEÑOR, que Tus juicios son justos, Y que en Tu fidelidad me has afligido.
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Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso